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POR LA LIBERTAD DE LOS 5 DE MIAMI.
Por EL MILITANTE -
Friday, Nov. 04, 2005 at 9:34 PM
¡Libertad para
los Cinco de Miami! E l 16 y 17 de junio de 1998 las
autoridades cubanas, en un intercambio con el FBI, entregaron una gran
cantidad de material relacionado con las actividades terroristas
anticubanas realizadas en territorio estadounidense, incluidas 230 páginas
de documentos, cinco videos de material grabado por cadenas de televisión
norteamericanas sobre las actividades terroristas contra Cuba y ocho
cintas de audio con dos horas y cuarenta minutos de conversaciones entre
terroristas centroamericanos encarcelados y sus contactos en el
exterior.
Menos de dos meses después, el 12 de septiembre, el FBI a
primera hora de la mañana realizó unas redadas en las que arrestó a cinco
cubanos en Miami. ¿Estaban éstos relacionados en las actividades
terroristas contra Cuba? Más bien lo contrario, eran agentes cubanos
trabajando infiltrados en los grupos terroristas anticubanos en Miami y
también habían participado en la recopilación de la información que se
pasó al FBI.
Este fue el principio de un caso legal prolongado contra
estas cinco personas ahora conocidas como los “Cinco de Miami”. Se trata
de un caso injusticia y manipulación política del sistema judicial y que
demuestra la hipocresía de la “guerra contra el terrorismo” de Bush. Y
probablemente esta es la razón por la que no aparece nada sobre el caso en
los principales medios de comunicación.
Los Cinco de Miami, Gerardo
Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert,
Fernando González Llort y Antonio Guerrero Rodríguez, han recibido las
sentencias más largas posibles por los “crímenes” de los que se les ha
acusado. Gerardo Hernández ha sido condenado a dos cadenas perpetuas y 15
años de cárcel. Otros dos, Antonio Guerrero y Ramón Labañino también han
sido condenados a cadena perpetua. René González y Fernando González han
sido condenados a 19 y 15 años de prisión.
Desde el momento de su
arresto, los Cinco de Miami fueron sometidos a un trato extremadamente
duro. Después de 15 días en el Centro de Detención Federal de Miami,
fueron trasladados al Special House Unit, más conocido como “el agujero”,
en celdas aisladas de 15 por 7 pies. Estas celdas son utilizadas para los
criminales muy peligrosos, generalmente acusados de asesinato y según las
leyes, los prisioneros no pueden pasar ahí más de 60 días. Dos de los
Cinco de Miami, Gerardo Hernández y Ramón Labañino han estado allí durante
17 meses.
¿De que se les acusó a los Cinco de Miami? Hay varios cargos
menores, incluido actuar como agentes de un gobierno extranjero sin ser
registrados por las autoridades norteamericanas (algo admitido por los
cinco), pero los dos principales cargos de los tres por los que han sido
condenados a cadenas perpetuas están relacionados con el espionaje y el
asesinato.
Desde el principio, los medios de comunicación locales
hablaban de un grupo peligroso de espías cubanos que habían puesto en
peligro la seguridad nacional de EEUU. Pero en los siete meses largos del
juicio (que lo convierte en uno de los casos judiciales más largos de la
historia de EEUU), el fiscal no pudo presentar ni una sola prueba que
respaldara esa acusación. Los abogados defensores llevaron a declarar a
oficiales de la armada norteamericana, activos y retirados, a altos
funcionarios de la inteligencia estadounidenses y otros, todos
testificaron que después de mirar las pruebas creían que los cinco
acusados no habían visto ningún material clasificado.
Incluso el fiscal
del caso dejó claro en su declaración inicial al jurado que “arrestamos a
estos 5 hombres y confiscamos 20.000 páginas de documentos de sus
ordenadores, pero damas y caballeros, de estas 20.000 páginas no podemos
presentar ni una sola página de información clasificada”. Como no podía
presentar ni una sola prueba de la acusación de espionaje, el fiscal
decidió acusarles de “conspiración para espiar”. La conspiración es un
término muy vago y difícil de demostrar. Eso significa que los cinco
estaban juntos y decidieron ir a espiar. ¿Cómo puede alguien demostrar
esto? E incluso si existieran pruebas (que no es el caso), ¡no es normal
que tres de ellos recibieran la mayor de las condenas posibles que se
pueden recibir por espionaje (cadena perpetua) sólo por “conspirar” para
espiar!
