Julio López
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Frente Popular en Bolivia
Por contrarrevolución - Sunday, Dec. 11, 2005 at 3:01 PM

FASCISMO Y FRENTE POPULAR: DOS ARMAS DEL IMPERIALISMO EN BOLIVIA

BOLIVIA, ENTRE LA ULTRADERECHA, EL INDIGENISMO SUMISO Y LA REVOLUCIÓN

Redacción de Econoticiasbolivia.com

La Paz, diciembre 9, 2005.- Frenado temporalmente el poderoso ascenso revolucionario de masas, que ya tumbó dos presidentes y puso en jaque al neoliberalismo y a las transnacionales, Bolivia vive al filo del 2005 una extrema polarización electoral entre la ultraderecha fascistoide y la izquierda indigenista moderada, que se disputan el poder político y el derecho a preservar desde la silla presidencial los millonarios intereses del imperialismo y de la oligarquía criolla, unos con las armas y los otros domesticando y sometiendo desde adentro a las organizaciones populares revolucionarias.

Los sindicatos y las organizaciones sociales, indígenas y vecinales más combativas y radicales, que dirigieron las grandes luchas populares desde el 2000, aguardan con impaciencia que esta disputa se defina en las urnas el próximo 18 de diciembre y se elija al nuevo presidente de la República, al que presionarán con todo para que expulse a las petroleras extranjeras y nacionalice el gas y el petróleo, para que entregue la tierra a los campesinos y para que acabe con el neoliberalismo, según confiaron a Econoticias.

A una semana de los comicios, las encuestas y sondeos más confiables y serios preanuncian una clara victoria en las urnas del candidato cocalero y líder indígena del reformista Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, y como segundo, a bastante distancia, al ex presidente Jorge Tuto Quiroga, jefe de la agrupación ultraderechista Podemos. Pero, como ninguno de los dos candidatos alcanzaría la mitad más uno de los votos, como exige la Constitución Política del Estado para ungir directamente al vencedor en las urnas como Presidente, la decisión pasaría en segunda instancia al Congreso, que podría entregar la Presidencia a Quiroga, que lograría acuerdos post electorales y el apoyo de la derechista Unidad Nacional del millonario empresario del cemento, Samuel Doria Medina, que resultaría tercero en la votación.

EL NUEVO PRESIDENTE

Si el Congreso opta por hacer presidente a Quiroga equivaldría a una virtual declaratoria de guerra civil en Bolivia, uno de los países más ricos de Sudamérica y donde una oligarquía parasitaria concentra el poder y las riquezas, mientras que un tercio de la población pasa hambre y otro tercio tiene apenas lo necesario para comer poco y mal.

Casi todas las organizaciones sociales y populares saben que el ex presidente Quiroga, que cogobernó con el ex dictador Hugo Banzer a fines de los años 90, es un aplicado alumno del Fondo Monetario Internacional (FMI) y un cachorro de Washington que no demorará mucho en lanzar tanques y metralla para aplastar la rebelión de los más pobres, que ya se anuncia desde abajo.

Por ello, desde los sindicatos y organizaciones de base se alista la huelga, el bloqueo de caminos y la movilización popular para derribar a piedra, palo y dinamita al nuevo gerente de las petroleras, tal como ocurrió en octubre del 2003 y en mayo y junio del 2005 con Gonzalo Sánchez de Lozada, refugiado en Estados Unidos, y Carlos Mesa, aislado de toda actividad política y social.

En cambio, si es Evo Morales el que asume la presidencia, se tiene casi la certeza de que no defenderá los intereses de Washington y de las petroleras, por lo menos de inmediato, por la vía armada, según valoran las organizaciones más combativas como la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación de Mineros, la Confederación de Campesinos y la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, que creen, por el contrario, que el líder indígena utilizará una política conciliadora y demagógica para intentar frenar la lucha popular desde el interior de las organizaciones sociales, tal como sucedió en los últimos tres años. Por ello, igualmente alistan la rearticulación de las movilizaciones y la lucha popular para obligar a Evo a nacionalizar los hidrocarburos o, en su caso, derrocarlo si no accede a esta demanda que cada día es asumida con más fuerza por el pueblo.

Otras organizaciones populares, menos radicales como la Coordinadora de Defensa del Gas y Confederaciones de Fabriles, Maestros, Gremiales y otros, consideran por el contrario que la presión popular y la lucha del pueblo por nacionalizar el gas y el petróleo concluirán arrinconando al presidente indígena, hasta obligarlo a expulsar a las transnacionales y acabar con el neoliberalismo y los terratenientes. Los sindicatos y organizaciones menos politizadas creen, en cambio, que Morales cumplirá con estas tareas, sin necesidad de ser hostigado y cercado por las protestas.

En síntesis, en el campo popular y revolucionario, nadie quiere que Quiroga tome la Presidencia, por lo que muchos votarán por Morales, aunque no crean realmente en él, más aún cuando el líder cocalero, obsesionado por convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia, cada día hace más y más concesiones al imperialismo y a las petroleras.

DESCONFIANZA

La escasa confianza que tienen los sectores más radicalizados y combativos del movimiento obrero y popular en Morales tiene su raíz en la actuación del líder de los cocaleros en los últimos tres años, cuando abandonó al pueblo boliviano, que dejó más de 100 muertos y más de 500 heridos a bala en la lucha contra la oligarquía y el imperialismo.

En el 2003, cuando el pueblo organizado desde abajo derrocaba a Sánchez de Lozada, el líder cocalero andaba de viaje por Europa y constantemente agitaba el fantasma del golpe de Estado para detener la movilización popular. Caído el genocida de Sánchez de Lozada, Morales sostuvo en el gobierno al nuevo presidente Carlos Mesa y lo defendió frente a las masas. En este periodo llego incluso a boicotear y sabotear las movilizaciones y luchas populares, lo que le valió ser declarado "traidor" a la clase obrera y ser expulsado de la COB.

Desde octubre del 2003, virtualmente cogobernó con Mesa y apoyó los negocios petroleros de Repsol y Petrobras para exportar gas a la Argentina a vil precio, y defendió un tramposo referéndum para desactivar la lucha por la nacionalización de los hidrocarburos. Todo un historial contrario a la lucha popular.

MÁS DEMAGOGIA Y OPORTUNISMO

Pese a ello, en la campaña electoral, Evo no trepida en enarbolar la consigna de la nacionalización, aunque la desnaturaliza y la vacía de todo su contenido revolucionario. Así, se ha comprometido a legalizar los inconstitucionales contratos de las transnacionales como Repsol, Petrobras, Total, Enron, Shell, Panamerican, Vintage, British Petroleum y otras que se han apoderado desde mediados de los años 90 de más de cien mil millones de dólares en reservas de gas y petróleo de Bolivia.

A estas empresas les ha ofrecido compensaciones en especie y dinero para que se acomoden a la nueva ley de hidrocarburos, que aumenta ligeramente los tributos a las petroleras, pero mantiene intactos sus grandes y millonarios privilegios. Nada de expropiación, nada de confiscación, es la consigna central de Evo y el MAS, que han dado plenas garantías a la propiedad privada de los empresarios nacionales y extranjeros, que son uno de los actores fundamentales de su plan de gobierno.

El MAS y Evo Morales oficialmente han renegado del socialismo, según declaró su candidato a vicepresidente, Alvaro García Linera, el guerrillero converso que ha trocado la lucha anticapitalista por el colaboracionismo clasista y la conciliación con el imperialismo. La intención declarada del posible gobierno del líder indígena es avanzar en la construcción de un "capitalismo andino y amazónico", para que se mantenga por los siguientes 50 o 100 años, para después recién soñar en la posibilidad de avanzar al socialismo.

A los obreros les ofrece mejores condiciones de vida, pero ni siquiera quiere anular la libre contratación y las leyes neoliberales que los oprimen y sobreexplotan. A los empobrecidos campesinos les habla de mejores días y del fin de la discriminación, pero no se atreve a plantear la anulación del libre comercio y la libre importación, que han destruido su economía familiar y los han sumido en la miseria. A los sin tierra y campesinos minifundiarios les promete tierras y créditos, pero no se anima a levantar la bandera de la segunda reforma agraria ni a plantear la confiscación de los gigantescos latifundios improductivos que están en manos de 100 clanes familiares que son dueños del 85% de las tierras aptas para la agricultura y la ganadería.

