Julio López
está desaparecido
hace 6422 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

Marx contra los charlatanes anti-partido
Por Washington "Post" - Thursday, Feb. 16, 2006 at 9:34 PM

Debate sobre Marx y el partido. Saluti

Marx les habla a los charlatanes antipartido
Por Julián Mondragón - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 4:52 PM
loverdaderoeslapraxis@yahoo.com.ar (Casilla de correo válida)

¡APRENDAN BURROS! DEJEMOS HABLAR A MARX ACERCA DE SI HACE FALTA O NO PARTIDO

C. MARX Y F. ENGELS
MENSAJE DEL COMITE CENTRAL A LA LIGA DE LOS COMUNISTAS [1]
MARZO DE 1850

EL COMITE CENTRAL A LA LIGA [2]

Hermanos: Durante los dos años revolucionarios de 1848 y 1849 la Liga ha salido airosa de una doble prueba: primero porque sus miembros participaron enérgicamente en todas partes donde se produjo el movimiento y porque en la prensa, en las barricadas y en los campos de batalla estuvieron en la vanguardia de la única clase decididamente revolucionaria, del proletariado. Además, porque la concepción que del movimiento tenía la Liga, tal como fue formulada en las circulares de los congresos y del Comité Central en 1847, así como en el "Manifiesto Comunista", resultó ser la única acertada; porque las esperanzas expuestas en dichos documentos se vieron plenamente confirmadas, y los puntos de vista sobre las condiciones sociales del momento, que la Liga sólo había propagado hasta entonces en secreto, se hallan ahora en boca de todos los pueblos y se predican abiertamente en las plazas públicas. Al mismo tiempo, la primitiva y sólida organización de la Liga se ha debilitado considerablemente. Gran parte de sus miembros —los que participaron directamente en el movimiento revolucionario— creían que ya había pasado la época de las sociedades secretas y que bastaba con la sola actividad pública. Algunos círculos y comunidades han ido debilitando sus conexiones con el Comité Central y terminaron por romperlas poco a poco. Así pues, mientras el partido democrático, el partido de la pequeña burguesía, fortalecía más y más su organización [180] en Alemania, el partido obrero perdía su única base firme, a lo sumo conservaba su organización en algunas localidades, para fines puramente locales, y por eso, en el movimiento general, cayó por entero bajo la influencia y la dirección de los demócratas pequeñoburgueses. Hay que acabar con tal estado de cosas, hay que restablecer la independencia de los obreros. Comprendiendo esta necesidad, el Comité Central, ya en el invierno de 1848-1849, envió a Josef Moll con la misión de reorganizar la Liga en Alemania. La misión de Moll no produjo el efecto deseado, en parte porque los obreros alemanes no tenían aún suficiente experiencia, y en parte por haberse visto interrumpida a consecuencia de la insurrección de mayo del año pasado [3]. El propio Moll, que empuñó las armas y se incorporó al ejército de Baden-Palatinado, cayó en el encuentro del 19 de julio [*] cerca de Murg. La Liga ha perdido con Moll a uno de sus miembros más antiguos, más activos y más seguros, que había participado en todos los congresos y comités centrales y que ya había realizado antes con gran éxito varias misiones fuera. Después de la derrota de los partidos revolucionarios de Alemania y Francia en julio de 1849, casi todos los miembros del Comité Central volvieron a reunirse en Londres, completaron sus filas con nuevas fuerzas revolucionarias y emprendieron con renovada energía la tarea de reorganizar la Liga.

Esta reorganización sólo puede ser lograda por un emisario especial, y el Comité Central considera que tiene una gran importancia el que dicho emisario salga precisamente ahora, cuando es inminente una nueva revolución, cuando, por lo tanto, el partido obrero debe actuar de la manera más organizada, más unánime y más independiente, si no quiere ser de nuevo explotado por la burguesía y marchar a la cola de éste, como en 1848.