La segunda acusación por la que ha recibido Gerardo Hernández
la segunda cadena perpetua es conspirar para cometer asesinato. Fue
acusado de estar implicado en el derribo de dos aviones Cessna cerca de la
costa de La Habana por MIG cubanos en febrero de 1996. La historia se
remonta a 1995 cuando se llegó a un acuerdo entre las autoridades cubanas
y las estadounidenses para regular la política de migración entre los dos
países. Fue en aquella época cuando la organización anticubana con base en
Miami “Hermanos al Rescate” comenzó a realizar sus actividades terroristas
contra Cuba. Durante los veinte meses que llevaron al derribo de los dos
aviones, realizaron 25 vuelos no autorizados sobre el espacio aéreo
cubano. ¿Qué hizo el gobierno cubano? En cada uno de los casos realizó una
queja diplomática formal para esta violación del espacio aéreo de su país.
No recibieron respuesta.
En enero de 1996 las autoridades cubanas
invitaron a Cuba al almirante Carroll de la armada norteamericana y le
expresaron, sin dejar lugar a dudas, que su paciencia se había agotado y
que no tolerarían más violaciones de su soberanía nacional,
particularmente desde que les llegó la información de que los Hermanos al
Rescate estaban listos para armar estos aviones. Carroll regresó a EEUU e
informó al Pentágono y al Departamento de Estado de que los cubanos eran
muy serios en sus amenazas. Richard Nuccio, en aquel momento asesor del
presidente Clinton, testificó en el juicio y dijo que estaba muy
preocupado por la ostentación pública (ante las cámaras de televisión) que
hacía el líder de los Hermanos al Rescate, José Basulto, sobre sus vuelos
ilegales a Cuba.
El 24 de febrero estos tres aviones Cessna, uno
pilotado por el propio José Basulto, abandonaron la base de Florida y se
dirigieron a Cuba. El personal de la base aérea les avisaron de que era
muy peligroso volar sobre el espacio aéreo cubano. Las autoridades cubanas
fueron avisadas de antemano. ¿Fue Gerardo Hernández quien les avisó? No,
fue la Agencia Federal de Aviación de EEUU la que advirtió a los cubanos
de que los aviones estaban en camino. A los aviones se les avisó por radio
de que estaban entrando en un área militar restringida. Hicieron caso
omiso de las advertencias. La fuerza aérea cubana envió a dos cazas MIG y
después de ignorar una vez más los avisos derribaron los dos aviones. José
Basulto consiguió escapar. El gobierno cubano dice cuando fueron
derribados los aviones éstos estaban ilegalmente dentro de su espacio
aéreo, mientras que el gobierno estadounidense dice que estaban 4 millas
fuera de los límites.
Alguien se podría preguntar ¿cuál es la relación
entre Gerardo Hernández y este caso? Se le ha encontrado culpable de
conspirar para cometer un asesinato. La “prueba” presentada es un
telegrama a Gerardo, que estaba infiltrado en Hermanos al Rescate, en el
que le decían que no volara en esa fecha. Esta prueba es muy endeble,
particularmente para una acusación tan seria como esta. No demuestra que
Gerardo supiera que iban a atacar a los aviones, no demuestra que él
hiciera tuviera algo que ver con el propio ataque. Todo lo que él hacía
era informar de las actividades de la organización terrorista que estaba
operando desde territorio estadounidense. Además, la información sobre de
que los vuelos salían y llegaban al sur de Florida es de dominio
público.
