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Venezuela: ¿Estamos tratando de envenenar a las serpientes con su propio veneno?
Por Franz J. T. Lee - Saturday, Jan. 14, 2006 at 8:03 PM
franzjutta@cantv.net Mérida, Venezuela.

Semanas antes de la segunda invasión militar de Irak por parte de los EE.UU. y sus aliados imperialistas y capitalistas, lamentábamos aquella sentencia de muerte lanzada sobre centenares de miles de inocentes hombres, mujeres y niños iraquíes, quienes ciertamente iban a ser masacrados y quienes en aquel entonces todavía estaban vivos, luchando para sobrevivir en la vida cotidiana, soñando un futuro mejor para sus hijos y nietos.



¡Qué mundo macabro, qué ‘águila noble’ tan insaciable!
¡Qué ‘estatua de libertad’ tan congelada y yerma!
¡Qué administración tan criminal y cruel la de Bush!
¡Qué nación tan ciega y tan sometida al control mental!
¡Qué situación tan desesperanzada e impotente de, por y para el pueblo!

Muchas de las familias árabes no sabían lo que estaba pasando, no sabían nada de la política mundial, del capitalismo, del imperialismo, del fascismo o de la globalización. Sin embargo, como víctimas de todo tipo de mentiras de la clase dominante y al igual que los pobres diablos que murieron en las Torres Gemelas, experimentaron el único y verdadero infierno posible en esta Tierra. Estaban conscientes del valor de la vida y del hecho de estar vivo; estaban conscientes de haber nacidos por lo menos una vez en toda una eternidad y ahora se vieron confrontados con su extinción antes de tiempo por la ‘madre de todas las bombas’ estadounidense; para ellos llegó el Armagedón y cruelmente desvanecieron en el polvo galáctico cósmico. Los grandes criminales de guerra siguen vivos, disfrutando el poder y el paraíso terrenal.

En el caso de esas víctimas su mala suerte no fue ni siquiera su ignorancia cuidadosamente alimentada, sino el hecho de estar clasificados por sus amos como no-blancos, como segunda categoría, como Árabes, como incultos, etc. Nacieron en un mundo violento y no fueron ellos que inventaron o descubrieron la violencia; fueron asesinados por orden social, por la globalización.

Y todavía falta mucha miseria por venir. Este año 2006 fue declarado no sólo por Nostradamus, Thomas Bearden y Michael Ruppert como año más crítico para el futuro de la humanidad. Lo que se dijo sobre la sentencia de muerte de miles de personas inocentes en Afganistán e Irak a comienzos de este milenio también vale ahora para Irán y Venezuela.

¡Bolivarianos, despertémonos de nuestro letargo de las victorias electorales! ¡Toquemos la Diana otra vez!

En diciembre de 2005, en un comentario titulado Casandra advierte: ¡Venezuela, cuidado con los idos de marzo! advertí sobre los venideros peligros para marzo del 2006: “Si tomaríamos en serio las advertencias para el 2006 de Thomas Bearden y Michael Ruppert, si volviéramos a leer en detalle el ‘Proyecto para un nuevo siglo americano’, si nos imaginamos el ‘vandalismo en el cielo’, si estudiaríamos concientemente El Capital de Marx y las teorías marxistas del imperialismo, especialmente referente a la competencia, la eliminación de los competidores a escala global, la concentración, la monopolización, la progresión geométrica del empobrecimiento a escala mundial, la militarización y las guerras mundiales, la depresión y la recesión, si recordaríamos la masacre de Indonesia en 1955 de un millón de ‘comunistas’, sólo entonces obtuviéramos algo de una pequeña idea de lo que nos espera a Venezuela y América Latina para el 2006”.
http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47503

Pocos días después, el primero de enero del 2006, Martin Walker de United Press International nos informó que “la administración Bush prepara sus aliados de la OTAN para un posible ataque militar en el nuevo año contra presuntas plantas nucleares en Irán, según informes mediáticos alemanes que reivindican antiguos informes similares de los edios turcos”.
http://66.102.7.104/search?q=cache:2AMZa7DlQf4J:http://www.prisonplanet

Ahí vamos otra vez, parece que los EE.UU. tienen la divina carta blanca para hacer lo qué les da la gana sin que ningunas Naciones Unidas ni ninguna fuerza en la Tierra podría parar su marcha destructiva, su merodeo y su vandalismo alrededor del planeta. Los EE.UU. no necesitan ética, bendiciones o pretextos, no necesitan ultima ratio, lógica o democracia para invadir o atacar a cualquier país, incluyendo a Venezuela, cuando les da la gana.