Ya os habíamos dicho, hermanos, en 1848, que los liberales burgueses alemanes llegarían pronto al poder y que inmediatamente emplearían contra los obreros este poder recién adquirido. Ya habéis visto cómo se ha realizado esto. En efecto, inmediatamente después del movimiento de Marzo de 1848 han sido los burgueses quienes se hicieron con el poder, utilizándolo sin dilaciones para obligar a los obreros, sus aliados en la lucha, a volver a su anterior condición de oprimidos. Y aunque la burguesía no podía lograr todo esto sin aliarse al partido feudal derrotado en Marzo y, en fin de cuentas, sin ceder de nuevo la dominación a este mismo partido absolutista feudal, pudo, sin embargo, asegurarse las condiciones que, en vista de las dificultades [181] financieras del Gobierno, habrían de poner finalmente en sus manos el poder y salvaguardarían sus intereses en el caso de que fuese posible que el movimiento revolucionario entrase desde ahora en el cauce del llamado desarrollo pacífico. Para asegurar su dominación, la burguesía ni siquiera necesitaba recurrir a medidas violentas que la harían odiosa a los ojos del pueblo, pues todas esas medidas violentas ya habían sido tomadas por la contrarrevolución feudal. Pero el desarrollo no ha de seguir ese cauce pacífico. Por el contrario, la revolución que ha de acelerar dicho desarrollo está próxima, bien sea provocada por una insurrección independiente del proletariado francés, bien por una invasión de la Babel revolucionaria [4] por la Santa Alianza [5].

Y el papel de traición que los liberales burgueses alemanes desempeñaron con respecto al pueblo en 1848 lo desempeñarán en la próxima revolución los pequeños burgueses democráticos, que ocupan hoy en la oposición el mismo lugar que ocupaban los liberales burgueses antes de 1848. Este partido, el partido democrático, más peligroso para los obreros que lo fue el partido liberal, está integrado por los tres elementos siguientes:

I. Por las partes más progresistas de la gran burguesía, cuyo objetivo es el total e inmediato derrocamiento del feudalismo y del absolutismo. Dicha fracción está representada por los antiguos conciliadores de Berlín que habían propuesto suspender el pago de las contribuciones.

II. Por la pequeña burguesía democrático-constitucional, cuyo principal objetivo en el movimiento precedente había sido crear un Estado federal más o menos democrático, tal como lo habían propugnado sus representantes —la izquierda de la Asamblea de Francfort—, más tarde el parlamento de Stuttgart y ella misma en la campaña en pro de la Constitución del Imperio [6].

III. Por los pequeños burgueses republicanos, cuyo ideal es una república federal alemana al estilo de la suiza y que ahora se llaman a sí mismos "rojos" y "demócratas sociales", porque tienen el pío deseo de acabar con la opresión del pequeño capital por el grande, del pequeño burgués por el gran burgués. Representaban esta fracción los miembros de los congresos y comités democráticos, los dirigentes de las uniones democráticas y los redactores de la prensa democrática.

Ahora, después de su derrota, todas estas fracciones se llaman republicanas o rojas, exactamente como los pequeños burgueses republicanos de Francia se llaman hoy día socialistas. Allí donde aún tienen la posibilidad de perseguir sus fines por métodos constitucionales, como en Wurtemberg, Baviera, etc., [182] aprovechan la ocasión para conservar sus viejas frases y para demostrar con los hechos que no han cambiado en absoluto. Se comprende, por lo demás, que el cambio de nombre de este partido no modifica en lo más mínimo su actitud hacia los obreros; lo único que hace es demostrar que ahora se ve obligado a luchar contra la burguesía aliada al absolutismo y a buscar el apoyo del proletariado.

El partido democrático pequeñoburgués es muy poderoso en Alemania. Abarca no solamente a la enorme mayoría de la población burguesa de las ciudades, a los pequeños comerciantes e industriales y a los maestros artesanos, sino que también le siguen los campesinos y el proletariado rural, en tanto este último no ha encontrado aún el apoyo del proletariado urbano independiente.

La actitud del partido obrero revolucionario ante la democracia pequeñoburguesa es la siguiente: marcha con ella en la lucha por el derrocamiento de aquella fracción a cuya derrota aspira el partido obrero; marcha contra ella en todos los casos en que la democracia pequeñoburguesa quiere consolidar su posición en provecho propio.