La derechización del MAS y Morales es evidente, está documentada (en su programa de gobierno y en las declaraciones oficiales de sus principales dirigentes) y no deja lugar a dudas de que el primer presidente indígena de Bolivia usará poncho (la vestimenta típica del país), mascará coca y hará flamear la whipala, la bandera autóctona de siete colores, la bandera de la rebelión, pero que gobernará para fortalecer el capitalismo, defender la propiedad y la inversión privada nacional y extranjera, hará negocios con las petroleras y las transnacionales y mantendrá en pie la libre importación, el libre comercio y las políticas centrales auspiciadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

LA APUESTA DE WASHINGTON

La administración Bush, el Pentágono y el Departamento de Estado, así como los organismos internacionales, las transnacionales y los sectores más duros de la oligarquía y las élites dominantes ya han hecho su apuesta por Tuto Quiroga para presidente, y trabajan afanosamente para impedir que Evo Morales y el MAS tomen el gobierno. Así, conspiran y presionan para escamotear la posible victoria electoral del líder cocalero.

Pero, si las urnas se volcaran masivamente a favor de Evo, no impedirían tampoco que el líder campesino asuma la presidencia, aunque de inmediato lo someterían a una asfixiante presión para que no incumpla sus promesas de proteger la inversión extranjera y la propiedad privada, para que no se desvíe del camino, para que no escuche al pueblo. Washington y sus aliados quieren que Evo, si es presidente, sea un poquito más dócil que Lula y Kirchner, y un poquito menos bocón que el comandante Chávez.

De todos modos, Washington ya ha comenzado a desarmar al Ejército boliviano y a separar de las tropas y las armas a los oficiales sospechosos de simpatizar con la nacionalización de los hidrocarburos y los sindicatos.

LA VÍA REVOLUCIONARIA

En este escenario, las organizaciones sociales y populares, nucleadas en torno a la COB y las confederaciones de campesinos, vecinos y mineros, no se hacen ilusiones sobre el próximo presidente. Por ello, todos repudian a Tuto Quiroga y los más radicales y revolucionarios trabajan, además, para "desenmascarar" al MAS y a Evo, porque saben que muy pronto estarán combatiendo contra ellos. Es la labor pedagógica para no caer en la trampa de los poderosos, para no repetir la historia de la Unidad Democrática y Popular (UDP), dice el líder de la COB, Jaime Solares, al recordar el frente popular, conformado por nacionalistas, izquierdistas y el Partido Comunista, que tomó el poder en 1982 con el apoyo delirante de las masas y que gobernó con las recetas del FMI, en favor de los ricos y en contra del pueblo.

En la Federación de Mineros se cree que Evo, si es presidente de Bolivia, "concluirá postrado a a los pies del FMI". Los campesinos aymaras que siguen al Mallku Felipe Quispe, y que plantean la nacionalización sin indemnización del gas, el agua, la tierra y el petróleo, aseguran que la darán "con saña" a Morales por "traidor". En otras organizaciones sociales y populares también hay críticas y amenazas contra el candidato-presidente indígena puesto al servicio del capital y el imperio.

En este marco, se desarrolla desde este jueves, en la ciudad de El Alto, la Cumbre Nacional Obrero Popular para reiniciar la ofensiva del pueblo boliviano hacia la toma del poder, hacia el gobierno de los obreros, campesinos y la población empobrecida de las ciudades. "Ni Evo, ni Tuto, revolución", es la consigna que aglutina a dirigentes sindicales, sociales y populares, reunidos para preservar la independencia de clase frente a las opciones de la burguesía y para impulsar la idea, forjada en décadas de lucha, que la liberación de los trabajadores sólo será obra de ellos mismos.

"Los trabajadores bolivianos ahora debemos plantearnos una lucha superior por la toma del poder", dijo Solares, al reivindicar la historia y tradición revolucionaria del pueblo boliviano que concibe el fin de la explotación y el saqueo, únicamente cuando se destruya al Estado burgués mediante la insurrección armada del pueblo y se construya una sociedad sin explotadores ni explotados.

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Llamamos a votar a Evo Morales y al MAS
Por po - Sunday, Dec. 11, 2005 at 5:54 PM

Llamamos a votar a Evo Morales y al MAS
Por Jorge Altamira

El 18 de diciembre tendrán lugar las elecciones generales en Bolivia. De acuerdo con las encuestas, Evo Morales encabeza la intención de votos para la presidencia, con un 32%. Distante se encuentra el candidato de la derecha petrolera, ‘Tuto’ Quiroga, con el 23%, y más atrás, con el 16%, Doria Medina, una empresario que ha acumulado una enorme fortuna. De acuerdo a la ley boliviana, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos, la decisión queda en manos del Congreso. Doria Medina habría adelantado que sus diputados votarían por Evo. Evo Morales rechazó este apoyo y reclamó a la ciudadanía que le dé la mayoría absoluta en las urnas. Parece claro que si la distancia entre Evo y Quiroga se acortara, la presión de los sectores capitalistas y de la embajada norteamericana sería suficiente para reunir los votos necesarios en el parlamento para bloquear la victoria de Evo Morales.

Toda América Latina está pendiente de los resultados de las elecciones bolivianas y todavía más lo está Estados Unidos. El pasado 20 de noviembre, la revista del New York Times le dedicó varias páginas a la posibilidad de una victoria del MAS. El autor de la extensa nota (“¿La segunda llegada del Che?”) cita de entrada la posición sobre Bolivia del subsecretario de Defensa norteamericano para el Hemisferio Occidental, Rogelio Pardo-Maurer, uno de los segundos de Rumsfeld, en ocasión de una reciente conferencia en el Hudson Institute. En opinión de este funcionario del Pentágono, “ustedes tienen una revolución en marcha en Bolivia, una revolución que, potencialmente, podría tener consecuencias de alcance tan amplio como la revolución cubana de 1959”. Lo que está ocurriendo ahora en Bolivia, precisó todavía más, “podría tener repercusiones en América Latina y más allá con las que ustedes deberán enfrentarse por el resto de vuestras vidas (...) la bronca urbana y el resentimiento étnico se han combinado en una fuerza que está buscando el cambio en Bolivia”.

Una etapa revolucionaria

La tensión que provocan las elecciones bolivianas tiene que ver con el hecho de que Bolivia atraviesa, desde la insurrección de octubre de 2003, una etapa revolucionaria. Es una etapa que no surgió, de modo alguno, de repente, sino que fue la culminación de luchas de masas de características excepcionales en el campo y con relación a la estatización del servicio de agua, en primer lugar en Cochabamba, explotado por la norteamericana Bechtel.

El eje del proceso revolucionario es la nacionalización del petróleo y del gas. En las vísperas de la insurrección de 2003, el gobierno de entonces se aprestaba a cerrar un acuerdo de exportación de combustibles a México y Estados Unidos, a través de puertos chilenos, que serían reconvertidos en gas licuado en su destino. Para la masa del pueblo boliviano la consumación del proyecto significa una gigantesca confiscación de recursos y el entierro definitivo de cualquier posibilidad de progreso social. La ínfima renta prevista en los contratos petroleros apenas alcanzaría para colmar el déficit fiscal boliviano durante un corto período de tiempo.

La insurrección volteó al presidente Sánchez de Lozada, pero no produjo un cambio del poder político. Asumió el vicepresidente, Carlos Mesa, y se mantuvo sin modificaciones el Congreso. Para alcanzar este resultado se produjo, en primer lugar, una alianza política que no había tenido precedentes, entre los gobiernos de Bush, Kirchner y Lula. Los dos últimos sacaron al carnicero de Irak del tremendo impasse que enfrentaba su propósito de derrotar la insurrección mediante una represión militar que estaba condenada al fracaso y que hubiera seguramente puesto fin a las fuerzas armadas y al Estado boliviano. En Bolivia se manifestó agudamente la crisis internacional que le provoca al imperialismo yanqui su empantanamiento en Irak. La ‘mediación’ de Lula y Kirchner ‘canjeó’ la intervención militar por el reaseguro de una salida ‘constitucional’. A esta salida se allanaron todas las direcciones populares de Bolivia, y más que ninguno Evo Morales –el cual, por otra parte, había dilatado extraordinariamente su regreso al país por una estadía en Europa. El pretexto oficial del arreglo fue la aceptación, por parte de Mesa, de una “agenda de octubre”, que el novato presidente no estaba dispuesto a cumplir, porque planteaba, aunque vagamente, la nacionalización de los hidrocarburos.

