LUCHAS OBRERAS EN U.S.A.
Por EL MILITANTE -
Tuesday, Jan. 10, 2006 at 12:29 PM
EL MILITANTE -
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EEUU: Los trabajadores del automóvil
exigen “¡Ninguna concesión!” |
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Autor : David May Fecha :
( 10-Enero-2006 ) Categoria : Internacional
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uando
las tres grandes empresas automovilísticas de EEUU hacían los
preparativos para firmar un acuerdo estatal con el sindicato del
automóvil (UAW), los trabajadores de la base se reunieron a mediados
de diciembre y acordaron firmemente que la dirección del UAW debía
oponerse a cualquier concesión en materia de salarios, horas,
beneficios y planes de cierre. Las reuniones de los militantes
de base del UAW se celebró en Flint (Michigan), asistieron 200
trabajadores, y en St. Louis (Missouri), a la que asistieron 60. El
principal tema de debate en las dos reuniones fue que la dirección
del UAW debía irse. En su lugar exigían una defensa sólida de los
intereses de los trabajadores. La política de la dirección del UAW
era la colaboración con los empresarios, una política que sólo sirve
a los elementos corruptos de la dirección sindical y socava los
intereses de la base. Las únicas conquistas del “equipo
negociador” del UAW ha sido dar a los empresarios de General Motors
y Delphi la confianza necesaria para seguir adelante con sus
intentos de desmantelar las empresas. Aunque uno de los directivos
de Delphi, Steve Millar, ha abandonado cualquier ilusión de
conseguir un acuerdo debido a las reivindicaciones del UAW en
Delphi, la mayor parte de la dirección sindical todavía sigue
intentando llegar a un acuerdo. Si las tres grandes empresas
consiguen desmantelar Delphi y el sindicato cede, esto tendrá un
gran impacto en todo movimiento obrero de EEUU, no sólo para los
trabajadores del automóvil, y no sólo para los trabajadores
organizados. La dirección de Delphi dice que las plantas
estadounidenses han entrado en bancarrota debido a la “avaricia” de
los trabajadores, pero eso es absolutamente falso. En primer lugar,
Delphi tiene 11 de sus plantas estadounidenses en un grupo
“problemático financieramente”, mientras que las otras 34 plantas de
EEUU y las que tiene en el extranjero se encuentran dentro de un
“grupo estable”. El grupo con problemas financieros cuanta con más
de un tercio de la fuerza laboral mundial de la empresa. El
mantenimiento de estas 11 plantas con balances separados del resto
de sus operaciones es lo que permite a Delphi sesgar sus inversiones
y beneficios, de este modo, tienen dos empresas dentro de una. En
cuanto a su bancarrota, Delphi cuenta actualmente con un efectivo de
1.600 millones de dólares y una línea de crédito de 4.500 millones
de dólares. ¡Es una clase peculiar de bancarrota! Poniendo como
excusa la bancarrota, la dirección de Delphi está exigiendo nada
menos que una reducción drástica de empleo. Las reivindicaciones de
la empresa incluyen la reducción de los salarios por hora de los
trabajadores de Delphi, de 27 dólares a entre 10 y 12,5 dólares la
hora. Si lo consiguen, estas reducciones drásticas de salario
tendrían un efecto en toda la economía. Esto forma parte de un
ataque frontal de los empresarios y su gobierno contra los salarios,
las condiciones laborales y los beneficios de los trabajadores,
representan una guerra de clase unilateral contra la clase obrera de
EEUU. Durante más de 50 años, los trabajadores del automóvil han
sido de los mejor pagados y el sector más organizado de la clase
obrera estadounidense. Cualquier ataque contra este sector pronto se
dejará sentir en las filas de la clase obrera de EEUU. Si los
trabajadores del UAW en Delphi se vieran obligados a aceptar una
reducción salarial del 63 por ciento, no tardaría mucho tiempo en
que los empresarios de otras industrias exigieran recortes
similares. Además de las reducciones salariales, las tres
grandes están exigiendo que los trabajadores paguen más en sus
contribuciones sanitarias. Esto tampoco es una cuestión baladí,
General Motors comenzó a congelar las pensiones el 1 de enero de
este año. Las pensiones representan salarios aplazados, la
congelación de estos beneficios en realidad es robar millones de
dólares a los que han dejado los mejores días de su vida para que
estos empresarios tuvieran beneficios récord en la última década.
