Julio López
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8 de cada 10 trabajadores en negro.
Por COLECTIVO NUEVO PROYECTO HISTORICO - Monday, Nov. 07, 2005 at 6:36 AM
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La construcción para ricos es uno de los motores del crecimiento del PBI, del "milagro argentino". Es un sector que no produce valor agregado y cuya fuerza de trabajo sufre unos de los pilares de este modelo de explotación: el precariado,, el trabajo en negro, la flexibilización y jornadas de trabajo esclavista. Mientras el estado deja hacer (mientras asegure la ganancia al capital) los níveles de trabajo en negro rompen records históricos. El ALCA lo está aplicando la burguesía nacional a sus propios laburantes. El "Pais en Serio" de K.

Aunque es una actividad que está en plena etapa de reactivación, la construcción todavía tiene ocho de cada 10 trabajadores en negro.

Sólo la supera la situación del servicio doméstico, que tiene el récord de 95,2% de personal en negro, según datos oficiales del primer trimestre de 2005.

Además, en lugar de disminuir, en esas dos actividades el empleo no registrado es superior al de dos años atrás. Algo similar pasa en el sector financiero e inmobiliario (ver infografía).

De acuerdo con los datos procesados por el Ministerio de Trabajo, en el primer trimestre de 2005 el empleo no registrado alcanzó al 46,8% del total de los asalariados mayores de 18 años, obligado por ley a contar con aportes jubilatorios a través de las empresas donde se desempeñan. En igual trimestre de 2003 era del 47%. Así, luego de dos años de crecimiento económico del orden del 9% anual y de una suba del empleo, la reducción del empleo en negro es poco significativa.

La estadística oficial, por tratarse de una encuesta urbana, no incluye a la población rural, donde se estima que el empleo en negro es muy superior al promedio nacional. Se estima que ronda entre el 70% y 75%.

Si se excluyen como ocupados a los beneficiarios de los planes sociales que realizan "contraprestaciones laborales", el empleo en negro asciende al 43,3 por ciento. Y supera al 41% del primer trimestre de 2003.

De la medición sobresale que en el sector "administración pública y defensa" el empleo no registrado es del 11,1%. Eso se debe a que todavía sigue siendo importante el número de empleados públicos con contratos de locación de servicios, en especial en provincias y municipios. En ese caso el empleado legalmente aparece como un trabajador por cuenta propia responsable como autónomo o monotributista, a pesar de que realiza tareas en relación de dependencia, casi siempre con horario fijo.

Con relación a comienzos de 2003, hay una reducción del empleo en negro en el rubro enseñanza, comercio, hoteles y el sector público. En este último caso, por la efectivización de muchos contratados. En cambio, aumenta en la industria.

En el primer trimestre de 2005 el ingreso promedio de los asalariados registrados es de 955 pesos, mientras que el de los que trabajan en negro es de 516 pesos. Esto no incluye al servicio doméstico, que tiene un ingreso promedio de 258 pesos. Además de tener ingresos más bajos, del orden del 45%, el empleado en negro no tiene jubilación o pensión ni cobertura médica de la obra social ni seguro de accidentes de trabajo, no cobra salario familiar ni aguinaldo ni vacaciones ni otros beneficios de los convenios de trabajo. Y en caso de despido, no tiene ni preaviso ni indemnización. Aunque tiene derecho a esos beneficios, en la práctica no los recibe.

La mayor proporción de trabajo en negro corresponde a los más jóvenes y a los más adultos. Entre los menores de 24 años es del 64,5%, y entre los mayores de 60 años, del 45,3%. Y golpea más a las mujeres que a los hombres por la mayor proporción de mujeres que se desempeñan en el servicio doméstico.

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