La situación política que emergió de la insurrección de octubre no podía ser más excepcional: en el plano internacional, el imperialismo yanqui cedía su primacía absoluta sobre Bolivia a la tutela oficial de dos gobiernos centroizquierdistas que ya habían dado sus pruebas de confianza con el envío de una fuerza militar a Haití; en el plano nacional, se armaba un cogobierno de hecho entre Mesa y el MAS, que además ya tenía una bancada importante en el Congreso. El fruto de este cogobierno fue el referendo de mediados de 2004 que desvirtuó la reivindicación de la nacionalización del petróleo (confiscación de los pulpos) por la reivindicación del dominio estatal del subsuelo boliviano. El referendo dejó planteada una renegociación de los contratos vigentes (suba de los impuestos a las petroleras) y la ‘refundación’ de YPFB, en calidad de empresa estatal ‘testigo’. Sin embargo, la negativa de Mesa a promulgar las leyes que ponían en marcha la renegociación, debido a la completa oposición de los pulpos del petróleo, determinó una nueva insurrección, en junio pasado. Nuevamente fracasó el intento, esta vez de un sector parlamentario que trasladó el Congreso a Sucre, de imponer un gobierno apoyado en un golpe militar; nuevamente intervino la mediación de Lula y de Kirchner. Nuevamente, la intervención de Evo Morales fue decisiva (aun más que en octubre de 2003): de un lado para contener el golpe militar, apelando a la movilización parcial del pueblo; del otro, para poner fin a esa movilización parcial, una vez que hubo logrado el llamado a elecciones. Las elecciones que tendrán lugar dentro de poco, convocadas por un nuevo presidente, puramente interino, no son, por lo tanto, una maniobra artificial sino la resultante de un proceso político concreto; son la expresión, tanto de un ‘desvío’ de la tendencia insurreccional del pueblo (que sigue latente como ‘desvío’), como la expresión de la incapacidad del imperialismo de derrotar a las masas por las vías tradicionales. Las elecciones son la expresión de un empate político entre el imperialismo tomado como conjunto (petroleras, gobierno norteamericano, Lula, Kirchner, partidos tradicionales), por una parte, y las masas, por la otra.

En junio pasado decíamos en Prensa Obrera (N° 904): “La encrucijada boliviana se ha convertido en una muñeca rusa; del reclamo de la nacionalización del petróleo se pasó a un referendo que estableció la necesidad de una ley que modificara los contratos vigentes; la impasse con la ley derivó en el reclamo de una Constituyente; el tema de la Constituyente suscitó el reclamo de que antes se votaran las autonomías [el disfraz para mantener los hidrocarburos privatizados en los distritos de Tarija y Santa Cruz, JA] y la impasse en todos estos asuntos provocó la caída de Mesa y la salida de las elecciones. Ahora se dice que el gobierno que surja de ellas convocaría a la Constituyente, que decidiría sobre el petróleo y las autonomías (...) (pero) ningún candidato conseguiría una mayoría [absoluta, JA] para presidente (...) Han vestido a la muñeca rusa para desvestirla de nuevo”. Como lo recuerda ahora The Financial Times (16/11), “El próximo gobierno de Bolivia quedará encargado de renegociar los contratos con los inversores extranjeros del sector del gas, luego que la administración actual fracasó en cambiar los arreglos vigentes en el plazo establecido. [Esto] puede colocar las negociaciones en las manos de Evo Morales, del Movimiento al Socialismo...”.

¿Qué plantea Evo Morales?

Desde los prolegómenos de la insurrección de octubre de 2003, Evo Morales ha seguido una política extremadamente conciente, no trasunta una pizca de improvisación. Su consigna suprema es evitar una revolución social. En este menester ha revelado una habilidad poco vista; en la crisis de junio pasado, supo cabalgar entre la resistencia a una tentativa golpista de un ala del Congreso y la contención de una insurrección popular.

“El programa del MAS es mucho más moderado de lo que sus seguidores desearían”, dice el autor de la larga nota del New York Times. En relación a la nacionalización del petróleo, agrega, Evo Morales “me comentó que ‘Brasil es un modelo interesante’ de cooperación del Estado y el sector privado, y lo mismo es China”. El periodista señala más adelante en su artículo, que “los seguidores del MAS argumentan que si Petrobras puede prosperar, por qué no podría Bolivia adoptar una estrategia similar y florecer como consecuencia de ello?” Pero Petrobras es el resultado de un largo desarrollo histórico, mientras que a YPFB habría que reconstruirla con una enorme inyección de capital para que pudiera jugar, por lo menos, el rol bastante pequeño que tuvo en el pasado. Por otro lado, Petrobras no es siquiera una empresa estatal, sino una empresa privada, con participación mayoritaria del Estado, que está controlada por la Bolsa y que cuenta con una participación del orden del 40% de los fondos de inversión internacionales. Un economista que trabaja para el MAS dice que se pretende que Bolivia pueda obtener “un precio justo (por su petróleo y su gas natural) para pagar su industrialización”, pero Petrobras no contribuye a la industrialización de Brasil, ya que opera como una empresa internacionalizada, que cobra los precios mundiales y destina las ganancias a inversiones en el extranjero. Para llegar al ‘status’ de Petrobras, una YPFB reconstruida debería transformarse en la principal productora del país, es decir, partir de una base de capital gigantesca. En suma, incluso para desarrollar un capitalismo de Estado en base a la explotación del petróleo, el Estado boliviano debería, primero, concentrar los recursos de esa explotación en sus manos, que hoy son un monopolio privado. En realidad, el planteo del MAS se reduce a la necesidad de tener una empresa estatal que recaude una porción mayor de la renta petrolera que producen los pulpos internacionales. En el marco del débil Estado boliviano, una empresa de estas características no tendría siquiera una capacidad efectiva de control sobre la producción privada.

García Linera, un ex guerrillero que se transformó en teórico de la autogestión y es candidato a vicepresidente por el MAS, ha dejado bien claro que “el socialismo no es viable en Bolivia”, esto porque “el 70% de los trabajadores en las ciudades son de economía familiar”. “Usted no construye”, le dijo a Econoticias (30/8), “el socialismo sobre la base del 95% de la población agrícola que vive en una economía tradicional comunitaria”. García Linera propone, como alternativa al socialismo supuestamente inviable, “un tipo de capitalismo andino”, donde “las potencialidades familiares, indígenas, campesinas, son equilibradas, son articuladas en torno a un proyecto de desarrollo nacional y de modernización productiva”. El modelo para Bolivia, agrega, es “un Estado fuerte en hidrocarburos, en inversión extranjera, en inversión privada local, economía familiar artesanal y microempresarial, y economía comunitaria. No es ni siquiera”, remata, “un régimen mixto”.

García Linera, como se ve, concibe la transformación de Bolivia en los marcos locales –no cree, como sí lo cree el subsecretario de Rumsfeld, ya citado, que el proceso revolucionario actual tendrá consecuencias incluso más allá de América Latina. Pero un socialismo autárquico no solamente es inviable en Bolivia, lo es más todavía en Estados Unidos, donde cualquier ataque decisivo a la propiedad capitalista haría estallar al conjunto de la economía y política mundiales. García Linera postula un capitalismo ‘andino’, lo cual es un contrasentido, porque anticipa que no pretende alcanzar al capitalismo desarrollado, pero tampoco escapar a la presión que éste ejerce por su monopolio mundial. Plantea servirse de un Estado fuerte y de la inversión extranjera para congelar la economía precapitalista de Bolivia, no para hacerla transitar a un estado histórico superior; en esto consiste el indigenismo del MAS. Estamos, entonces, ante un programa históricamente reaccionario, ni siquiera ante uno reformista. Un programa que parece no tener en cuenta que un ‘Estado fuerte’, en Bolivia, es imposible si no se erige a costa del extraordinario capital extranjero, cuyo dominio no deja espacio para otra cosa.

Articulado al planteo de “nacionalizar los recursos” sin confiscar a los pulpos, un documento del Segundo Encuentro Social Alternativo (septiembre 2005) plantea convertir a Bolivia en un “eje energético” sudamericano, que se parece, por un lado, al Petrosur que postula Hugo Chávez, y a la “integración energética” que impulsan Kirchner y Lula, o sea Techint (tubos y gasoductos), Repsol y Petrobras. El ‘capitalismo andino’ se extiende aquí un poco más en la geografía, pero apunta a un negocio con los monopolios internacionales del petróleo –no a la nacionalización del petróleo en toda América Latina y a la unidad socialista latinoamericana. El ‘eje energético’ intenta superar la debilidad del planteo de ‘refundar a YPFB’ para asociarla con los pulpos con una propuesta de alianza internacional, que los propios monopolios se encuentran promoviendo en la actualidad. Aun antes del Encuentro Alternativo, el saqueo económico de Bolivia ya tenía puesta, por parte de los monopolios, la etiqueta del ‘eje energético’.