Muy lejos de desear la transformación revolucionaria de toda la sociedad en beneficio de los proletarios revolucionarios, la pequeña burguesía democrática tiende a un cambio del orden social que pueda hacer su vida en la sociedad actual lo más llevadera y confortable. Por eso reclama ante todo una reducción de los gastos del Estado por medio de una limitación de la burocracia y la imposición de las principales cargas tributarias sobre los grandes terratenientes y los burgueses. Exige, además, que se ponga fin a la presión del gran capital sobre el pequeño, pidiendo la creación de instituciones crediticias del Estado y leyes contra la usura, con lo cual ella y los campesinos tendrían abierta la posibilidad de obtener créditos del Estado en lugar de tener que pedírselos a los capitalistas, y además en condiciones ventajosas; pide igualmente el establecimiento de relaciones burguesas de propiedad en el campo mediante la total abolición del feudalismo. Para poder llevar a cabo todo esto necesita un régimen democrático, ya sea constitucional o republicano, que les proporcione una mayoría a ella y a sus aliados, los campesinos, y una autonomía democrática local que ponga en sus manos el control directo de la propiedad comunal y una serie de funciones desempeñadas hoy día por burócratas.

Los demócratas pequeñoburgueses consideran, además, que es preciso oponerse a la dominación y el rápido crecimiento del capital, en parte limitando el derecho de herencia, en parte poniendo en manos del Estado el mayor número posible de empresas. [183] Por lo que toca a los obreros, es ante todo indudable que deben seguir siendo obreros asalariados, pero al mismo tiempo los pequeños burgueses democráticos desean que aquéllos tengan salarios más altos y una existencia mejor asegurada; y confían en lograr esto facilitando por un lado trabajo a los obreros a través del Estado y por otro con medidas de beneficencia. En una palabra, confían en corromper a los obreros con limosnas más o menos veladas y quebrantar su fuerza revolucionaria con un mejoramiento temporal de su situación. No todas las fracciones de la democracia pequeñoburguesa defienden todas las reivindicaciones que acabamos de citar. Tan sólo unos pocos demócratas pequeñoburgueses consideran como objetivo suyo el conjunto de estas reivindicaciones. Cuanto más allá van algunos individuos o fracciones de la democracia pequeñoburguesa, tanto mayor es el número de estas reivindicaciones que hacen suyas, y aquellos pocos que ven en lo arriba expuesto su propio programa suponen seguramente que ello representa el máximo de lo que puede esperarse de la revolución. Pero estas reivindicaciones no pueden satisfacer en modo alguno al partido del proletariado. Mientras que los pequeños burgueses democráticos quieren poner fin a la revolución lo más rápidamente que se pueda, después de haber obtenido, a lo sumo, las reivindicaciones arriba mencionadas, nuestros intereses y nuestras tareas consisten en hacer la revolución permanente hasta que sea descartada la dominación de las clases más o menos poderosas, hasta que el proletariado conquiste el poder del Estado, hasta que la asociación de los proletarios se desarrolle, y no sólo en un país, sino en todos los países dominantes del mundo, en proporciones tales, que cese la competencia entre los proletarios de estos países, y hasta que por lo menos las fuerzas productivas decisivas estén concentradas en manos del proletariado. Para nosotros no se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase, sino de abolir las clases; no se trata de mejorar la sociedad existente, sino de establecer una nueva. No cabe la menor duda de que con el desarrollo de la revolución la democracia pequeñoburguesa obtendrá en Alemania, por algún tiempo, una influencia predominante. La cuestión es, pues, saber cuál ha de ser la actitud del proletariado y particularmente de la Liga frente a la democracia pequeñoburguesa:

1. mientras subsista la situación actual, cuando los demócratas pequeñoburgueses se encuentran también oprimidos;

2. en el curso de la próxima lucha revolucionaria, la cual les dará una situación de superioridad;

3. al terminar la lucha, durante el período de su superioridad sobre las clases derrocadas y sobre el proletariado.

[184]