Por último, en el fondo se trata de si un país soberano como
Cuba tiene el derecho o no a defender su espacio aéreo. Para un gobierno
como el de EEUU que insiste en la inmunidad de su personal armado que
trabaja en el extranjero, es un caso flagrante de doble rasero al acusar
de asesinato a un gobierno que está defendiendo su propio territorio
contra los terroristas que llegan desde EEUU. La acusación contra Gerardo
de conspiración es tan débil que en un movimiento sin precedentes,
decididos a llegar hasta el final, intentaron cambiar el asesinato por
homicidio. Pero tanto el tribunal como el Tribunal de Apelación rechazaron
la petición porque todo el juicio se había basado en la acusación
original.
¿Un juicio justo en Miami?
Claramente las
pruebas contra los cinco eran demasiado débiles, pero el jurado después de
una breve deliberación les encontraron culpables. Eso sólo se puede
explicar por que el juicio se celebrara en Miami. Desde el principio la
defensa pidió que el juicio se trasladara fuera de Miami. Es bien conocido
que las redes mafiosas de los rabiosos exiliados cubanos dominan la
ciudad. Es muy difícil tener un juicio justo y un jurado que no sea
intimidado en esta ciudad.
Además el juicio se celebró en las mismas
fechas que el polémico caso de Elián González, el niño cubano retenido en
Miami por algunos parientes en contra de los deseos de su padre. Los
exiliados cubanos organizaron manifestaciones y alborotos violentos
durante aquellos días, toda la ciudad estaba inmersa en una atmósfera de
histeria anticubana. ¿Cómo un juicio a cinco “peligrosos agentes cubanos”,
uno de ellos acusado de participar en el asesinato de exiliados cubanos,
puede celebrarse en este clima y ser un juicio justo?
Incluso el
gobierno norteamericano reconoció en un caso distinto un año después que
un caso relacionado con Cuba no se puede tratar con justicia en Miami. El
gobierno estadounidense ha sido acusado de discriminación injusta a un
empleado mexicano del Servicio de Inmigración que decía haber sido
despedido por su apoyo a la mafia anticubana en el caso de Elián González.
En este caso, que sólo tiene una relación indirecta con Cuba, el gobierno
defendió que no podría juzgarle justamente en Miami y pidió el traslado
del juicio. La petición fue concedida. Pero en el caso de los Cinco de
Miami, que está directamente vinculado a Cuba y a los reaccionarios
exiliados cubanos que dominan la ciudad, la petición fue rechazada.
El
gobierno de EEUU también utilizó otros trucos legales para conseguir la
condena de los cinco. Por ejemplo, utilizó la Ley de Protección de
Información Confidencial para no hacer públicas las 20.000 páginas de
documentos incautadas a los cinco. Durante meses, ni los acusados ni los
abogados tuvieron acceso a estos documentos, ninguno contenía información
sensible para la defensa nacional de EEUU o, como reconocía la fiscalía,
información clasificada. A la defensa no se le permitió utilizar el
argumento de “estado de necesidad” contra la acusación de actuar como
agentes no inscritos. Esto significa que no puedes quebrantar la ley para
servir a una buena causa. En este caso, la defensa defendió que se
infiltraron en estos grupos terroristas para salvar vidas y
propiedades.
Finalmente, también está la cuestión del duro tratamiento
que recibieron y están recibiendo los cinco en la cárcel, particularmente
con relación a las visitas de sus familiares. Olga Salanueva, la esposa de
René, y Adriana Pérez, la esposa de Gerardo, ¡no han podido ver a sus
maridos desde que están en la cárcel! ¿Cómo es eso posible? Simplemente
porque no les conceden el visado para entrar en EEUU. El servicio de
inmigración estadounidense dijeron que no podían alegar razones
humanitarias en la concesión de los visados por que eran un “amenaza para
la seguridad nacional estadounidense”. Esta medida vengativa va en contra
de las propias leyes penales y la Constitución de EEUU. Sus hijos crecen
sin que se les permita ver a sus padres. Los derechos de visita se aplican
incluso a los asesinos más peligrosos, entonces ¿por qué no se les permite
a los Cinco de Miami que son claramente víctimas inocentes de un caso de
encarcelamiento político?
