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TERRORISMO DE ESTADO EN LOS ´90
Por A.P.E.M.I.A. - Thursday, Nov. 03, 2005 at 12:30 PM
apemia2002@yahoo.com.ar (Casilla de correo válida)

El Terrorismo de Estado en Argentina en la decada pasada, vincula a los viejos Estados terroristas de los ’70 con las nuevas políticas de seguridad de los ’90. Con estos atentados, Argentina ha sido el laboratorio de preparación para la imposición de estas políticas ´antiterroristas´ regionales… tan reclamadas hoy por la cruzada del Presidente Bush y sus socios internacionales y de la Organización de Estados Americanos.

A . P . E . M . I . A .
AGRUPACIÓN POR EL ESCLARECIMIENTO
DE LA MASACRE IMPUNE DE LA AMIA




ATENTADO CONTRA LA AMIA
TERRORISMO DE ESTADO EN ARGENTINA

Durante la década del ’90, Argentina fue escenario de tres atentados terroristas: a la embajada de Israel (17/03/92); a la Asociación Mutual Israelita Argentina AMIA (18/07/94) y a la Fábrica Militar de Río III (03/11/95). Los tres atentados permanecen impunes. Tras ellos, el Estado argentino que ya había sido acusado de acciones terroristas nacionales e internacionales bajo la dictadura de los ’70, se integró a la OTAN y es hoy reconocido porque "la Argentina ha cooperado activamente con los Estados Unidos en operaciones de contraterrorismo en la región...” (Departamento de Estado U.S.A., citado por La Nación 4/10/05).
El Estado aprovechó la voladura de la AMIA buscando influir sobre otros países del área para alinearlos tras su política regional e internacional definida por sus socios de la OTAN. En la II° Conferencia Interamericana sobre Terrorismo (1998), los países de la OEA se comprometieron a unificar sus políticas de seguridad regional e internacional firmando los primeros acuerdos de la nueva política antiterrorista, que vincula a los viejos Estados terroristas de los ’70 con las nuevas políticas de seguridad de los ’90.
Tras varios años de denuncias y reclamos de los familiares de las víctimas de AMIA, que vincularon a las autoridades nacionales con el encubrimiento de los atentados, el Estado se vio obligado a intentar una respuesta. En 2001 montó un “juicio” donde -pese a las formas legales- no tenía el propósito de esclarecer el crimen sino de absolver al primer eslabón de la cadena de responsables criminales: la denominada “conexión local” integrada por policías y funcionarios de los Servicios de Inteligencia. Al mismo tiempo, pretendía mostrarse ajeno a tamaña maniobra.
Recientemente, el Estado nacional reconoció ante la Organización de Estados Americanos su responsabilidad por “encubrimiento agravado y denegación de justicia” en la comisión del atentado a la AMIA. Declara su preocupación por lo sucedido al mismo tiempo que continúa protegiendo a los responsables de tanto encubrimiento y mantiene cerrados los archivos secretos de Inteligencia que prometió abrir.
El Estado argentino es el responsable criminal de la masacre de la AMIA y del atentado a la Fábrica Militar de Río III. Estos actos de terrorismo de Estado involucran a sus tres poderes y a las fuerzas de seguridad e inteligencia, los mismos que contribuyen a la “lucha antiterrorista” como fruto de los acuerdos que se sellan en reuniones como la de esta Cumbre o en las reuniones del Comité Interamericano Contra el Terrorismo de la OEA, algunos de cuyos Estados miembros son socios y cómplices del Estado argentino en -al menos- el encubrimiento de estos ataques.
En esta perspectiva resulta posible comprender el papel que jugó y juega el Estado argentino en la promoción y desarrollo de estas políticas antiterroristas regionales impulsadas por el Departamento de Estado. Con estos atentados, Argentina ha sido el laboratorio de preparación para la imposición de estas políticas “antiterroristas” regionales, y de elaboración de instrumentos legales para la intervención y represión “democrática” de las organizaciones populares y de las crisis políticas en la región.
Es imprescindible reflexionar alrededor de estas ideas para comprender que la masacre de la AMIA no fue el producto de un solitario hombre-bomba suicida, sino el producto de los intereses y vínculos políticos entre los Estados que hoy se ponen de relieve en la Cumbre de las Américas.
La impunidad de los atentados continúa, mientras el Estado argentino se prepara para abandonar cualquier persecución, incluso formal, a los responsables materiales de estos atentados. En pocos meses más vencen los plazos que obligan al Estado a perseguirlos.
Los familiares y amigos de las víctimas nucleados en APEMIA hacemos un llamado especial para que nos acompañen en el reclamo contra la prescripción, por la apertura de los archivos secretos del Estado y su entrega a una Comisión Independiente que investigue la responsabilidad terrorista de Estado en la comisión y el encubrimiento del crimen de la AMIA.


apemia2002@yahoo.com.ar

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