Julio López
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El día que Trostky quedó “pegado”
Por PO - Friday, Jan. 13, 2006 at 1:25 AM

Uno de los argumentos más rumiados por quienes criticaron nuestro llamado a votar por Evo Morales y el MAS (con nuestro propio programa revolucionario) fue que quedamos “pegados” a Evo Morales.



Uno de los argumentos más rumiados por quienes criticaron nuestro llamado a votar por Evo Morales y el MAS (con nuestro propio programa revolucionario) fue que quedamos “pegados” a Evo Morales.

Se trata de una tontería mayúscula. Los opositores de “izquierda” al voto a Morales declaraban (antes de las elecciones, claro) que era indiferente que ganaran Morales o Quiroga: uno y otro “eran lo mismo”. Preocupados por no quedar “pegados” a Morales... no les molestaba quedar “pegados” a Tuto Quiroga.

Tampoco les interesaba, claro, quedar “pegados” a la burocracia impotente, pasiva y parasitaria de la COB.

El problema es que en las elecciones bolivianas, no había forma de evitar quedar “pegados” a alguien. El asunto era elegir con quién. ¿Con quién era preferible quedar “pegado”? ¿Con nuestro enemigo (Quiroga) o con el enemigo de nuestro enemigo (Morales)?

Cuando una corriente revolucionaria no dirige los acontecimientos y, por lo tanto, está obligada a desarrollar la lucha revolucionaria dentro de uno de los bandos enfrentados, es inevitable que algún desavisado afirme que queda “pegada” a las direcciones políticas de uno u otro. No es la primera vez que pasa; no será la última.

Trotsky también se vio enfrentado a este problema. Al discutirse en junio de 1940 las posibilidades (y la inevitabilidad) de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra, Trotsky planteó un programa propio para los jóvenes que ingresaran a la milicia: libertad de agitación y propaganda dentro del ejército, libertad de sindicalización de las tropas, elección de los oficiales por los soldados, confraternización con los soldados de todos los ejércitos (incluidos los enemigos).

Alguien le preguntó entonces a Trotsky si él -que combatía la guerra imperialista- no temía quedar “pegado” con los militaristas. La respuesta de Trotsky fue lapidaria: explicó que dado que su objetivo era transformar la guerra imperialista en una guerra civil revolucionaria, el peor peligro no era quedar “pegado” a los militaristas sino a los pacifistas. En nuestro caso, quedar “pegados” a Evo Morales es un “mal menor” en relación con quedar “pegados” a charlatanes paralizados, ni qué decir a Tuto Quiroga.


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los reyes de citar frases
Por un ex-po - Friday, Jan. 13, 2006 at 8:14 AM
informacionobrera@yahoo.com.ar

Marx,Lenin,Trotsky nos legaron un metodo de analisis,su obra no es para que se justifique cualquier accionar politico.apliquemos el metodo dialectico no citemos fuera de contexto.
El Partido Obrero con sus citas justifico la consigna de asamblea constituyente aplicada durante varios años,el apoyo a Parajon en Tucuman,la marcha con Blumberg,el oportunismo electoralista,la soberbia de sus dirigentes,etc.
Piensen con sus cabecitas,si esta ya no esta carcomida por el virus del oportunismo.

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ENEMIGOS
Por (A) - Friday, Jan. 13, 2006 at 8:32 AM

Los grandes lídere políticos sólo tienen enemigos en el pueblo.

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Los reyes de las citas
Por Ex-po - Friday, Jan. 13, 2006 at 8:51 AM
gerardo_cuttica@yahoo.com.ar

Marx,Lenin,trotsky nos legaron un metodo para analizar y transformar la realidad,no un conjunto de citas para aplicarlas en cualquier momento y lugar.Desgraciadamente las citas de los clasicos del marxismo han servido para justificar por parte de la dirección burocratica del Po acciones como por ejemplo la de apoyar a Parajon (un caudillo burgues) en Tucuman,propagandizar durante años la consigna de Asamblea Constituyente,ir a la marcha com Blumberg,el sectarismo,el oportunismo electoralista,y muchas mas.
Piensen con la cabecita propia,eso si esta ya no esta carcomida por el virus del oportunismo

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los reyes de las citas
Por Ex-Po - Friday, Jan. 13, 2006 at 9:22 AM
informacionobrera@yahoo.com.ar

Marx,Lenin,Trotsky nos legaron un metodo(dialectico)
para analizar y transformar la realidad,no un conjunto de citas que nos sirvan hoy para justificar cualquier planteo politico.La direccion burocratica del PO citando a los clasicos del marxismo a justificado su apoyo a Evo Morales,a Parajon(caudillo burgues) en Tucuman,a propagandizado durante años la consigna Asamblea constituyente,ir a la marcha de Blumberg,decir que Nito Artaza era piquetero,el oportunismo electoralista,y tantas otras cagadas.
Compañeros piensen con su propia cabecita,esto si esta ya no esta carcomida por el virus del oportunismo

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"si somos reformistas, Trotsky también lo era"
Por ... - Friday, Jan. 13, 2006 at 12:53 PM

tienen razón, Trotsky también lo era.

