Julio López
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Europa, vieja y jodida prostituta
Por riot - Tuesday, Nov. 08, 2005 at 2:11 PM

A pesar de estar un tanto desactualizada, acá va un poco de información de como se sucedieron los conflictos en París, que llevaron a dictar el Estado de Sitio en diferentes regiones de la "República".

Breve reseña del ascenso del conflicto en los barrios de la periferia de París.

Las políticas inmigratorias de Europa pueden verse no solamente en las recientes muertes de los inmigrantes sub-saharianos por intentar cruzar las rejas divisorias de las ciudades de Ceuta y Melilla en el territorio marroquí. Las formas más sutiles de exclusión pueden verse en el corazón mismo de Europa. Una de las demostraciones más brutales de la falta de políticas reales de inclusión fueron los atentados producidos en Londres en junio del 2005. Estos actos, si bien fueron llevados a cabo por “ciudadanos” ingleses, demuestran cuales fueron las políticas de integración inglesas en los últimos años, abrir las fronteras, y no tanto, pero cerrar y convertir en ghettos a las diferentes comunidades inmigrantes. Por supuesto que este tipo de acciones no son exclusivas del Reino Unido, es evidente que son criterios implementados a lo largo y ancho de Europa. Los atentados en serie son su demostración más radical, pero pueden verse un sin fin de demostraciones de rechazo no tan brutales pero de igual importancia simbólica.

Estas acciones pusieron en evidencia cuales son las consecuencias, a largo plazo, de las políticas de expansión imperialista. Los hijos de los que en antaño inmigraron, ya se por causas política o por cuestiones económicas, son hoy los que desprecian o desconocen voluntariamente las políticas estatales, cuando las hay, hacia los jóvenes extracomunitarios. Por supuesto que los atentados en serie son su demostración más radical, pero pueden verse un sin fin de demostraciones de rechazo no tan brutales pero de igual importancia simbólica.



Este año por ejemplo mientras el premier francés Jacques Chirac participaba de los festejos de 216 años de la revolución francesa, en los suburbios parisinos se extendían los enfrentamientos con las fuerzas represivas del Estado (los cerdos, son llamados en los ghettos) durante más de un día, con un saldo de más de 200 vehículos incendiados y la detención de un gran número de manifestantes nunca dado a conocer. Qué paradoja ésta, si tenemos en cuenta que, si bien fue burguesa, el lema de la revolución francesa es “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. Como bien fue descripto por el director de cine Mathieu Kassovitz en su película “La Haine”, estos enfrentamientos son moneda corriente tanto como el silencio de las autoridades. Las políticas hacia los inmigrantes antes que integradoras son excluyentes, en Francia los documentos de identidad tienen un color diferente por cada zona de la ciudad en la que se vive. Así por ejemplo las personas que tienen el color violeta, nada deberían estar haciendo en el centro de París, y por lo tanto las autoridades está en todo su derecho de expulsarlos hacia los ghettos. Los barrios de los cuales proceden estos jóvenes, carecen de cualquier tipo de contención social, palpada en los importantes niveles de deserción escolar, violencia juvenil, etc.
El 22 de Octubre pasado en Birminghan, la segunda ciudad de importancia en el Reino Unido, se desató una batalla campal entre diferentes colectividades. Todo habría empezado cuando un miembro de la colectividad asiática abusó sexualmente de una joven de 14 años. Si bien está clara la veracidad de esta situación, podemos considerarla una excusa, y no por la pobre niña claro está, ya que en un polvorín cualquier roce es chispa.
Los incidentes se desataron en el barrio Lozells, una zona de la ciudad que se vió devastada en septiembre de 1985 por violentos enfrentamientos tras el arresto de un hombre negro en un control policial. Los disturbios se desencadenaron tras una agitada reunión vecinal en la que se intentaba esclarecer el caso de abuso, cuando más de 100 jóvenes, en su mayoría encapuchados, salieron a la calle armados con bates de béisbol y cuchillos y arremetieron contra los símbolos de la Europa Fortaleza, atacando centros comerciales, oficinas del estado, periodistas, etc, etc.
Un reportero de una emisora radiofónica de Birmingham, entrevistado por una cadena de televisión, afirmó haber visto cómo unos agentes con uniformes de las fuerzas antidisturbios eran atacados con ladrillos, piedras, botellas rotas y hasta petardos. Esta misma fuente señaló que en las calles había coches boca abajo y que una tienda había sido atacada. Un portavoz del servicio de ambulancias de West Midlands afirmó que varios equipos tuvieron que transportar a tres o cuatro personas a hospitales de Birmingham, pero no ofreció detalles sobre las condiciones de los posibles heridos. Al término de la jornada, se contabilizaban un muerto (un británico negro de 23 años) y al menos 20 heridos, entre ellos un policía con herida de bala en una pierna.
Veinticuatro horas después de los primeros disturbios, un centenar de jóvenes asiáticos desafió a las fuerzas de seguridad en el barrio de Lozells saliendo a la calle. Ante los rumores de ataques a la mezquita, el barrio se vio nuevamente convulsionado, ya que esto generó la movilización inmediata de los jóvenes musulmanes, provocando nuevos disturbios.

