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TERRORISMO DE ESTADO EN COLOMBIA.
Por EL MILITANTE -
Thursday, Dec. 22, 2005 at 2:37 PM
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Colombia. Terrorismo de estado contra
los sindicalistas y activistas de la izquierda
Autor : Raúl Navas
Fecha :
( 21-Diciembre-2005 )
Categoria : Colombia
n el
mundo occidental nos intentan vender una imagen falsa del gobierno
colombiano de Uribe, hablan de un país prospero, responsable y
democrático. Pero la realidad es muy distinta a como nos la pintan.
Uribe no es más que un agente del imperialismo estadounidense y de
la corrupta oligarquía colombiana. Sobran razones para decir que el
estado colombiano utiliza la represión y el terrorismo de estado
contra todo opositor político.
En mayo de 2006 hay
elecciones presidenciales en Colombia y Uribe no tiene asegurada su
victoria. Recientemente, hemos sido espectadores de la campaña
hipócrita de la prensa burguesa, que ha querido deslegitimar la
undécima victoria electoral del chavismo por considerar que un 75%
del electorado se abstuvo, pero hay que recordar que Uribe gano las
elecciones presidenciales con un 80% de abstención, en un país donde
el voto es obligatorio y no voluntario como en Venezuela.
9 de cada 10 asesinatos de sindicalistas que ocurren
en el mundo se producen en Colombia, con un 100% de impunidad. Según
cálculos de la Central Unitaria de Trabajadores (principal sindicato
de Colombia) desde la llegada de Uribe al poder unos 170
sindicalistas han sido asesinados impunemente. A estas atrocidades
hay que sumar las continuas desapariciones, amenazas, torturas,
secuestros y despidos de destacados sindicalistas de izquierda. En
el año 2002 hubo 1.974 desaparecidos, en el 2003 fueron 4.800
civiles los arrestados falsamente acusados de rebelión civil y más
tarde han tenido que ser puestos en libertad por falta de pruebas.
Se calcula que durante el gobierno de Pastrana había unos 360
sindicalistas amenazados de muerte, ahora con Uribe la cifra supera
los 670. Todo vale a la oligarquía colombiana para facilitar las
privatizaciones, reducir el tiempo en la negociación de los
convenios e impedir las huelgas. Según la CIOSL (Confederación
Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) Colombia es el
país más peligroso del mundo para un sindicalista. Según un sondeo
realizado por el Departamento Administrativo Nacional de
Estadística, más del 70% de los residentes de Bogotá se sienten
inseguros. Entre mayo de 2003 y abril de 2004, 90 sindicalistas han
sido asesinados y 8 han sufrido atentados. En el año 2004, 5
dirigentes sindicales desaparecieron, 6 fueron secuestrados, 20
fueron detenidos y 92 fueron obligados a abandonar su ciudad. Según
la organización perseguida Fundación Comité de Solidaridad con los
Presos de Colombia, hay más de 7.000 presos políticos en Colombia y
el 60% de las detenciones políticas no tienen nada que ver con la
guerrilla.
Durante los cuatro primeros meses de 2005
han asesinado a 16 sindicalistas, 123 fueron amenazados de muerte,
dos sufrieron atentados y más de 40 fueron detenidos o secuestrados.
El ejército y la policía cómplices de los
paramilitares
Los derechos laborales en Colombia
están absolutamente pisoteados, en el año 2003, de los 112 paros que
hubo, 11 fueron declarados ilegales y en los 10 primeros meses de
2004, de 30 huelgas que hubo, 27 fueron declaradas ilegales o
incluso terroristas
Pero la represión
desgraciadamente no solo afecta a sindicalistas, también afecta a
periodistas, profesores o defensores de los derechos humanos. Desde
1993, 650 profesores han sido asesinados. Según la Federación
Colombiana de Educadores, 191 profesores han sido asesinados entre
el año 2000 y 2003. En Colombia si eres alguien que lucha por
mejorar las condiciones de vida, tu vida corre peligro cada minuto,
en cualquier momento puedes ser asesinado por grupos paramilitares
de extrema derecha.