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PO sos terrible!!!
Por sos un charlatán - Friday, Jan. 13, 2006 at 3:03 PM

Que cita mas trucha.... no te estamos diciendo... que usetdes sos POUMISTA... el POUM realizo milicias... que despues se unieron al Gobierno Republicano para luchar contra el fascismo... sabes por que???
PORQUE OPINABA LO MISMO QUE VOS (PO): que hay sectores de la burguesía que son antiimperialistas... NO error!!!
Vaya que Vilma Ripoll y Cafiero los esperan con los brazos abiertos, compañeros!!... Ah... Guillermo LORA los saluda... y los estalinistas del PC (y del Banco de COOPERACIO)...dicen que starian dispuestos a hacer un FUA (frente unico antiimperialista)... con ustedes y la burguesia.

JAJAAJA.... Po me das risa!!!!!

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dejense de joder
Por giles - Friday, Jan. 13, 2006 at 3:21 PM

dejense de joder Pts, el Poum era un partidito de mierda dadas las dimensiones de la guerra civil española y hubieran hecho lo que hubieran hecho no habria modificado en nada el curso de la historia, al igual del Por boliviano a quienes uds. "acusan" de ser el responsable de el fracaso de la revolución boliviana. Pero no sean tan estúpidos!!!!! No se dan cuenta que el MNR tenía una hegemonía insuperable.
Y además realmente parecen mogólicos citando al....POUM en el año 2005, ¿en que mundo viven, niñitos??
Y por ultimo te digo que para colmo estas diciendo boludeces, ¿de donde sacaste que el POUM se sumo al Frente Popular porque creia que habia sectores antiimperialistas en la burguesía? no seas estúpido porque no tiene nada que ver....el POUM se sumó al Frente Popular porq creia equivocadamente que era la mejor forma de vencer al fascismo y cuando el stalinismo se hizo del gobierno les rompio el culo, pero eso no tiene nada que ver con el antiimperialismo...en España.

Chicos del PTS, no lean tantos libros pelotudos porq les esta haciendo mal a la cabeza, ya de verdad parecen marcianos y creen que eso es buen marxismo, jaja, eso si que da risa.

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EL PO en contra del materialismo historico
Por de quinta - Friday, Jan. 13, 2006 at 4:30 PM

Ahhh bueno.. los epítetos corrientes del PO.. cuando no!!!! Muchachos.... por que reniegan de la historia!!!!! .. El materialismo histórico es una ciencia... déjennos utilizarla. Ya sabemos que ustedes se manejan a través del politicismo oportunista y la tergiverzación ( de paso, nunca leí de los piqueteros de 1905 hasta la última Prensa obrera... simpre pensé que fue una HUELGA general como sabemos de Trosky y Lenin.. sigan buscando... la "atlántida pitroleta".. ahí no está!!!)

Ahh.... "el POUM era un partido de mierda segun las dimensiones de la guerra civil".... y los partidos trotskistas de latinoamerica y de Bolivia no solo que no lo superan sino que existen!! bajo ese criterio, cahrlatán, deshonesto. Ahh.. ya se... si no existís.. te sumas al mal menor.. seimpre que lo aprite el imperialismo y lo siga las masas.

Y para tomar un poco mas de historia...ya que no te gusta... por oportunista... te digo que ya MARX en 1948.... llamaba a votar candidaturas obreras... y en el mal menor a las direcciones pequeñoburguesas... cuando no había candiidatos obreros.... Aclaremos que era en un momento en que la burguesía todavía era una clase progresiva... y desarrollaba las fuerzas productivas.... hata principiso de siglo XX.... cuando demuestra ser una clase reaacionaria 100%.. ESA ES LA RAZON por la que Trotsky da una lucha implacable desde la revolución permanente. O se la toma del poder por el proletariado!!!... Para quien accede al poder Evo sino para los intereses burgueses y la Repsol, charlatan? O tenes miopía?

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típico del PO
Por MARCELO - Friday, Jan. 13, 2006 at 5:17 PM

Al del PO... no ven que siempre dicen boludeces... decir que el POUM era un partidito de mierda...
cuando era una de las columnas principales de la resistencia contra el fascismo...
partidito de mierda son ustedes que en 30 años logran sacar un 0.8 de los votos y 1 de cada 200 del padron...

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Columna principal
Por Pregunta - Friday, Jan. 13, 2006 at 5:27 PM

Cuántos tanques tenía el POUM?