No hay defensa regional, continental o internacional alguna contra esta monstruosidad globofascista.

Como se manifestó en la alta abstención revolucionaria, democrática y participativa durante las elecciones de diciembre de 2005 y a pesar de toda la subversión y de todos los eventos conocidos pero no reportados que ocurrieron alrededor del 4 de diciembre, muchos de nosotros sencillamente no logramos ver el verdadero peligro contrarrevolucionario, los actuales y feroces ataques internos y externos a la Revolución Bolivariana.

Ahora, en una situación de defensa total de nuestra soberanía, cuando se necesita tan urgentemente cada esfuerzo humano en un nivel local, en un grado continental y en una dimensión global, en esta hora cero no podemos seguir celebrando para siempre nuestras victorias del pasado, es decir, borrachos de nuestras victorias electorales no podemos seguir vaciando docenas de botellas de wisqui de navidad. En el programa televisivo La Hojilla Eva Golinger protestó fervorosamente contra esta nueva costumbre participativa, contra este nuevo vicio democrático.

De verdad, después de toda la información disponible y diseminada por nuestros medios alternativos independientes, después de innumerables horas de Aló Presidente y de cadenas nacionales, después de las noticias y los análisis de Telesur, más tardar ahora deberíamos tener una mínima idea de lo que realmente está pasando, qué está en juego para nosotros y qué en fin está planteado para Irán y Venezuela en el futuro inmediato.

Esto no tiene nada que ver con los caprichos de Bush, Rumsfeld o Rice quienes pueden ser destituidos en cualquier momento; más bien tiene que ver con la lógica brutal y fría de la concentración, competencia, monopolización, centralización y globalización capitalista e imperialista. Los EE.UU. son una economía de guerra; ya desde hace décadas sólo viven de las armas y del material bélico. Su vida económica principal es la Muerte, es Thanatos mismo.

Para sobrevivir un tiempito más tiene que producir armas de destrucción masiva, utilizarlas, destruirlas, reproducirlas, aniquilar al mundo y con él a ellos mismos. Esto es la simple verdad.

Ahora toca a nosotros, si participamos en nuestra propia auto-destrucción o paramos el globofascismo. Esta auto-preservación, al igual que la caridad, comienza en casa, comienza con la Revolución Bolivariana. No es que estamos jugando con fuego, es que ya estamos en llamas.

Concerniente al imperialismo corporativo en todas sus variedades globales, éste no tiene nada que ver con ética, con bueno o malo, con fe, amor y caridad, con dios o la religión; no tiene conciencia humana sino sólo conciencia de clase; no se preocupa por la naturaleza, la vida, el sufrir humano, las mujeres y los niños inocentes o la especie humana, ni siquiera por su propia existencia. Solamente vive a través de la violencia, la avaricia, el terror y el poder. Hay que entender esto para hacer y pensar la revolución, una revolución social, socialista.

Cualquiera que se preocupa por la vida y por la sobrevivencia en Venezuela no tiene elección: sólo hay que elegir entre la barbarie fascista y la Revolución Bolivariana. No queda alternativa.

No estamos luchando contra una ‘civilización’ que viene a liberarnos o a convertirnos, a traernos a Papa Noel o al Niño Jesús, esto se acabó; estamos confrontados con el salvajismo colonial y con la barbarie neocolonial que transhistóricamente ya hacen estragos durante cinco siglos y que ahora en agonía son más brutales, sangrientos e inhumanos que nunca.

El imperialismo capitalista en su actual fase corporativa de la globalización está arrasando con el mundo árabe, convirtiéndolo en las cenizas radioactivas de Fallujah y está enrumbado a Asia para continuar con su dinámica destructiva de convertir el globo entero en una Sodoma y Gomorra orweliana.

Dentro de este contexto parece que nuestro pensar, nuestros pensamientos están paralizados; nuestros actos no corresponden a la práxis revolucionaria necesaria. La teoría revolucionaria se inunda con ‘pensar’ oficial, con fantasía y confusión religiosa, con ideología alienadora.

