Julio López
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Carta de trotsky criticando el voto del POUM al frente popular
Por Leon Trotsky - Saturday, Dec. 10, 2005 at 9:51 PM

Los antiguos «comunistas de izquierda» españoles se han convertido sencillamente en la cola de la burguesía de «izquierda». ¡Es difícil imaginarse caída más humillante!

LA TRAICIÓN DEL «PARTIDO OBRERO DE UNIFICACIÓN MARXISTA» ESPAÑOL



(22 enero 1936)



La organización española de los «comunistas de izquierda», que fue siempre una organización confusa, ha acabado, después de bastantes oscilaciones a derecha e izquierda, por unificarse, sobre la base de un programa centrista, con la federación catalana de Maurín, en el seno del partido de «unificación marxista» (!).[2] Inducidas a error por este nombre, algunas de nuestras publicaciones han escrito de este nuevo partido que se acercaba a la IVª Internacional.[3] Nada es más peligroso que exagerar sus propias fuerzas sobre la base de una imaginación demasiado crédula. La realidad no tarda nunca en aportar una cruel desilusión.

Los periódicos nos informan que en España el conjunto de los partidos de «izquierda», tanto burgueses como obreros, han constituido un bloque electoral sobre la base de un programa común que, por supuesto, no se distingue en nada del programa del «Frente Popular» francés ni de todos los demás programas charlatanescos del mismo género. Hallamos en él «la reforma del tribunal de garantías constitucionales » y el mantenimiento riguroso del «principio de autoridad»(!), «la emancipación de la justicia de toda preocupación de orden político o económico» (¡la emancipación de la justicia capitalista de la influencia del capital!), y otras cosas del mismo género. El programa constata el rechazo, por los burgueses republicanos que participan en el bloque, de la nacionalización de la tierra, pero, «en revancha», al lado de las habituales promesas baratas para los campesinos (créditos, revalorización de los productos de la tierra, etc.), proclama (como uno de sus objetivos) el «saneamiento (!) de la industria», y la «protección de la pequeña industria y del comercio»; sigue el inevitable «control. de los Bancos»; sin embargo, puesto que los republicanos burgueses, según el texto de este programa, rechazan el control obrero, se trata del control de los bancos... por los propios banqueros por el intermediario de sus agentes parlamentarios tipo Azaña y sus semejantes. En fin, la política exterior de España deberá seguir «los principios y los métodos de la Sociedad de Naciones»[4]. ¿Y qué más?.

Han firmado, debajo de este vergonzoso documento, los representantes de los dos grandes partidos burgueses de izquierda,[5] el partido socialista, la Unión General de Trabajadores, el partido comunista (¡evidentemente!), la Juventud socialista ‑¡desgraciadamente!‑, el «partido sindicalista» (Pestaña)[6] y finalmente el «partido obrero de unificación marxista» (Juan Andrade). La mayoría de estos partidos se han encontrado en la cabeza de la revolución española durante los años de su ascenso y han hecho todo lo que han podido por traicionarla y agotarla. La novedad consiste en la firma del partido de Maurin-Nin-Andrade. Los antiguos «comunistas de izquierda» españoles se han convertido sencillamente en la cola de la burguesía de «izquierda». ¡Es difícil imaginarse caída más humillante!

Hace algunos meses fue publicado en Madrid un libro de Juan Andrade, La burocracia reformista y el movimiento obrero, en el que son analizadas, mediante citas de Marx, Engels, Lenin y otros autores, las causas de la corrupción de los burócratas obreros. Juan Andrade me ha dirigido su libro dos veces, las dos veces con dedicatorias muy calurosas, en las que me llamaba su «jefe y maestro». Este gesto, que en otras circunstancias seguramente no hubiera podido más que alegrarme, me obliga ahora a declarar con tanta mayor firmeza que no he enseñado nunca, jamás he enseñado a nadie, la traición política. Y la conducta de Andrade no es otra cosa que una traición al proletariado en provecho de una alianza con la burguesía.[7]