El largo brazo de la mafia anticubana
en Miami
Las implicaciones de este caso van más allá si uno se
toma la molestia de trazar los antecedentes de algunas de las personas
implicadas. Por ejemplo, tomemos a Héctor Pesquera, agente especial a
cargo de la agencia regional del FBI en Miami y responsable del arresto de
los cinco. ¿Cuáles son sus antecedentes? Se convirtió en figura destacada
cuando estuvo implicado en la investigación que llevó al arresto de cuatro
cubanos en Miami en 1997. La guardia costera norteamericana les arrestó en
octubre de ese año cuando apresó un yate en aguas portorriqueñas.
Encontraron siete cajas de munición, uniformes militares, dos rifles de
asalto y otro equipamiento militar. Uno de los detenidos, Ángel Alfonso
Alemán, rápidamente declaró que estaba al mando y que su misión era
asesinar a Castro durante su visita a Isla Margarita en
Venezuela.
Héctor Pesquera, el agente del FMI a cargo del caso,
prometió llevar a cabo la investigación pero añadió que “podría haber
implicaciones de política exterior” y que en ese caso él “no descartaba
nada”.
La investigación pronto llevó a la Fundación Nacional Cubano
Americana (FNCA), la organización más importante de los exiliados cubanos
reaccionarios, con estrechos vínculos con los partidos republicano y
demócrata de EEUU. El propietario de uno de los rifles era Francisco
Hernández, presidente de la FNCA y el líder contrarrevolucionario más
importante. El propietario del yate era un miembro del Comité Ejecutivo de
la FNCA. El miembro del grupo a cargo de las comunicaciones también era un
activista conocida de la FNCA. Uno de los acusados, que estaba en libertad
condicional, fue arrestado de nuevo por la DEA (agencia antidroga
norteamericana) acusado de entrar en el país más de 350 kilogramos de
cocaína.
Todos los acusados negaron su culpabilidad, con la excepción
de Alfonso que intentó eludir la acusación diciendo que estaba muy bien
relacionado y enseñó fotografías suyas con el presidente Clinton, con el
senador Torricelli (demócrata y el segundo receptor más grande del dinero
cubano americano en las campañas electorales norteamericanas), con el
ahora fallecido líder de los exiliados cubanos, Jorge Mas Canosa, etc., Su
abogado, que es también primo del agente investigador del FBI Héctor
Pesquera, incluso llegó a decir que si la CIA había intentado asesinar
muchas veces a Castro, ¡cómo podían imputarle ahora un crimen por intentar
hacer lo mismo!
La mafia cubana lanzó todo su peso en este caso y
finalmente los acusados fueron liberados. Los jueces, los acusados en
incluso el propio agente especial Pesquera, todos celebraron el resultado
con una fiesta (estos elementos siempre son muy “piadosos”).
Como si
fuera una recompensa por haber fracasado en la tarea de conseguir pruebas
suficientes contra los acusados, el agente especial Pesquera fue enviado a
Miami y nombrado Agente Especial a cargo del sur de Florida.
Apenas
doce días después, los Cinco de Miami fueron arrestados. Fue la primera
vez que se rompía una “red de espías cubanos” en territorio norteamericano
desde la revolución cubana. Pesquera rápidamente se atribuyó todo el
mérito de la operación, ¡a pesar de que llevaba en el cargo menos de dos
semanas! El caso de los Cinco de Miami fue claramente diseñado para
satisfacer a la FNCA, con la que mantiene buenas relaciones Pesquera, a
pesar de que algunas de sus figuras más destacadas han sido (en cierta
medida) “investigadas” por él mismo con relación a actividades
terroristas.
Debemos recordar que George W. Bus dijo que “ayudar y
albergar a terroristas” está al mismo nivel que cometer actos terroristas.
Pero parece que esta regla sólo se aplica a los terroristas “malas”, no a
los que están de parte de Washington y que en algunas ocasiones hacen el
mismo trabajo sucio de la Casa Blanca. Por no mencionar la enorme
influencia política que la FNCA tiene en Florida, el estado gobernado por
el Jeb, el hermano de Bus, y en el que Bus “ganó” la
presidencia.
