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Rosario. Clausurarán boliches y bares por gestos de discriminación
Por reenvío sentido g. - Thursday, Dec. 29, 2005 at 7:25 AM

El Concejo aprobó la modificación a una ordenanza y endurecerá las penas a restaurantes y espectáculos.

Rosario - (La Capital)



El Concejo Municipal aprobó en la última sesión del año, realizada anteayer, una modificación a la ordenanza que prohíbe todo tipo de discriminación, por la que a partir de ahora se castigará con la clausura de 7 a 30 días a los locales abiertos al público o a los espectáculos que la incumplan. La reforma incluye al Código de Faltas y expresa que “en caso de reincidencia se sancionará con un cierre de 30 a 180 días”. La normativa también obliga a publicar un cartel con el texto de la ordenanza cuyo encabezado reza: “En este local esta prohibida la discriminación”. En tanto, desde los organismos de derechos humanos oficiales, tanto del municipio como de la provincia, admiten que todavía queda mucho por hacer en cuanto a los prejuicios y actitudes de exclusión, y advierten que en la actualidad los grupos más vulnerables son los sectores empobrecidos y las comunidades aborígenes, por simple “portación de cara”.

La modificación de la ordenanza fue votada por mayoría y responde a la iniciativa surgida a través del Foro de Derechos Humanos y Construcción de Ciudadanías, integrado a mediados de año por diversas organizaciones sociales y civiles que forman parte del Consejo Asesor de la comisión de Derechos Humanos del cuerpo legislativo local.

Guillermo Lovagnini, uno de los impulsores de la reforma e integrante de la organización Vox, que defiende los derechos de las minorías sexuales, consideró que “la modificación de la norma es un avance contra los prejuicios raciales, religiosos, sexuales o de toda índole en el marco de los trabajos que vienen desarrollando desde hace mucho tiempo distintas ONGs de Rosario”.

Por su parte, la edila Patricia Larraguirre explicó que “la ordenanza es del año 1996 y ya prohibía expresamente toda discriminación, pero ahora, a instancias de distintas agrupaciones como Vox –que trabajó junto a la Oficina de Derechos Humanos de la Municipalidad–, se da un instrumento legal para una sanción prevista con la clausura si es incumplida. De esta manera, con la modificación de la norma, se propone reafirmar el derecho a la diversidad”, agregó la concejala.

“No sabemos si la ordenanza va a funcionar –expresó Lovagnini– pero tenemos esperanza de que sí, y además confiamos en que ayudará a un cambio mas profundo y que debe ser cultural. Mientras tanto, se está insistiendo en pos de unir a todas las organizaciones para trabajar en conjunto por los derechos humanos universales, que aglutinan a distintos grupos: aborígenes, homosexuales, políticos y otros”.

La normativa recalca que no se admitirán discriminaciones “que tiendan a la segregación, exclusión, restricción o menoscabo por razones o con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, identidad de género, edad, religión, ideología, opinión, nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier circunstancias que implique distinción”.

En cuanto al texto que deberá exhibirse en los locales, se trata de un cartel de al menos 25 por 40 centímetros que deberá incluir la ordenanza que también advierte que ante el incumplimiento se exponen a la penas comprendidas por el Código Municipal de Faltas.

Además, el Concejo resolvió pedir al Ejecutivo municipal que se dirija a las cámaras legislativas provinciales para solicitarles que la provincia adhiera, por medio de una legislación actualizada, a la ley nacional que contempla los acuerdo internacionales antidiscriminatorios.

Vulnerables: aborígenes, homosexuales y pobres

La pregunta sobre cuáles son los grupos más afectados en la ciudad por actitudes discriminatorias no puede ser contestada de forma concreta ante la todavía minoritaria cantidad de denuncias, pero tanto desde la Secretaría de Estado de Derechos Humanos de la provincia como de la oficina municipal, coinciden en que aún existen en gran proporción y que afectan en mayor parte a los sectores marginados económicamente y a los grupos aborígenes. En cuanto a los homosexuales, si bien han habido cambios positivos, todavía quedan prejuicios que vencer.

Para Alfredo Vivono, subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, “la discriminación sigue vigente como la marginalidad, y Rosario está tan cargada de prejuicios como el resto del país”.
“En primavera hicimos volanteadas en los boliches y los pibes leían con avidez sobre sus derechos sobre la admisión a los locales, o sus garantías si los detiene la policía y este tipo de cosas. Y la primer demanda que recibimos es que los paraban por portación de cara”, relató el funcionario.

“El tema de cómo recolectar denuncias es un desafío por el cual existe un proyecto para llevar la secretaría a los barrios, para trabajar con la gente, explicarles sus derechos y que tengan a mano un teléfono o una dirección”, explicó Vivono.

“Desde mi punto de vista personal sigo viendo dos ciudades y veo exclusión en las zonas que han progresado como la de los shoppings. Además, hay una relación dialéctica entre el ser excluido y sentirse excluido”, agregó
Por su parte, Rubén Chababo, del área municipal de Derechos Humanos, aclaró que si bien no reciben denuncias directas y están mas abocados a lo pedagógico, tiene “un testeo” del estado de situación de la discriminación.

“Hoy los mas vulnerados son los sectores de bajos recursos y la gente que pertenece a los pueblos originarios. Existen casos de dificultad de ingresos a determinados lugares y una mirada bajo sospecha simplemente por la cara. En cuanto a los grupos gays y lésbicos se ha avanzado mucho como en todo el país. Esto, si bien no hay datos concretos, se palpa desde la vida cotidiana”, consideró el funcionario municipal.

En tanto, Guillermo Lovagnini, de Vox, agregó que “la discriminación no se puede llevar estadísticamente porque todavía es poca la gente que realiza una denuncia y porque también hay que decirlo, existe cierta impunidad”.

“En lo que va del año –Vox recibe denuncias en la sede de Entre Ríos 1087– se han presentado diez casos por discriminación sexual que fueron derivados a los organismos provinciales y nacionales”, añadió.
“Por ejemplo, una pareja del mismo sexo fue echada de un pizzería de la Terminal porque se tomaron de la mano y algo similar ocurrió en un bar céntrico porque una pareja gay se dio un piquito, pero la mayor parte son denuncias de travestis maltratados”, explicó el dirigente de Vox.

“Ha habido progresos y de forma lenta se comienzan a ver, como en otras ciudades del mundo, a parejas del mismo sexo caminando de la mano, sobre todo en la zona céntrica. Pero a mi parecer, hoy, dentro de lo que son los grupos que reciben un mayor maltrato y una mirada discriminatoria están los travestis y los grupos aborígenes. Me llama mucho la atención como son mirados los integrantes de los pueblos originarios, como extraños, cuando son nuestros hermanos”, dijo Lovagnini.

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