Todo sumado, la arquitectura teórica de García Linera (o sea, el programa del MAS) apunta a justificar el abandono de la nacionalización del petróleo por una renegociación de los contratos con los pulpos petroleros. Lula no solamente acaba de desear la victoria de Evo Morales, en la reciente reunión de Puerto Iguazú, sino que mucho antes Petrobras ya había dicho que estaba disponible para una renegociación. Como le observó al New York Times el ex funcionario del Banco Mundial, Joseph Stiglitz, son numerosos los pulpos petroleros que vendrían a Bolivia a ocupar el lugar de aquellos que no acepten una revisión de los acuerdos leoninos que impusieron a los gobiernos anteriores. No sería, de todos modos, el caso de Repsol, que no tiene el menor propósito de irse de Bolivia, la cual cuenta a su favor con los sólidos lazos que ha tejido con Lula, Chávez y Kirchner, y que puede sacar a relucir la ‘amistad’ entre Evo Morales y Rodríguez Zapatero.

El confuso programa del MAS es la expresión de su impasse política, o sea de la pretensión de amalgamar las violentas contradicciones sociales del país. Constituye un intento de la raquítica pequeña burguesía profesional, que tiende a ser cooptada por las multinacionales o sus dependencias secundarias, de imponerle su salida a las masas del Altiplano que viven en la miseria. En definitiva, no intenta más que teorizar un tránsito del período revolucionario a una etapa de características democratizantes, tutelada por las burguesías de los países vecinos y el imperialismo.

Tomar partido en una gran crisis política

Las elecciones del próximo 18 no son una rutina determinada por la Constitución, sino el marco de una crisis política. Las crisis políticas no vienen en envases uniformes; en ocasiones se manifiestan en un proceso electoral. Es el caso de Bolivia. Para vestir de nuevo a la muñeca rusa (o sea resolver la cuestión del petróleo y de las autonomías y producir una mejora social) Bolivia deberá pasar por nuevos cimbronazos, que pueden poner a las masas de nuevo en movimiento.

No es indiferente, ni para las masas ni para el imperialismo, que gane Evo Morales o que gane Quiroga. El corresponsal del Financial Times (18/11) cuenta que Morales es recibido en los pueblos campesinos como “un heroico conquistador antiguo”. Obviamente, se refiere, no a Carlomagno sino a Tupac Katari. Dice también que en los altiplanos que rodean a Cochabamba, lo reciben multitudes de miles de personas adornadas con guirnaldas de flores y hasta hojas de coca. “Las grandes expectativas que ha creado su candidatura pueden amenazar su capacidad para gobernar”, dice el enviado. Como se ve, no se trata de las expectativas electorales habituales, porque se inscriben en una confrontación excepcional que no encuentra salida. Cuando Morales dice en sus actos: “‘Gobernaremos como dueños de nuestro país y nacionalizaremos nuestros recursos naturales’...la multitud responde con un aplauso salvaje” (Financial Times).

Por el lado del imperialismo, Thomas Shannon, el secretario de Estado para asuntos hemisféricos, “ha adoptado un bajo perfil”, dice el New York Times, que agrega, sin embargo, que no es la posición prevaleciente. Numerosos comentarios de prensa han adjudicado la penetración militar norteamericana reciente en Paraguay a la situación boliviana. Para el gobierno de Bush, “Morales responde a Chávez”, que es lo más cercano a un anatema del imperialismo contra el boliviano. Sea como fuere, los yanquis sólo podrían aceptar a Evo Morales como un recurso último e incluso transitorio. Más allá de las contradicciones entre los limitados planteos del MAS y los reclamos de las petroleras; e incluso más allá del trabajo de contención realizado sistemáticamente por Morales, los yanquis no pueden considerar como una salida propia o estable la llegada al gobierno de un dirigente sin aparato, sometido a una enorme presión popular, en el cuadro de un Estado débil más debilitado que nunca. Aunque sigan trabajando para un golpe o incluso para azuzar una secesión de los departamentos de Tarija y Santa Cruz, los yanquis no podrían jugar estas cartas de inmediato por un conjunto de factores adversos, pero antes que nada porque no se lo permite su situación internacional ni la posición política actual de Argentina y Brasil. Para separar a Santa Cruz habría que contar con el apoyo de Brasil. Añadamos que en Santa Cruz se está desarrollando un fuerte movimiento de masas contra la oligarquía local, que defiende la unidad política de Bolivia.

En el choque, dentro de dos domingos, entre la candidatura del MAS y el imperialismo y la oligarquía local, la única posición revolucionaria admisible es del lado del MAS contra el imperialismo, pero no con la política o la estrategia del MAS sino con una política y una estrategia realmente antiimperialistas. Esta es la peculiaridad de las elecciones próximas en Bolivia. Los partidos, tendencias u organizaciones de diferente tipo, que no han logrado ocupar un lugar de lucha en el escenario electoral, por las razones que fuere, no pueden valerse de su propia incapacidad para desconocer el terreno que está planteado. En el caso de Bolivia, en particular, los sectores que se encuentran a la izquierda del MAS han fracasado políticamente en forma completa. No pueden presentar reclamos; sólo pueden recuperarse o resarcirse orientando en esta crisis a las masas que van a votar al MAS, o sea hacerlo activamente y con un programa revolucionario. Al ‘capitalismo andino’ del MAS hay que oponerle la confiscación de los pulpos petroleros y la gestión obrera de la industria; no la articulación del precapitalismo con el capital extranjero sino la asociación de las economías precapitalistas a través de un plan único articulado por un gobierno de trabajadores. En oposición al autonomismo, que en las presentes circunstancias sirve incluso a las pretensiones de las oligarquías petroleras, debería reivindicarse la formación de gobiernos locales y departamentales de obreros y campesinos.

Qué gobierno, qué Constituyente

Una victoria del MAS sería un golpe al imperialismo, incluso si ese golpe está condicionado a las perspectivas que abre esa victoria. Llamamos a votar por el MAS. No amplía los márgenes de maniobra de gobiernos como los de Lula y de Kirchner, sino que los estrecha de cara a la lucha de los trabajadores de sus países. Ensancha el campo de la lucha de clases en América Latina. Reforzaría sí al gobierno de Chávez frente al imperialismo, porque Chávez se encuentra en un choque con el imperialismo, pero no lo fortalecería en su propósito de reducir la actividad política independiente de las masas venezolanas. Ante la amenaza de que esta victoria sea desconocida por medio de fraudes o golpes, llamamos al armamento de los trabajadores para defender el resultado electoral.

Los Lula y los Kirchner dicen desear la victoria de Evo obligados por las circunstancias; en otras palabras, hacen virtud de la necesidad. Pero Lula y Kirchner se expresan de este modo porque se aprestan a condicionar una victoria del MAS a los acuerdos parlamentarios (con la venia tácita del imperialismo). Si no es por medio de un gobierno de coalición, será por medio de un gobierno ‘plural’ que integre a las ‘fuerzas vivas’ y a los ‘técnicos’. Lula ofrecerá su ‘modelo’ de gobierno de colaboración de clases con la oligarquía y el gran capital. La fase de la crisis política que inaugurará el reconocimiento de la presidencia de Evo Morales exigirá un planteo concreto de lucha contra cualquier coalición abierta o disfrazada con la burguesía o con la pequeña que actúa dentro de los círculos imperialistas. La denuncia contra cualquier forma de gobierno de coalición deberá ir acompañada con la consigna de formar asambleas populares y comités de fincas, talleres y minas. Dada la presión excepcional que la inquietud popular está ejerciendo en las fuerzas armadas, en especial en los cuarteles de Santa Cruz, donde hay resistencia a la agitación secesionista, es fundamental una actividad política concreta para la conquista práctica de los militares de base contra toda infiltración derechista a guisa de gobierno de coalición o ‘plural’.

Evo Morales ya ha dicho que convocaría a la Asamblea Constituyente para resolver la cuestión de la soberanía energética y de las autonomías. Sin embargo, para que esta Constituyente pueda convocarse en una perspectiva revolucionaria sería necesario, en primer lugar, que el gobierno que la convoca tome de inmediato medidas revolucionarias –como nacionalizar realmente el petróleo, reestatizar la previsión social (‘capitalización’), aumentar salarios y jubilaciones, establecer un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, recuperar el servicio de agua. Como el MAS no tiene la menor intención de ejercer su mandato de este modo, la Constituyente podría servir para estrangular el proceso revolucionario. Diversos sectores populares, que tienen conciencia de esta situación, plantean que la Constituyente debe excluir a los diputados que serán elegidos el 18; debe otorgar una representación calificada del 65% a los candidatos indígenas y un 15% a los obreros, o sea a los que designen como candidatos las bases sindicales. En cualquier caso, debemos criticar que se espere a la Constituyente para tomar medidas de confiscación de los pulpos y el control obrero, y sobre esta base preparar a las masas, mediante la agitación y organización, para actuar frente a una próxima Constituyente.

