Julio López
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Antihumanismo Práctico Teórico
Por Intuición, hacia lo Otro - Friday, Nov. 18, 2005 at 1:54 PM
mauriciocastaldo@yahoo.com María Grande-Entre Ríos

Es necesario superar al hombre, la ideología de lo humano.

ANTROPOCROMAÑÓN:

HACIA UN ANTIHUMANISMO PRÁCTICO TEÓRICO



A mi hija Juliana Leonor, porque creo
en su sonrisa tanto como muchos creen
en Dios.




































INTRODUCCIÓN:

Hacia un Antihumanismo Práctico Teórico

“Ya nos han dicho que en todo cuanto proponemos no hay nada de
universalmente humano. Es cierto, no hay nada, en realidad del
interés particular burgués. ¿Habéis visto alguna vez una lucha
obrera con una plataforma de reivindicaciones genéricamente
humanas”
MARIO TRONTI
Obreros y capital

“Para poder luchar contra el capital, la clase trabajadora debe luchar contra
sí misma por cuanto ella es capital... La lucha de los trabajadores contra el
trabajo, la lucha del trabajador contra sí mismo en cuanto trabajador –afirmó
Mario Tronti-. El trabajador que ataca el trabajo, el trabajador que se ataca a
sí mismo en su calidad de trabajador es una bella manera de entender al
“hombre que quiere perecer y ser superado” de Nietzsche”
MICHAEL HARDT
Deleuze. Un aprendizaje filosófico

“…Loca pretensión de lo invisible al tiempo que una experiencia aguda de lo
humano enseña, en el siglo XX, que los pensamientos de los hombres son
conducidos por las necesidades, que implican sociedad e historia; que el
hambre y el miedo pueden vencer toda resistencia humana y toda libertad.
No se trata de dudar de esta miseria humana –de este imperio que las cosas
y los malvados ejercen sobre el hombre- de esta animalidad. Pero ser hombre
es saber que es así. La libertad consiste en saber que la libertad está en peligro.
Pero saber o ser consciente, es tener tiempo para evitar y prevenir el momento
de inhumanidad...”
EMMANUEL LEVINAS
Totalidad e Infinito. Ensayo sobre la exterioridad

“BIOMASA: Masa viva en el planeta, cuya evolución se seguirá con precisión e
inquietud. La especie humana representa actualmente menos del 0,015 % de la
biomasa global y menos del 0,5% de la biomasa animal. Esto da una idea de la
parte relativa de la humanidad en el reino de la vida y de su irreductible
especificidad. Si la parte de la especie humana se reduce en demasía, corre el
peligro de quedar asfixiada. Si aumenta demasiado se asfixiará ella misma”
JACQUES ATTALI
Diccionario del Siglo XXI

“El sistema económico moderno está basado en la pretensión de que el valor se
genera en el proceso de producción. Pero el “valor” que se paga por el intercambio
es en realidad el consumo de energía, y para que ésta ficción se sostenga, la suma
total de orden debe seguirse deteriorando. “Sólo desde una perspectiva local” puede
la producción industrial, ese continuo “absorber” de la negentropía, parecer
“productivo” o “eficiente”.”
ZYGMUNT BAUMAN
Ética Posmoderna

“El bosque precede al hombre, el desierto lo sigue”
Pintada rebelde en el Mayo ´68 Francés



“Según los físicos Krauss y Starkman,la expansión del universo pone un límite a la
cantidad de información que se puede almacenar y procesar. Según sus cálculos,
nosotros alcanzaremos esa situación dentro de 600 años...”
MIGUEL ANGEL SABADELL, El Universo no es una máquina, en
Revista Muy Interesante, Noviembre de 2005

"…Nosotros somos la encarnación local del Cosmos, que ha crecido hasta tener
consciencia de sí. Hemos empezado a contemplar nuestros orígenes: sustancia estelar que
medita sobre las estrellas; conjuntos organizados de decenas de miles de billones de
billones de átomos que consideran la evolución de los átomos y rastrean el largo camino
a través del cual llegó a surgir la consciencia, por lo menos aquí. Nosotros hablamos en
nombre de la Tierra. Debemos nuestra obligación de sobrevivir no sólo a nosotros
sino también a este Cosmos, antiguo y vasto, del cual procedemos."
CARL SAGAN
Párrafo final de su libro “Cosmos”