No es superfluo recordar a propósito de esto que los «comunistas de izquierda» españoles, como lo indica su propio nombre, han endurecido sus rasgos para aparecer, en cada ocasión propicia, como revolucionarios intransigentes. En particular, han condenado severamente a los bolcheviques‑leninistas franceses por su entrada en el partido socialista: ¡nunca y en ningún caso! Entrar de forma temporal en una organización política de masas para luchar implacablemente en sus filas contra sus jefes reformistas bajo la bandera de la revolución proletaria, es oportunismo, pero concertar una alianza política con los jefes del partido reformista sobre la base de un programa que se sabe deshonesto y que sirve para engañar a las masas y a encubrir a la burguesía, ¡eso es valentía! ¿Es posible envilecer y prostituir más al marxismo?

El «partido de unificación marxista» pertenece a la famosa asociación de Londres de los «partidos socialistas revolucionarios » (ex I.A.G.). La dirección de esta última se encuentra actualmente entre las manos de Fenner Brockway,[8] secretario del Independant Labour Party.[9] Hemos escrito ya que, a pesar de los prejuicios pacifistas anticuados y verosímilmente incurables de Maxton y otros, el I.L.P. ha tomado en la cuestión de la Sociedad de Naciones y de sus sanciones una posición revolucionaria honrada, y todos nosotros hemos leído con satisfacción una serie de excelentes artículos sobre ello en el New Leader. En las últimas elecciones parlamentarias, el Independant Labour Party se ha negado incluso a apoyar en el terreno electoral a los laboristas, precisamente porque estos últimos sostenían la Sociedad de Naciones. En si, esta negativa constituía un error táctico: allí donde el Independant Labour Party no podía presentar sus propios candidatos, debía apoyar a los laboristas contra los conservadores. Pero a pesar de todo es un detalle. En cualquier caso, quedaba excluido cualquier «programa común» con los laboristas. Los internacionalistas debían ligar el apoyo electoral (a los laboristas) con la denuncia de la manera en que los social‑patriotas británicos se arrastran ante la Sociedad de Naciones y sus «sanciones».

Nos permitimos plantear a Fenner Brockway la siguiente cuestión: ¿qué admite exactamente la «Internacional» de la que es secretario? La sección inglesa de esta «Internacional» rechaza un simple apoyo electoral a candidatos obreros, si son partidarios de la Sociedad de Naciones. La sección española acuerda un bloque con partidos burgueses sobre un programa común de apoyo a la Sociedad de Naciones. ¿Es posible ir más allá en el dominio de las contradicciones, de la confusión, de la bancarrota? Aún no hay guerra, y las secciones de la «Internacional» de Londres tienden ya hacia direcciones diametralmente opuestas. ¿En qué se convertirán, pues, cuando se produzcan los acontecimientos decisivos?

Pero volvamos al partido español de «unificación marxista», con la burguesía. Los «comunistas de izquierda» españoles ‑Andrés Nin, Juan Andrade, etc.‑ han rechazado más de una vez nuestra crítica de su política conciliadora invocando nuestra incomprensión de las «condiciones particulares» de España. Argumento habitual de todos los oportunistas, pues el primer deber del verdadero revolucionario proletario consiste en traducir las condiciones particulares de su país al lenguaje internacional del marxismo, comprensible también al interior de las fronteras de su propio país.[10] Pero actualmente no hay necesidad de estos argumentos teóricos. El bloque español de las cimas de la clase obrera con la burguesía de izquierda no tiene en sí mismo nada de «nacional», pues no difiere en nada del «Frente Popular» en Francia, Checoslovaquia, Brasil o China. El «partido obrero de unificación marxista» no hace sino llevar a cabo servilmente la política que el 7º Congreso de la Internacional comunista ha impuesto a todas sus secciones, con entera independencia de sus « particularidades nacionales». La verdadera originalidad de la política española consiste esta vez únicamente en el hecho de que al bloque con la burguesía se ha adherido también la sección de la Internacional de Londres... ¡Peor para ella! Por lo que se refiere a nosotros, preferimos la claridad.[11] Sin duda alguna se hallarán en España verdaderos revolucionarios para desenmascarar despiadadamente la traición de Maurin, Nin, Andrade y consortes, y colocar los elementos de una sección española de la cuarta internacional