El día 27 de Octubre, en el barrio parisino de Clichy-sous-Bois, la policía intentó identificar a un grupo de jóvenes árabes, los cuales, conociendo el trato que reciben por parte de las fuerzas de seguridad, se negaron y varios de ellos intentaron escapar por los pasillos del barrio. La persecución los llevó a trepar una medianera para esconderse, con la mala suerte de toparse con un transformador eléctrico de la compañía abastecedora. El resultado de esto fue dos jóvenes muertos por electrocución y otro con importantes quemaduras. Al descubrir la muerte de estos muchachos, grupos de jóvenes atacaron con inmensa furia a los bomberos y los disturbios se extendieron por todo el barrio. Decenas de jóvenes realizaron una marcha silenciosa por el barrio en protesta por la muerte de los dos adolescentes de 14 y 16 años. Unos 400 jóvenes se enfrentaron con unos 300 policías durante la madrugada, lanzaron piedras contra los bomberos y luego recorrieron las calles hasta las primeras horas de la mañana, dejando tras sí una estela de destrucción que incluyó numerosos automóviles, depósitos de basura y establecimientos incendiados. El día 28 continuaron los disturbios por segunda noche consecutiva en Clichy-sous-Bois, dos unidades especiales de la policía y un escuadrón de gendarmes móviles, en total unos 300 agentes, fueron movilizados para restablecer el orden. Un vehículo policial fue alcanzado por un disparo de arma de fuego, según fuentes de la fuerza. La policía practicó 13 detenciones y los bomberos contaban 20 vehículos carbonizados. De los trece detenidos, sobre todo por llevar martillos y bidones de
gasolina. El sindicato profesional de la policía nacional denunció los incidentes en los suburbios parisinos como "actos de guerra civil" y acusó al ministro del Interior de "no comprender la gravedad de la situación".

Estas son algunas de las más recientes revueltas, y de las que nos llega información al Cono Sur, que se fueron sucediendo a lo largo de los últimos años. Situaciones que nos? demuestran una vez más como la cultura europea ha sido construida a base de marginación y explotación de diversas colectividades a lo largo del mundo, las cuales han mantenido silencio por años, pero que al parecer no lo van a hacer por siempre.


Pd: Al día de hoy, los disturbios en la periferia de París no se detiene, de hecho se extendieron a más de 10 barrios, y ya suman más de 7 días de conflicto. Esta situación, además de generar el mayor movimiento de fuerzas policiales desde el Mayo Francés (contabilizando al día de hoy más de 1.000 anidisturbios dispersados en los barrios) amenaza con profundizar la crisis política que viene en ascenso entre el Ministro del Interior de Francia y Primer Ministro.


Se extienden los disturbios en los barrios de inmigrantes de la periferia de París

El jueves pasado, dos jóvenes murieron electrocutados y un tercero quedó
gravemente herido, luego de refugiarse en el local de un transformador eléctrico, al ser perseguidos por la policía. Esta situación desató una importante crisis política en Francia de la que no se sabe las consecuencias que acarreará.
La violencia callejera se había prolongado hasta la noche del Martes por quinto día consecutivo. En la noche del martes al miércoles los incidentes se extendieron a otras comunas de la periferia norte y noreste de París. Hasta el momento se llevan registros de incidentes en 14 barrios de las regiones de: Ile-de-France, Seine-Saint-Denis, Clichy-sous-Bois, etc. Como era de espera la respuesta de las autoridades y de las fuerzas represivas estuvo a la altura de las circunstancias, militarización de los barrios populares, ataque a mezquitas, provocaciones a los líderes de las comunidades en conflicto y por sobre todo encarcelamiento con penas que van desde el mes de reclusión a los 10 meses de detención de los jóvenes detenidos en los últimos días.
La repuesta de los ghettos no es nada despreciables, hasta el momento se contabilizaron más de 600 vehículos incendiados, ataques a las fuerzas represivas con armas de fuego, incendio de oficinas públicas, centros comerciales y establecimientos comunitarios de los barrios. Una de los hechos que enervó aun más los ánimos fue el resultado de la investigación, que demostró que un policía advirtió por radio a sus colegas sobre el riesgo que corrían los jóvenes Ziad y Bouna al subirse a la cabina eléctrica, lo que demuestra que no hicieron nada por evitar la muerte de los jóvenes.