1. En los momentos presentes, cuando la pequeña burguesía democrática es oprimida en todas partes, ésta predica en general al proletariado la unión y la reconciliación, le tiende la mano y trata de crear un gran partido de oposición que abarque todas las tendencias del partido democrático, es decir, trata de arrastrar al proletariado a una organización de partido donde han de predominar las frases socialdemócratas de tipo general, tras las que se ocultarán los intereses particulares de la democracia pequeñoburguesa, y en la que las reivindicaciones especiales del proletariado han de mantenerse reservadas en aras de la tan deseada paz. Semejante unión sería hecha en exclusivo beneficio de la pequeña burguesía democrática y en indudable perjuicio del proletariado. Este habría perdido toda su posición independiente conquistada a costa de tantos esfuerzos y habría caído una vez más en la situación de simple apéndice de la democracia burguesa oficial. Tal unión debe ser, por tanto, resueltamente rechazada. En vez de descender una vez más al papel de coro destinado a jalear a los demócratas burgueses, los obreros, y ante todo la Liga, deben procurar establecer junto a los demócratas oficiales una organización propia del partido obrero, a la vez legal y secreta, y hacer de cada comunidad centro y núcleo de sociedades obreras, en las que la actitud y los intereses del proletariado puedan discutirse independientemente de las influencias burguesas. Una prueba de cuán poco seria es la actitud de los demócratas burgueses ante una alianza con el proletariado en la cual éste tuviese la misma fuerza y los mismos derechos la tenemos en los demócratas de Breslau, cuyó órgano de prensa, la "Neue Oder-Zeitung" [7], ataca con furia a los obreros organizados independientemente, a los que moteja de socialistas. Para luchar contra un enemigo común no se precisa ninguna unión especial. Por cuanto es necesario luchar directamente contra tal enemigo, los intereses de ambos partidos coinciden por el momento, y dicha unión, lo mismo que ha venido ocurriendo hasta ahora, surgirá en el futuro por sí misma y únicamente para el momento dado. Es evidente que en los futuros conflictos sangrientos, al igual que en todos los anteriores, serán sobre todo los obreros los que tendrán que conquistar la victoria con su valor, resolución y espíritu de sacrificio. En esta lucha, al igual que en las anteriores, la masa pequeñoburguesa mantendrá una actitud de espera, de irresolución e inactividad tanto tiempo como le sea posible, con el propósito de que, en cuanto quede asegurada la victoria, utilizarla en beneficio propio, invitar a los obreros a que permanezcan tranquilos y retornen al trabajo, evitar los llamados excesos y despojar al proletariado de los frutos de la victoria. No está en manos de los obreros impedir que la pequeña burguesía democrática proceda [185] de este modo, pero sí está en su poder dificultar la posibilidad de imponerse al proletariado en armas y dictarles unas condiciones bajo las cuales la dominación de los demócratas burgueses lleve desde el principio el germen de su caída, facilitando así considerablemente su ulterior sustitución por el poder del proletariado. Durante el conflicto e inmediatamente después de terminada la lucha, los obreros deben procurar, ante todo y en cuanto sea posible, contrarrestar los intentos contemporizadores de la burguesía y obligar a los demócratas a llevar a la práctica sus actuales frases terroristas. Deben actuar de tal manera que la excitación revolucionaria no sea reprimida de nuevo inmediatamente después de la victoria. Por el contrario, han de intentar mantenerla tanto tiempo como sea posible. Los obreros no sólo no deben oponerse a los llamados excesos, a los actos de venganza popular contra individuos odiados o contra edificios públicos que el pueblo sólo puede recordar con odio, no sólo deben tolerar tales actos, sino que deben asumir la dirección de los mismos. Durante la lucha y después de ella los obreros deben aprovechar todas las oportunidades para presentar sus propias demandas al lado de las demandas de los demócratas burgueses. Deben exigir garantías para los obreros tan pronto como los demócratas burgueses se dispongan a tomar el poder. Si fuere preciso, estas garantías deben ser arrancadas por la fuerza. En general, es preciso procurar que los nuevos gobernantes se obliguen a las mayores concesiones y promesas; es el medio más seguro de comprometerles. Los obreros deben contener por lo general y en la medida de lo posible la embriaguez del triunfo y el entusiasmo provocado por la nueva situación que sigue a toda lucha callejera victoriosa, oponiendo a todo esto una apreciación fría y serena de los acontecimientos y manifestando abiertamente su desconfianza hacia el nuevo Gobierno. Al lado de los nuevos gobiernos oficiales, los obreros deberán constituir inmediatamente gobiernos obreros revolucionarios, ya sea en forma de comités o consejos municipales, ya en forma de clubs obreros o de comités obreros, de tal manera que los gobiernos democrático-burgueses no sólo pierdan inmediatamente el apoyo de los obreros, sino que se vean desde el primer momento vigilados y amenazados por autoridades tras las cuales se halla la masa entera de los obreros. En una palabra, desde el primer momento de la victoria es preciso encauzar la desconfianza no ya contra el partido reaccionario derrotado, sino contra los antiguos aliados, contra el partido que quiera explotar la victoria común en su exclusivo beneficio.

