versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
Ver este artículo sin comentarios
sobre Felisa Miceli: Corrupción en el Banco Nación
Por reenvio El Ojo Digital -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 11:58 AM
La nota es del mes de julio de 2005
A dos años de gestión del presidente Néstor Kirchner, cuando la mayoría de la ciudadanía se muestra esperanzada sobre un gobierno transparente, advertimos serias irregularidades en el Banco de la Nación Argentina con cuestiones que si trascienden serán difícil de justificar, pero aún si no tuvieran trascendencia, se puede advertir que en Argentina cambiamos de discurso, pero no las acciones. Implicancia de hombres que dicen ser “Del presidente”.
Ricardo Daniel Velasco, conocido como “Pacha”, pasó
de ser un carpintero de barrio a ocupar el lugar de hombre fuerte del
Banco de la Nación Argentina, ostentando una cómoda situación
económica, sin otro mérito que las posibilidades que le abrieron su
noviazgo con la ascendente Felisa Miceli, actual presidente de ese
mismo banco.
El raid de Velasco y su novia no tiene nada que envidiar a las otroras
parejas famosas del menemismo, como los Fassi-Lavalle, y muestra una
continuidad pasmosa en el manejo discrecional y corrupto de la banca
pública, que fuera uno de los signos distintivos de la década del 90.
Asimismo, es la cara oculta de una funcionaria que es mostrada como el
paradigma de la nueva dirigencia kirchnerista.
Las primeras movidas
Velasco es un hombre ambicioso, que no desperdicia ninguna de las
oportunidades que se le presentan. Ni bien Felisa Miceli llegó al Banco
Nación, “Pacha” Velasco comenzó a operar para hacerse del control del
Banco.
Su primera movida al respecto fue lograr que Miceli nombrara como
vicepresidente segundo del Banco Nación a Ricardo Lospinnato, un
contador que pasara sin pena ni gloria por puestos de poca relevancia
en el grupo Pérez Companc, pero que hace gala del mérito de ser amigo
de juventud de Velasco y uno de sus hombres de mayor confianza. En el
Nación Lospinnato es quien “cierra” técnicamente los negocios que
“arma” Ricardo Velasco.
También hizo que Miceli le cediera a Lospinnato la presidencia de la
estratégica Nación AFJP, la poderosa administradora de fondos de
jubilaciones y pensiones perteneciente al Nación, y que simultáneamente
nombrara a su gente en la administradora de Fondos Comunes de Inversión
Carlos Pellegrini.
El manejo conjunto de la AFJP y de la administradora de fondos de
inversión le permite a Velasco obtener jugosas comisiones, no
registradas, e innumerables negocios financieros.
En el directorio de la FCI Carlos Pellegrini Velasco colocó a uno de
sus hombres, Marcelo Lapuente; un abogado sin ninguna experiencia en
cuestiones financieras pero que para los planes de “Pacha” Velasco
tiene el mérito de haber sido uno de los operadores económicos del
recordado gobierno de Carlos Grosso en la Ciudad de Buenos Aires.
Lapuente es hoy uno de los principales gestores de los negocios que
Velasco administra en el Nación. A cambio de una generosa contribución
se encarga de gestionar créditos y de obtener refinanciaciones
ventajosas -con quitas jugosas- para quienes tienen grandes deudas con
el Banco Nación o con los Bancos que administra éste (en su momento se
trataba del Suquía, el Bisel y el Bersa).
Pero como “Pacha” Velasco quería tener el control completo del Banco
Nación, necesitaba que además de la presidencia, que detenta su novia,
Lospinnato ocupara la vicepresidencia (primera). Pero a pesar suyo,
Roberto Lavagna ya había ubicado en ese lugar a Zenón Biagosch (quien
actualmente integra el directorio del Banco Central) por lo que los
planes de Velasco se vieron frustrados y debió conformarse con el
premio consuelo de que su amigo ocupara la vicepresidencia segunda del
BNA.
Durante su permanencia en el Banco Nación, Biagosch se enfrentó
permanentemente con Lospinnato. Siempre oponiéndose a los negocios que,
apelando a los oficios de éste, los Velasco-Miceli trataban de “colar”
en el directorio.