Pero uno de los mayores problemas que deben asumir ahora las autoridades francesas es la crisis institucional que estas revueltas están generando. El debilitamiento del poder del Ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, es directamente proporcional al fracaso de su política centrada en una acción policial de mano dura. Este fue duramente criticado por gran parte del Gabinete de Ministros por haber
multiplicado sus declaraciones de tono guerrero y los términos insultantes
hacia algunos sectores de la población de las zonas sensibles, llegando a llamar a los pobladores de los barrio “canallas”. También este hombre es el responsable de la anulación de las brigadas de prevención, grupos de jóvenes desarmados que patrullaban los suburbios. El retiro de la prevención fue seguido de la implementación masiva de las fuerzas de choque de la policía (CRS), quienes son temidos en los barrios por los jóvenes. "Los policías no son asistentes sociales" dijo Sarkozy tras su decisión de desarmar todos los programas preventivos e incrementar notablemente el número de efectivos, la mayoría fuertemente armados.
El que viene ganando terreno en esta situación, es el Primer Ministro, Dominique de Villepin , quien tras las declaraciones de Sarkozy, dijo que quiere lanzar "un diálogo", en el "respeto de todos", para encontrar "soluciones adaptadas" a los problemas de los barrios periféricos pero insistió en que frente a estas violencias "inaceptables", la prioridad es "el restablecimiento del orden público", tal como había recalcado unas horas antes en el Senado, al endurecer el tono. Estos dos funcionarios decidieron suspender los viajes a Canadá y Paquistán, respectivamente, ante esta situación. No es un dato menor que tanto Sarkozy como Villepin pelean por ser los próximos candidatos a presidente de Francia. Ante este panorama, Jacques Chirac, presidente de la República pidió el miércoles tranquilidad tras los actos de violencia urbana que se registraron en varias ciudades dormitorio del extrarradio de París. "Es necesario que se tranquilicen los ánimos. Es necesario que la ley se aplique firmemente y en un espíritu de diálogo y de respeto", declaró el
presidente francés durante el Consejo de Ministros. Chirac agregó que "la ausencia de diálogo y el aumento de la falta de respeto conducirían a una situación peligrosa", dijo el portavoz del gobierno.

Para dimensionar la magnitud del conflicto, se puede consultar un informe del diario Le Monde publicado el día de hoy, el cual señala que desde el 1 de enero en toda Francia se han quemado 28.000 coches y 17.500 contenedores de basura, mientras que se han registrado daños al mobiliario urbano en 5.760 casos. Casi 3.900 ataques o actos contra agentes del orden o de servicios de socorro han sido incorporados a ese registro de violencia urbana, así como cerca de medio millar de peleas entre bandas organizadas. Dentro del total de casos en Francia, casi 3.000 se han producido en el departamento provincial de Seine-Saint Denis, en la periferia norte parisina, que estos días es el escenario de los incidentes. Peor es el caso de algunas zonas del norte de Francia, donde se registran más hechos violentos, según el informe, que supone una fuente de información para el Ministerio del Interior a la hora de determinar cuáles son los barrios o localidades más sensibles al fenómeno de los incidentes callejeros.

A continuación, y para terminar, se puede leer una serie de titulares sobre este tema de los principales diarios franceses.
El diario más vendido en Francia, France Soir, tituló hoy "se quema Francia" con una foto de Sarkozy y de Villepin entre las llamas y remarca la incapacidad de los políticos para contener la situación y sus enormes ambiciones de poder.
"Peleas de bandas en las calles, peleas de bandas en el gobierno", dijo por su parte Liberation, mientras que Le Monde pidió "conjugar lo social y mantener el orden".
En cambio, el conservador Le Figaro reclama mayor dureza en el accionar de las fuerzas del orden.




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