Las acciones de los terroristas anticubanos (con
una pequeña ayuda de la CIA)
Otra historia que merece la pena
contar es la de Orlando Bosch, la personas cuyas actividades tenía que
vigilar Fernando González, uno de los Cinco de Miami. Bosch dejó Cuba en
1960 y se fue a EEUU. Su primera actividad terrorista fue en 1968 cuando
estuvo implicado en el envío de un paquete bomba a La Habana. En ese año
fue responsable de más de cuarenta atentados terroristas. A finales de ese
año fue arrestado en Miami, juzgado y declarado culpable del ataque a un
barco polaco y condenado a diez años de cárcel. En 1974, en libertad
condicional, huyó de EEUU y siguió con sus actividades terroristas.
Confesó haber participado en atentados con bombas en Miami, Nueva York,
Venezuela, Panamá, México y Argentina.
En octubre de 1976 fue arrestado
en Venezuela relacionado con el atentado terrorista contra un avión civil
cubano en el que murieron 73 personas, hombres, mujeres y niños. Fue el
primer atentado del mundo contra un avión civil. Después de pasar once
años en las cárceles venezolanas, se demostró que había estado asociado
con los otros dos hombres acusados de homicidio en el mismo caso,
finalmente fue liberado. En 1987 regresó a Miami y fue arrestado por el
servicio de inmigración. Comenzaron los trámites para su
deportación.
Pero la enorme presión política ejercida por la mafia
cubana y sus socios, consiguieron su liberación. Una figura destacada en
esta campaña fue la senadora Ileana Ros-Lehtinen (republicana y la mayor
receptora de dinero cubano americano en las campañas electorales
norteamericanas). Entre los implicados estaban Jeb Bush, el hermanos de
George W. Bus, que en aquel entonces era el director de la campaña
electoral de Ileana. Finalmente George Bush padre concedió la liberación
de este conocido y convicto terrorista, además le otorgó el permiso de
residencia permanente en EEUU.
Otro de los implicados con Bosch en el
atentado contra las aerolíneas cubanas en 1976 era Luis Posada Carriles.
Éste huyó de Cuba en 1959 después de haber sido un agente policial durante
la dictadura de Fulgencio Batista. La mayor parte de su vida la dedicó a
un objetivo: el asesinato de Castro, trabajando para la CIA y, de acuerdo
con su propia confesión en una entrevista aparecida en The New York Times
en 1998, para Jorge Mas Canosa, el anterior responsable de la
FNCA.
Cuando Bosch y Posada fueron arrestados por las autoridades
venezolanas, la mafia cubana en Miami recogió los 50.000 dólares
necesarios para sobornar a las autoridades y le dejaron en libertad.
Después se unió al teniente coronel Oliver North quien le dio un trabajo
agradable en la CIA en la organización de la Contra, la banda de asesinos
contrarrevolucionarios destinados a sabotear la revolución sandinista
nicaragüense en los años ochenta. Después de terminar esa “campaña”, a
mediados de los años noventa concentró su atención en una campaña de
bombas contra instalaciones en Cuba y que provocaron la muerte de un
turista italiano inocente.
El 17 de noviembre de 2000 Posada y otros
tres destacados miembros de la mafia cubana, con estrechos vínculos con
los líderes de la FNCA, fueron arrestados en Panamá acusados de participar
en un complot para asesinar a Fidel Castro durante su visita a ese país
para asistir a una cumbre regional. En abril de 2004 fueron juzgados y
declarados culpables de amenazar la seguridad pública y falsificar
documentos. En el veredicto de la acusación no se mencionó el complot para
asesinar a Fidel Castro. Pero el 26 de agosto de 2004, los cuatro
recibieron el perdón de la presidenta saliente de Panamá, Mireya Moscoso,
justo seis días antes de que entregara el poder al presidente electo
Martín Torrijos.
La decisión llegó poco después de la visita de Colin
Powell a Panamá. Posada se fue a Honduras y los otros tres, todos
terroristas convictos, regresaron a Miami donde recibieron una afectuosa
bienvenida por parte de la mafia anticubana, no es sorprendente que las
autoridades de inmigración estadounidenses lo permitieran. Los tres han
realizado actividades terroristas en territorio norteamericano. Uno de
ellos, Guillermo Novo, fue acusado de participar en la colocación de un
coche bomba que asesinó al antiguo ministro de exteriores chileno, Orlando
Letelier, en 1978 en Washington. A propósito, los otros dos acusados de
colocar el coche bomba contra Letelier fueron liberados por el presidente
Bush en contra de los avisos tanto del FBI como del INS.
