HUELGA GENERAL EN BELGICA.
Por EL MILITANTE -
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Bélgica: Segunda Huelga general en un
mes |
100.000 trabajadores
marchan por las calles de Bruselas |
Autor : Eric
Demeester Fecha : ( 07-Noviembre-2005 ) Categoria : Europa
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l 28
de octubre Bélgica volvió a quedar paralizada por una masiva huelga
general. Se trataba de la segunda huelga general en tres semanas y
que se suponía no iba a suceder, es decir, si los empresarios
hubieran podido evitarlo. Cuando el 11 de octubre un feliz primer
ministro pronuncia el “discurso del estado de la nación” en el
parlamento, orgullosamente anunció lo que calificó como “pacto de
generación”. Contaba con el apoyo de los empresarios, organizaciones
de clase media y también con los dirigentes de dos de las tres
confederaciones sindicales, incluida la más grande, la cristiana
ACV-CSC. Esto llegó sólo después de la exitosa huelga general
organizada sólo por el sindicato socialista el 7 de octubre.
Con el anuncio de este acuerdo, el gobierno quería
retomar la iniciativa y pasar a la ofensiva. Probablemente pensaba
como también los empresarios que la huelga general de unos días
antes sólo había sido una expresión emocional pero que rápidamente
se evaporaría. Se confortaban con creer en este análisis al escuchar
los discursos apaciguadores de los dirigentes sindicales. Incluso
desde la izquierda, de los dirigentes del sindicato socialista,
recibían declaraciones como: “una huelga general es una herramienta
que sólo puedes utilizar cada 10 o 12 años”.
La
huelga general comenzó dos semanas antes
¡Estaban
equivocados! ¡Muy equivocados! Tan pronto como los trabajadores
vieron qué significa el “pacto de generación”, estallaron huelgas
espontáneas en las grandes fábricas del sur del país, seguida por la
fábrica de Volkswagen en Bruselas donde los trabajadores declararon
32 horas de huelgas y fue seguida por otra huelga en otra gran
fábrica del norte. Estas “huelgas espontáneas” (es decir, no
oficiales, no convocadas por los sindicatos) son una característica
del ambiente de protesta que se está desarrollando en Bélgica. No es
un fenómeno totalmente nuevo, por supuesto, pero no se había visto
esta escala desde los años ochenta, con la única excepción del
Movimiento Blanco de 1996 (1).
Estas huelgas
espontáneas no sólo iban dirigidas contra el gobierno, también
tenían la intención de presionar a los dirigentes sindicales para
que rechazaran los planes del gobierno y emprendieran una acción. En
una región los sindicatos cristiano y socialista ya habían rechazado
los planes y convocado otra nueva huelga general de 24 horas el 24
de octubre. Esta huelga rápidamente se extendió a otras zonas del
sur. 15.000 trabajadores se manifestaron por las calles de
Charleroi. Fue un verdadero ensayo general de la huelga general del
28 de octubre. En realidad, las tres confederaciones sindicales
sufrían una enorme presión para que rechazaran el “pacto” del
gobierno y convocaran una huelga general de 24 horas con una
manifestación estatal en Bruselas. Para los dirigentes del sindicato
cristiano representaba un cambio dramático, porque estuvieron en
contra e incluso intentaron sabotear la huelga general del 7 de
octubre. La presión desde la base era tan grande que al final
terminaron imponiendo la unidad desde abajo. Este hecho aumentó la
confianza de los trabajadores en cada zona del país.
Las provocaciones de los empresarios añaden leña
al fuego
Según se acercaba el 28 de octubre las
organizaciones empresariales y el gobierno comenzaban a estar muy
inquietas. En realidad, estaban aterrados y comenzaron a lanzar todo
tipo de amenazas. Los empresarios amenazaron con enviar a la policía
para romper los piquetes y evitar así los bloqueos de carretera de
los piquetes volantes en las zonas industriales. Intentaron probarlo
en una fábrica del norte que produce maquinaria agrícola. Esta
fábrica intentó una huelga espontánea. Los rompehuelgas pudieron
entrar en la fábrica pero sólo consiguieron extender la acción
huelguística. En otra fábrica del norte, Van Hool, los empresarios
intentaron organizar rompehuelgas el día de antes de la huelga
general. La reacción de los trabajadores fue tremenda.