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jajajaj
Por y - Friday, Jan. 13, 2006 at 7:40 PM

Llamar a votara la abstencion o en blanco es ponerse del lado de la derecha .jajajajajaja
PO ese discurso para justificar tu oportunismo y tu giro derechista es bien parecido al de patria libre.

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son una risa
Por F. - Friday, Jan. 13, 2006 at 7:46 PM

... o quizás sea para llorar. Discutiendo lo que pasó un siglo atrás sin ver lo que pasa hoy, realmente patético. Menos librito y a meter las patas en el barro, como quién dice.

Y sí, para que no queden dudas: SON TODOS REFORMISTAS (chocolate por la noticia)

Mortal lo del opa que pregunta por los tanques, supongo que en el 76 apoyó a los milicos, dado que más tanques que ellos no tenía nadie. La imbecilidad en estado puro, es casi emocionante, un hallazgo antropológico que puede hacer historia (o no, en este foro abundan los imbéciles en estado puro)

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PO clonaste la posicion historica y consecuente del MST
Por tenia razon el MST - Friday, Jan. 13, 2006 at 8:07 PM

PO clonaste la posicion historica y consecuente del MST, que siempre criticaste. Tenia razon el MST, ¡¡PO sos trucho!!

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Pregunta
Por Opa - Friday, Jan. 13, 2006 at 8:11 PM

Pero si era la columna principal contra el fascismo, y en la segunda guerra mundial el fascismo tenía miles de tanques y hubo que construir otros miles de tanques para ganarle, pregunto cuantos tanques tenía el POUM?

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Como la Biblia
Por harto de payasadas - Friday, Jan. 13, 2006 at 9:32 PM

Los trosquistas del siglo XXI recurren a las citas de los clasicos como si fueran textos sagrados, algo asi como los evangelistas que se pelean entre si por las diferentes interpretaciones que hacen de la Biblia.
Atras quedaron los tiempos de Mandel, Moreno, Lambert, Frank, Just etc con quienes se podia estar a favor o en contra pero hacian teoria, elaboraban documentos y polemizaban con nivel.
Altamira con dialectica marxista?. El PO se maneja por instinto de conservacion: cualquier cosa que mantenga su secta viene bien.

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AGUANTE EL MST!!! PO OPORTUNISMO Y BUROCRATISMO EN VERSIÓN ALTAMIRIANA
Por JJ - Friday, Jan. 13, 2006 at 11:49 PM

Texto de Nahuel Moreno sobre Jorge Altamira escrito en 1972.





Los principios del pintoresco Altamira.




Altamira, máximo dirigente de Política Obrera, es un “ principista nato ”. Basta que abra la boca para que salga un principio. Durante años, nuestro partido le ha planteado a Política Obrera la necesidad de acordar una política mínima común frente al movimiento obrero y a las direcciones burocráticas. La respuesta de Política Obrera ha sido cortante: nos ha exigido cuatro puntos para llegar a ese acuerdo o frente revolucionario. Lo más interesante es que uno de esos puntos para llegar a un acuerdo estaba en contra de todo tipo de acuerdo, Recordémoslo: “3 ‑ Nada de acuerdismos sino lucha ideológica con las corrientes existentes en el movimiento obrero.”

En otro de los puntos, concretamente el segundo, se nos exigía auto criticarnos del apoyo crítico que le dimos a Vandor, el Lechín argentino, cuando éste rompió con Perón, porque el movimiento obrero debía darse su propia política y no aceptar órdenes de ningún extraño al mismo. Mientras se nos criticaba a nosotros por apoyar críticamente a Vandor cuando éste rompió con Perón, Política Obrera apoyó sin crítica alguna a los candidatos burgueses peronistas, lanzando la consigna de apoyar a estos candidatos en las elecciones. [4]

Y como si apoyar a los candidatos nacionalistas burgueses de Perón incondicionalmente fuera poco, años después, esta secta poco conocida hasta entonces, pasó a ocupar la atención del movimiento revolucionario latinoamericano: “Granma”, órgano oficial del Partido Comunista cubano denunció en un editorial que Política Obrera había llegado a un acuerdo secreto para una investigación sociológica con... ¡la fundación Ford! El movimiento estudiantil argentino había librado una lucha feroz contra las investigaciones patrocinadas por fundaciones imperialistas, denunciándolas correctamente como una maniobra del Departamento de Estado y del Pentágono yanquis. Política Obrera autorizó a uno de sus máximos dirigentes a pactar con la fundación Ford una investigación sociológica. El carácter de la preguntas de la encuesta y su patrocinador, hizo sospechar a los intelectuales izquierdistas y antiimperialistas argentinos, que se trataba de una investigación al servicio de la CIA [5] . Fue entonces que entendimos bien lo que quiso decir Altamira con aquello de “ nada de acuerdismo .... con las corrientes existentes en el movimiento obrero”. Habíamos sido unos estúpidos: no habíamos tomado al pie de la letra sus palabras. Altamira había dicho la verdad de toda su política presente y futura. Nada de acuerdos con tendencias del movimiento obrero. Toda clase de acuerdos con la burguesía nacional (apoyo a los candidatos burgueses peronistas) y con el imperialismo (investigación con la Ford).