El llamado a votar a Morales y al MAS, con este programa, permite intervenir en la crisis política e interesar a las masas inquietas por el desenlace electoral, o sea que crea una posibilidad de organización y una posibilidad de desarrollo. Constituye una delimitación política clara frente a la tendencia al compromiso y a la capitulación de Evo Morales y el MAS. El abstencionismo, en cambio, no tiene otro auditorio que los pequeños grupos, algunos estudiantes y a las clases medias confundidas, más dispuestas a votar a la derecha que a la izquierda. Cuando un planteo político consigue reunir la condición de servir para la delimitación política del oportunismo y para la lucha práctica contra el imperialismo, podemos decir que es el más adecuado para desarrollar una alternativa revolucionaria.


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Comparaciones...
Por --- - Sunday, Dec. 11, 2005 at 6:51 PM

El MAS de Evo Morales no es un frente popular. Es un movimiento pequeño burgués. Un frente popular es una alianza entre un partido obrero (o más de uno) y un partido burgués (o más de uno).
Supongo que con esa comparación forzada pretenden decir algo, pero me parece que ni ustedes saben qué.

Y el slogan abstencionista "Ni Evo ni Tuto, revolución" (como si la revolución fuera una opción dentro de un "multiple choice") tiene un antecedente célebre en la Argentina del 73, cuando el regreso de Perón (célebre por lo ridículo). Era "Ni golpe ni elección, revolución". Fue un pedo en una canasta, igual que son ustedes.

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diferencia con tactica ante Lula - pregunta al PO
Por vito - Sunday, Dec. 11, 2005 at 7:48 PM

Hay una cosa que no me cierra, y quizá algun compañero del PO me puede aclarar: Cuál es para el PO la diferencia entre esta situación de Bolivia en la que se llama a votar por Evo con la elección de Brasil cuando Lula ganó la presidencia?.

A mí lo del PO en el caso de Lula, advirtiendo que iba a ser un gobierno pro capitalista/FMI y no llamando a votar por él, me pareció acertado e inclusive lo diferenció positivamente del resto de la izquierda, por eso no entiendo por qué ahora adopta una tactica diferente con Bolivia. Cual es la diferencia entre las dos situaciones que lo lleva a adoptar otra tactica?

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...
Por --- - Sunday, Dec. 11, 2005 at 8:53 PM

Yo no soy militante del PO, así que no te puedo contestar en su nombre.
Pero, como vos preguntás cuál es la diferencia entre la situación en la que Lula ganó la presidencia y la actual situación boliviana, yo querría hacerte una pregunta ¿Qué SIMILITUD ves vos entre ambas situaciones?
A mi juicio, no guardan el menor parecido. En asbtracto, Lula, Tabaré, Kirchner, Morales y Chávez (¿y por qué no agregar a Lagos o Bachelet?) son todos populistas de izquierda, centroizquierdistas, etc.
Pero en concreto, sus situaciones y sus acciones los diferencian (expecialmente en el caso de Chávez).
Una diferencia muy notoria es que mientras Chávez protagoniza choques (limitados, por cierto) con los yankees y mientras éstos últimos se proponen impedir el acceso de Morales a la presidencia (mediante un contubernio entre los partidos gorilas, que saldrían segundo y tercero en las elecciones), los Lula, los Tabaré y los Kirchner son los hombres de confianza del imperialismo para sus respectivos países.
Así que vuelvo a hacerte la pregunta: ¿Qué SIMILITUD efectiva ves vos entre unos y otros, más allá de su centroizquierdismo doctrinario?

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una pregunta
Por anti-jefes - Sunday, Dec. 11, 2005 at 9:34 PM

Quiero saber quien tomo esa posicion a dentro del Po de apoyar a Evo Morales ? Un gato loco o mas de uno ? Digo que no importa nada quer el Po llame a votar a morales, eso va a cambiar nada porque los bolivianos no escuchan al Po.
Encima hay una cosa que no entiendo, porque el Po critica fuertemente a Kirchner aca y apoya a Morales quien sin ninguna duda va a ser un nuevo K o Lula. Oportunismo ?

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Naaaaa
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 10:12 AM

Si te fijás bien en la nota de Altamira, vas a darte cuenta de que el PO "ataca" (uso tu palabra) a Morales no menos de lo que "ataca" a Kirchner.

En segundo lugar, no creo que tomar posición sea ocioso, aún cuando no sean muchos los que se guíen por tu posición.

En tercer lugar, es claro que el PO no "apoya" políticamente a Morales, como no lo hacen muchos activistas que lo van a votar. En ausencia de toda aternativa política independiente de los trabajadores,l PO llama a votarlo contra el designio yankee de imponer un gobierno gorila por acuerdo entre partidos que serán menos votados que Morales.

En cuarto lugar, y como aclaración, te diré que no es la primera vez que, ante la eventualidad de que un contubernio escamotée el triunfo al candidato más votado, el PO exija que éste último sea reconocido como vencedor.

Además de lo dicho, existen un conjunto de factores que justifican el voto a Morales, que fueron claramente explicados por Altamira (que no es el único que lo entiende así: la gran masa del activismo bolviano parece pensar como Altamira, y votará por Morales y contra cualquier contubernio imperialista-gorila, aún sin tener ilusiones en un gobierno del MAS que, por otra parte, no es del todo homogéneo políticamente).

En resumen: ante una violación de la voluntad mayoritaria -y especialmente si lo orquestan el imperialismo y el gorilaje- el PO no es neutral ni abstencionista.

La abtención es una expresión (una magnificación, en realidad) de la impotencia política, y equivale a marcar el paso en un mismo lugar, moentras las masas avanzan en su experiencia política.

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un par de cosas
Por lcsmrt - Monday, Dec. 12, 2005 at 1:29 PM

Con respecto al planteamiento que hacen más arriba sobre las diferencias con el caso de Lula (o, digamos, con el caso de Tabaré, casos en los cuales el PO cuestionó a las corrientes que querían votarlos).
Veamos, primero, las similitudes. Creo que queda claro que Evo M. se ubica en el campo de ese centroizquierdismo que recorre América Latina y se expresa en Lula, Tabaré, incluso Kirchner. Tiene también elementos nacionalistas burgueses que lo emparentan con Chávez. Es claramente un enemigo de la revolución social, tal como lo deja claro el artículo de Altamira (no sé si habrán notado que el artículo de Altamira contiene una crítica a Morales mucho más demoledora que el de Econoticias, a pesar de que llama a votarlo, como resultado de una caracterización -a mi juicio mucho más correcta- más amplia del contexto boliviano).
¿Por qué digo lo del contexto? Porque ahí está, justamente, la DIFERENCIA con los restantes casos de populismo/centroizquierdismo tan de moda en América Latina en los últimos años.
Fijense en los siguientes pasajes del artículo de Econoticias (insisto, el que llama a abstenerse):
"La administración Bush, el Pentágono y el Departamento de Estado, así como los organismos internacionales, las transnacionales y los sectores más duros de la oligarquía y las élites dominantes ya han hecho su apuesta por Tuto Quiroga para presidente, y trabajan afanosamente para impedir que Evo Morales y el MAS tomen el gobierno. Así, conspiran y presionan para escamotear la posible victoria electoral del líder cocalero". Vean este párrafo -a mi entender totalmente correcto-. No es que hay uno o dos burgueses asustados tipo Morales Solá en La Nación, que se ponen histéricos porque va a asumir uno que dice que es "socialista". Acá estamos hablando de que el Pentágono, el imperialismo EN PLENO y las multinacionales hicieron su apuesta por Quiroga y "trabajan afanosamente" (!) para impedir que Evo Morales y el MAS tomen el gobierno. Recordemos que en el caso de Lula, el FMI, que siempre firma acuerdos con los gobiernos, hizo una excepción y firmó un acuerdo con el PT ¡que todavía no estaba en el gobierno! Tal era la apuesta del imperialismo en el caso brasileño. Lo mismo en el caso uruguayo, quizá en forma todavía más clara.
¿Por qué ahora no? La pregunta correcta es la clave para la respuesta correcta.
¿Morales no es reformista? Sí, lo es
¿Es revolucionario? No
¿Quiere contener a las masas? Sí
¿Quiere enfrentar al imperialismo? No
¿Y entonces?
La DIFERENCIA es que Lula y Tabaré eran la carta del imperialismo porque YA HABIAN derrotado a las masas, las habían desmoralizado, las tenían bajo control. Esto no sucede con Morales, evidentemente. Volviendo a Econoticias: "en el campo popular y revolucionario, nadie quiere que Quiroga tome la Presidencia, por lo que muchos votarán por Morales, aunque no crean realmente en él"
El imperialismo ha hecho una elección. Quiere derrotar a las masas bolivianas con Quiroga. No con el centroizquierdismo de Morales, porque este no le demostró ser capaz de disciplinar al movimiento de masas. Sólo pudo contenerlo, y hasta ahí nomás. El imperialismo quiere una salida con sus cuadros tradicionales, con represión y violencia directa, no con sus cuadros "izquierdistas". No quiere una salida a la Lula o a la Tabaré, sencillamente porque no confía en que Morales contenga a las masas. No es que no confía en que Morales sea un reformista. Yo creo que los más lúcidos del imperialismo tienen claro que Morales no quiere hacer la revolución. La cosa es que no lo ven como una garantía.
Pero sigamos con Econoticias: "Si el Congreso opta por hacer presidente a Quiroga equivaldría a una virtual declaratoria de guerra civil en Bolivia". Declaratoria de guerra civil, no sé si queda claro. Creo que en esto tampoco los compañeros de Econoticias se equivocan. O sea que si el imperialismo se juega a fondo por evitar el triunfo de Morales tenemos una guerra civil. ¿Alguien puede decir que si bloqueaban el triunfo de Lula se venía una guerra civil en Brasil? ¿O con Tabaré en Uruguay?
Esta es la cosa: el imperialismo está jugado a derrotar a las masas con la victoria de Quiroga y la derrota de Morales. Si gana Morales ¿el imperialismo reconoce su derrota y se deja de molestar? Claro que no. En ese caso van a operar con Morales para derrotar a las masas. Morales ya dio muestras de que es capaz de jugarse por desviar los movimientos revolucionarios. ¿Podrá hacerlo? No lo sabemos. El imperialismo lo tiene como plan B. Su plan A es derrotar al movimiento con Quiroga. Es claro como el agua que una vez que gane Morales -si gana- hay que desenvolver una crítica y mostrar que no es capaz de cumplir con las reivindicaciones populares. ¿Podremos desenmascararlo o podrá triunfar su demagogia? No lo sabemos, pero tenemos que jugarnos a desenmascararlo, no a partir de mañana, si no hoy mismo (como lo hace Altamira en su nota). Pero los revolucionarios no pueden decir "mañana voy a hacer tal cosa, hoy, no hago nada". Porque "hoy" puede ser la antesala de la guerra civil. Fijense lo que sale en La Nación de hoy: los sectores combativos que no tienen confianza en Morales, señalan que seguirán la lucha contra él. Muy correcto. ¿Qué pasa con las elecciones? No van a votarlo. ¿Les da lo mismo? No. Ninguno de los candidatos representa al pueblo. Dicen: "Le deseamos suerte a Morales [Evo, candidato por el Movimiento al Socialismo], pero sabemos que tampoco podrá cumplir". Fijense la diferencia. Hacen el razonamiento correcto, sólo falta la conclusión. Le "desean suerte" porque entienden que el imperialismo está jugado a voltear a los que luchan con el triunfo de Quiroga. Pero en política no se puede jugar a las escondidas. Si le "deseo suerte", lo voto.

