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Tiempo al tiempo.
Por Luciana Acevedo - Tuesday, Dec. 13, 2005 at 12:57 PM
lucafantasma@campusred

La importancia de la valoración del propio tiempo ante las exigencias de las demandas de las sociedades actuales.

Tiempo al tiempo....
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Tiempo al Tiempo... Desde hace bastante tiempo que los hombres venimos fantaseando con que los avances de la tecnología, los transportes eficientes y la comunicación instantánea del mundo moderno nos liberarán de las imposiciones del reloj y nos generarán gran cantidad de tiempo libre que podremos ocupar en nosotros mismos. Sin embargo el tiempo no parece alcanzar nunca y se ha transformado en la mercancía más valiosa del momento. Los inventos tecnológicos nos han quitado nuestro tiempo y por medio de ellos se nos ofrecen tantas novedades que terminamos no sabiendo qué es lo que realmente importa. La vida contemporánea nos asedia y nos impide volver a nuestras verdades, a nuestro yo y a respetar nuestro propio ritmo. Ana P. Quiroga, Directora de la Primera Escuela de Sicología Social de Buenos Aires, en su libro Crisis, procesos sociales, sujeto y grupo nos dice respecto al tiempo y a la tecnología de los medios de comunicación: “Las actuales transformaciones se manifiestan en su magnitud y aceleración, tanto en los procesos macrosociales como en los hechos aparentemente más banales de nuestra vida, produciendo significativos impactos en lo subjetivo al modificarse, por ejemplo, por obra de lo mediático, los registros de tiempo y espacio. Estos son esenciales a la organización de nuestra cotidianidad, a la percepción de nosotros mismos y nuestro contexto. En síntesis, a nuestra identidad y a la noción de prójimo, a la vez semejante y otro”. Las sociedades actuales nos impulsan a vivir los momentos lo más rápido que se pueda olvidándonos del tiempo que nos lleva procesar cada instante. El tiempo externo se ha acelerado notoriamente, corremos contra ciertos vencimientos, fechas tope, etc, que hacen que nuestra vida atente seriamente con el tiempo que llevamos dentro. Por estas razones es que en todo el mundo se ha generado una nueva tendencia que propone dedicar a las cosas el tiempo que merecen. Se trata del movimiento Slow (lento) una nueva cultura o filosofía de vida que cuestiona la velocidad con la que se consume el tiempo en las grandes ciudades. Se inicia en Roma, en 1986, cuando un grupo de cocineros italianos repudiaron la instalación de un local de comidas rápidas y encabezados por Carlo Petrini, impulsaron, empezando por el norte de Italia, la apertura de locales en los cuales se cultivasen los ingredientes, se preparara la comida y se ingiriera el alimento a un ritmo natural y lógico, disfrutando de ella y de compartirla. Este movimiento luego se trasladó a otros temas surgieron, así, las ciudades lentas con muchos bancos para sentarse que permiten disfrutar de ellas, sin relojes públicos, con horarios laborales más cortos, con una velocidad máxima de 20 Km. por hora, sin carteles publicitarios, etc. Luego, se crearon colegios en donde lo fundamental es el tiempo que se necesita para aprender un tema, en estas escuelas no existe el timbre. Un ejemplo es el Martín Luter King, de Berkeley California. El movimiento Slow se ha extendido ya a 104 países y compromete activamente a más de 80 mil personas. El periodista Carl Honore, autor de Elogio a la lentitud ha sido uno de los impulsores del movimiento, su libro ha sido traducido a varios idiomas y trasmite la filosofía del movimiento. “Se busca crear un mundo mejor donde la gente viva sano y más plenamente. Vivir con calma para poder disfrutar más la vida y como consecuencia uno se vuelve más productivo a largo plazo”. El trabajo es el obstáculo más difícil de vencer porque el mundo laboral actual nos dice que hay que moverse rápidamente. El hacer las cosas respetando su debido tiempo no significa hacer menos, ni menor productividad sino hacer las cosas con más calidad y produciendo con mayor perfección y con menos estrés. Significa retomar los valores esenciales del ser humano, la familia, los amigos y de la simplicidad de vivir y convivir. Slow no busca oponerse al capitalismo sino que busca lograr un capitalismo más equilibrado y menos destructivo. Algunas compañías multinacionales como la cadena hotelera Marriot, British Airways o Nestlé bajo el slogan "rápido no siempre es mejor" llevaron adelante diversas estrategias. Por ejemplo, decidieron flexibilizar los horarios de sus empleados, promover el almuerzo fuera de la empresa y fomentar el respeto a un horario fijo de salida. “El trato humano es el que más sufre esta aceleración. El cortoplacismo nos hace estar en otra realidad, una que no es la verdadera. El Siglo XXI propone una incapacidad para concentrarnos y enfocarnos en una sola cosa y ponerle la energía a eso para poder establecer verdadero contacto con las personas y cosas que nos rodean.” Opina Carl Honoré. Naturalmente ciertos grupos viven en correspondencia con su tiempo natural, un ejemplo es la comunidad mapuche Millaín Currical, en la Provincia de Neuquen, que está a 40 Kilómetros de la ciudad más cercana (Loncopué) y que vive sin energía eléctrica. La gente de esta comunidad en esas condiciones de vida depende más de su reloj biológico y de su relación con la naturaleza. Por ejemplo tienen tierras de veranada y de invernada, en las que emigran durante el año. También, respetan mucho las horas totales de sueño que varían, según su tiempo, en verano e invierno. En la ciudad le damos al reloj biológico muy poca oportunidad de mostrarse como es y lo sujetamos al ritmo que nos exige el mundo exterior. En la Argentina el Movimiento Slow se manifiesta a través del club de afiliados a las tropas del buen comer y beber que ya congregan 200 miembros y tiene 7 sedes: Córdoba, Tucumán, Rosario, Mar del Plata, Mendoza y Buenos Aires. En su página Web Slow Food explica su pensamiento diciendo que lo que ellos hacen es educación alimentaria y del gusto, innovadora y original, basada en el despertar y formación de nuestros sentidos; en la degustación como experiencia formativa y de conocimiento; en el aprendizaje de las técnicas productivas de los alimentos. La llegada del Movimiento Slow a la Argentina, aunque sea desde Slow Food, es una buena alternativa para todos aquellos que reconocemos los excesos de las sociedades actuales y buscamos modificar nuestra vida haciéndola más acorde a nuestro propio tiempo.