2. Pero para poder oponerse enérgica y amenazadoramente a este partido, cuya traición a los obreros comenzará desde los primeros momentos de la victoria, éstos deben estar armados [186] y tener su organización. Se procederá inmediatamente a armar a todo el proletariado con fusiles, carabinas, cañones y municiones; es preciso oponerse al resurgimiento de la vieja milicia burguesa dirigida contra los obreros. Donde no puedan ser tomadas estas medidas, los obreros deben tratar de organizarse independientemente como guardia proletaria, con jefes y un Estado Mayor Central elegidos por ellos mismos, y ponerse a las órdenes no del Gobierno, sino de los consejos municipales revolucionarios creados por los mismos obreros. Donde los obreros trabajen en empresas del Estado, deberán procurar su armamento y organización en cuerpos especiales con mandos elegidos por ellos mismos o bien como unidades que formen parte de la guardia proletaria. Bajo ningún pretexto entregarán sus armas ni municiones; todo intento de desarme será rechazado, en caso de necesidad, por la fuerza de las armas. Destrucción de la influencia de los demócratas burgueses sobre los obreros; formación inmediata de una organización independiente y armada de la clase obrera; creación de unas condiciones que, en la medida de lo posible, sean lo más duras y comprometedoras para la dominación temporal e inevitable de la democracia burguesa: tales son los puntos principales que el proletariado, y por tanto la Liga, deben tener presentes durante la próxima insurrección y después de ella.

3. Tan pronto como los nuevos gobiernos se hayan consolidado un poco comenzarán su lucha contra los obreros. A fin de estar en condiciones de oponerse enérgicamente a los demócratas pequeñoburgueses es preciso ante todo que los obreros estén organizados de un modo independiente y centralizados a través de sus clubs. Después del derrocamiento de los gobiernos existentes, y a la primera oportunidad, el Comité Central se trasladará a Alemania, convocará inmediatamente un Congreso, ante el que propondrá las medidas necesarias para la centralización de los clubs obreros bajo la dirección de un organismo establecido en el centro principal del movimiento. La rápida organización de agrupaciones —por lo menos provinciales— de los clubs obreros es una de las medidas más importantes para vigorizar y desarrollar el partido obrero. La consecuencia inmediata del derrocamiento de los gobiernos existentes ha de ser la elección de una asamblea nacional representativa. Aquí el proletariado deberá vigilar:

I. Que ni un solo núcleo obrero sea privado del derecho de voto bajo ningún pretexto ni por ningún truco de las autoridades locales o de los comisarios del Gobierno.

II. Que al lado de los candidatos burgueses democráticos figuren en todas partes candidatos obreros, elegidos en la medida de lo posible entre los miembros de la Liga, y que para su triunfo [187] se pongan en juego todos los medios disponibles. Incluso donde no exista ninguna esperanza de triunfo, los obreros deben presentar candidatos propios para conservar la independencia, hacer un recuento de fuerzas y demostrar abiertamente a todo el mundo su posición revolucionaria y los puntos de vista del partido. Al mismo tiempo, los obreros no deben dejarse engañar por los alegatos de los demócratas de que, por ejemplo, tal actitud escinde el partido democrático y facilita el triunfo de la reacción. Todos estos alegatos no persiguen más fin que el de embaucar al proletariado. Los éxitos que el partido proletario alcance con semejante acción independiente pesan mucho más que el daño que puede ocasionar la presencia de unos cuantos reaccionarios en la asamblea representativa. Si la democracia actúa desde el principio resueltamente y con medidas terroristas contra la reacción, la influencia de ésta en las elecciones quedará liquidada de antemano.

El primer punto que provocará el conflicto entre los demócratas burgueses y los obreros será la abolición del feudalismo. Al igual que en la primera revolución francesa, los pequeños burgueses entregarán las tierras feudales a los campesinos en calidad de propiedad libre, es decir, tratarán de conservar el proletariado agrícola y crear una clase campesina pequeñoburguesa, la cual pasará por el mismo ciclo de empobrecimiento y endeudamiento en que se encuentra actualmente el campesino francés.