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pffffff
Por razonamiento irresponsable - Monday, Dec. 12, 2005 at 2:22 PM



un grupo de viejos blanquitos de barrio norte

que nunca pisaron el altiplano

quiere dar clase de tactica

en la guerra civil por internet

hoy en bolivia se discute a brazo partido. morales es la contrarevolucion. se basa en el campesinado rico para atacar a las masas. es un republicano burgues. le esta dando tiempo a la burguesia. cada hombre conciente vale mas que millones de equivocados. vale mas confiar en el insinto de los mineros de la fstmb, que estan buscando como ubicarse politicamente para que morales no los destruya de un plumazo. ellos no votan a morales.

el resto de los consejos apasionados desde los restaurants de congreso son patranillas irresponsables. es importante para los revolucionarios determinar a los lideres lunaticos a tiempo. para evitar problemas mayores despues.


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?!
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 2:56 PM

A mí me parece que "darle tiempo a la burguesía" es practicar el abstencionismo, algo que por otra parte sostienen también "hombres blancos" de Argentina (como probablemente sea el mismo chantapuffi que insertó el post anterior).

A mí me parece que "irresponsable" es negarse a reconocer que el hombre del imperialismo para Bolivia es Quiroga, y que el imperialismo está jugado a impedir el triunfo de Morales.
O sea que lo que el imperialismo y la burguesía necesitan para "ganar tiempo" es un contubernio que le permita ganar a Tuto Quiroga, aún cuando no sea el que saque más votos.

Por otra parte, nunca más fuera de lugar la hostilidad racial, empezando por el hecho de que el "contrarrevolucionario" Evo Morales no es precisamente ni argentino ni "hombre blanco".

Claro que se debe tomar en cuenta la posición de los mineros bolivianos (cooperativizados).
Pero, si es por "instinto", se da la casualidad que su instinto coincide con el de cierto grupete "izquierdista" de estudiantes universitarios.

Si esto no huele a obrerismo petesiano (hermanos de la abstencionista LOR-CI), no sé a qué olerá...

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todo puede ser
Por todo - Monday, Dec. 12, 2005 at 5:02 PM

puede ser que justo sea coincidente el espiritu de algun grupo izquierdista, con el de los mineros de huanuni. puede ser.
ahora yo me pregunto, pero porque sera che?

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opiniones
Por command - Monday, Dec. 12, 2005 at 5:25 PM

Mucho analisis y muchas palabras finas, cuantas veces ya hemos pasado por este camino?
Cuantos veces este camino se torno un rio de sangre?
España,Francia, Portugal, Argelia, Iran, Chile, y otra vez Bolivia.
Que el MAS no es un frente popular, porque no hay un partido burgues, es un dogmatismo asesino.
Apoyar a Morales, cuando la burguesia se prepara para arrazar con sangre y fuego, es poner confianza en el reformismo. Nunca, NUNCA EN LA HISTORIA, algun reformista supo defender algun proceso revolucionario. O SI NO NOMBREN UNO Y YA.
Cuando se juga la revolucion y la contrarevolucion, no hay campos medios, no existe "avanzar de apoco". En la guerra si no se avanza armado, es mejor no avanzar. Si evo lleva al poder, sera solo para que la burguesia se prepare en "democracia" y con la gente "esperando y con esperanzas" de que las instituciones burguesas podran darle una solucion. Este pensamiento no es digno de los revolucionarios del PO, son mas bien las ideas asesinas de la centroizquierda.
La sangre no sera de uds, que mal les pese.

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Uy dio!
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 6:05 PM

Y pensar que tanto se dijo que el PTS era el partido de izquierda cuya militancia tenía más formación teórica!

Al de las coincidencias: devanarse los sesos buscando una explicación a cada coincidencia insignificante, es el camino más seguro a la superstición.
Lo que importa es que no se puede justificar una posición sólo porque un reducido sector de trabajadores cooperativizados la sostiene, para colmo en coincidencia con (o por influencia de) un grupito estudiantil de “izquierda”.
Por otra parte, existe una masa de explotados mucho más amplia que, sin tener ninguna expectativa ni ilusión en Morales, comprende la necesidad práctica de votarlo. ¿Cuál es el motivo para desoír a esa masa de activistas objetivamente revolucionarios? ¿La misma que hace creer a los estudiantes del PTX que Zanón es la única vanguardia revolucionaria que existe?

Al que pregunta "cuántas veces se hizo la experiencia", lo domina una inmensa confusión: Acá no se trata de apoyar (o no apoyar) la conformación de un frente popular.
Obviamente, si confundís tanto las cosas, podés llegar a la más disparatada de las conclusiones (como estás haciendo).
Para salir de la confusión política (y conceptual) en que estás, yo te diría que leas ATENTAMENTE los posts donde el PO fundamenta su posición.
No tiene nada que ver el frente popular en esto. Ustedes mismos, petexianos, parecen dar por descontado -indebidamente- el triunfo de Morales.

En todo caso: ¿A ustedes les es indiferente que los yankees y la oligarquía boliviana hagan distinciones que ustedes pasan por alto? ¿Les es indiferente que un contubernio imperialista-gorila le arrebate la presidencia al candidato más votado? ¿No les dice nada que los yankees y la reacción hayan puesto todo su empeño en impedir el triunfo de Morales, porque no cuentan con que pueda frenar el ascenso de las masas bolivianas?
Si es así, no tienen ninguna posibilidad de constituirse en vanguardia revolucionaria de nada.

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refomismo puro.
Por command - Monday, Dec. 12, 2005 at 6:48 PM


para PO un grupo minusculo es la COB, la COR y la federeacion de mineros. Lo mismo solia decir Goni, lo mismo supo decir Mesa. Sus grupusculos menores.
Ahora, "la necesidad practica" de tener a Evo en el poder, solo lo creen los oportunistas como vos. Con esa logica podrias llamar a votar a Chavez o a Lula.
Pero si esto no se trata de de apoyar o no, entonces, de que se trata?
Los fundamentos del PO no son suficientes para explicar porque los revolucionarios tenemos que apoyar a Evo morales, y no apyar al "grupo minusculo" de la COB que voltio dos presidentes y pierde (con razon!) confianza en las instituciones burguesas.