Desde diciembre de 2003 casi
2.000 personas han sido asesinadas por grupos paramilitares. Según
cálculos de una ONG colombiana, los paramilitares asesinaron a 1.899
personas durante el proceso de paz de Uribe con la guerrilla. Pero
los paramilitares no son grupos separados del estado, sus métodos no
son exclusividad suya, el ejército y la policía también utiliza todo
tipo de métodos represivos, prueba de ello es que el 5 de agosto de
2004, el ejército acribilló por la espalda a balazos a 3 dirigentes
sindicales desarmados en la región de Arauca. Los autores del
asesinato están libres ya que la acción no fue considerada delito.
Existe complicidad entre el estado y los grupos de
extrema derecha. Sino como se explica que de los casi 4.000
sindicalistas asesinados en los últimos 15 años, sólo 5 hayan
desembocado en condenas judiciales. Existen denuncias de que el
gobierno gasta millones en pagar a personas para que hagan de falsos
testigos y acusen sin pruebas a líderes sindicales de ser
terroristas. Hay informes de la ONU que hablan de decenas de grupos
paramilitares que operan conjuntamente con el ejército y la policía
para asesinar a sindicalistas.
En los últimos meses
se está llevando a cabo una negociación entre los grupos
paramilitares de extrema derecha y el gobierno de Uribe, uno de
estos grupos paramilitares, el Bloque Norte de las Autodefensas,
torturó y asesinó a 22 campesinos el pasado 4 y 5 de diciembre con
armas de fuego en el municipio de Curumami, además se llevaron todo
el ganado y objetos de valor de los campesinos, ninguna autoridad
judicial o policial hasta el momento se ha molestado en investigar o
identificar a los cadáveres o a los propios asesinos, este es un
claro ejemplo de cómo el aparato de estado colombiano es cómplice o
en el mejor de los casos extremadamente pasivo frente a la violencia
de la ultraderecha. Es más, el pasado abril el propio ministro de
comercio de Colombia, Jorge Humberto Botero, justificó el uso de la
tortura en una entrevista que concedió al diario El Colombiano.
Cada día salen a la luz numerosas listas negras de
sindicalistas marcados como objetivos para ser asesinados. En
octubre de 2004 salió a la luz el escándalo de la Operación Dragón:
una lista de 85 lideres políticos y sindicales de izquierda a los
que habían planeado asesinar los servicios secretos colombianos y
los paramilitares.
Cada dos días muere un
colombiano de hambre
Es normal que haya líderes
sindicales y políticos que luchen por una vida mejor en un país en
el que según la ONU, 2.5 millones de niños trabajan en condiciones
salvajes y cada dos días muere un colombiano de hambre. Colombia es
un país con una desigualad tremenda, el 0.4% de los colombianos
(15.273 personas) posee el 61.2% de la tierra de Colombia, 114
millones de hectáreas, mientras que 3.5 millones de personas poseen
el 24.2%.
Conociendo el carácter terrorista del
estado colombiano uno se pregunta: ¿Qué hace EEUU, la UE, la
comunidad internacional ante todo esto? La respuesta es simple:
apoyar al gobierno de Uribe y culpar de la violencia a “grupos
narcoterroristas de extrema izquierda”. EEUU, durante los últimos
coletazos de la administración Clinton, inventó el plan Colombia y
la guerra contra las drogas y el narcotráfico. EEUU ha suministrado
más de 4.000 millones de dólares al gobierno colombiano en los
últimos 5 años. En teoría, el gobierno estadounidense gasta una
cantidad ingente de esfuerzos en erradicar la droga del continente
americano y a ello va todo el esfuerzo y la ayuda a Colombia, pero
la realidad demuestra que esto no es así. EEUU, bajo el pretexto de
la guerra contra las drogas, intensifica su poder económico en
Colombia y defiende con todo tipo de métodos los intereses de sus
multinacionales.