Esa es la profunda razón de por qué Altamira apoya ahora la unidad de por vida, más que un acuerdo, con la variante Vandor del proletariado boliviano, Juan Lechín. El secreto es que entran el General Torres, su representante burgués y la democracia cristiana, grupo pequeño burgués. Así cumplen con su principio número tres, que todo acuerdo con la burguesía nacional, el imperialismo y sectores no obreros es lícito, no así con sectores obreros. Altamira no tiene la culpa que Lechín venga como yapa en el acuerdo con la burguesía boliviana.




Nota:
(Política Obrera fue el nombre del Partido Obrero entre 1964 y 1982).

http://www.nahuelmoreno.org

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León Trotsky (1940)
Por Paul Mattick - Saturday, Jan. 14, 2006 at 12:42 AM

Con Léon Trotsky falleció el último de los grandes dirigentes del bolchevismo. Fue su actividad durante los últimos quince años la que mantuvo vivo algo del contenido original de la ideología bolchevique -la gran arma para transformar la Rusia atrasada en su forma capitalista de Estado actual-.

Como todos los hombres son más sabios en la práctica que en la teoría, así también Trotsky alcanza mucha más importancia por sus logros que a través de las racionalizaciones que los acompañaron. Cercano a Lenin, él fue sin duda la mayor figura de la Revolución rusa. Sin embargo, la necesidad de dirigentes como Lenin y Trotsky, y el efecto que estos dirigentes tenían, trae a luz la total impotencia de las masas proletarias para solventar sus propias necesidades efectivas frente a una situación histórica inmadura e implacable.

Las masas tuvieron que ser dirigidas; pero los dirigentes sólo podían dirigir de acuerdo con sus propias necesidades. La necesidad de una dirección del tipo practicado por el bolchevismo no indica, finalmente, otra cosa que la necesidad de disciplinar y aterrorizar a las masas, de modo que puedan trabajar y vivir en armonía con los planes del grupo social dominante. Este tipo de dirección demuestra, en sí mismo, la existencia de relaciones de clase, de política y economía de clase, y una oposición irreconciliable entre los dirigentes y los dirigidos. La personalidad sobreencumbrada de Leon Trotsky revela el carácter no proletario de la Revolución bolchevique justamente como el Lenin momificado y deificado en el Mausoleo de Moscú.

Para que unos cuantos puedan dirigir, los otros deben estar impotentes. Para ser la vanguardia de los obreros, la élite tiene que usurpar todas las posiciones sociales clave. Como la burguesía antiguamente, los nuevos dirigentes tenían que tomar y controlar todos los medios de producción y de destrucción. Para sostener su mando y mantenerlo eficaz, los dirigentes deben fortalecerse constantemente a sí mismos mediante la expansión burocrática, y dividir continuamente a los gobernados. Sólo los amos pueden ser los dirigentes.

Trotsky era un amo de ese tipo. Al principio era el propagandista hábil, el gran e incansable orador, estableciendo su posición dirigente en la revolución. Luego se convirtió en el creador y amo del Ejército Rojo, luchando contra la Derecha y la Izquierda, luchando por el bolchevismo, que también esperaba dominar. Pero aquí fracasó. Cuando los dirigentes hacen historia, aquéllos que son dirigidos ya no cuentan; pero tampoco desaparecen. Confiando en la fuerza de los grandes espectáculos históricos, Trotsky negligió ser, tras las escenas del desarrollo burocrático, el oportunista eficiente que era a la vista de la historia mundial.

Hoy los grandes hombres ya no son necesarios. Los instrumentos de propaganda modernos pueden transformar cualquier fraude en un héroe, cualquier personalidad mediocre en un genio omnicomprensivo. Efectivamente, la propaganda transforma, a través de sus esfuerzos colectivos, cualquier dirigente medio, si no estúpido, como Hitler y Stalin, en un gran hombre. Los dirigentes se convierten en símbolos de una voluntad organizada, colectiva y realmente inteligente, para mantener las instituciones sociales dadas. Fuera de Rusia, Trotsky fue pronto reducido a amo de una pequeña secta de revolucionarios profesionales y sus proveedores. Él era “el Viejo", la autoridad indiscutible de un crecimiento artificial en la escena política, destinado a acabar en la absurdidez. Hacerse el amo de una Cuarta Internacional, cuando su adversario Stalin era el amo de la Tercera, siguió siendo la ilusión con la que murió.