Aca nadie da nada por ganado o perdido, como planteamos los dos esto no termina en las elecciones, pero uds ven como una grana victoria historica y un golpe al imperialismo que Evo Morales gane las elecciones! POR QUE ES INDIO!? pero Toledo tambien es Indio, Lula tambien es socialista, y Chavez tambien es anti-imperialista!
En si, concretamente, que ganan las masas bolivianas con Evo en el poder? Un indio que les diga que se calmen y vuelvan a sus casas y dejen la politica para "los politicos" y la lucha para otro momento. Como todo reformista en la hsitoria. Eso apoya el PO, y eso ve el PO como una gran victoria. Uds dan por asegurado que Evo no va a cuidarle los intereces a washington, pero yo no estaria tan seguro, despues de que Evo dio tantas aseguranzas, que hasta la OEA tiene que decir que apoyaria su gobierno.
Tanto hablar de revolucion...
Cuando Evo morales sea resposansable de otra masacre, uds diran, pero apoyamos criticamente y dimos muchos muchos fundamentos....

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ahh pero
Por uds son sectarios - Monday, Dec. 12, 2005 at 6:51 PM

seguro que diran que como muy sectarios no apoyamos a EVo que las masas apoyan. Pero a Chavez tambien lo apoyan las masas, pero por mas que lo defendamos en contra el imperialismo, ni PO, se atrave a darle apoyo critico. Y que ? Chavez no es de masas?

no mamen.

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mmmmmm
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 7:37 PM

Una cosa son los hechos y otra cosa, por lo general muy diferente, es lo que un grupete de izquierdistas dice sobre los hechos.
En concreto, los dirigentes de la COB y la COR ya mostraron lo “revolucionarios” que son, cuando tuvieron la ocasión: en el momento más alto del auge de masas dejaron a la burguesía recuperar el control político de la nación.

Las bases de la COB y la COR, por su parte, no supieron -o no pudieron o no quisieron- pasar por encima de esos dirigentes claudicantes.
Está claro, entonces, que no hay una real dirección revolucionaria -algo decisivo para que tenga sentido verdaderamente revolucionario el planteo sovietista- y que, por lo tanto, hay que construirla.

Por supuesto, los charlatanes “de izquierda” dejan sin explicar cómo y por qué es que un movimiento de masas -no simplemente la COB, como dice ahí- que “volteó dos presidentes y pierde (con razon!) confianza en las instituciones burguesas” permitió la convocatoria a elecciones, ni por qué la mayor parte de ese movimiento cree conveniente votar a Morales contra el candidato impulsado por los yankees. (En realidad, sobre este importantísimo punto los charlatanes del PTX -o de la LOR-CI- no parecen tener nada que decir!).

Yo no me puse a analizar todos los detalles del comunicado que emitieron COB, COR y demás, pero de entrada me parece bastante ambiguo (demasiado, diría). Por lo demás, todo queda en los papeles, nada de acción.
Aún así, por lo que leí, no se justifican las ilusiones del PTS (o de la LOR-CI), que son nada más que eso: ilusiones. Y las ilusiones en dirigentes que se han demostrado claudicantes son siempre fatales en situaciones revolucionarias o pre-revolucionarias.
La actitud de Altamira es diametralmente opuesta: No es sobre la base de ilusiones en Morales que el PO llama a votarlo, como puede constatar cualquiera que lea la nota de Altamira al respecto.

El comunicado agitado por los petesianos (la LOR-CI) habla de soviets futuros. Pero de soviets futuros puede hablar cualquiera. Y mientas tanto ¿qué hacer? “Abstención”, nos responden. Es decir: no hacer nada.
Si la organización soviética está planteada hoy, los soviets hay que hacerlos hoy. (cabría preguntar cuál es la razón por la que no se hacen ¿no? pero los petesianos tienen por costumbre evitar puntillosamente cualquier pregunta embarazosa).
Lo cierto es que los soviets no se hacen por decreto. O sea que si los soviets estuvieran planteados hoy, los más probable es que existieran ya hoy. Los de esta gente son soviets de papel, es decir que tapan su impotencia y su inacción con papeles.

No querría dejar pasar un infundio vergonzoso: Eso de que el PO llama a votar a Morales “porque es indio” es un invento. Deberían leer las posiciones que quieren criticar, en vez de macanear tanto. La deshonestidad y la mentira nunca son revolucionarias, muchachos.

Con respecto a la pregunta sobre qué ganarían las masas con Morales en el poder (y conste que Altamira señaló muy claramente que Morales no vehiculiza las aspiraciones de los explotados bolivianos), la respuesta que puedo dar yo es que el triunfo de Morales representa en primera instancia la derrota de los designios yankees. ¿O ustedes niegan que Quiroga -y no Morales- es el candidato de los yankees y la oligarquía santacruceña?
Es más: dudo mucho que los yankees permitan por las buenas un triunfo de Morales, ya que la legislación hace posible el nombramiento de Quiroga, aunque no sea el primero en votos. ¿Consideran que este punto no es digno de ser tenido en cuenta?
Mal por ustedes: simplemente deberán marchar a la zaga de los acontecimientos, porque es muy probable que, en estas condiciones, el solo hecho de defender el derecho de Morales a la presidencia, en tanto candidato más votado, requiera una gran movilización de masas, cuya tendencia natural será superar las limitaciones "moralistas" (por Morales, digo).
El PO no plantea que esa movilización deba subordinarse políticamente a Morales, al contrario (en esto también Altamira fue muy claro).

Pero no es una cuestión de papeles. Mientras no exista una alternativa política independiente de los explotados bolivianos, Morales tendrá posibilidades de subordinar a su política conciliadora la movilización popular. Por lo tanto, es en el curso de esa movilización que se debe dar la pulseada por la construcción de una direccióbn obrera revolucionaria, y no en los papeles.

En fin, si quieren criticar al PO, critiquen lo que el PO dice, no lo que no dice. Y, ya que estamos, fíjense mejor en lo que dicen (y más aún: en lo que hacen) los dirigentes de la COB y consortes.

En cuanto a Chávez: en una confrontación entre los escuálidos y Chávez -no en los papeles, sino en los hechos- ¿ustedes son neutrales? El PO no.

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iguales a su lider
Por secta - Monday, Dec. 12, 2005 at 8:00 PM

La historia se repite...los trotskistas insisten...
¿De donde sacaron que los frentes populares son un arma del imperialismo?

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la dialectica del reformismo.
Por * - Monday, Dec. 12, 2005 at 8:17 PM

mientras aparezcan los soviets que hacemos?

vos decis es nada o apoyar el reformismo. Siempre el reformismo dijo lo mismo. "la revolucion no es ahora, ahora que hacemos, vamos por partes"
Como si los revolucionarios nos tendriamos que quedar entre apoyar a evo o esperar a que Solares forme los soviets.
La razon por la cual no hay soviets, es simple, porque la cob sigue bajo la direccion de SOlares y otros dirigentes que, como la lorci mencion ya mas de una vez, es la razon por la cual no hay un INstrumento Politico de los Trabajdores, y por la cual no se extendio y concretizo la asamblea nacional popular.

NO dar apoyo politico al projecto de contencion de masas, que todos acordamos lo que es, no significa cruzarse de brazos. Nadie pone fe en Solares, pero la falta de politicas de Solares, no equivalen a la traicion que apunta a consumar Evo Morales.
Cuando Solares salia a buscar generales chavistas, morales apoyaba a Mesa. Y los revolcionarios nos cansabamos de repertir que hay que construir la asamblea nacional popular.

SU mensaje es claro "Pero no es una cuestión de papeles. Mientras no exista una alternativa política independiente de los explotados bolivianos, Morales tendrá posibilidades de subordinar a su política conciliadora la movilización popular. Por lo tanto, es en el curso de esa movilización que se debe dar la pulseada por la construcción de una direccióbn obrera revolucionaria, y no en los papeles."
Pero la construccion ahora pasa por apoyar a Evo Morales muchachos? O uds construyen "alternativas politicas independientes mientras votan al reformismo?
COmo cunfunden una cosa con otra? Luche y vote? uds son los morenistas!