Los obreros, tanto en interés del proletariado agrícola como en el suyo propio, deben oponerse a este plan y exigir que las propiedades feudales confiscadas se conviertan en propiedad del Estado y se transformen en colonias obreras explotadas por el proletariado agrícola asociado, el cual aprovechará todas las ventajas de la gran explotación agrícola. De este modo, y en medio del resquebrajamiento de las relaciones burguesas de propiedad, el principio de la propiedad colectiva obtendrá inmediatamente una base firme. Del mismo modo que los demócratas se unen con los campesinos, los obreros deben unirse con el proletariado agrícola [8]. Además, los demócratas trabajarán directamente por una república federal, o bien, en el caso de que no puedan evitar la formación de la república una e indivisible, tratarán por lo menos de paralizar al Gobierno central concediendo la mayor autonomía e independencia posibles a los municipios y a las provincias. En oposición a este plan, los obreros no sólo deberán defender la República alemana una e indivisible, sino luchar en esta República por la más resuelta centralización del poder en manos del Estado. Los obreros no se deben dejar desorientar por la cháchara democrática acerca del municipio libre, la autonomía local, etc. En un país como Alemania, donde aún hay tantas reminiscencias del medievo que barrer y tanta [188] terquedad local y provincial que romper, no se puede tolerar en modo alguno ni bajo ninguna circunstancia que cada aldea, ciudad o provincia pongan nuevos obstáculos a la actividad revolucionaria, que sólo puede desarrollar toda su fuerza habiendo centralización. No se puede tolerar que vuelva a repetirse la situación actual, en que los alemanes deben ir conquistando cada paso de avance ciudad por ciudad y provincia por provincia. Y menos que nada puede tolerarse que al amparo de la llamada libre autonomía local se perpetúe la propiedad comunal -una forma de propiedad que incluso está por debajo de la moderna propiedad privada y que en todas partes se está descomponiendo y transformando en esta última- y se perpetúen los pleitos entre municipios ricos y pobres que esta propiedad comunal provoca, así como el derecho civil municipal, con sus triquiñuelas contra los obreros, y que subsiste al lado del derecho civil del Estado. Lo mismo que en Francia en 1793, la centralización más rigurosa debe ser hoy, en Alemania, la tarea del partido verdaderamente revolucionario [*] [9] [10].

Hemos visto que los demócratas llegarán al Poder en el próximo movimiento y que se verán obligados a proponer medidas más o menos socialistas. ¿Cuáles son, se preguntarán, las medidas que los obreros deberán proponer en oposición a las de los demócratas? Es evidente que en los primeros momentos del movimiento no podrán proponer medidas puramente comunistas, pero sí pueden:

1. Obligar a los demócratas a irrumpir en todas las esferas posibles del régimen social existente, a perturbar su curso normal, forzarles a que se comprometan ellos mismos y concentrar [189] el mayor número de fuerzas productivas, medios de transporte, fábricas, ferrocarriles, etc., en manos del Estado.

2. Los obreros deberán llevar al extremo las propuestas de los demócratas, que, como es natural, no actuarán como revolucionarios, sino como simples reformistas. Estas propuestas deberán ser convertidas en ataques directos contra la propiedad privada. Así, por ejemplo, si los pequeños burgueses proponen el rescate de los ferrocarriles y de las fábricas, los obreros deben exigir que, como propiedad de los reaccionarios, estos ferrocarriles y estas fábricas sean simplemente confiscados por el Estado sin ninguna indemnización. Si los demócratas proponen impuestos proporcionales, los obreros deben exigir impuestos progresivos. Si los propios demócratas proponen impuestos progresivos moderados, los obreros deben insistir en un impuesto cuya tarifa crezca en tales proporciones que provoque la ruina del gran capital; si los demócratas piden la regularización de la deuda pública, los obreros deben exigir la bancarrota del Estado. Así pues, las reivindicaciones de los obreros deben regirse en todas partes por las concesiones y medidas de los demócratas.

Aunque los obreros alemanes no puedan alcanzar el poder ni ver realizados sus intereses de clase sin haber pasado íntegramente por un prolongado desarrollo revolucionario, pueden por lo menos tener la seguridad de que esta vez el primer acto del drama revolucionario que se avecina coincidirá con el triunfo directo de su propia clase en Francia, lo cual contribuirá a acelerarlo considerablemente.

