Julio López
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Satanismo en tu idioma
Por Raúl Tortolero - Sunday, Jan. 29, 2006 at 7:47 PM
raultortolero@yahoo.com (Casilla de correo válida)

Según versiones del aquí declarante, el satanismo habría penetrado no sólo el rock anglosajón, sino ampliamente la música popular en español. Grupos argentinos, mexicanos y españoles transmitirían mensajes del Diablo para ganar proselitos a través de sus éxitos, o al menos eso piensa este predicador.

Ciudad de México.-

“Arides, Arides, Rey Satanás, Belcebú, ven, danos mi país, danos mi país...”, estas palabras se escuchan claramente –éstas sí- al reproducir al revés un fragmento de la composición “Querida”, de Juan Gabriel. El tono de la voz es mortuorio, tenebroso, lastimero... y satánico. Sólo que no hay pruebas de que haya aparecido ahí tal petición debido al famoso método “backward masking process”, consistente en grabar adrede los contenidos al revés, de modo que oyéndolos normal, “al derecho” suena sólo un rumoreo ininteligible, y sólo se entiende algo cuando se gira inversamente al disco con el dedo, o con un programa de software especial capaz de tocar las canciones para atrás.
Este misterio de “Querida” fue descubierto por Julio Hernández, un predicador católico cuyo segundo apellido es Rueda. Tiene 34 años, es chilango, y dueño de la empresa “Cristomanía”, consagrada a la difusión de prédicas y música variopinta siempre bajo el velo del catolicismo. La oficina de Julio de la colonia San Rafael está acribillada con los casets que surte sólo en tiendas católicas. Se ve algo obeso, no como en la portada de su sexta producción, llamada “Generación X, consejos para jóvenes en buena onda”, donde luce como rockero con lentes oscuros, “para atraer a los jóvenes”. Cuenta hasta hoy con un total de ocho casets, entre ellos “Fuera de Control”, “El lado oscuro de la música” (93), y el primero y más vendido de todos, del que nos ocuparemos ahora: “Satanismo en tu idioma”, en cuya carátula aparecen 12 portadas de distintas grabaciones, todas ellas de hablantes de español: Gloria Trevi, Alaska, Alejandra Guzmán, El General, Caifanes, Miguel Mate os, Thalía, Mecano y Cristian.
Julio el predicador, movido por el afán de salvaguardar las almas de los fieles de los peligros diabólicos, empezó con su celestial chamba hace 15 años. “Tenía yo otro criterio, estaba muy joven y han pasado bastantes años”, apunta. Desde el 98 no edita nada nuevo propio.
Al final de varias de sus conferencias, Julio suspende el amplio muestrario de satanismos musicales para usar un fondo de notas con piloncillo en el que encima su amable consejería e incluso hace una invitación especial:
“Quema todos tus discos y rompe lazos con el pecado”. Con esa frase oliente a libros chamuscados de Alejandría el buen hombre acaso confía en que estaremos a salvo. Y platica cómo inició sus satánicas indagaciones:
-Desde el 88 empezamos a investigar sobre los contenidos de la música. Así nació la idea de comenzar una serie de conferencias en grupos juveniles católicos.
Reconoce haber escogido el satanismo en español porque observó “cambios involuntarios” en las conductas juveniles, “actitudes agresivas” y la proliferación de bandas delictivas. Todo esto detonado por los mensajes musicales acompañados por “camisetas con calaveras, demonios, y otras imágenes aberrantes”, describe. Y es que él mismo oía rock en español.
-Pero ahora generalmente escucho casi pura música católica. Me gusta sólo el rock católico.

Mil caras tiene el chamuco

Pero entrando en el tuétano de “Satanismo en tu idioma”, encontramos desde el principio una serie de inferencias gratuitas, deducciones malabaristas y conclusiones fatales que reviso con Julio enfrente.
-Por ejemplo –le digo- en este caset haces una introducción con “Número 9”, de los Beatles, y aseguras que al revés dice: “Turn me on, dead man” (enciéndeme, hombre muerto). Y supones que el hombre muerto es Jesucristo. Pero hay muchos hombres muertos.