Además está también bajo ataque el UAW. ¿Qué están haciendo los
empresarios de Delphi para ayudar a “salvar” la empresa? Según Steve
Miller: “Estos recortes son necesarios para mantener la empresa
competitiva en el mercado mundial. Para conseguirlo Miller se ha
reducido su salario este año. De su salario actual de 1,5 millones
de dólares este año sólo recibirá 1 millón. Pero lo más insultante
es que esta reducción salarial llega después de que Miller en julio
recibiera 3 millones de dólares en concepto de bonos”. Además,
el consejo de administración de la empresa aprobó unos paquetes
económicos para los ejecutivos que eran muy generosos, ¡todo el día
antes de que se hiciera pública la bancarrota! Miller en muchos
sentidos ha sido “pionero” en la estrategia empresarial de utilizar
la ley de bancarrota como una herramienta para romper los sindicatos
y reducir los salarios. Miller fue ejecutivo de Bethlehem Steel en
2002 y 2003, cuando la empresa utilizó la bancarrota para reducir
los salarios, los beneficios y las pensiones de los trabajadores del
acero, todo en nombre de la “salvación de la empresa”. Miller
también era miembro del consejo de administración de United Arilines
cuando se declaró en “bancarrota”. Ahora está en Delphi y también se
ha “declarado en bancarrota”. La actual ofensiva empresarial
contra nuestra clase sólo seguirá adelante si los trabajadores de
Delphi salen derrotados. Primero fueron las prestaciones sanitarias
y las pensiones. Algunas noticias recientes demuestran que los
planes de pensiones privados, de los que dependen millones de
jubilados, están dominando el mercado. Según Standards & Poor lo
que contribuyen ahora las empresas a estos fondos de pensiones está
en sólo el 22 por ciento. Standards & Poor agrupa a las 500
empresas más grandes de EEUU (el conocido índice bursátil S&P
500). Estas empresas representan lo más alto de la economía
estadounidense, las decisiones de sus consejos de administración nos
afectan a todos. Según el mismo informe S&P 500, Goodyear Tire
& Rubber Co, no han puesto ni un solo céntimo para cubrir los
3.200 millones de dólares prometidos en beneficios a sus jubilados.
Tampoco el fabricante de componentes automovilísticos, Visteon, ha
puesto nada en los 1.100 millones de dólares prometidos. La
cantidad no financiada por Ford y General Motors es aún más
asombrosa: 32.400 millones de dólares y 61.500 millones
respectivamente. ¿A alguien le puede asombrar que los congresistas
pro-empresas quieran aumentar la edad de jubilación? El mensaje de
los capitalistas a la clase obrera estadounidense está claro:
¡Trabajar hasta morir! Muchos militantes del UAW se
autodenominan como “soldados de la solidaridad”. Estas palabras
reflejan brillantemente el espíritu militante, la disciplina y la
determinación necesarias para hacer frente a la ofensiva
empresarial. Durante muchos años los sindicatos han estado
empantanados en la colaboración de clase con los empresarios
−nuestro enemigo de clase− en nombre del “trabajo” y la “paz
social”. Los datos hablan por sí mismos: esta “dirección” no sirve.
¿Qué ha conseguido la dirección sindical con su política de
colaboración de clase? Absolutamente nada, excepto pasos atrás,
traiciones, concesiones y derrotas. Necesitamos regresar a las
tradiciones militantes de las que surgió el movimiento obrero
norteamericano. Si hacemos esto conseguiremos victorias importantes
para la clase obrera. Esto es precisamente lo que están haciendo
los Soldados de la Solidaridad, y merecen la solidaridad y el apoyo
de todos los trabajadores. La victoria del UAW en Delphi es vital
para los intereses de nuestra clase, debemos estar con estos
trabajadores. Como decía Roland Garrett, un activista sindical con
una larga trayectoria: “Como han demostrado los trabajadores del
transporte de Nueva Cork, nos estamos acercando al final del ‘sueño
americano’ y el principio de la ‘pesadilla americana’. La ‘paz
social’ para los trabajadores de EEUU, que comenzó durante la
Segunda Guerra Mundial, está llegando a su final, cuando toda la
nación cada vez está más endeudada. Como dice la canción: ‘Has
cargado 16 toneladas y ¿qué has conseguido? Otro día más viejo y más
endeudado’. En los años ochenta las empresas robaron a los
trabajadores futuros, ahora quieren robar nuestro futuro”.
“Todos están siendo atacados. Si no conseguimos la solidaridad
de toda la clase obrera y nos mantenemos juntos, nos colgarán a
todos por separado. La bancarrota política de nuestros dirigentes
nunca ha sido tan evidente. Deberíamos formar parte todos de los
‘soldados de la solidaridad’ con los trabajadores de Delphi. Hemos
alcanzado el punto en que ha largo y corto plazo no tenemos nada que
perder”. Como señalaron Carlos Marx y Federico Engels hace más
de 150 años, los intereses del Trabajo y el Capital son totalmente
opuestos. No hay margen para la “paz social” con los que se
benefician de nuestra explotación y cuya principal ocupación es
socavar nuestras condiciones de vida y laborales.
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