No hay aquí necesidad alguna de desandar el desarrollo individual de Trotsky; su autobiografía es suficiente. Ni es necesario enfatizar sus muchas cualidades, literarias y de otro tipo. Sus obras, y sobre todo su Historia de la Revolución Rusa, inmortalizará su nombre como escritor y político. Pero hay una necesidad real de oponerse al desarrollo de la leyenda de Trotsky, que hará de este dirigente de la revolución capitalista de Estado rusa un mártir de la clase obrera internacional -una leyenda que debe ser rechazada, junto con todos los demás postulados y aspectos del bolchevismo-.

Louis Ferdinand Céline ha dicho que las revoluciones deben juzgarse veinte años después. Y haciendo esto, encontró sólo palabras de condena para el bolchevismo. A nosotros, sin embargo, nos parece que una reevaluación del bolchevismo en la actualidad podría bien hacerse sin ninguna clase de moralización. En retrospectiva, es bastante fácil ver en el bolchevismo el principio de una nueva fase de desarrollo capitalista, que se inició con la I Guerra Mundial. Sin duda, en 1917, Rusia era el eslabón más débil en la estructura capitalista mundial. Pero el conjunto del capitalismo en su forma de propiedad privada estaba ya al borde del estancamiento. Erigir y expandir un sistema económico factible del tipo del laissez-faire ya no era posible. Sólo la fuerza del centralismo completo, del gobierno dictatorial sobre el conjunto de la sociedad, podía garantizar el establecimiento de un orden social explotador capaz de una expansión de la producción a pesar del declive del capitalismo mundial.

No puede haber duda de que los dirigentes bolcheviques, creando su estructura capitalista de Estado -que se ha convertido, en veinte años, en el ejemplo de la evolución ulterior de todo el mundo capitalista- estaban profundamente convencidos de que su construcción era conforme a las necesidades y deseos de su propio proletariado y del proletariado mundial. Incluso cuando encontraron que no podrían alterar el hecho de que su sociedad continuaba estando basada en la explotación del trabajo, buscaron alterar el significado de este hecho ofreciendo como excusa una teoría que identificaba la dominación de los dirigentes con los intereses de los dirigidos. La fuerza motora del desarrollo social en la sociedad de clases -la lucha de clases- fue teóricamente suprimida; pero, prácticamente, tenía que desarrollarse un régimen autoritario, enmascarado como la dictadura del proletariado. En la creación de este régimen, y en el esfuerzo por camuflarlo, Trotsky ganó la mayoría de sus laureles. Él se durmió en esos laureles hasta el mismísimo último momento. Sólo es necesario fijarse en el eminente papel que Trotsky jugó en los primeros años estrepitosos de la Rusia bolchevique para entender por qué no podía admitir que la revolución blochevique únicamente fue capaz de cambiar la forma del capitalismo, pero no pudo suprimir la forma capitalista de explotación. Era la sombra de ese periodo lo que oscureció su entendimiento.

En el atraso general que prevalecía en la Rusia zarista, la Intelectualidad tenía pocas oportunidades para mejorar su posición. El talento y la capacidades de las clases medias educadas no encontraban ninguna realización en esta sociedad en estancamiento. Más tarde esta situación encontró su paralelo en las condiciones de la clase media en Italia y Alemania después de Versalles y en pos de la siguiente crisis mundial. En los tres países, y en ambas situaciones, la Intelectualidad y amplias capas de las clases medias se politizaron y se convirtieron en contrapeso del declinante sistema económico. En la búsqueda de ideologías útiles como armas, y en la búsqueda de aliados, todas tenían que apelar a la capa proletaria de la sociedad, y a todos los demás elementos descontentos. La dirección del movimiento bolchevique, tanto como la de los movimientos fascistas, no era proletaria, sino de clase media: el resultado de la frustración de los intelectuales bajo las condiciones de estancamiento y atrofia económicos.

En Rusia, antes de 1917, una ideología revolucionaria se desarrolló con la ayuda del socialismo occidental -con el marxismo-. Pero la ideología sirvió sólo al acto de la revolución, nada más. Tuvo que ser alterada continuamente y reencajada para servir a las necesidades en desarrollo de la revolución capitalista de Estado y sus beneficiarios. Finalmente, esta ideología perdió toda conexión con la realidad y sirvió como religión, un arma para mantener a la nueva clase dominante.