-El satanismo abomina mencionar el nombre de Jesucristo y el disco alude a Satanás. Más adelante se escucha “He become naked”, que al revés dice: “Look at me, Satan”.
-Con mucha imaginación, digamos...
El predicador alude a incontables manifestaciones de satanismo en mensajes grabados con el “backward masking process”. Pero, ¿se puede demostrar que algo grabado al revés puede llegar a afectarnos? ¿La mente humana entiende los mensajes al derecho y al revés? A veces no entendemos ni lo que nos dicen al derecho.
-El testimonio más fiel lo dan los mismos rockeros –se clava-. Ahí está la declaración de John Lennon a Tony Sheridan de que los Beatles iban a ser más grandes que Jesús porque había vendido su alma al diablo.
Además -intenta reforzar -, en la portada del Sargent Pepper “está el satanista Aleister Crowley”. Pero junto con otras cien personas, le respondo. Es como suponer que aparece Charles Chaplin, se está promoviendo a los mimos. Pero, convencido, alega que Crowley escribió Magick, donde expone la importancia maligna de escribir y leer mensajes al revés.
-¿Y por qué decir los recados al revés si muchos grupos los dicen al derecho?
-Cuando alguien adora abiertamente a Satanás, tiene sus seguidores también, pero son muy limitados. Si quieres dominar a las masas, hay que engañarlas.
Un punto interesante es entender que no todas las palabras satánicas fueron grabadas “voluntariamente”, sino que “aparecieron”... ¿Cómo llegaron ahí? Para Hernández, hablar de Satanás no es hablar de un mundo científico, sino espiritual, “porque Satán no es una persona física. Es un ente”.
Hay ejemplos obvios de grabaciones al revés ex professo: “Ya no” de Gloria Trevi (“por eso hay que obedecer”) y “El testamento” de Cecilia Toussaint. En otras melodías parece forzado tratar de encontrar algo infernal. Algún balbuceo será interpretado como un comunicado de Satán por los inquisidores modernos. Pero Julio adelanta no tener la capacidad ni el tiempo de analizar cualquier canción. Sólo cuando le llaman la atención las actitudes del artista, sus declaraciones, las imágenes de sus portadas, los videos, entonces halla una veta para atisbar “algo oculto”.
“Cuidado con el corazón”, de Alejandra Guzmán es señalada por Hernández de detentar cargas satánicas. ¿La razón? Estas dos frases: “Ángel o demonio, tú caes del cielo azul, lentamente igual que un blues”. Y: “Mitad hombre con mujer”. Para él “es un mensaje velado”. Pero ¿es satanismo lo que hace A. Guzmán en esa canción? “No necesariamente”, precisa el católico. “Pero lo está promoviendo”.
Empero, más que promoción, parece una descripción. Y suponiendo que Guzmán fuera satánica, que hubiera vendido su alma al diablo, ¿qué?, le reprocho a Julio. “Lo importante es que la gente lo sepa”, arremete.
-Ella puede hacer lo que quiera con su vida.
-La mayoría de sus seguidores no son satánicos, sino católicos. Es incongruente que escuchen mensajes abiertamente satánicos. Mi lucha es contra la ignorancia.
“Amarillo Azul”, de Thalía, también le produce escozor a Julio por este enunciado: “Cuando el diablo tiene cara de ángel”. Le digo que a cualquier mención de la palabra diablo, sea comparativa, o metafóricamente, le atribuye un aura satánica. “No se trata sólo del contenido sino del contexto”, se defiende. Pero “Amarillo azul” es hasta una canción boba.
“La época en la que Thalía promovía este tipo de canciones tenía una personalidad un tanto agresiva. Una mujer vestida de cuero negro”, esgrime.
-Pero eso tampoco es satánico.
-Pero usaba la cruz egipcia...
-Utilizar algo no católico no es satánico. Perdón.
En su cinta el promotor del bien advierte:
“Pero el que se lleva las palmas en el satanismo descarado es Miguel Mateos, en ´El diablo en tu corazón´, donde nos invita a aceptar a Satanás en nuestro corazón.”
Sólo que en la letra en ningún momento se dice: “Muchachos, yo los invito a seguir a Satanás”. Sólo canta: “Acosado por la luz, por alguien que nos mira desde una cruz, por eso baila y sacúdelo, el diablo está en tu corazón”. No veo ninguna “invitación”. Julio revira:
“¿Si alguien te dice que el diablo está en tu corazón, cómo te sientes?”.

* * *

Y Julio en su cinta sigue: que Alejandra Guzmán “nos invita a hacer un pacto demoníaco”, para conseguir a una persona, en la canción “Luz de luna”: “Luz de luna, lúbrica, víctima, un pacto demoníaco... sé que te atraparé”.
Tengo mis dudas: le digo que las canciones tienen un histrionismo que no implica las creencias de los intérpretes. Si haces el papel de diablo en la pastorela, no por eso eres satánico.
“No se menciona que ella sea satánica”, refuta.
-La pastorela es muy católica e incluye al diablo. La Biblia está llena de menciones a Satán.
-Estas conferencias van dirigidas a adolescentes...
Y el predicador ataca de nuevo: que en “Hey, güera” hay una clara invitación a venderle el alma al diablo: “Estoy tan loca por él, que no me importa poner el alma en el asador”.
-¿En qué otro lugar arde el alma que no sea en el infierno?
-En un asador –le contesto.
Entonces remite a Caifanes cono satánicos por usar talismanes: “Perdí mi ojo de venado, nadie me va a proteger”. Descubre un rito luciferino en “Cruz de navajas” de Mecano... Cree que en “Pelo Suelto”, Trevi nos invita a invocar al diablo. Al revés diría, confusamente, “Habla con el demonio”.
Y dice que Thalía en el video “Sangre” muestra una trinidad satánica simbolizada por un triángulo invertido, y puesto en un círculo de fuego. Esta imagen es notoria y muy obvia. Aquí sí habría que darle la razón. Revisen su caset.
Y para cerrar con llave infernal, he aquí algunas otros delirios donde hemos verificado un claro satanismo:
-Jamón endiablado, el demonio de Tasmania, diablitos para robarse la luz, Blue Demon, el Espinazo del Diablo, cuando se cae algo “ya lo chupó el diablo”, “me lleva el diablo”, un madrazo marca diablo, pero sobre todo... el siniestro Patín del Diablo...

(Publicado en La Revista de El Universal)

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La verdad sobre arides
Por Ma. Mastretta Galvan - Monday, Aug. 29, 2016 at 4:06 PM
Mariesmastretta@gmail.com 2221882510 Calle breñal 6338 Puebla pue. Mexico

Tengo algo de experiencia en estos temas y francamente en un 90 por ciento los artistas están bien coludidos con alguna entidad diabólica para lograr éxito. El tema de "querida"definitivamente invoca a propósito a Arides y Daniela Romo en un concurso internacional le canta abiertamente al final más o menos dice así: tasas asimo Arides. No vale la pena vender el alma a el diablo por tener "éxito"" Que bueno que los católicos tenemos los sacramentos y los sacramentales y la verdad mejor no oír música pues en su mayoría está contaminada.

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