La política de la administración
Bush son los fumigaciones masivas de los campos colombianos para
erradicar la coca, pero las cosas son más complejas de lo que
parecen. Las fumigaciones no acaban con la coca, los campesinos al
no tener otra alternativa para sobrevivir, intentan volver a sembrar
coca en los campos fumigados. Por otra parte, las fumigaciones
masivas son un negocio muy jugoso para las empresas norteamericanas
que se dedican a ciertos productos químicos, es el caso de Monsanto,
una multinacional americana que se hizo de oro en Vietnam vendiendo
cantidades incalculables de sustancias toxicas y que ahora esta
ganando mucho dinero el Colombia. Monsanto es la mayor productora de
Glisofato (el veneno más vendido en el mundo), que es el producto
que se utiliza en las fumigaciones y que Colombia compra sin cesar a
esa empresa. EEUU y sobre todo Colombia gasta millones de dólares en
glisofato, además de aviones y helicópteros, que van a parar a
empresas estadounidenses. Pero no hay que olvidar que el glisofato
no sólo erradica la coca, también acaba con todo lo que encuentra,
se calcula que por cada hectárea de coca fumigada, se fumigan 4
hectáreas de selva, lo que provoca la muerte de árboles, cultivos
animales (208 especies anfibias están en peligro de extinción por
las fumigaciones en zonas colombianas) y también a personas. El
glisofato afecta a las plantaciones de comida, pastizales y fuentes
de agua. Según estudios de la Acción Ecológica de Ecuador, el 100%
de la población que vive ubicada a 5 km de las zonas fumigadas se
han visto afectadas por fiebre, cefalea, diarrea y otras
enfermedades. El estudio de un médico llamado Adolfo Maldonado,
revela que 47 mujeres estudiadas que habían estado cerca de las
fumigaciones presentaban lesiones genéticas en un 36% de sus
células.
Los campos fumigados son literalmente
destruidos y desaparece toda posible actividad de vida, los
campesinos se arruinan, no sólo se destrozan los cultivos de coca,
sino también todo tipo de cultivos legales, no pueden cultivar nada
salvo semillas transgénicas de Monsanto, que son las únicas que
resisten el glisofato, su otro posible medio de vida es la
ganadería, pero los animales mueren sin remedio en las granjas
debido a las intoxicaciones. Está demostrado que las fumigaciones
causan graves infecciones respiratorias y cutáneas, especialmente en
niños. Aún con todas las masivas fumigaciones, el 80% de la cocaína
se sigue produciendo en Colombia, una de las razones se encuentra en
que hay una variedad de coca que resiste al glisofato y este dato es
públicamente conocido desde 1996, pero se sigue utilizando
masivamente por la gran cantidad de dinero que hay en juego. La
revista colombiana Gatopardo publicó recientemente un artículo en el
que decía: “parece que los millones y millones de dólares que
invierte EEUU en las fumigaciones de la selva colombiana sólo sirven
para despoblar de maleza los cultivos de los varones de la droga”.
Pero la embajada americana en Colombia continúa justificando no
cambiar de herbicida diciendo que al día de hoy: “las fumigaciones
son efectivas en un 99%”. En realidad a veces se utilizan otros
herbicidas como el Fusarium y Roundup (que también combaten a la
coca) pero que en territorio de EEUU están prohibidos por el
gobierno ya que destruye las cosechas y toda la zona de paliación.
Colombia importa tantos herbicidas a EEUU que ya no
sabe ni donde arrojarlos, el pasado mes de septiembre, habitantes en
la frontera con Ecuador se quejaron de que fueron arrojaron
herbicidas en sus aldeas, destrozando así sus cultivos. En
septiembre cientos de familias campesinas se manifestaron en
Cantagallo por las terribles consecuencias que tienen las
fumigaciones, ya que muchos de ellos están afectados por
enfermedades que derivan de los herbicidas, un campesino en la
manifestación comentaba “Se fumiga, además de la coca, los cultivos
de alimentos, los pastos para el ganado, las selvas, los cuerpos de
agua y los acueductos y barriales”.
Hay muchas
conexiones entre altos funcionarios colombianos y el tráfico de
drogas, hace meses el ministro de defensa colombiano visitó en una
cárcel a una traficante de heroína inscribiéndose como cónyuge. Hay
varias empresas norteamericanas de armas y seguridad que invierten
en Colombia y que están acusadas de tráfico de drogas. La revista
colombiana Semana publicó hace meses un artículo donde decía que:
“Los gringos que fumigan en el Plan Colombia son una banda de Rambos
sin ley que incluso se han visto involucradas en un escándalo de
trafico de drogas”. La administración Bush presenta su actuación
contra la cocaína como un éxito, pero es completamente falso, de las
más de 800 toneladas que se producen, solo se incautan 170, además,
en Colombia se produce la coca, pero nada se dice de los
laboratorios localizados en EEUU donde se prepara y corta la cocaína
para sacarla a las calles. Además, el negocio de la cocaína se está
extendiendo a niveles desconocidos hasta ahora, desde hace año y
medio, entre los paramilitares, narcos y comerciantes se pagan sus
deudas directamente en cocaína, lo que provoca una escalada de
ajustes de cuentas, deudas, crímenes, etc.