Pero la máxima aportación a la victoria final la harán los propios obreros alemanes cobrando conciencia de sus intereses de clase, ocupando cuanto antes una posición independiente de partido e impidiendo que las frases hipócritas de los demócratas pequeñoburgueses les aparten un solo momento de la tarea de organizar con toda independencia el partido del proletariado. Su grito de guerra ha de ser: la revolución permanente.

Londres, marzo de 1850

Distribuido en forma de hoja Se publica de acuerdo con el

volante en 1850. texto del libro.

Publicado por F. Engels Traducido del alemán.

como apéndice del libro:

K. Marx. "Enthüllungen über den

Kommunisten-Prozeß zu Köln",

Hottingen-Zürich, 1885


--------------------------------------------------------------------------------

NOTAS
[1]
80. El "Mensaje del Comité Central a la Liga de los Comunistas" fue escrito por Marx y Engels a fines de marzo de 1850, cuando aún cifraban esperanzas en un nuevo ascenso de la revolución.

El "Mensaje del Comité Central" se difundió en secreto entre los miembros de la Liga de los Comunistas. En 1851 este documento, encontrado por la policía prusiana a varios miembros detenidos de la Liga de los Comunistas, se imprimió en los periódicos burgueses y en el libro de dos funcionarios de la policía: Wermuth y Stieber.- 179

[2] 40. La Liga de los Comunistas: primera organización comunista internacional del proletariado, fundada por C. Marx y F. Engels, existió de 1847 a 1852. (Véase el artículo de F. Engels "Contribución a la Historia de la Liga de los Comunistas" en la presente edición, t. 3).- 99, 179, 398

[3] 74. Se trata de las insurrecciones de las masas populares en Alemania en mayo-julio de 1849 en defensa de la Constitución imperial (adoptada por la Asamblea Nacional de Francfort el 28 de marzo de 1849, pero rechazada por varios Estados alemanes). Tenían un carácter espontáneo y disperso y fueron aplastadas a mediados de julio de 1849.- 145, 180

[**] En la edición de 1885 se da una fecha equivocada, debe ser 29 de junio. (N. de la Edit.)

[4] 82. Se alude a París, capital de Francia, tenida desde los tiempos de la revolución burguesa de fines del siglo XVIII por foco de la revolución.- 181

[5] 81. La Santa Alianza: agrupación reaccionaria de los monarcas europeos, fundada en 1815 por la Rusia zarista, Austria y Prusia para aplastar los movimientos revolucionarios de algunos países y conservar en ellos los regímenes monárquico-feudales.- 181, 213, 318

[6] 83. Izquierda de la Asamblea de Francfort: ala izquierda pequeñoburguesa de la Asamblea Nacional convocada después de la revolución de marzo en Alemania, que comenzó sus reuniones el 18 de mayo de 1848 en Francfort del Meno. La tarea principal de la Asamblea consistía en poner fin al fraccionamiento político de Alemania y redactar una constitución para toda Alemania. Sin embargo, debido a la cobardía y a las vacilaciones de su mayoría liberal, a la indecisión e inconsecuencia del ala izquierda, la Asamblea no se atrevió a tomar en sus manos el poder supremo y no supo ocupar una posición decidida en las cuestiones fundamentales de la revolución de 1848-1849 en Alemania. El 30 de mayo de 1849 la Asamblea se vio obligada a trasladar su sede a Stuttgart. El 18 de junio de 1849 fue disuelta por las tropas.- 181, 366

[7] 84. "Neue Oder-Zeitung" (Nuevo periódico del Oder): diario democrático-burgués alemán que apareció con este título entre 1849 y 1855 en Breslau (Wroclaw). En 1855 Marx fue corresponsal de este periódico en Londres.- 184

[8] 85. Tras la revolución de Octubre, tratando sobre la conservar las grandes empresas agrícolas después de la revolución proletaria en los países capitalistas, Lenin escribió: «Sería, sin embargo, un gran error sobreestimar esta regla o hacer un cliché de ella y no tolerar la entrega gratuita a los pequeños campesinos y, a veces, medios, de los alrededores de parte de las tierras expropiadas a los expropiadores».- 187