Inmediatamente dejaron de trabajar y comenzaron la huelga general
antes de lo previsto.
Los empresarios tenían el apoyo
del ministro de interior liberal, que también condenó los piquetes
volantes, los bloqueos de carreteras, etc., La organización
empresarial incluso creó un centro de llamadas de 48 horas con la
ayuda de grandes firmas de abogados para poder enviar a la policía
contra los huelguistas a la menor noticia. Pero el resultado fue el
contrario al previsto. Sin duda algunos trabajadores, sobre todo
aquellos que era la primera vez que participaban en este tipo de
conflictos de clase, retrocedieron algo ante este ataque contra el
derecho de huelga. Pero la reacción general fue fortalecer la
resolución de los trabajadores y sacar a más gente a la
manifestación.
En esta ocasión la huelga general
estaba convocada por todos los sindicatos. Eso hizo que se
necesitaran pocos piquetes. De este modo la atención de los
activistas sindicales se pudo centrar en llevar gente a la
manifestación.
Y fue un éxito. Más de 100.000
trabajadores marcharon por las calles de Bruselas. Dos veces más de
participación que en la manifestación organizada hace diez meses por
los mismos sindicatos durante la negociación salarial. Está claro
que existe una línea ascendente de movilización de la clase obrera.
Fue una manifestación viva y colorida con los tres sindicatos
juntos.
Los jóvenes trabajadores industriales
Había trabajadores de todos los sectores pero
sobre todo de la industria, ingeniería, acero, química,
alimentación, construcción, comercio y todo tipo de trabajadores
técnicos. También había profesores y trabajadores sanitarios. Lo más
significativo era el gran número de trabajadores jóvenes (entre
veinte y treinta años de edad). Esa fue la mejor respuesta que
podían dar a los medios de comunicación y al gobierno que habían
intentado presentar el movimiento como el de los privilegiados, los
que sólo se preocupan de sí mismos, capas de trabajadores entre 40 y
50 años... Los jóvenes trabajadores son perfectamente conscientes de
que si los trabajadores más viejos tienen que trabajar más tiempo
ellos tendrán más dificultades para encontrar un empleo.
Una característica importante de este movimiento es
que no sólo era por la cuestión de la jubilación anticipada. Esto es
simplemente la personificación de lo que han tenido que aguantar los
trabajadores durante los últimos quince años: una taque general
contra las condiciones laborales. Si preguntabas a cualquier
trabajador en la manifestación por qué estaba participando la
respuesta general era: “sufrimos demasiada presión, no sólo estamos
enfadados, estamos agotados”. Se está produciendo una profunda y
extensa reacción social entre la clase obrera belga. Un delegado
sindical de la fábrica VW (que ya llevaba cuatro días en huelga) nos
dio la siguiente impresión del nivel actual de conciencia de los
trabajadores: “Este es un movimiento que combina las características
del Movimiento Blanco de 1996 y la lucha contra el Plan Global de
1993 (2)”. Un ambiente radical en cuestiones laborales junto con uno
más general, aunque confuso, de desafío a la sociedad existente y
sus dirigentes.
La prensa burguesa se queja de la
falta de autoridad de los dirigentes sindicales que parecen dejarse
llevar por la base. Algunos editorialistas burgueses recuerdan con
nostalgia a aquellos dirigentes sindicales de los años 60 y 70 “que
tenían el coraje de enfrentarse a sus militantes”.
Los dirigentes del Partido Socialista abiertamente
criticados
La confianza de los trabajadores ha
aumentado con estas dos huelgas generales. Se sienten fuertes de
nuevo. Después de haber sufrido durante tanto tiempo y luchado
tanto, los trabajadores más veteranos pueden ver a los jóvenes
luchando de nuevo, eso les da esperanzas. El hecho de que la presión
de la base haya conseguido obligar a los dirigentes sindicales a
posicionarse ha dado una fuerza renovada a los trabajadores.
La actitud del gobierno es que “No nos moveremos un
ápice... El Pacto Generación debe ser aplicado totalmente”. Existe
un deseo equivocado dentro del gobierno de poder controlar los
sindicatos. Los dirigentes de los partidos socialistas (el flamenco
y el valón de Bélgica) parecen tener la misma línea beligerante.
