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Clin, caja
Por Lito - Tuesday, Dec. 27, 2005 at 6:48 PM

El 15 de septiembre de 2000 el Fondo anunció que dejaría de prestar a largo plazo, cobraría sobrecargos por créditos voluminosos y alentaría a los grandes deudores a que —“teniendo en cuenta su nivel de reservas y tasa de crecimiento”— pagaran por anticipado. Por Rodolfo Terragno

El Fondo Monetario Internacional había prestado “demasiado” a países que “no lo merecían”.

Eso se pensaba en el Congreso de Estados Unidos, el Tesoro norteamericano y Wall Street.

El FMI —coincidían Washington y Nueva York— estaba “sobre-expuesto”.

El 27 de septiembre de 2004, el semanario Business Week alertó:

“Casi tres cuartos de los US$100.000 millones de créditos que tiene el FMI se concentran en sólo tres países: la Argentina, Brasil y Turquía. Ese capital no estará disponible en caso de que una crisis mayor estalle en alguna parte”.

El Fondo tenía que recuperar ese dinero. No sólo para afrontar una eventual crisis. También para acallar a sus críticos en Washington. Según éstos, “el FMI le sale muy caro a Estados Unidos”, y el organismo “se ha jugado el dinero de los contribuyentes [norteamericanos] en el casino de los mercados emergentes”.

Adam Lerrick —miembro del Joint Economic Committee del Congreso y asesor del jefe republicano en la Casa de Representantes— subraya que, en el período 1991-2003, los aportes de Estados Unidos al FMI sumaron US$539.000 millones.

Todo —se queja Lerrick— para una institución que “dejó de prestar a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia, y empezó a prestarle a la Argentina, Turquía, Indonesia y Brasil”.

De críticas como ésta nació la política de cobro anticipado.

Fue hace cinco años. El 15 de septiembre de 2000 el Fondo anunció que dejaría de prestar a largo plazo, cobraría sobrecargos por créditos voluminosos y alentaría a los grandes deudores a que —“teniendo en cuenta su nivel de reservas y tasa de crecimiento”— pagaran por anticipado.

El Secretario del Tesoro norteamericano, Lawrence H. Summers, emitió el mismo día un comunicado, dando la “bienvenida” a la decisión del Fondo: “un paso importante en la dirección que nosotros hemos venido señalando”.

Otros países centrales también adhirieron. En un documento oficial del gobierno de Canadá se señaló:

“El problema del uso excesivo de recursos del Fondo será resuelto a través de la introducción de cronogramas de pago anticipado, bajo el cual se espera que los miembros que estén en condiciones, paguen sus deudas antes del vencimiento”.

En un paper titulado IMF Survey Supplement on the Fund, del 1° de septiembre de 2001, subrayó:

“Aunque se seguirá requiriendo que [como mínimo] los países miembros cumplan con sus obligaciones en los plazos establecidos, se espera que devuelvan los préstamos anticipadamente”.

Ese mismo año, el FMI publicó Política del Fondo sobre Pago Anticipado. Era un resumen de todos los “incentivos” a la cancelación prematura de deudas. Se refería a los formales; en particular, a “sobrecargos” que hacían más cara la retención de préstamos.

A los alicientes materiales se agregaban las presiones del Fondo (y de Estados Unidos) sobre los gobiernos de los países endeudados.

Había, sin embargo, un límite. Por más esfuerzos que hiciera el organismo, los países no podían pagarle el dinero que no tenían.

Además, para tapar sus propios errores (por ejemplo, apadrinar el 1 a 1 en la Argentina), el FMI siguió ofreciendo “blindajes” y otros arreglos que aumentaron su “exposición”. En 2002 se vio obligado a hacer una “autocrítica” y, al año siguiente, decidió apretar clavijas para lograr el cobro anticipado.

Su ofensiva coincidió con una bonanza global que les permitió, a las economías endeudadas, reunir una inesperada cantidad de divisas.

Sólo unos datos de los dos últimos años (en porcentajes):



2003
2004

El producto bruto mundial creció:
4,0
5,1

El comercio internacional aumentó:
4,9
9,0

Las materias primas ( principal fuente de dólares para los grandes deudores) dieron un salto:
7,1
18,8

El petróleo (que Rusia y la Argentina exportan , y Brasil no necesita importar) se apreció notablemente:
15,8
30,7

Las tasas de interés están muy bajas:
1,2
1,8




·

Poco a poco, el Fondo logró que sus deudores (no todos) le pagaran por anticipado:

Kazajistán (2000). El Banco Nacional anuncia la cancelación anticipada de toda la deuda con el FMI. El monto no es significativo, pero la decisión tiene un valor simbólico: Kazajistán es el primer país que cancela deuda no vencida.