Cuando finalmente Biagosch se mudó al Banco Central, de inmediato
Velasco quiso mover su alfil y poner a Lospinnato en la Vicepresidencia
del Banco Nación. Pero sus pretensiones otra vez se vieron frustradas,
porque una vez más el Ministro Roberto Lavagna se le adelantó. Ni
siquiera tomó en cuenta a Lospinnato y designó como Vicepresidente a
Oscar Ferrari, un abogado de sólida formación civil y comercial muy
vinculado a Ecolatina.
No obstante Velasco no ceja en su empeño y está operando para que, ante
la eventualidad de que su novia integre las listas kirchneristas como
candidata a diputada nacional (en el codiciado segundo lugar de la
lista porteña), el Presidente de la Nación designe a su amigo
Lospinnato como presidente del banco.
De carpintero a asesor financiero
Al mismo tiempo que colocaba a su gente en lugares estratégicos,
Velasco necesitaba justificar su presencia permanente en el Banco
Nación. Para ello, ni bien su novia asumió como Presidente, hizo que lo
nombrara como asesor del Directorio. Sin embargo, los Velasco-Miceli
cuidaron el detalle y el nombramiento como asesor fue “ad honorem”, de
manera tal que la Miceli no pudiera ser acusada de nepotismo. Más allá
de ello, y para brindar un argumento político que justifique la
inexplicable presencia de Velasco en el directorio del Nación, éste
dice a quien quiera oírlo que él es un hombre que responde a la Casa de
Gobierno (al Secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli) y que está
puesto en el Nación para apoyar a Felisa Miceli y controlar de cerca a
los hombres del Ministro Lavagna.
Como era de esperar, el nombramiento de Velasco ocasionó un fuerte
cortocircuito entre Felisa Miceli y los directores que responden a
Roberto Lavagna. En la reunión de directorio en la que se aprobó su
designación -reunión de la que se ausentó Miceli- uno de ellos, Juan
Gulluscio, preguntó cuál era el fundamento para que alguien que no
tiene otro antecedente profesional/laboral más que haberse desempeñado
como carpintero, fuera designado asesor del Directorio del Banco más
importante de la República Argentina. La pregunta de Gulluscio fue
seguida de un silencio sepulcral que fue roto por Lospinnato, quien
justificó el nombramiento de Velasco argumentando que se trataba de “la
pareja de la Señora Presidente” (SIC). Ante tamaño argumento Gulluscio
pegó el portazo y renunció al directorio del Nación.
Sin inmutarse y ya con el molesto Gulluscio fuera del Banco, “Pacha”
Velasco se instaló en uno de los suntuosos despachos pertenecientes al
Directorio, que permanecería vacío. Precisamente se instaló en el que
está al lado del despacho de su novia y que tiene comunicación directa
con éste. Haciendo ostentación del poder con que cuenta, se hizo poner
dos secretarias, asignar uno de los automóviles correspondientes al
directorio (si bien lo utiliza poco, y prefiere moverse con su propia
4x4), acompañado del correspondiente chofer y colocar en la puerta de
su despacho un cartel en el que se lee “Ricardo Daniel Velasco, asesor
del Directorio”. En contraposición, ninguno de los asesores
profesionales del directorio del Banco Nación cuenta con despacho
propio.
Para garantizarse la reserva de sus tejes y manejes, sin posibles ojos
u oídos indiscretos, Velasco hizo que Felisa Miceli echara al jefe de
seguridad del Banco y colocara en ese lugar estratégico a un hombre de
su confianza, Brunet, proveniente de las filas de la Policía Federal.
Ya con sus espaldas cubiertas por Brunet y siguiendo normas de
seguridad propias de quienes tienen negocios difíciles de justificar,
también hizo que su novia le instalara en su despacho un teléfono del
tipo “confidencial” -se trata de un teléfono encriptado, inmune a
eventuales “pinchaduras”- y habitualmente utiliza un celular “trucho”,
distinto del que le proveyera el propio Banco de la Nación.