Pero hablemos de cosas emancipatorias más agradables. Ya Shakespeare nos dijo que “no hay nada bueno o malo, pero el pensar lo hace parecer así”. (Hamlet, Acto II, Escena 2)

Si en su juicio en cuanto a la esencia cósmica de todas las cosas Shakespeare no se equivocó, entonces todas las religiones del mundo no tendrían chance de sobrevivir, porque en realidad, en la práctica diaria todos ellos (algunos menos, otros más) viven de la doble moral dualista, bi-cameral, binaria, celestial y/o infernal y de la ética de la clase dominante.

Uno se encuentra en el mismo dilema que Kant nos puso. En esencia dijo que no hay nada espacial o temporal, pero que el pensar lo hace parecer así. En otras palabras lo que dijo era que el espacio y el tiempo no existen y que sólo son categorías del pensar, fabricaciones de la mente humana. A nivel filosófico resulta muy difícil refutar lo que dijo.

Todas esas cosas nos dan una idea de lo que significa ideología, de cómo se fabrica, cómo uno parte de la realidad, la tergiversa por intereses de clase, la convierte en una mentira y finalmente la disemina y la defiende con la propia vida como ‘verdad absoluta’. Un excelente ejemplo de este tipo de lavado colectivo de cerebros o delirio son los argumentos en contra de Chávez por parte de la ‘oposición’ en Venezuela y en el exterior. En realidad la CIA ya no necesita ningún proyecto Mkultra o Manchurian Candidate para lavar cerebros, tampoco hace falta emplear programas como HAARP o las ondas ELF para controlar y canalizar las mentes de millones hacia la docilidad pacífica y la ignorancia ideológica. A través de los últimos siglos, ya la llamada educación y socialización, la ideología y la religión, la moral y la cultura han hecho muy bien su trabajo. Hoy por hoy parece imposible imaginar otra cosa que los vicios y las epidemias del capitalismo.

En este contexto podríamos imaginarnos la inmensidad de nuestras tareas emancipatorias dentro de la Revolución Bolivariana.

En 1845, en la primera parte de la Ideología Alemana, en La Ilusión de la Época, Carlos Marx nos explicó de que se trata con el ‘pensar’ oficial, con la ética lógico-formal, con la ideología de la clase dominante y con la religión que penetra la sobre-estructura global entera.

De hecho existe todo un renacimiento del anti-marxismo, una cruzada contra el socialismo y el comunismo; se está llevando a cabo una nueva casería de brujas y se vuelve a estigmatizar cualquier corriente que se opone a los intereses de los EE.UU. como comunismo y terrorismo. Los amos del universo saben qué es la negación del capitalismo e imperialismo, sólo los pobres esclavos y los condenados esclavos asalariados todavía no tienen esta conciencia de clase de la realidad a nivel global. Irónicamente son los imperialistas quienes saben qué es el socialismo y nosotros ni siquiera sabemos qué es el capitalismo.

A nivel global, en muchas instituciones de la educación mayor y fundaciones elitistas, los think tanks eruditos producen el llamado ‘pensar’ y el ‘pensamiento’ (en realidad las poderosas ‘ideas de la clase dominante’), que luego se convierten en ideología fascista. Estas mercancías intelectuales, que en realidad son armas de guerra, se introducen en las ‘guerras internacionales de las ideas’, en todos los programas de Mkultra, en todas las campañas de desinformación, en los medios masivos nacionales e internacionales, en las agencias de noticias y en la propaganda insolente. Actualmente, en este año 2006, se está lanzando este newspeak orweliano ferozmente contra Venezuela e Irán, de hecho, contra todo el ‘Tercer Mundo’.

¿Será que combatiremos la ideología con ideología? ¿Será que tratamos de envenenar a las serpientes con su propio veneno?