Corea (2001). Luego de acumular US$ 100.000 millones de reservas entre 1998 y 2001, Corea paga antes de tiempo los US$13.500 millones que debe al Fondo. El gobierno coreano proclama que, así , el país se liberará de “influencias externas sobre la política económica nacional”. Curiosa liberación: nadie la celebra tanto como Hoerst Köhler. En una carta dirigida al Presidente Kim Dae-jung, dice el Director Gerente del Fondo: “La cancelación anticipada del total de la deuda de Corea con el FMI es un hito mayúsculo, y me place ofrecerle mis más sinceras felicitaciones”.

Tailandia (2003). El Primer Ministro Thaksin Shinawatra anuncia que su país cancelará por anticipado la deuda con el Fondo. Desde Washington, Köhler celebra “este éxito” y felicita “al gobierno y al Banco de Tailandia”.

Rusia (2005). El gobierno de Vladimir Putin completa el pago anticipado de sus obligaciones con el FMI. Rusia había iniciado, tres años atrás, un “desendeudamiento” progresivo. El nuevo Director Gerente del Fondo, Rodrigo de Rato, felicita a Moscú por este “logro” y destaca: “La capacidad de Rusia de pagarle a FMI por adelantado refleja la fortaleza de su situación fiscal y su balanza de pagos”.

Brasil (2005). El Ministro de Finanzas, Antônio Paloci, anuncia que Brasil usará reservas para cancelar, por anticipado, el total de su deuda con el FMI: US$15.500 millones. Las reservas de Brasil suman US$66.700 millones. En Washington, Rato celebra que Brasilia haya “tomado ventaja” del buen momento de “los mercados emergentes”. Según el Director Gerente, el pago anticipado “refleja la creciente fortaleza del sector externo brasileño, que muestra constante superávit en la balanza comercial y la balanza de pagos”.

Argentina (2005). El Presidente Néstor Kirchner anuncia que la Argentina usará reservas para cancelar, por anticipado, el total de su deuda con el FMI: US$9.810 millones. Las reservas de la Argentina suman US$ 26.800 millones. Rato da la “bienvenida al pago anticipado de la deuda argentina”.


En Buenos Aires, se dijo esta semana que el pago anticipado de la deuda fue un movimiento “sorpresivo” del Presidente Kirchner.

El Fondo venía pugnando por esto. Al extremo de haber hecho pública, en junio, su aspiración de cobrar antes de tiempo. Fue diez días después de finalizada una “consulta” del Directorio Ejecutivo con el equipo del entonces Ministro Lavagna.

Una Public Information Notice (PIN) es una gacetilla que el Fondo difunde con el consentimiento del país al cual se refiera. La PIN 05/83, 10-20-2005, decía:

“La mayoría de los Directores considera apropiado que el gobierno argentino tenga flexibilidad para disminuir sus reservas a fin financiar el significativo servicio de la deuda, incluyendo pagos al Fondo por préstamos que aún no han madurado”.

El periodista Ismael Bermúdez escribió en Clarín del 30 de junio:

“El FMI no quiere refinanciar la deuda de la Argentina [...] y pide que el Gobierno argentino modifique la carta orgánica del Banco Central para permitir [el pago] directamente con las reservas de dólares”.

Al día siguiente, La Nación ratificó:

“El FMI sugiere que el país pague su deuda con las reservas del Banco Central”.

Otros países se resistieron a perder divisas para pagar en contado lo que podían pagar en cuotas.

Es el caso de Indonesia.

Jakarta se negó a pagar US$9.200 millones antes de tiempo. Siguiendo una “recomendación” de la Asamblea Consultiva del Pueblo —equivalente a un Congreso— el gobierno anticipó que no renovará, a su vencimiento, el acuerdo con el Fondo. Mientras, “utilizar reservas para cancelar la deuda con el Fondo expondría la balanza de pagos a riesgos innecesarios”. Así lo juzgó el gabinete de ministros.

El diario The Jakarta Post, por su parte, comentó:

“No hay en verdad una sola razón para que Indonesia pague al contado su deuda con el FMI. Con limitarse a cancelar sin atraso sus cuotas, no incurrirá en falta y tendrá plazo hasta 2010. El adelanto no se justifica, ni siquiera teniendo en cuenta el actual nivel de reservas, que supera los US$34.000 millones”.

Para el Post lo “imperativo” era mantener “el más alto nivel de reservas” que fuera posible.

Economistas indonesios señalaron que, cuando un país se queda con menos divisas, es más vulnerable a los shocks externos y, por lo tanto, más (no menos) dependiente del Fondo.

En la Argentina, se soslayó este debate.

Experto en simulaciones, el gobierno cumplió el deseo del Fondo (pagándole por adelantado) y presentó el pago indebido como un acto de soberanía.

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