El hombre debe ser superado, definitivamente. Es hora de una retotalización abierta que acabe con la soberbia, la estrechez y la miseria del hombre, del homo sapiens, de lo que aquí llamaremos el sapiens-cromañón. Cambiar el mundo es también hoy trascender al hombre, es superar el antropocentrismo, la ideología del hombre.
El Hombre no es –por suerte- el centro del Universo: las pruebas de esto se multiplican todos los días. El Hombre no es el centro ni el amo de la Naturaleza: por intentar serlo la está destruyendo y se está destruyendo a sí mismo. El antropocentrismo y el humanismo son ideologías suicidas. El Hombre no es un ser genéricamente libre, ni racional. Son los afectos y los deseos los que salvan y dan esperanza al mundo todos los días, no la racionalidad ideológica y política. No existen tampoco socialmente “el Hombre” ni “la Humanidad” –si se quiere, esta es una gran lección que nos dejó Louis Althusser- lo que existen son las clases sociales y las tramas del poder: opresores y oprimidos, explotadores y explotados, sujetadores y sujetados, abusadores y abusados, imperio y multitud, y ésta división se profundiza hoy dramáticamente, a nivel global, imperial.
Incluso más: parece que nuestro mundo, nuestro espacio-tiempo no es el único espacio-tiempo. El infinito se reabre al hombre: el hombre vuelve hacia el universo. Todo conduce al cosmos. El hombre es un ser ínfimo con los otros, en-la-naturaleza-y-en-el-universo. Su puesto en el cosmos debe ser desarrollado desde esta infimidad, desde una infimidad abierta.
Seguir diciendo hoy, como lo hiciera Teilhard de Chardin y como lo hacen otros, que todo –todo el devenir del universo (el concepto es nuestro)- conduce al hombre es afirmar, consciente o inconscientemente, una neoinquisición filosófica y científica.
Este trabajo busca ser sólo una introducción, un prólogo, una apertura a un debate y una experiencia militantes que deben ser amplios y profundos. Sólo buscaremos explicar claramente algunas hipótesis fundamentales que, creemos, pueden servir para potenciar o reinventar la teoría crítica, el materialismo histórico, en el Siglo XXI. Se trata hoy de hacer un corte dentro del corte epistemológico hecho por la práctica teórica revolucionaria de Karl Marx y de sus continuadores, tan diferentes y heterogéneos.
Nuestra propuesta es tratar de poner a la teoría crítica, a la práctica teórica, a la altura de los conocimientos, los debates, los resurgimientos y los descubrimientos realizados en distintos campos del saber y de la vida, como los de la astrofísica y la cosmología, la termodinámica y la ecología, la filosofía, la ética, la historia, la antropología y las ciencias sociales y naturales, como la biología y la genética. Así también debemos rescatar los estudios culturales y el inicio del reconocimiento global actual de las culturas milenarias y por supuesto, la fuerza del arte en todas sus expresiones, pero especialmente aquí la fuerza crítica antihumanista de la literatura y el cine de “ciencia ficción”.
Ya Eric Hobsbawn viene hablando de recuperar la totalidad (1). Lo que nosotros hacemos acá es aceptar ese enorme desafío e intentar ir más allá, nada más ni nada menos que intentar ir más allá.
Althusser habló de antihumanismo teórico y de práctica teórica. Afirmó brillantemente que la crítica revolucionaria a la sociedad, la crítica militante marxista, debía iniciarse como un antihumanismo, como un antihumanismo téorico (2), como crítica radicalizada a la ideología humanista burguesa global. Sólo un antihumanismo teórico puede ser la base del despliegue de una auténtica conciencia de clase, de una potenciación estratégica de las luchas de la clase, de la multitud trabajadora.
Y nos habló de hacer práctica teórica, es decir, desarrollar una teoría política revolucionaria desde y para las prácticas militantes, desde y para las luchas de los trabajadores.
Deseamos reafirmar entonces esas tesis althusserianas y potenciarlas pensando –y experimentando- hoy, en los albores del tercer milenio, un antihumanismo práctico teórico, biopolítico –en una crítica práctica vital al humanismo que se supere con una crítica práctica vital al antropocentrismo en todas sus formas- y con una práctica teórica intuitiva.
Decimos práctica teórica intuitiva porque creemos que la noción de intuición propuesta por Henri Bergson y desarrollada por otros pensadores revolucionarios como José Carlos Mariátegui debe ser hoy recuperada y potenciada. Para el bergsonismo, intuición es un concepto histórico-político poderoso, una combinación dinámica de inteligencia, conciencia e instinto. Para los bergsonianos, “la ciencia fracciona lo real en unidades discretas y la convierte en estática. Como el cine, cuya sensación de movimiento es la irreal yuxtaposición de fotogramas estáticos. Esta estatificación de lo real permite su cómodo etiquetado lingüístico en conceptos también estáticos y fácilmente cuantificables. No obstante, si la inteligencia, surgida como superación del instinto en una etapa de la evolución biológica, es capaz de mantener su vinculación con la conciencia pero, a la vez, recuperar lo instintivo, entonces surge la intuición, que permite un conocimiento más profundo que el suministrado por la inteligencia, y que hace posible la superación de las barreras impuestas por un lenguaje incapaz de fundirse con lo real” (3).
Para el antihumanismo práctico teórico el hombre no es un ser racional, pero además, la racionalidad es la fracasada y mediocre ideología histórica de los sapiens-cromañón.
Necesitamos forjar un nuevo pensamiento crítico revolucionario. Más que eso entonces, más que un pensamiento, necesitamos desarrollar, desplegar un nuevo pensamiento pero conectado, unido a nuestros instintos –y a nuestro instinto de clase-, a nuestros mejores valores, (contra) historias y tradiciones culturales, y a nuestros deseos y afectos –sin ideologías represoras-. Necesitamos entonces forjar entonces un nueva intuición de la vida –como supo decir Mariátegui, sintetizando y superando brillantemente a Marx, Lenin, Nietzsche, Sorel y Bergson-, una nueva intuición obrera –línea propuesta por el autonomista italiano Mario Tronti- y popular (4). Necesitamos una práctica militante, una vitalidad sentipensante, como ha escrito maravillosamente Eduardo Galeano (5).
Criticar la racionalidad humana siempre será además volver a Baruch de Spinoza. Criticar la racionalidad ideológica y afirmar la intuición militante es hoy también abrirse a lo Otro, a la ética, a la Naturaleza, al Universo, al misterio, a lo desconocido, a lo imposible, a la fuerza. La intuición hoy va más allá, más allá de lo individual y de lo real. La intuición hoy puede intuir lo Otro. Por eso el antihumanismo práctico teórico es una práctica teórica intuitiva.
Es hora de superar al Hombre, para siempre. El presentimiento de Foucault –ese genial cachorro althusseriano- de que el rostro del hombre se borrará “como en los límites del mar un rostro de arena” (6) se está cumpliendo. Pero la profecía foucaultiana tiene dos caminos, dos destinos. El primero es el de una posthumanidad humana, humanista, un mundo biotecnológico dividido, oprimido, alienado, cerrado, sujetado y sistémico. Es el futuro de una posthumanidad con continuidad del dominio humano de clase, de la explotación ecológica y social global.
El segundo, es el de una posthumanidad posthumana, liberada, emancipada, abierta a lo Otro, humilde, mística, plural, absolutamente democrática y antisistémica.
Debemos elegir y decidirnos. Al antihumanismo humanista del capital y del poder hay que oponerle el antihumanismo clasista, revolucionario, biopolítico, democrático y –porqué no decirlo- panteísta y pluralista de la multitud global.

