Con esta ideología, la Intelectualidad rusa, apoyada por los obreros ávidos, pudo tomar el poder y sostenerlo debido a la desintegración de la sociedad zarista, la amplia brecha social entre campesinos y obreros, la conciencia proletaria subdesarrollada y la debilidad general del capitalismo internacional después de la guerra. Llegando al poder con la ayuda de una ideología marxiana rusificada, Trotsky, después de perder el poder, no tenía más elección que mantener la ideología revolucionaria en su forma original contra la degeneración del marxismo a la que se entregaban los estalinistas. Él podía permitirse este lujo, pues había escapado a las férreas consecuencias del sistema social que había ayudado a producir. Ahora él podía llevar una vida de dignidad, es decir, una vida de oposición. Pero si hubiese sido devuelto repentinamente al poder, sus acciones no podrían haber sido otras que las de Stalin que tanto despreciaba. Después de todo, este último es él mismo no más que la criatura de las políticas de Lenin y Trotsky. Es un hecho que los "estalinistas", como tipo particular, son -mientras son controlables- justo el tipo de hombres que dirigentes como Lenin y Trotsky necesitan y aman más. Pero a veces el gusano se revuelve. Aquellos subalternos bolcheviques, elevados a posiciones de poder, entienden con la mayor plenitud que la única garantía de seguridad descansa en el encarcelamiento, el exilio y el asesinato.

En 1925, los métodos opresivos no estaban tan avanzados para asegurar el poder absoluto del gran líder. Los instrumentos dictatoriales estaban todavía obstaculizados por las tradiciones del capitalismo democrático. La Dirección siguió después de la muerte de Lenin; ya no estaba el Líder. Aunque Trotsky fue forzado al exilio, la inmadurez de la forma autoritaria de gobierno le perdonó la vida durante quince años. Pronto podrían ser facilmente destruídas las viejas y nuevas oposiciones al gobierno de Stalin. El éxito arrollador de Hitler en la “noche de los cuchillos largos", cuando exterminó con un golpe atrevido a toda la oposición efectiva contra él, enseñó a Stalin la manera de ocuparse de sus propios problemas. Quienquiera que fuese sospechoso de, en un momento u otro, haber abrigado ideas desagradables al gusto de Stalin y al gobierno absoluto, quienquiera que, debido a sus capacidades críticas, era sospechoso de ser capaz en el futuro de alcanzar los oídos ansiosos de los desvalidos y decepcionar a los burócratas, era eliminado. Esto no se hizo a la manera nibelunga en que los fascistas alemanes se libraron de Roehm, Strasser y sus seguidores, sino de la manera oculta, intrigante, cínica de los Juicios de Moscú, para aprovecharse incluso de la muerte de los opositores potenciales para la mayor gloria del líder omnímodo y querido, Stalin. El aplauso de aquéllos que tomaban las oficinas que quedaban vacias por los asesinados estaba asegurado. Hacer que las amplias masas aceptaran alegremente el fin miserable de los "viejos bolcheviques", fue meramente un trabajo para el ministro de propaganda. Así, la totalidad de Rusia, no sólo el grupo burocrático dirigente, remató a los "traidores a la patria de los trabajadores".

Aunque celebrando en secreto la muerte de Trotsky en fiestas de estudio, los defensores del estalinismo, con candidez conmovedora, preguntarán por qué Stalin debería estar interesado en deshacerse de Trotsky. Despues de todo, ¿qué daño podría hacer Trotsky al poderoso Stalin y su gran Rusia? Sin embargo, una burocracia capaz de destruir miles de libros porque contienen el nombre de Trotsky, de reescribir y reescribir de nuevo la historia para borrar cada logro de la oposición asesinada, una burocracia capaz de poner en escena los Juicios de Moscú, ciertamente es también capaz de contratar a un asesino, o de encontrar un voluntario para silenciar a la única voz discordante en una, por otra parte, perfecta armonía de alabanzas para la nueva clase dominante en Rusia. La autoexaltada identificación con su líder del último paria del Partido Comunista, el fanatismo idiota desplegado por estas gentes cuando el espejo de la verdad se sostiene ante sus ojos, no permite sorpresa alguna ante el asesinato de Trotsky. Sólo es sorprendente que él no fuese asesinado antes. Para entender el asesinato de Trotsky, sólo es necesario observar el mecanismo y el espíritu de cualquier organización bolchevique, la de Trotsky incluída.

¿Qué daño podría hacer Trotsky? Precisamente porque él no estaba dispuesto a dañar a su Rusia y a su Estado obrero, era tan intensamente odiado por la burocracia bolchevique. Por la misma razón que los trotskistas, en los países donde tenían una posición establecida, no estaban dispuestos a cambiar en lo más mínimo el instrumento del partido inventado por Lenin, que su espíritu seguía siendo el espíritu del bolchevismo, eran odiados por los propietarios de los distintos Partidos Comunistas.