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Slow Mpvement Argentina
Por Carolina Mussi - Monday, Oct. 09, 2006 at 12:09 AM
slowmovementarg@fibertel.com.ar

Si querés contactarte con el Slow Movement Argentina, escribinos a
slowmovementarg@fibertel.com.ar

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VERDE PAISAJE
Por georginaroth - Monday, Oct. 15, 2007 at 2:13 PM
georginaroth@gmail.com 02229493387 estacion camps - Entre Rios

VERDE PAISAJE...
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Estoy terminando de leer el libro "ELOGIO DE LA LENTITUD" de CARL HONORE. Y con placer he comprobado que esta teoría SLOW ya la estoy practicando hace un tiempo, principalmente cuando estoy en Verde Paisaje.




Mirar el paisaje y no hacer nada. Sentarme de noche a mirar las estrellas. Actividades manuales, como la jardinería, tejer, pintar, arreglar muebles, pintarlos. Darme tiempo para la lectura o para las caminatas.




También lo hace mi marido.




Y lo que mas placer me da es que lo hace mi hija, jugar con los perros, leer, andar en bicicleta, caminar, mirar las estrellas y estar con amigos.




Y sin querer tambien estamos poniendo en practica la SLOW FOOD, porque compramos muchos productos a los campesinos, y nos tomamos el tiempo para cocinar y para comer.




VERDE PAISAJE sin proponerselo, siguiendo solo nuestra intuición de lo que nosotros necesitabamos, es un lugar muy apto para practicar el TURISMO SLOW.




No me gustan los encasillamientos, pero si tenes ganas y necesidad de hacerlo, VERDE PAISAJE es el lugar ideal.




Te recomiendo leer el libro que si bien no es una joya de la literatura, dice algunas cosas muy ciertas.

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