Está bastante
claro que el gobierno cubano había tomado medidas para evitar ataques
terroristas de estos grupos ya que las autoridades norteamericanas no sólo
no hacen nada para impedirlo sino que además cierran los ojos o colaboran
con ellos. Estos atentados terroristas en Cuba (la mayoría contra
objetivos civiles, como la campaña de bombas contra hoteles y centros
turísticos) desde 1959 han provocado 2.478 muertos y 2.099 incapacitados
para siempre.
¡Libertad para los Cinco de Miami!
El
caso de los Cinco de Miami está claramente relacionado con el derecho de
un país soberano a defenderse contra las acciones terroristas de un país
vecino que las alberga y que no mueve un solo dedo para detener estas
acciones. El caso deja al descubierto la hipocresía de la clase dominante
norteamericana cuando pretende encabezar una guerra contra el terrorismo.
También descubre el papel importante que juega en la política
norteamericana la reaccionaria mafia anticubana de Miami, tanto en el
partido republicano como en el demócrata. Es por lo tanto un caso
abiertamente político y la clase dominante norteamericana y sus medios de
comunicación no están interesados en publicarlo porque desvelaría detalles
muy perjudiciales para ellos.
Los socialistas de todo el mundo debemos
exigir que se respeten los derechos humanos para los Cinco de Miami
(comenzando con el derecho a visitas), que el juicio, que ahora está
sometido a una apelación legal, sea revisado y se desarrolle en unas
condiciones justas con plenos derechos legales, y finalmente, que los
Cinco de Miami, cuyo único crimen es luchar contra los terroristas
reaccionarios de la mafia anticubana de Miami, sean liberados. Pero esto
no se puede hacer simplemente desde un punto de vista legal. Un caso
político hay que lucharlo con métodos políticos. Las organizaciones del
movimiento obrero y progresistas de EEUU deben conocer el caso y adoptar
una posición clara.
El escándalo del caso de los Cinco de Miami
demuestra completamente la hipocresía cínica del gobierno Bush en su
guerra contra el terrorismo. Al igual que en escándalo aún más bárbaro del
campo de concentración de la Bahía de Guantánamo, ha revelado la vaciedad
de sus llamamientos a la democracia, al comportamiento civilizado y al
cumplimiento de la ley. Eso debe ser condenado ante el tribunal de la
opinión pública mundial.
El movimiento obrero debe investigar los
vínculos entre los terroristas anticubanos en Miami y el aparato del
estado norteamericano, sus servicios de seguridad, el sistema legal, etc.,
Esta es una cuestión crucial que el movimiento obrero y progresistas
estadounidenses deben considerar de alta prioridad. Los mismos métodos
sucios que utiliza la clase dominante estadounidense contra los gobiernos
y movimientos progresistas alrededor del mundo son utilizados en casa
también ¾ y lo serán ¾ contra los trabajadores norteamericanos y sus
organizaciones.
El “crimen” real de Cuba desde el punto de vista de la
clase dominante es que sirve de ejemplo de cómo, a través de la
expropiación de la clase capitalista, se puede proporcionar gratis cosas
como una educación superior y sanidad de calidad. Y este es un ejemplo muy
peligroso para los trabajadores y campesinos en el resto de América
Latina, pero incluso para los trabajadores en EEUU, millones de los cuales
no tienen derecho a cuidado médico y son excluidos de la educación
superior. Los socialistas y los activistas sindicales de todo el mundo
deben condenar las acciones del imperialismo estadounidense, que
constituyen una amenaza seria para los derechos democráticos de los
trabajadores en todas partes.
¡Libertad para los Cinco de
Miami!
¡Hay que luchar por la defensa de los derechos
democráticos!
¡Abajo con el imperialismo!
15 octubre de 2004