t

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aaayy
Por semeaPETEse - Saturday, Dec. 10, 2005 at 10:47 PM

estos petesianos no aprenden mas. :)

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Carta mia criticando la critica del voto a la critica
Por Brutus - Sunday, Dec. 11, 2005 at 3:45 AM

ffuuuuuuuuuuaaa
chuuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii superestrategia internacional
IMPAGABLES!!! La historia sigue como tragedia
blablablablablablablablablablablablablablablabla

salutus brutus

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carta de un fascista rojo a los obreros y marineros que sangraron por la revolución
Por ... - Sunday, Dec. 11, 2005 at 3:13 PM

"El gobierno obrero y campesino ha decretado que Kronstadt y los buques rebeldes deben someterse inmediatamente a la autoridad de la República Soviética.
Por tanto, ordeno a todos los que han levantado su mano contra la patria socialista, que depongan las armas de inmediato. Los recalcitrantes serán desarmados y entregados a las autoridades soviéticas. Los comisarios y otros representantes del gobierno que se encuentran detenidos, deben ser liberados en el acto. Sólo quienes se rindan incondicionalmente podrán contar con un acto de gracia de la República Soviética. Al mismo tiempo, doy órdenes para preparar la represión y el sometimiento de los amotinados por medio de las armas. Toda la responsabilidad por los perjuicios que pueda sufrir la población pacífica, recaerá sobre la cabeza de los amotinados contrarrevolucionarios.

Esta advertencia es la definitiva".

Trotski, Kamenev. "Ultimatum a Kronstadt", 5 marzo 1921

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Que petesianos!!!!
Por boludos - Sunday, Dec. 11, 2005 at 3:24 PM

Son tan estúpidos que no llegan a observar que un pasaje del artículo de Trotsky (que por cierto es bastante sectario, decir que Nin traicionó cuando lo torturó el stalinismo..mmmmm...se puede haber equivocado en todo caso...) dice claramente:

"En si, esta negativa constituía un error táctico: allí donde el Independant Labour Party no podía presentar sus propios candidatos, debía apoyar a los laboristas contra los conservadores".

TODO LO CONTRARIO A LOS QUE HACEN UDS. SECTA REACCIONARIA, QUE LLAMAN A VOTAR EN BLANCO (aunque nadie los escuche).

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por favor my god
Por La verdad - Sunday, Dec. 11, 2005 at 5:09 PM

La verdad la verdad, que flor de boludos todos. Parecen momias discutiendo cosas de hace 100 años.

Que si Trotsky esto o aquello. Suerte que al boludo ese lo mataron a tiempo porque ya había adoptado todas las posiciones políticas posibles, salvo apoyar al nazismo! con razón encuentran en la biblia que ustede leen interpretaciones para quien guste.

SECTA!!!!

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jijiji
Por increible - Sunday, Dec. 11, 2005 at 9:10 PM

a trotsky le dicen secta..jijijiji

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aguante STALIN!!!!
Por SECTAS BIZARRAS - Monday, Dec. 12, 2005 at 11:47 AM

aguante STALIN!!!!



http://leninstalin.galeon.com/stalin2003.htm

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PROPONGAMOSNOS ENTENDER
Por Manuel - Monday, Dec. 12, 2005 at 3:27 PM

El texto de Trostky presentado, no critica el voto del POUM al frente Popular, lean bien, Trostky criticó al POUM por el ingreso de este al frente popular, algo que e completamente distinto.

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