Los pasos rápidos de la historia hacen posible cualquier imposibilidad aparente. Rusia no es inmune a los vastos cambios de las experiencias mundiales actuales. En un mundo que se tambalea, todos los gobiernos se vuelven inseguros. Ninguno sabe donde golpeará luego el huracán. Cada cual tiene que contar con todas las eventualidades. Debido a que Trotsky insistió en defender la herencia de 1917, debido a que él seguía siendo el bolchevique que vió en el capitalismo de Estado la base para el socialismo y en la dominación del partido la dominación de los obreros, debido a que él no quería otra cosa que el reemplazo de Stalin y de la burocracia que le apoyaba, era realmente peligroso para el último.

Que él tuviese otros argumentos, tales como ese de la "revolución permanente” contra la consigna del “socialismo en un sólo país”, etc., es más bien insignificante, porque la permanencia de la revolución, así como el aislamiento de Rusia, no depende de consignas y decisiones políticas, sino de realidades sobre las cuales incluso el partido más poderoso no tiene control. Tales argumentos sólo sirven para disfrazar los intereses completamente ordinarios por los que luchan los partidos políticos.

Fue el carácter no revolucionario de las políticas de Trotsky con respecto a la escena rusa lo que le hizo tan peligroso. La burocracia rusa sabe bastante bien que la presente situación mundial no es dada a cambios revolucionarios de acuerdo con los intereses del proletariado mundial. Los dictadores y los burócratas piensan en términos de dictadura y burocracia. Son los pretendientes al trono lo que temen, no la chusma de la calle. Napoleón encontró fácil controlar a cualquier muchedumbre insurrecta; encontró mucho más difícil tratar con las maquinaciones de Fouché y Talleyrand. Un Trotstky, mientras viviese, podría ser llamado otra vez con la ayuda de las capas más bajas de la burocracia rusa siempre que surgiese un momento oportuno. La oportunidad de reemplazar a Stalin, de triunfar finalmente, dependía de que Trotsky restringiera su crítica a la persona de Stalin, a su hosquedad brutal, a las nauseabundas actitudes de nuevos ricos de los satélites de Stalin. Él comprendió que sólo podría volver al poder con la ayuda de la mayor parte de la burocracia, que podría tomar de nuevo su asiento en el Kremlin sólo siguiendo a una revolución de palacio, o a un exitoso putsch de Roehm. Era demasiado realista -a pesar de todo el conveniente misticismo de su programa político- para no comprender la tontería de un apelo a los obreros rusos, esos obreros que deben haber aprendido ahora a ver en sus nuevos amos sus nuevos explotadores, y a tolerarlos sin miedo y necesidad. No tolerar y no aprobar la nueva situación significa renunciar a la oportunidad de mejorar la propia situación de uno; y mientras tanto la economía rusa esté expandiéndose, las ambiciones y la apología individuales dominarán a los individuos. Los gorrones se aprovechan de una situación que perciben que está más allá de su poder alterar. Precisamente porque Trotsky no era un revolucionario, sino meramente un competidor por la dirección bajo las condiciones rusas existentes -siempre listo para seguir el llamado de una burocracia en reorganización si fuese que una crisis nacional exigiese la abdicación de Stalin-, se volvió crecientemente más peligroso para la camarilla gobernante actual, comprometida como lo está en nuevas y vastas aventuras imperialistas. El asesinato de Trotsky es una de las muchas consecuencias del renacimiento del imperialismo ruso.

Hoy el bolchevismo se alza revelado como la fase inicial de un gran movimiento que, esperando perpetuar la explotación capitalista, está de modo lento pero seguro abarcando todo el mundo y transformando la economía de la propiedad privada, que ya no funciona, en grandes unidades capitalistas de Estado. El gobierno del comisario bolchevique encuentra su conclusión lógica en las dictaduras fascistas que se extienden por el globo. Justamente tan poco como Lenin y Trotsky supieron lo que estaban haciendo realmente cuando estaban luchado por el socialismo, justo tan poco saben hoy Hitler y Mussolini lo que están haciendo luchando por una Alemania mayor y el Imperio romano. En el mundo tal y como es, hay una amplia diferencia entre lo que los hombres quieren hacer y lo que ellos están realmente haciendo. Los hombres, aunque grandes, son muy pequeños ante la historia, que va por delante de ellos y siempre les sorprende de nuevo con los resultados de sus propios sorprendentes esquemas.

En 1917, Trotsky supo tan poco como lo supimos nosotros mismos que la revolución bolchevique tendría que acabar en un movimiento internacional fascista* y en la preparación y ejecución de otra guerra mundial. Si hubiese conocido la tendencia del desarrollo, o bien habría sido asesinado hace veinte años, o bien él ocuparía hoy el lugar de Stalin. Siendo así, él acabó como una víctima de la contrarrevolución fascista contra la clase obrera internacional y la paz mundial.

