versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
A 4 años del asesinato de Javier Barrionuevo en una protesta piquetera
Por Prensa De Frente -
Monday, Feb. 06, 2006 at 4:12 PM
prensadefrente@gmail.com
Los crímenes de clase tienen sus propios fiscales
A
4 años del asesinato de Javier Barrionuevo en una protesta piquetera El caso de Javier Barrionuevo fue uno de los pocos en
el que la justicia argentina sentó en el banquillo de los acusados
al responsable material directo del asesinato de un militante social.
A fines de noviembre de 2005, cuando se celebró en los Tribunales
de La Plata el juicio contra el militante Gabriel Roser, la fiscalía
afirmó que “no existía prueba acusatoria” que
incrimine al joven en el crimen por el que se encontraba detenido, dictaminando
la nulidad del proceso. En el caso de Barrionuevo, el rol del fiscal fue determinante,
pero para conseguir la inmediata liberación de quien abrió
fuego. A la inversa de Roser, los elementos con los que apuntaban sobre
el acusado, Jorge Bogado, eran irrefutables: 5 a 1 era el número
de testigos que declaró ver al imputado disparar con su 9 mm contra
el manifestante, estando este desarmado y en actitud pacífica;
las pericias forenses realizadas sobre el cuerpo de la víctima
establecieron que el disparo se efectuó a una distancia no menor
a los 50 cm., dejando por el suelo la versión del combate cuerpo
a cuerpo que relató Bogado; quien además ya había
afirmado su responsabilidad en el hecho frente a la fiscalía, 3
días después del mismo. En la madrugada del 6 de febrero del 2002 un “Ford
Falcon” atravesó un corte de ruta realizado por el MTD local
sobre la ruta 205, a la altura de la ciudad del Jaguel, en el marco de
un plan de lucha en reclamo de planes de empleo y alimentos para los comedores
populares. Su conductor era Jorge “Batata” Bogado, un conocido
“parrillero” de estrecho vinculo con el intendente de Ezeiza
Alejandro Granados, ayer duhaldista, antes de ayer menemista y hoy devenido
ferviente oficialista. Al descender del vehículo abrió fuego
hiriendo de muerte a uno de los manifestantes: Javier Barrionuevo, de
31 años de edad y uno de esos tantos changarines bonaerenses que
la "peleaban" en un duro contexto de represión y exclusión
que propiciaba el gobierno del ex presidente Duhalde. Esa misma mañana (como para respetar la cronología
periodística) 30 manifestantes, se hicieron presentes ante la comisaría
5º de El Jaguel, por entonces a cargo de Claudio Boriani, para ofrecer
testimonio de lo sucedido. Pero fueron literalmente “ignorados”
por el uniformado, propiciando que el fiscal Lorenzo Latorre deje en libertad
a Bogado ante la “falta de testigos”, según explicó
en su momento el letrado. Sin embargo, la presión de la movilización
popular colocó a Bogado tras las rejas acusado de homicidio simple,
aunque un fallo de la Cámara le concedió la libertad con
ciertos requisitos hasta la espera del juicio. Como regalo de fin de año,
una cámara oculta del programa periodístico “Punto
Doc”, demostró que los requisitos no eran justamente cumplidos. Del 23 al 28 de mayo de 2003 se celebró el juicio
oral y público en el Tribunal Oral Nº 5 de Lomas de Zamora,
contra Jorge Bogado, acusado de homicidio simple. Con los testigos que
cargarían contra “Batata” amenazados de muerte por
la policía bonaerense y el manto de impunidad que habían
dejado sobre los argentinos las represiones de diciembre de 2001 y la
de Avellaneda, se llegó al juicio. Bastaron sólo 2 audiencias de debate para garantizar
la absolución de cargo y culpa del delito que se juzgaba al cincuentón
justicialista. El prejuicio más cotidiano apuntaría contra
los jueces, en este caso Pablo Little, Pedro Pianta y Guillermo Piume.
Pero sería papel del fiscal el determinante para absolver a Bogado.
“Le hacía preguntas a los testigos que favorecían
al asesino”, rememora Camilo, uno de los manifestantes que estuvo
en ese trágico piquete, integrante del MTD (hoy Frente Popular
Darío Santillán). Pablo Pando, el fiscal en cuestión, desestimó
las pruebas acusatorias existentes y declaró desierta la acusación.
Según las normas procesales, los jueces no tienen atribución
de condenar si el fiscal no pide condena. No hubo acusación, no
hubo condena, a pesar de que posteriormente los jueces se manifestaron
en total desacuerdo con el desempeño de Pando. Bogado volvía
libre a su casa. El fiscal en sus ratos libre es el presidente de un selecto
club de rugby de la coqueta ciudad de Adrogué. Pando es sobrino
del ex almirante represor Lacoste, cuñado de Jorge Rafael Videla.
Los engranajes de la justicia democrática parecen ser aceitados
con la misma impunidad que existió en dictadura. 2-LA
INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO PARA MANEJAR LA INFLACIÓN
3-LA
ÚNICA RESPUESTA VOLVIÓ A SER LA REPRESIÓN 4-LA
MASACRE DE CROMAÑÓN Y EL JUICIO POLÍTICO A IBARRA
5-CONSECUENCIAS
DE UNA INDUSTRIA EN PLENO CRECIMIENTO 6-APARECIÓ
MUERTO UN JOVEN EN MERCEDES - Masacre
de Avellaneda. Análisis de la sentencia realizado por el Dr. Claudio
Pandolfi, abogado de la querella.
Los crímenes de clase tienen sus
propios fiscales
1-CHÁVEZ
ANTE EL FORO SOCIAL MUNDIAL, EXTRACTOS DEL DISCURSO
"Que el pueblo sea el actor fundamental en la batalla política, y no
una élite que lo representa"
Los datos de una realidad que no se modifica con retórica
Tartagal y la lucha de un pueblo abandonado a su suerte
Los intereses y las miserias escondidos detrás del dolor
Y me gusta el Rock
Efectos de la incipiente guerra de la basura
Más
noticias
-
A dos años del asesinato de Sandra Cabrera, organizaciones de Rosario
rechazan la impunidad
- Vive TV, un medio "para ayudar a construir la revolución en Venezuela",
ya transmite en vivo por Internet
- Lunes 30: Rumbo al 24/3 Encuentro Taller Grupos de arte en Libres
del Sur
- Martes 31, 18hs, Hotel B.A.U.E.N: Convocatoria de los trabajadores
de Autopistas contra la persecución gremial
http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php?blog=16
http://www.masacredeavellaneda.org