Si bien es un asesor ad honorem y de hecho no asesora al Directorio en
nada, “Pacha” Velasco, con el consentimiento de su novia, se
desenvuelve en el Directorio como si fuera un Director más (lo que
produce la ira de los hombres del Ministro Roberto Lavagna). Entre
otras cosas no sólo utiliza los comedores reservados del Banco Nación
para realizar almuerzos donde “cierra” algunos de sus negocios, sino
que en las ceremonias del Banco no sólo se incluye junto a su novia
entre las filas del Directorio, sino que ha subido con éste al
escenario para entregar medallas en los aniversarios (ante la mirada
atónica de los Funcionarios de Línea).
Las ambiciones políticas
Una vez hecho del control del Banco Nación, Velasco comenzó a realizar
movidas políticas para proyectar su imagen a expensas de la buena
estrella de su novia. La primera de ellas fue lograr que ésta destinara
fondos del Banco Nación para crear un fondo destinado a financiar
microemprendimientos, que controla otro de los operadores de su novio:
Reinaldo Ostroff. Entre otras cosas, esto le sirvió a “Pacha” Velasco
para nombrar un ejército de contratados que actúan como sus operadores
políticos, coordinados por Ostroff, repartiendo subsidios para las
organizaciones sociales que él piensa instrumentar en su proyecto
político.
En la actualidad Velasco, siempre detrás del sillón de su novia, está
instrumentando otro fondo, que esta vez sería de 100 millones de pesos
y estaría bajo su administración directa. Con este dinero piensa
repartir favores en las provincias y colocar a algunos de sus
colaboradores en lugares expectantes para las elecciones de octubre.
Dentro del ejército de contratados con que “Pacha” Velasco inundó al
Banco, se encuentra Gustavo Herrera, al que Felisa Miceli nombró como
asesor del Banco Nación en la provincia de Tucumán. El historial de
Herrera satura al Veraz.. Tiene cuentas pendientes con varios Bancos y
con la AFIP, entre otras cosas por librar un sinnúmero de cheques sin
fondos. Sin embargo, para Miceli éste no parece ser un impedimento para
que Herrera decida los destinos de los fondos del Banco Nación en
aquella provincia.
Además de controlar una red de organizaciones sociales a lo largo y a
lo ancho del país, entre los objetivos del proyecto político de Velasco
se encuentra el de instalarse como uno de los interlocutores del
kirchnerismo en la Capital y la provincia de Buenos Aires.
Pero su posicionamiento en esta última le resulta muy difícil, debido a
que su pequeño grupo político tiene muy pocas posibilidades de incidir
en la feroz interna del peronismo bonaerense, Sumado al hecho de que no
puede “aparatear” con el Banco Nación, cuando en la otra vereda se
encuentra el otro peso pesado del sistema financiero: el Banco de la
Provincia de Buenos Aires.
Por lo tanto, decidió que era más fácil probar suerte en la Ciudad de
Buenos Aires, ante el raquitismo que siempre tuvo el peronismo porteño.
Para ello, el lunes siguiente al domingo en el que Alberto Fernández
ganara las internas del peronismo porteño, Velasco salió a empapelar
las zonas cercanas a la Casa de Gobierno y a los principales
ministerios, con un afiche que, con la foto de su novia en primer
plano, rezaba: “Felisa Miceli diputada, Ricardo Velazco legislador”. El
error en la ortografía de su apellido (“Velazco” en lugar de Velasco)
no fue casual.
Fue hecho adrede para deslindar responsabilidades en caso de que
recibiera algún reto desde Balcarce 50. El argumento era sencillo, en
caso de que lo retaran acusaría de la pegatina al gremio bancario, con
el que está enfrentado, esgrimiendo como “pruebas” varios volantes de
los trabajadores bancarios donde se lo nombra como “Velazco”. Para
reforzar el argumento tiene otra coartada: él no puede ser legislador
de la Ciudad porque al hecho de que es natural de la provincia Mendoza
se agrega que nunca tuvo domicilio en la Capital Federal.
Sin embargo, no tuvo necesidad de valerse de excusas, porque en la
Capital nadie acusó recibo de la exigua campaña gráfica de Velasco.
Pero sus incursiones políticas no se detienen allí. En una ambiciosa
jugada comenzó a desplegar sus fuerzas para hacerse del control del
poderoso gremio bancario, en detrimento del histórico Juan José Zanola.
Para ello se vale de Luis Graña un activista sindical del Nación que no
tenía ningún futuro hasta que Velasco decidió que era el hombre
predestinado para reemplazar a Zanola.