Una vez
más el petróleo
Una vez visto esto, está claro
que todo el dinero y personal estadounidense destinado a Colombia no
va a combatir el narcotráfico como nos intenta vender la
administración Bush. Según revelaba The New York Times en octubre de
2004, el propósito del envío de personal estadounidense a Colombia
era “establecer las condiciones de seguridad en las regiones
potencialmente ricas en petróleo”. Y así es, últimamente la
presencia militar en Putumayo se ha incrementado, dado que es el
centro de una zona con mucho petróleo, militares de EEUU junto con
el ejercito colombiano vigilan las explotaciones de la empresa
Argory Energy Internacional, con sede en Houston, que tiene por allí
cerca de 15 pozos de petróleo.
Las empresas
norteamericanas ganan mucho dinero en Colombia, Uribe ha autorizado
en varias ocasiones a Exxomobil y Chevron Texaco a que aumenten su
presencia en Colombia. Los generales y las empresas estadounidenses
realizan operaciones militares a diario al igual que la policía o el
ejército colombiano. EEUU reconoce que tiene 500 militares en
Colombia. Pero la ayuda no sólo proviene del ejército
norteamericano, el equipo de ciclismo profesional CSC (Computer
Sciences Corp) es una transnacional vinculada con las fuerzas de
seguridad de EEUU, sobre todo desde que en marzo de 2003 CSC
adquiriera la DynCorp, una compañía militar estadounidense que está
ganando mucho dinero en Iraq.
Desde 1993, CSC realiza
operaciones militares en Colombia bajo control del Departamento de
Estado. Antes estas operaciones estaban un poco ensombrecidas, pero
desde la aprobación del Plan Colombia estas actividades son
totalmente legales. No sólo empresas norteamericanas de seguridad y
militares ganan dinero, también las israelíes, en 1987 la empresa
israelí de seguridad Spearhead Utd, fue contratada por narcos,
empresarios y terratenientes (que suelen ser la misma persona) para
entrenar a paramilitares en cuarteles militares y en territorios de
la Texas Petroleum. Esta empresa ha dirigido masacres de campesinos,
incluso llegaron a asesinar a tres candidatos de izquierda a la
presidencia (Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaravillo y Carlos Pizarro).
Por supuesto Israel siempre se niega a extraditar a los mercenarios
de esta empresa.
En todo este tipo de atrocidades
para ganar dinero consiste el Plan Colombia y el nuevo “Plan
patriota”. Por eso, compañías petroleras, militares y de seguridad
invirtieron millones de dólares para forzar la aprobación del Plan
Colombia en el Congreso. De los 1.300 millones de dólares iniciales
destinado al Plan Colombia, el gobierno se gastó en menos que canta
un gallo 1.130, buena parte de este dinero fue a parar a empresas
norteamericanas, de hecho, la primera inversión fue comprar al
Pentágono un avión espía RC-7 que costó 30 millones de dólares, ya
que el otro avión de esas características que tenía Colombia se
estrelló en la frontera con Ecuador realizando tareas de espionaje
contra las FARC, el saldo fue 5 militares estadounidenses muertos.
Muchas empresas de armas y seguridad ganan mucho
dinero en Colombia: Manteh, TRW, Matcom, Alian, Lockeheed, sin
olvidar a East Inc (empresa vinculada en los años 80 a la venta
ilegal de armas a Irán en el escándalo Irangate). Muchas de estas
empresas están acusadas de tráfico de drogas. Texaco y la británica
Systems Und colaboran con el ejército entrenando a militares,
contratando a la impresa israelí Silver Shadow para adquirir
armamento. El 13 de diciembre de 1998, helicópteros bombardearon
cerca de la frontera venezolana matando a 18 campesinos, esta acción
militar fue ordenada por 3 mercenarios de la Occidental Petroleum,
pero EEUU siempre se ha negado a extraditarlos, sabiendo que incluso
uno de ellos es militar activo del ejercito norteamericano. Todo
este tipo de escándalos obligaron a firmar un acuerdo entre EEUU y
Colombia en septiembre de 2003 en el que la administración Bush se
compromete a no enviar ciudadanos suyos a Colombia que hayan sido
juzgados ante la corte internacional sin el permiso del gobierno
norteamericano.
