| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
MAS VALE PREVENIR... QUE CONTAMINAR (minería tóxica en Mendoza)
Por reenvío red eco alternativo -
Saturday, Dec. 24, 2005 at 8:01 AM
A partir del accionar de la comunidad del departamento mendocino de San Carlos, el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza que prohíbe el uso de sustancias toxicas en las actividades mineras. (Red Eco) Mendoza y Santiago del Estero- Este martes el Concejo Deliberante de San Carlos, Mendoza, aprobó Ordenanza 1.068/05 que prohíbe, dentro de los límites del departamento, “el empleo de técnicas de lixiviación con sustancias tóxicas” en las actividades mineras.
La nueva ordenanza declara a San Carlos “Municipio no tóxico y ambientalmente sustentable” y fue promovida por los Vecinos Autoconvocados y por los productores del Valle de Uco, que en los últimos meses realizaron manifestaciones en rechazo de cualquier emprendimiento minero en la región.
La norma a su vez establece graves multas para aquellas empresas que no cumplan con la prohibición.
A su vez, el artículo 4º de la ordenanza señala que, para interpretar cualquier norma que deba cumplirse en San Carlos, se deberá aplicar el principio de Precaución “que establece que cuando haya peligro de un daño grave e irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces para impedir la degradación del medio ambiente”.
Por otro lado, el Santiago del Estero el ex defensor del Pueblo advirtió al Gobierno y a los diputados sobre los riesgos de contaminación que sufrirá la provincia en los próximos años ante la futura explotación minera del yacimiento Agua Rica en Catamarca.
El ex defensor del Pueblo, Baldo Kofler, en 2004 patrocinó la demanda impulsada por la Fundación José María Cantos contra la Minera La Alumbrera en virtud del daño ambiental colectivo que produce su explotación. Kofler recordó que fue la única organización no gubernamental que hizo hincapié en los daños causados a la comunidad santiagueña. Ya en noviembre de 1997 desde su función de defensor del Pueblo había realizado advertencias al gobierno de turno sobre las consecuencias que acarrearía en Santiago la explotación de La Alumbrera, pero todo quedó en nada.
Sostuvo que lo elemental es tomar cartas en el asunto lo más pronto posible, como una manera de poner freno a los daños ambientales que se avecinan, o caso contrario ocurrirá lo mismo que en 1997 cuando todos hicieron oídos sordos a una realidad que hoy no se puede ignorar.