No obstante, a pesar del hecho de que Stalin asesinó a Trotsky, a pesar del desplazamiento de todas las formas de bolchevismo por el fascismo, una evaluación final del papel histórico de Trotsky tendrá que colocarle en línea con Lenin, Mussolini, Stalin y Hitler, como uno de los grandes dirigentes de un movimiento mundial que intentaba, a sabiendas y no a sabiendas, prolongar el sistema de explotación capitalista con los métodos inventados primero por el bolchevismo, luego completados por el fascismo alemán, y finalmente glorificados en la carnicería general que ahora estamos experimentando. Después de eso, el movimiento obrero puede empezar.

Digitalizado a formato web por
Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques

* Aquí Mattick parece hacer referencia a que, como expusiera Otto Rühle «La lucha contra el fascismo comienza con la lucha contra el bolchevismo», publicado en la revista diriga por él Living Marxism, Vol. 4, nº 8 de septiembre de 1939. En este artículo Rühle defiende la que después se convertirá en la tesis mayoritaria del comunismo de consejos: que el bolchevismo y el fascismo son parte de un mismo movimiento mundial contrarrevolucionario que hunde sus raíces en la necesidad de fortalecer la dominación sobre el proletariado ante el agotamiento histórico del capitalismo, y cuyo modelo económico sería el capitalismo de Estado en distintas formas -adecuadas a los niveles de desarrollo hisstóricos de las fuerzas productivas en cada país-. Más tarde, en los 60, Mattick se orientará a rechazar la generalización del concepto de capitalismo de Estado para las formas de "economía mixta" de los países avanzados occidentales, pero esto no nos incumbe aquí. (Nota del traductor)

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Por ? - Saturday, Jan. 14, 2006 at 1:34 AM

Guerra de pikahielos!!!!
eso se disfruta...
Salud y Revolucion Social, giles!

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Frase Grandiosa:
Por Brutus - Saturday, Jan. 14, 2006 at 3:06 AM

"los grandes lideres politicos solo tienen enemigos",
dijo alguien mas arriba.

Pero la ruindad del enemigo y sus mediocres huestes no hace mas que agrandar la estatura de los grandes dirigentes.

Y los pueblos solo tienen alabanzas, amor, identificacion y respeto para el que sabe defenderlos y expresar sus sentimientos mas profundos.

Uno, dos, muchos enemigos y Brutus Presidente.

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a callar, troskistas!!
Por MSV - Saturday, Jan. 14, 2006 at 5:52 AM

a callar, troskistas...
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a callar, basuras!

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es féo y aburrido
Por Frida - Saturday, Jan. 14, 2006 at 9:37 AM

Que tipo tan aburrido y brutito.

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SI EL BRUTO GEORGIANO VIVIERA....
Por Pacman Rojo - Saturday, Jan. 14, 2006 at 12:02 PM

Si ese energumeno de Stalin viviera ya hubiera mandado su GPU contra el M.S.V por pelotudos.
Josif no quería ni a su abuela, y a los epígonos del M.S.V los consideraría unos nabos y también los eliminaría como lo hizo con todos sus seguidores, EL ERA EL UNICO QUE MERECIA LA VIDA, y los burocratas que lo sostenían.
M.S.V. andá con O. Vargas o con Etchegaray a la puta madre que te parió.

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que buena esta frase para el PO
Por gravensela POPO - Saturday, Jan. 14, 2006 at 12:37 PM

"Altamira con dialectica marxista?. El PO se maneja por instinto de conservacion: cualquier cosa que mantenga su secta viene bien. "

Y me gusto mucho eso de Altamira y el PO apoyando a los candidatos burgueses del peronismo sin critica alguna y a la vez critican, el PO y Altamira, el apoyo critico a Vandor por parte del morenismo.


No hacer ningun acuerdismo con los partidos del movimiento obrero, dice Altamira , pero los hace con la burguesia.

Nahuel Moreno a dias de otro aniversario de tu desaparicion fisica, no seguis dejando enseñanzas sobre tu larga trayectoria como un revolucionario consecuente, dejando bien en claro, quienes son los oportunistas, los sectarios, y los ultras.

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me cago en "los grandes lideres politicos" y sus huestes
Por ... - Saturday, Jan. 14, 2006 at 2:36 PM

ganado, rebaño.

eso es lo que son.

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POPO
Por L&M - Saturday, Jan. 14, 2006 at 9:48 PM

Es muy buena la frase. Resume al PO en una sentencia.

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apoyo de terror
Por pollo critico - Sunday, Jan. 15, 2006 at 12:46 AM

"apoyo critico" a vandor? y este es el mas destacado teorico marxista argentino, que sigue "iluminandonos" con su sabiduria y "dejando enseñanzas"? mamita querida...

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