Uno de los numerosos escándalos del
gobierno de Uribe es que el gobierno colombiano sobornó con 1.5
millones de dólares a funcionarios venezolanos para que secuestraran
en Venezuela al líder de las FARC Rodrigo Granda. Uribe dijo que esa
acción “es un instrumento legitimo de los estados” El embajador de
EEUU en Bogotá, William Word, defendió esta acción. Nos podríamos
imaginar que pasaría si una acción de este tipo fuese llevada a cabo
por el gobierno de Cuba o Venezuela, el escándalo lo tendríamos
hasta en la sopa. El gobierno de Uribe ha concedido la extradición a
EEUU de 300 personas, pero niega la extradición a Venezuela del
empresario Pedro Carmona, líder del golpe de estado en Venezuela,
que vive lleno de lujo en Bogotá y planeando todo tipo de acciones
conspirativas contra Venezuela. Chávez, el 17 de diciembre, dijo
que: “Sabemos que hay gente que viaja a Bogotá para conspirar, entre
ellos militares retirados golpistas, civiles y hasta algún
representante de la iglesia”. Ese mismo día Chávez aseguró que su
gobierno tiene pruebas contundentes de que en esas reuniones
conspirativas participan altos funcionarios del gobierno de Uribe.
Ante las elecciones de 2006 se intensifican los
asesinatos a dirigentes de la izquierda
La
derecha colombiana se está preparando con todos los medios a su
alcance para la reelección de Uribe en las elecciones de mayo de
2006. Esta campaña se está preparando a base de asesinatos. Los
grupos paramilitares como el Bloque Central Bolívar (promotor de la
reelección de Uribe) están perpetrando asesinatos contra dirigentes
del Partido Comunista y del Polo Democrático Independiente (PDI). En
noviembre pasado fueron asesinados Jorge Cala y Rafael Pérez,
concejales de PDI en Barrancabermeja. Grupos de paramilitares de
Vicente Castaño (conocido líder paramilitar, aliado de Uribe) están
acusados de asesinar a líderes de la izquierda locales, como
Gilberto Vélez, Cielo Pérez y Anselmo Piraquive. Otro grupo
paramilitar, las Águilas Negras, se dedica en varios municipios a
asesinar a líderes izquierdistas y obligan a la población a punta de
pistola a recoger firmas en apoyo de Uribe, además inundan los
barrios de panfletos en los que se amenaza de muerte a candidatos
para las elecciones de mayo.
Estos grupos también se
dedican a amenazar de muerte a abogados o jueces que realizan
acciones legales a favor de los sindicalistas encarcelados. En
diciembre fue asesinado el ex senador Jaime Lozada, por su oposición
a los criterios de Uribe. En octubre fue detenido Miguel Alberto
Fernández Orozco, presidente de la CUT (Central Unitaria de
Trabajadores), aunque la presión popular obligó a que las
autoridades colombianas lo liberaran recientemente. Hace pocos meses
fue asesinado el sindicalista colombiano Luciano Romero Molina,
sindicalista que tras sufrir varias amenazas de muerte tuvo que huir
de su país, había sido despedido por la multinacional Nestlé durante
una huelga, después fue acogido en octubre de 2004 por el programa
asturiano de derechos humanos, hasta abril de 2005 en que regresó a
Colombia, pero el 10 de septiembre fue sacado del taxi en el que
viajaba, después fue torturado y asesinado, los autores del crimen
son los mismos de siempre: bandas paramilitares que actúan con total
impunidad y la complicidad del gobierno.
Pero no solo
se persiguen a sindicalistas, en septiembre la policía entró por la
fuerza en la Universidad del Valle en la ciudad de Cali, para
neutralizar a grupos de estudiantes que están realizando una
investigación sobre la educación pública en Colombia, el uso de la
fuerza por parte del Escuadrón Móvil de Antidisturbios fue feroz,
Jhonny Silva Aranguren, estudiante, murió de un disparo en la nuca,
además hubo multitud de heridos y detenidos.