Porque el concepto ‘ideología’ se ha convertido en habla diario de casi todos los revolucionarios incluso aquí en Venezuela, tratemos de esclarecer por lo menos la antigua concepción marxista ambigua y negativa de lo que ahí se denominó como ‘ideología’; lo que Marx dice es claro como el sol, así que nos permitimos de citarlo en detalle:

“Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época.”
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/feuerbach/3.htm

Lo anterior explica la esencia de lo que hemos definido como Holocausto Mental de hace milenios, un fenómeno directo en la sobre-estructura de la acumulación material del capital en Europa, de la ‘educación’ y ‘socialización’ de los esclavos, siervos y esclavos asalariados. En otras palabras, se introdujo un proceso del ‘pensar’ para encubrir la realidad de la explotación, dominación y discriminación de la clase dominante, para convertir a las grandes mentiras en grandes verdades.

En esta tradición marxista, una cita del ‘Espíritu del Mundo’ a caballo (Hegel), es decir de Napoleón Bonaparte, nos aclara de que se trata con la historia oficial y con el proceso de producción. Vale destacar que Napoleón, quien en vísperas del siglo XIX estaba diseminando el capitalismo liberal y competitivo a través de toda Europa, odiaba a todos los ideólogos, especialmente a aquellos que diseminaron ideología reaccionaria contra sus campañas militares que se basaron en la Revolución Francesa. Napoleón dijo: “La Historia es una serie de mentiras concordadas”.

De hecho, dijo que la mayoría de las concepciones oficiales y comunes sobre qué o quienes hacen la historia son probablemente inventos engañosos; que fabricaciones tales como la teoría de un ‘gran dios’, una ‘gran idea’, un ‘gran hombre’, una ‘gran raza’ y todas sus combinaciones se basan en las mentiras republicanas de Platón, las cuales nunca salen de sus cuevas para ver la luz de los verdaderos procesos naturales y sociales en el planeta Tierra. En un poema excelente, Bertolt Brecht demostró lo ridículo que pueden ser tales concepciones de la historia y enfatizó que fueron los esclavos (trabajadores) que construyeron las ‘siete maravillas’ de este mundo, con su sudor, sangre y fuerza de trabajo.

Así que son ellos, los trabajadores venezolanos, los desvalidos que pueden romper las cadenas del capitalismo y construir cualquier todavía posible socialismo en el Tercer Milenio. Sin embargo, para ellos resulta realmente traumatizante y chocante el desarrollo de una conciencia de clase y el descubrimiento de todas las mentiras históricas. Para ellos sería fatal descubrir que su ‘gran dios’ no puede hacer la historia ni puede ayudarles más.

Además, el hecho de que se diesen cuenta que las ‘grandes ideas’, las grandes promesas electorales de sus ‘grandes líderes’ solamente son una ‘serie de mentiras’, haría imposible la paz y el orden mundial. Para las mentes débiles el descubrimiento de la verdad sobre el ‘pueblo escogido’, sobre el ‘venidero Mesías’ y sobre la ‘raza dominante’ blanca, rubia con ojos y sangre azul, causaría un colapso mental total, un estallido de todo lo sagrado que se nos ha enseñado desde la cuna hasta el féretro.

En el caso de que no sabemos esto, pues esos son los extraños caminos de la revolución; como explicó Ludwig Feuerbach, nosotros en América Latina tenemos que comenzar a desenmascarar la divina creación, a quitarle el velo al descubrimiento chimbo de América por Cristóbal Colón, para poder avanzar hacia la revelación de los engaños en cuanto a las causas de guerras mundiales, como lo eran el incendio del Reichstag alemán (Reichstagsbrand), los ataques a Pearl Harbor o a las Torres Gemelas; finalmente todos tenemos que salir de las cuevas del holocausto mental para poder concientizarnos, para poder ver la luz y la realidad dentro y alrededor de Venezuela. Sólo de esta manera podríamos eliminar para siempre la gran mentira del Chávez ‘dictador’ y ‘tirano’.

Son muy pocas las personas que pueden tener esta visión extendida de la historia y de la realidad planetaria.

No es extraño que hace mucho tiempo William Shakespeare les dio un consejo urgente práctico y ‘práxico’ a sus futuros paisanos capitalistas e imperialistas. En lo que a la ideología y a los ideólogos, a los ‘buenos capitalistas’ liberales se refiere, Shakespeare incluso los honró con la condición de filósofos. Como todos sabemos, Hamlet dijo categóricamente:

“Hay más cosas en el Cielo y en la Tierra, Horatio, de las que podemos soñar en nuestra filosofía”. (Hamlet, Acto I, Escena 5).