En los planes de Velasco el control del gremio bancario le
posibilitaría ser uno de los hombres fuertes del sistema financiero.
Con su novia manejando el Nación y él, a través de Graña, el gremio
bancario, en el sistema financiero no se podría hacer nada importante
que no lo incluya.
Su campaña contra el gremio bancario fue el disparador del reciente
conflicto que involucró al conjunto del sistema financiero. Entre otras
cosas, esto le granjeó a los Velasco-Miceli la enemistad del conjunto
del sistema financiero y el reto del Gobierno Nacional, quien gracias a
ellos debió sortear un conflicto más que se agrega a la catarata de
huelgas y reclamos que azotan al país.
Los negocios de Velasco
Desde su llegada al Nación Velasco ha realizado una serie de negocios
de diversa envergadura, algunos de los cuales no tuvieron un final
feliz porque se opuso el Ministerio de Economía o porque la voz de alto
fue dada directamente desde Balcarce 50.
Su más rutilante fracaso fue la renegociación de la famosa deuda que el
grupo Yoma tiene con el Nación. Velasco acordó con el propio Emir Yoma
refinanciarle la deuda, que en sus orígenes estaba en torno de los 80
millones de dólares, reduciéndola a 25 millones de dólares nominales
pagaderos en 15 años mediante una ingeniería financiera francamente
increíble. Durante el primer año sólo se pagaría el 2% del capital,
otro tanto en el segundo, 3% en el tercero, para continuar escalando
progresivamente y culminar recién en el año 15 liquidando el 10%. El
interés que se aplicaría sería más inexplicable que los pagos de
capital: 1,5% en los dos primeros años, 1,6% en el tercero, 1,7% en el
cuarto, 2,3% en el quinto y así sucesivamente. El autor de tamaña
ingeniería financiera fue el eterno aspirante a la vicepresidencia,
Ricardo Lospinnato.
La contraprestación a la que se comprometía Yoma ante el regalo de
semejante descuento (que en términos de valor actual reducía la deuda a
menos del 10% de su valor original; esto es, sin considerar los
intereses caídos ni los punitorios), era pagar el 10% de la quita real,
lo que redondeaba una suma cercana a los 8 millones de dólares, que se
efectuaría en tres pagos (uno de 2 millones, y cada uno de los dos
restantes de 3 millones). La operación se iba a realizar a través de
una cuenta en Montevideo, desde donde los fondos se girarían a España.
Como era de esperar que semejante acuerdo desatara más de una tormenta
en el Directorio, Miceli esperó para aprobarla hasta el mes de enero,
mes de receso, cuando los más duros de sus integrantes estaban de
vacaciones. Sin embargo, la noticia del arreglo llegó de inmediato a
Balcarce 50 y el Presidente en persona la conminó a dar marcha atrás de
inmediato.
Temiendo que la noticia trascendiera a la prensa, los Velasco-Miceli
marcharon súbitamente a Madrid, para esperar allí, lejos de periodistas
indiscretos, los eventuales efectos no deseados que podía tener su
osada jugada. Para suerte de ambos, la cosa no trascendió de los
pasillos del poder.
Pero no todos fueron sinsabores para las incursiones financieras de
“Pacha” Velasco. Entre los casos resonantes con el que sí tuvo un éxito
considerable (y jugoso) fue con la entrega del frigorífico Santa Elena
al siempre vigente Sergio “Rulito” Taselli.
Cuando Velasco llegó al Nación de la mano de su novia, una de las
cuestiones irresueltas heredadas de los años menemistas era la de este
frigorífico, que formó parte del caso Inducuer.
Taselli quería quedarse con el Santa Elena, y en una maniobra difícil
de explicar logró que el juez de la quiebra le vendiera la maquinaria
del frigorífico a un precio irrisorio. Una vez obtenida la maquinaria,
sólo necesitaba que el Nación le vendiera el edificio (sobre el que
tenía una hipoteca a su favor) situación en la que se encontraba cuando
Miceli llegó a la presidencia del banco.