Impunidad de los asesinos
Los
paramilitares no están cumpliendo el cese de hostilidades acordado
con el gobierno, y para colmo Uribe aprueba la famosa “ley de
justicia y paz” que no garantiza que los paramilitares sean
castigados y no asume la responsabilidad del aparato del Estado en
la formación y ayuda a estos grupos, la propia oficina del Alto
Comisionado de la ONU para Derechos Humanos dice que “la ley ofrece
generosos beneficios judiciales a quienes hayan cometido graves
crímenes”. Según esta ley, los paramilitares podrán ejercer cargos
públicos y responsabilidades de gobierno aunque hayan sido acusados
o juzgados de matanzas o cualquier acto delictivo, además las
tierras que han ocupado arrebatándoselas a familias campesinas
indefensas, sólo serán devueltas a su antiguo dueño si el “antiguo
paramilitar” quiere hacerlo de forma voluntaria. Para que un
paramilitar pueda beneficiarse de esta ley, sólo tiene que confesar
sus crímenes, después si existe alguna imputación contra él, ésta
desaparece. El gobierno quiere lavar la imagen de esta ley diciendo
que “si un paramilitar se niega a colaborar y a acogerse a los
beneficios de esta ley, tendrá que responder ante la justicia
colombiana”.
Simplemente es escandaloso, mientras se
habla de ofrecer beneficios a los paramilitares, miles de personas
son amenazadas, encarceladas, detenidas o asesinadas, y la represión
no sólo afecta a los colombianos, por ejemplo, el sacerdote español
nacido en Valladolid, Ricardo Lorenzo Cantalapiedra está detenido,
acusado de rebelión y de colaborar con las FARC por dos concejales
que a la vez son conocidos paramilitares, pero la realidad es que ha
sido perseguido por denunciar ante un fiscal la detención
injustificada de 18 personas en el municipio donde residía. El mismo
día que se aprobó la ley de justicia y paz fueron abiertas 73 fosas
comunes con decenas cadáveres, victimas de la violencia paramilitar,
en el Estado de Sucre. Aun así Uribe insiste en que a los
paramilitares no hay que juzgarlos, sino “mantenerlos ocupados”, por
eso impulsa que entren a formar parte de empresas de vigilancia
privada, como la empresa Convivir que son organizaciones
supervisadas por mandos militares e impulsadas por el ex presidente
Ernesto Samper. Estas organizaciones tuvieron que ser prohibidas
porque suponía una legalización de los grupos paramilitares, pero
ahora vuelven, por lo que la vigilancia privada en Colombia se está
convirtiendo (aún más que antes) en un negocio que genera beneficios
multimillonarios a las empresas, en parte debido a los míseros 140
dólares que cobran los trabajadores de seguridad privada colombianos
por 70 horas de jornada laboral semanal. El sindicato de Vigilantes
Únicos, consiguió en 1982 tras años de lucha, que estas
organizaciones tuvieran limites legales y control y supervisión,
pero con la nueva ley de Uribe, todo empieza a ser peor que antes.
Esta es la trágica situación de la realidad
colombiana, mientras la izquierda está asediada, la comunidad
internacional alaba al presidente Uribe, uno de los más
significativos ejemplos de la actitud hipócrita de la burguesía y el
imperialismo.
señor
Por kmilo -
Thursday, Dec. 22, 2005 at 5:01 PM
kimcastro@hotmail.com
me parece una farsa ese artuculo porque no muestra la realidad de como es colombia realmente , por tanto deberian de eliminar ese articulo.
Realmente
Por Mascamangas -
Thursday, Dec. 22, 2005 at 7:42 PM
Realmente la realidad no refleja lo real del auténtico proceso.
muerte injusta
Por Arley -
Saturday, Jan. 21, 2006 at 4:31 PM
alaresme1@hotmail.com
en el departamento del cauca colombia el terror esta traumatizando a la poblacion civil en un correjimiento llamado el naya los paramilitares asesinaron a 350 campesinos que solo se dedicaban a la agricultura esto fue ordenado por el presidente uribe, los militares de colombia estan asesinando solo por gusto, estan violando las niñas y toda clase de mujeres, estan robando los productos y animales intimidan a la gente y nadie dice nada. Hoy pido una gran ayuda a todo el que lea este mensaje para denuncie esto a todos los paices para que agan algo y vajen al un presindente lider paramilitar que es junto con estados unidos es el culpable de todas las masacres ocurridas en colombia, Una mensaje para el gobernador de california si ustedes ejecutan a un hombre por causar un omicidio por que no ejecutan a alvaro uribe velez que es el culpable de todas las muertes colombianas. pido el favor de publicar este mensaje a todo el mundo y asi podremos salvar a colombia de un presidente maniatico asesino paramilitar