Pero están jugando con fuego. Después de escuchar a los diferentes
ministros hacer sonar los tambores de guerra después de la
manifestación, un dirigente sindical cristiano desesperado sólo pudo
hacer este comentario: “¿No se dan cuenta, están jugando a un juego
peligroso?” Es verdad, sin embargo, que han invitado a los
sindicatos a participar en las conversaciones sobre cómo aplicar
concretamente este plan. Esto es un truco para distraer a los
dirigentes sindicales en cuestiones de “puntos y comas”, pero la
presión desde abajo es demasiado fuerte por ahora y es poco probable
que a corto plazo pueda haber un acuerdo.
Los
dirigentes del PS están criticando abiertamente a los dirigentes
sindicales y a la base. Hace unas semanas unos 100 activistas
sindicales socialistas organizaron una acción frente al congreso del
PS Flamenco. Todos dieron la espalda a los delegados del congreso
cuando entraban en el recinto. El nuevo presidente del partido
reaccionó diciendo: “Aquellos que dan la espalda a la izquierda,
están mirando a la derecha”. Más tarde otro dirigente del PS
Flamenco acusó al sindicato de mentir a sus militantes. Otros
incluso llegado a decir que no estaba en absoluto impresionado por
la huelga y que sólo tenía el efecto de “dañar a la economía”.
A principios de esta semana el presidente del Partido
Socialista Flamenco declaró que el sindicato socialista era el
aliado objetivo de los liberales (que son socios de derechas en la
coalición de gobierno). El principal dirigente del sindicato
socialista acusó al Partido Socialista de seducir a los votantes de
clase media y volver la espalda a su base social natural, los
trabajadores. Incluso el dirigente del sindicato socialista
metalúrgico anunció que estaba dispuesto a convocar una huelga
general si el gobierno no daba alguna concesión.
Todas estas declaraciones, junto con el “Pacto
Generación” están teniendo el efecto de fortalecer la decisión de
los trabajadores y aumentar el enfrentamiento entre el sindicato y
el partido. Los medios de comunicación están hablando del riesgo de
una “fractura horizontal en el partido”, sobre todo en el norte, una
escisión entre las bases sindicales y los dirigentes, por un lado, y
por el otro los dirigentes del Partido Socialista.
Para contrarrestar el efecto de las acciones
sindicales el PS ha anunciado una campaña de explicación. ¡La idea
era enviar a los cuadros del partido a las fábricas! Os podéis
imaginar qué efecto tendría. Los delegados sindicales de distintas
fábricas ya han anunciado que les darán la “bienvenida”. Pero
rápidamente abandonaron la idea por ser demasiado arriesgada. En su
lugar, la dirección del PS ha optado por un medio más seguro de
“discutir” con los militantes, enviándoles un... correo electrónico
o una carta. Todo esto sin duda está teniendo un efecto dentro de
las filas del PS y los sindicatos. También está comenzando la
formación de un grupo de izquierdas de sindicalistas dentro del
Partido Socialista. A pesar de todos los llamamientos de la prensa
burguesa y el gobierno a los dirigentes sindicales, para que se
comporten como hombres de estado, no están teniendo el efecto
deseado.
Los trabajadores en la manifestación decían
que estaban dispuesto si era necesario a salir a otra huelga
general. Otros pensaban que era algo inevitable. Una cosa está
clara: la lucha de clases ha alcanzado un punto central en Bélgica.
Todas las lecciones del pasado serán aprendidas rápidamente por la
nueva generación de trabajadores que han comenzado a cuestionar no
sólo a los partidos de derechas y a los dirigentes del Partido
Socialista, sino también al propio capitalismo.
(1)
El Movimiento Blanco fue un movimiento de masas popular en reacción
a la judicatura y el establishment, el origen fue el asesinato de
dos niñas. La investigación policial sacó a la superficie toda la
podredumbre del aparato del estado y su verdadera naturaleza. La
forma de presentar las cosas y los intentos de ocultar la realidad a
la opinión pública provocó una reacción general en la sociedad
belga. Durante una semana los trabajadores de muchas fábricas
hicieron huelgas espontáneas-------- para protestar contra el
“sistema”.
(2) El “Plan Global” fue una congelación
salarial impuesta por el gobierno en 1993. La reacción de los
trabajadores fue una huelga general, la mayor en la historia del
país.
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