Sin embargo, las cosas no eran fáciles para los planes de Taselli. Los
trabajadores del Santa Elena se habían agrupado en una cooperativa y
con la asistencia del INAES -el organismo del Ministerio de Desarrollo
Social que se encarga de la economía social- habían formulado un
proyecto para explotar al frigorífico por sí mismos, como una empresa
recuperada. Los planes incluían que el banco les entregara el edificio
en alquiler, cosa a la que la “progresista” Miceli no le resultaba
fácil negarse sin afectar su imagen.
Taselli tomó contacto con Velasco y ambos pergeñaron una estrategia
para consumar la operación. Para ello necesitaban “dormir” el tema,
hasta que se enfriara y pudieran hacerla sin ruidos ni costos
políticos. Velasco fue el encargado de hacerlo. Para ello guardó el
expediente del Frigorífico Santa Elena bajo cuatro llaves en su propio
despecho y mantuvo eternas conversaciones con el INAES, en cada una de
las cuales se preocupaba de brindar distintas excusas para dilatar la
posibilidad de acceder al pedido de los trabajadores.
En el camino Velasco tuvo un golpe de suerte a su favor, cuando a causa
de la interna de Desarrollo Social fueron apartados del INAES Elvira
Castro y su grupo, quienes eran los principales opositores de la
entrega del frigorífico a Taselli y los principales promotores del
proyecto de empresa recuperada a cargo de los trabajadores.
Ya sin Elvira Castro de por medio y luego de dos años de amansadora a
cargo de “Pacha” Velasco, la operación finalmente se concretó. Taselli
se quedó con el Santa Elena y los Miceli-Velasco se embolsaron el 20%
de la operación: la friolera de 700 mil pesos. Para alegría de ambos
Taselli parece ser más generoso que Yoma, porque no sólo les dio el 20%
sino que lo hizo en un solo pago y en billetes contantes y sonantes.
Fuente:
Guillermo Cherasny, BrokersData.com
www.elojodigital.com/politica/2005/07/02/508.html
que tarado
Por Un militante popular -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 12:29 PM
Que nabo, como vas a comparar al Pacha y Felisa con Fassi Lavalle. El Pacha y felisa son militantes del campo pular con una larga trayectoria y los otros dos unos tarados.
CHERASNY NO!!
Por OJO NO HACERLE EL JUEGO A LOS SERVICIOS -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 12:45 PM
Yo no soy Kirchnerista ,pero no se puede publicar las infamias que escribe Cherasny sobre Felisa Miceli.Todo tiene un limite y el mio es no hacerle el juego al enemigo fundamental.
De Kirchner desconfio,pero de Cherasny y los servicios no tengo dudas que no trabajan para el bien del pueb
una pregunta
Por peregrino -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 1:30 PM
Los servicios para quien trabajan me prgunto. Le estamos haciendo el juego a los servicios del estado argentino, o sea la SIDE, que depende directamente de gobierno de Kirchner. Que manera de decir gansadas, ademas no se si es cierto o no lo que dice, ahi, lo que si no me eextrañaria nada.
La supuesta tranversalidad de k, es un rejunte de fachos del pj, y setentosos quebrados que se pasaron para el bando del enemigo, y esos son peores que los burocratas peronchos, los otros por lo menos son mas sinseros.
una pregunta
Por peregrino -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 1:47 PM
Los servicios para quien trabajan me prgunto. Le estamos haciendo el juego a los servicios del estado argentino, o sea la SIDE, que depende directamente de gobierno de Kirchner. Que manera de decir gansadas, ademas no se si es cierto o no lo que dice, ahi, lo que si no me eextrañaria nada.
La supuesta tranversalidad de k, es un rejunte de fachos del pj, y setentosos quebrados que se pasaron para el bando del enemigo, y esos son peores que los burocratas peronchos, los otros por lo menos son mas sinseros.
Quien es Guillermo Cherasny?
Por riot -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 4:00 PM
Que es el informador público?
El Informador Público comenzó a editarse en la mitad de la década del ochenta, y adquirió relevancia editorial -llegó a vender 60.000 ejemplares- durante los alzamientos carapintadas de Aldo Rico y Mohamed Alí Seineldín.