NOTAS:

(1) En su “Manifiesto para la renovación de la Historia” (discurso realizado el 13-11-2004), Hobsbawn nos explica claramente que, “mientras los postmodernistas negaban la posibilidad de una comprensión histórica, los avances en las ciencias naturales devolvían a la historia evolucionista de la humanidad toda su actualidad, sin que los historiadores se dieran cabalmente cuenta. Y esto de dos maneras. En primer lugar, el análisis del ADN estableció una cronología más sólida del desarrollo desde la aparición del homo sapiens en tanto especie. En particular, la cronología de la expansión de ese especie originaria de Africa hacia el resto del mundo, y de los desarrollos posteriores, antes de la aparición de fuentes escritas. Al mismo tiempo, eso puso de manifiesto la sorprendente brevedad de la historia humana –según criterios geológicos y paleontológicos- y eliminó la solución reduccionista de la sociobiología darwiniana...”. Tomado de http://www.espaimarx.org.-
(2) Balibar explica brillantemente –al rediscutir la noción de antihumanismo teórico-que, “Althusser nos dice que en el adjetivo “teórico” todo funciona, que simplemente nos hemos olvidado de tomarlo en cuenta” (!!!). Cfr. Etienne Balibar, “Escritos por Althusser”, Buenos Aires, Ediciones Nueva Visión, 2004, p. 59.-
(3) “Intuición”, en El Pensamiento de Henri Bergson. Tomado de http://www.pensament.com/bergson.-
(4) Afirmó Mariátegui en El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy que, “la nueva humanidad, en sus dos expresiones antitéticas, acusa una nueva intuición de la vida... La vida, más que pensamiento, quiere ser hoy acción, esto es combate. El hombre contemporáneo tiene necesidad de fe. Y la única fe que puede ocupar su yo profundo, es una fe combativa”. Por su parte, Tronti expresó contundentemente que, “...un mínimo de intuición práctica, de aquella que se siente por instinto de clase, nos coloca hoy ante los ojos la fuerza de choque, la función de presión subversiva y, al mismo tiempo, el modelo de vía revolucionaria...”. Cfr. Mario Tronti, Introducción a “Obreros y Capital” (1966), en http://www.colectivonph.com.ar. Sección: Novedades.
(5) Eduardo Galeano, “Celebración de las bodas de la razón y el corazón”, en “El libro de los abrazos”, Montevideo, Ediciones del Chanchito, 2004, p. 107.-
(6) Michel Foucault, “Las palabras y las cosas”, México, Siglo XXI Editores, 1996, p.375. El antihumanismo teórico historicista –arqueogenealógico, contrahistórico- desplegado aquí por Foucault es notable. Esa expresión del pensamiento posestructuralista, como el concepto de esquizoanálisis de Gilles Deleuze y Félix Guattari, nos muestra que los grandes avances en la teoría crítica antagonista de finales del siglo XX y principios del Siglo XXI son devenires abiertos por la lucha de clases en la teoría, por el antihumanismo teórico del maestro Althusser. ¿No deberíamos pensar también a Marx, Nietzsche, Freud y otros como fundadores del discurso antihumanista teórico?.





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