Ernst Bloch nos enseñó que todo marxista verdadero lógicamente es un filósofo y que en los empeños revolucionarios contemporáneos un filósofo es exactamente lo contrario de un ideólogo. Este último siempre defiende y quiere eternalizar el status quo, que a nivel global explota, domina y discrimina.

Así que a través de las palabras de Hamlet, Shakespeare, que realmente no era marxista, ni siquiera socialista, nos estaba advirtiendo, que no importa cuán oscura sea la ‘noche del puñal’, que a pesar del dominio de pleno espectro, de las guerras preventivas o de las campañas de ‘chocar e intimidar’, no se deja parar lo realmente nuevo e innovador y que el inexorable éxodo de la esclavitud imperialista, de este valle de penas capitalista ya está amaneciendo en el horizonte humano. Como emancipadores somos hechos del polvo de las estrellas y somos invencibles.

Bush, Rumsfeld o Rice nunca comprenderían la severidad de este hecho transgaláctico, tampoco lo haría ninguno de los CEOs del complejo militar industrial estadounidense o de los tecnócratas de la NASA, la OTAN o del Pentágono.

Aunque muchas personas son demasiado miopes, se encuentran muy cerca al fluyente momento histórico como para darse cuenta de lo que pasa a escala mundial, para registrar el odio clasista de la Casa Blanca hacia el Presidente Chávez, es precisamente él con todas sus fallas humanas e imperfecciones, que en Venezuela y América Latina expresa al máximo lo que significa lo anteriormente expuesto, lo que significa per aspera ad astra, ir por las estrellas.

Esto hay que entenderlo en el militante espíritu emancipatorio de León Trotski, sobre cuya silla de la sabiduría también estaba pendiendo la Espada de Damocles del magnicidio, y quien regó su preciosa sangre revolucionaria en suelo latinoamericano. Trotski, en vísperas del siglo XX y de la Revolución de Octubre lanzó su toque de clarín haciendo eco en todas partes, cuando dijo: “Dum spiro spero!” “Mientras respiro hay esperanza!”

Finalmente, en tiempos críticos de la desesperación total, transhistóricamente el mismo Marx nos da animo. En el prólogo de su Crítica de la Economía Política nos explica, porque es posible la liberación humana y la emancipación social:

“Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización.”
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm

No obstante, Camaradas, según información de la inteligencia, cuidado con el idus (el mal augurio) del 15 de enero de 2006!

Original en Inglés: “Venezuela: Are we trying to poison the vipers with their own venom?”
URL: http://www.vheadline.com/readnews.asp?id=47602

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Venezuela: ¿Estamos tratando de envenenar a las serpientes con su propio veneno?
Por Franz Lee - Sunday, Jan. 15, 2006 at 8:28 AM
pemalomu@hotmail.com

Me parece exelente el artículo del Sr. Lee, lástima que solo vaya a llegar a público con un grado intelectual medio/alto, quienes serán los que estén capacitados a entender la idea, y digo lástima, porque tan esclarecedoras ideas deben llegar a todos los públicos... creo que la gente de izquierdas debemos dejar de ser tan "elitistas" y dejar de escribir solo para inteligentes... hay que aceptar la realidad, la mayoría no lo es.

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Venezuela: ¿Estamos tratando de envenenar a las serpientes con su propio veneno?
Por Franz Lee - Sunday, Jan. 15, 2006 at 8:32 AM
pemalomu@hotmail.com

Me parece exelente el artículo del Sr. Lee, lástima que solo vaya a llegar a público con un grado intelectual medio/alto, quienes serán los que estén capacitados a entender la idea, y digo lástima, porque tan esclarecedoras ideas deben llegar a todos los públicos... creo que la gente de izquierdas debemos dejar de ser tan "elitistas" y dejar de escribir solo para inteligentes... hay que aceptar la realidad, la mayoría no lo es.

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Otro diletante
Por Jose Ricardo Thomas - Monday, Jan. 16, 2006 at 11:51 AM
jrthomas212@cantv.net 04142807609

Hugo con su diletancia revolucionaria aleja las oportunidades a los pobres de venezuela y grasiosamente las sede a los de otras latitudes.

Lo peor, que puede suceder a un escritor de izquierda es asumir los escritos de Marx como dogma y a Hugo Chavez como profeta.

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