De notable influencia entre los factores de poder y las Fuerzas Armadas, el Informador Público se convirtió en un verdadero bastión operativo de los servicios de inteligencia hasta su desaparición en 1995. Los sectores del Ejército operaban allí principalmente a través de los informes semanales que escribían (con nombres falsos) Rosendo Fraga -hoy "prestigioso" politólogo- y Carlos Tórtora un agente de la SIDE que por entonces trabajaba como columnista en el diario Ámbito Financiero.
Los sectores de la ESMA operaban a través de Luis Castellanos y Jorge Lapeña -cuyos nombres figuran en el libro Nunca Más- quienes aparecían como editores con sus nombres propios. Guillermo Cherasny -un oficial de la SIDE de cuya mano llegó Daniel Hadad al semanario- comenzó a escribir con su nombre propio en 1988.
Cherasny, a su vez, fue traído por Jorge Boinvaser, un agente de la SIDE ligado a los servicios de inteligencia de la Policía Federal y de la Policía Bonaerense. Durante la campaña electoral del menemismo se incorporó como columnista Jorge Asís, por entonces un conspicuo integrante de las tertulias del Florida Garden -la confitería de Paraguay y Florida- una mesa integrada, entre otros, por Cherasny y el "Tata" Yofre, jefe de la SIDE en los primeros tramos del gobierno de Menem.
Esta se la dedico al peregrino...
Por riot -
Tuesday, Nov. 29, 2005 at 4:14 PM
Quien es Cherasny??????
No debería sorprender que muchos periodistas autodenominados "de investigación" hayan cerrado sus bocas. Tal vez también las tengan tapadas por sobres repletos de fondos reservados. Durante 2004, el controvertido Guillermo Cherasny admitió en un programa radial (FM La Isla, conducido por Viviana Gorbato) haber recibido sobres de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side). Y dijo no haber sido el único.
www.lacapital.com.ar/2005/05/08/opinion/noticia_193695.shtml
Una decepción
Por Laura -
Tuesday, Dec. 20, 2005 at 5:57 PM
Me parece increible que publiquen operaciones de prensa sin la mas minima aclaración de quien es Cherasny, un tipo que admite haber recibido plata de la SIDE de Menem. Siguiendo la noticia de una denuncia a Micelli basada unicamente en una nota periodística (una operación burda), me meto en la pagina esperando, obviamente, encontrar una versión problematizadora del asunto y me encuentro con la reproducción lisa y llana de la nota de este hijo de puta. La verdad, me quedo mal impresionada.
Corrupcion en Rosario
Por Juan Carlos Lanati -
Tuesday, Apr. 18, 2006 at 8:36 PM
planetarojinegro68@yahoo.com.ar
“El diario "El Ciudadano & La región" fue cerrado por segunda vez en la mañana del miércoles 14 de septiembre en su atribulada historia que cumplirá siete años el próximo 7 de octubre.
La orden fue impartida por su verdadero dueño, Eduardo López, presidente de Ñuls, titular de LT 3, responsable de una escuela privada, propietario una estación de servicios cuyos costos son menores a la mayoría de establecimientos similares en todo el país y capitalista de una farmacia que vende medicamentos a muy bajos costos en pleno centro de Rosario.
Cuando López era un deudor moroso en los años ochenta, una década después se convertía en una de las principales 680 riquezas de la misma ciudad, demostrando una envidiable capacidad a la hora de multiplicar su propio patrimonio.
Ahora, Eduardo López, acosado por la fal ta de liquidez por los centenares de cheques rebotados y por sus extrañas relaciones con ex funcionarios del Banco Municipal, decidió el segundo cierre del diario dejando en la calle a ochenta familias.
El problema es que López es, hace y deshace porque la mayoría de los dirigentes políticos con responsabilidad institucional, en la ciudad, la provincia y el país, lo dejaron ser, hacer y deshacer.
La justicia federal no lo indagó cuando la AFIP lo acusó de lavar dinero.
La justicia provincial le dio un amparo histórico que le permitió hacer fortunas con su legendario bingo.
La policía provincial custodió su bingo y amparó otro tipo de transacciones en el interior de la popular y fuera de ella, en los barrios donde generalmente se desarrollan las actividades de los integrantes del grupo de tareas que se disfraza de barra brava.
La AFIP no insistió con sus investigaciones”
Fragmento de nota publicada en Revista El Eslabon