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La dialéctica del charlatanismo
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 8:57 PM

Al que firma como “secta”, le respondo que, efectivamente, los frentes populares son un recurso de salvataje del régimen capitalista, en condiciones en que ésta ya no puede gobernar por medio de sus partidos tradicionales.
No es justamente el caso del imperialismo y de la burguesía boliviana, que están jugados a gobernar por medio de los partidos gorilas, y de bloquear el acceso de Morales a la presidencia.
Aún así, considero erróneo llamar “frente popular” al movimiento pequeñoburgués que lidera Evo Morales. Tampoco votar a un candidato conciliador o centroizquierdista equivale a conformar un frente popular, que consistiría más bien en que un partido que se reclama obrero se integre en una alianza política medianamente estable con un partido burgués.
Es claro que como a los muchachitos del PTX, en sus cursos acelerados de trotskismo para principantes, les enseñaron que la peor claudicación posible es el frentepopulismo, deben tildar de “frente popular” aquello que su dirección les señala como una política claudicante. No será muy exacto, pero sí muy pintoresco.


Al del asterisco:

Lo de que “la revolución no es ahora” yo no lo dije (y, en verdad, tampoco hablé de que los soviets “aparezcan”).
Al contrario: yo creo que hay que empezar a actuar AHORA, son ustedes los que -mientras hacen gesticulaciones “de izquierda”-están dejando todo para marzo del 2006 (curiosamente para después de resuelta -quién sabe cómo- la crisis política que suscita y suscitará el proceso electoral, haciendo gala de una llamativa adaptación pasiva al calendario electoral).

El PO no apoya mingún proyecto de contención de masas. No apoya políticamente a Morales. Si no leíste lo que escribió Altamira, no estás en condiciones de criticarlo. Te ponés en ridículo con tus malabares para distinguir entre las ilusiones en Solares y las ilusiones en Morales.

En cambio, ustedes sí están apoyando a dirigentes que ya se mostraron conciliadores, en lo más alto de la movilización revolucionaria de los explotados bolivianos. Lo peor de todo es que el apoyo que ustedes les prestan no pasa por una acción tácticamente asumida, sino por expresas declaraciones políticas.
Es hipócrita de su parte decir que “no ponen fé en Solares”: leé el post anterior que defiende tus mismas posiciones. El que no sostiene ninguna ilusión en Morales es Altamira. Insisto: leé su nota.

Efectivamente, ustedes no están haciendo nada: Tiran todo para más adelante, y se declaran totalmente neutrales entre el candidato directo de los yankees y el candidato centroizquierdista de quien todos sabemos que no puede garantizar el control del movimiento de masas, no puede impedir su desarrollo (algo mucho más factible para Quiroga si consigue el apoyo de la burguesía y el imperialismo en bloque).

En cuanto a la construcción de una asamblea popular de los explotados bolivianos ¿vos crees que, en la medida en que salga de los puros papeles, el PO no la va a impulsar, sólo porque en el actual contexto -y no en uno hipotético, de papel- llama a votar por Morales?

Sobre lo de construir alternativas políticas independientes de los trabajadores mientras se llama a votar a Morales ¿por qué no? En los años 20 Lenin proponía exactamente eso: desarrollar al partido comunista como una alternativa política de los explotados al tiempo que llamaba a votar al Laborismo, sin depositar ninguna confianza política en él. ¿Por qué proponía esto? Porque el PC británico era diminuto, heterogéneo (provenía de una dudosa fusión entre distintos grupitos menores) y carecía de toda influencia en el proletariado británico. ¿No te suena a nada?

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ni ahi
Por samsung - Monday, Dec. 12, 2005 at 8:58 PM

los morenistas movian miles de obreros PO clientela miles de desocupados.
el po no es para nada el mrenismo.

si tiene todas las cuotas del reformismo, porque en los hecho, vota al reformismo.
dicen que porque saben distinguir entre evo y tuto. desde ya que sabran distinguir entre chavez y la OEA, o entre lula y José Serra.
Evo llevaria adelante "una lucha practica contra el imperialismo" mas o menos como la lleva Chavez. Luchadores sin cansansio ya los vimos como transpiraban en Mar Del Plata.

Ellos, (PO), hacen politicas de masas (sic!) el "abstencionismo" hace politica para grupitos o estudiantes.
Si las masas escucharan a PO, votarian a Evo Morales, y consumarian la trampa electoral.

Que suerte para las masas bolivianas, que no deben saber quien es Altamira.

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?
Por hipocrita? - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:14 PM

mira aca esta la pagina de la lorci:
http://www.lorci.org/
decime un lugar donde "pongan fe " en solares.
Si a vos te parece correcto no apoyar a la COB. no se que te pasa. POr que el MAS no es comparable al Laborismo britcanico, papanata, la COB es comparable al laborismo. POrque es un organismo proletario.
En la COB, los que dieron lucha para que conformara un instrumento politico, fueron los revolucionarios de la LORCI, vos y Altamira, estaban escribiendo el cuento del apoyo a Evo morales.

" Efectivamente, ustedes no están haciendo nada: Tiran todo para más adelante" vos querras adjudicarlas las nuevas consignas de la COB, LA COR y FSTMB y la cumbre que salio recientemente a la lorci, no se si te podras imaginas una asamblea obrera.

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ah sí?
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:14 PM

Si es como vos decís, que el morenismo hace política de masas y bla bla bla ¿cómo es que sacó todavía menos votos que el PO?

Lo del clientelismo con los desocupados, no es aplicable al Polo Obrero, pero sí le cabe como anillo al dedo al MST-TV, formado entre gallos y medianoche, tardíamente, después de años de que el morenismo llevaba diciendo que los desocupados eran lúmpenes despolitizados e impolitizables.
Esto quizás podrá ser verdad respecto de los desocupados que reclutó o clientelizó el MST, ya que el morenismo no hizo trabajo político entre ellos (simplemente conseguía planes y bolsones para competir con los verdaderos movimientos de desocupados), al punto de que cuando quiso hacer su propia "asamblea piquetera" fue apenas la mitad de los delegados que esperaba reunir (y no sigo con este tema escandaloso porque me da cosita cebarme en el ridículo ajeno).

El morenismo hace unos diez años todavía triplicaba al PO en todos los terrenos. Hoy no puede competir en nada con el PO, cuya implantación sindical sólo es menor a la de la CCC (en en ámbito de la izquierda, se entiende).

¿Es necesario mencionar que el morenismo en ninguna parte puede exhibir una influencia semejante a la que el PO ha logrado en Salta o Santa Cruz?

El colmo de los colmos es la ampliación que pretendieron hacer hacia los trabajadores peronistas y cristianos con la candidatura de Mario Cafiero. Terminó sacando menos votos que el "sectario" candidato del PO para el mismo cargo.

Morenista: hubieras hecho mejor en quedarte calladito, pichi.

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ja
Por que joda - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:15 PM

Pero el morenisto de los 80!!
el PO le gana a los cadaveres nomas!
JA!

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ayayay
Por el mas - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:20 PM

el morenismo proviene del MAS, de Nhahuel MORENO.
el mas en los 80, movia miles y miles de obreros, llenaba estadios, y MOreno fundo una corriente marxista internacional enorme.
de ese "morenismo" se refiere el post anterior.
no del que uds le ganan en SALTA o en SANTA CRUZ! JAJAJ!

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Bah
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:35 PM

No te ofusques: sos vos el que reivindica abiertamente un documento FIRMADO por los dirigentes de la COB, la COR, etc.

Esos dirigentes son los mismos que claudicaron, no en los papeles, no en cualquier circunstancia, sino cuando las masas movilizadas (y al precio de decenas de muertos y cientos de heridos) tiraron a Goñi y bloquearon totalmente el acceso a los órganos de gobierno.

Por lo demás, sólo tenés que leer los posts que están más arriba, donde se defienden tus mismas posiciones. Fijate si no hay allí una valoración ilusoria de estos elementos claudicantes y engañosos.

Mejor mostrame vos en qué parte de la nota de Altamira se fomenta ilusiones en Morales, dale.

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aaahhhhhhh
Por --- - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:38 PM

No hacía falta que me aclares que el morenista habla de algo que no existe.
Como sea, si el morenismo fue numeroso y hoy no lo es ¿no será justamente por las cagadas mayúsculas que cometió cuando era numeroso?
La cabeza debe servir para algo más que ponerse el gorro (incluso en el caso de que se sea morenista!)

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desde ya
Por toda la razon - Monday, Dec. 12, 2005 at 9:46 PM

la falta de consecuencia y principios, es decir, que claudico al reformismo y el oportunismo fue lo que lo destruyo.
ya ejemplos historicos sobran,
ahora, porque optas por volver a cometerlos...vos segui buscando "fundamentos"....

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ja
Por ilusiones no - Monday, Dec. 12, 2005 at 10:16 PM

ilusiones no vote si.
que lindo slogan para la campaña.


ILUSIONES NO, VOTO SI.

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