[*] Nota de Engels a la edición de 1885: "En la actualidad, debemos hacer constar que este párrafo se basa en un malentendido. Debido a las falsificaciones de los historiadores bonapartistas y liberales, se consideraba entonces como un hecho establecido que la máquina centralizada de gobierno del Estado francés había sido introducida por la gran revolución y que la Convención la utilizó como arma necesaria y decisiva para triunfar sobre la reacción monárquica y federal, así como sobre el enemigo exterior. Pero hoy día ya nadie ignora que durante toda la revolución, hasta el 18 Brumario, toda la administración de los departamentos, distritos y municipios eran elegida por los propios gobernados y gozaba de completa libertad dentro del marco de las leyes generales del Estado; que esta autonomía provincial y local, análoga a la norteamericana, fue precisamente la palanca más poderosa en manos de la revolución hasta el punto que, inmediatamente después de su golpe de Estado del 18 Brumario, Napoleón se apresuró a sustituirla por la administración de los prefectos, administración que se conserva hasta ahora y que ha sido, por tanto, desde los primeros momentos, un auténtico instrumento de la reacción. Pero, por cuanto la autonomía local y provincial no se opone a la centralización política y nacional, no hay por qué identificarla con ese estrecho egoísmo cantonal o comunal que con caracteres tan repulsivos nos ofrece Suiza, el mismo que los republicanos federales del Sur de Alemania quisieron extender a todo el país en 1849".

[9] 86. La Convención: así se denominaba la Asamblea Nacional durante la revolución burguesa de fines del siglo XVIII en Francia. Fundada en 1792, la Convención acabó definitivamente con el feudalismo y reprimió sin piedad a todos los elementos contrarrevolucionarios y conciliadores y luchó contra la intervención extranjera.- 188

[10] 87. Brumario: mes del calendario republicano francés. El 18 Brumario (9 de noviembre) de 1799, Napoleón Bonaparte llevó a cabo un golpe de Estado e implantó la dictadura militar.- 188

agrega un comentario

o sea que... me habla a mi?
Por gorvachot - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 6:18 PM

che, seré anti-partido, pero lo de charlatán se te escapó, no?

viva la toma del poder y el progresismo mundial! ah, y viva marx...

ves que soy anti-partido pero no charlatán.

gracias por esta nueva enseñanza del marxismo!!!! saludos proletarios

agrega un comentario

Excelente texto
Por Observador - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 6:22 PM

Con la circular de Marx se cae toda la pretensión del charlatán anticomunista de Danilo de hacerse pasar por marxista, cuando es un vulgar anarco-lumpen

agrega un comentario

Marx les habla a los charlatanes pro-partido
Por ... - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 6:27 PM

"¿Qué relación guardan los comunistas con los proletarios en general?

Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.

No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado. No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario. "

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

agrega un comentario

'
Por Antimanual - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 6:44 PM

"Partido obrero" deberia ser un OXIMORON.

agrega un comentario

Qué es un oximoron
Por Triunvirato Rojo - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 6:59 PM

"comunista antibolchevique" o "comunista antipartido". ESO es un oximoron

agrega un comentario

Y hay mas...
Por yo - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 7:20 PM

"bolchevique comunista", compite cabeza a cabeza con "nieve caliente"

agrega un comentario

Una contribución a la crítica de Marx
Por CICA - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 7:57 PM
cica_web@yahoo.com

"... La clase obrera, exclusivamente por su propio esfuerzo, solamente puede desarrollar conciencia sindicalista" (¿Qué hacer?, Lenin)

"... Siendo que la emancipación de los trabajadores debe ser un acto de la misma clase obrera." (citado por Engels en el prefacio a la edición en alemán de 1890 del Manifiesto Comunista)

"Si el socialismo sólo puede ser realizado cuando el desarrollo intelectual de toda la gente lo permita, entonces no veremos socialismo durante al menos 500 años..." (Lenin hablando el 21 noviembre 1917, cita de Diez días que conmovieron al mundo)

"Marx... confiaba completamente en el desarrollo intelectual de la clase obrera, que resultaría de la acción combinada y la discusión mutua" (Prefacio de Engels a la edición de 1888 del Manifiesto Comunista)

"Debemos plantear la cuestión del trabajo a destajo y aplicarla en la práctica;... Debemos hacer que los sueldos correspondan al monto total resultante, o a la cantidad del trabajo hecho..." (Las tareas inmediatas del gobierno soviético)

"Consideremos más de cerca las rarezas características del trabajo a destajo. La calidad del trabajo es controlada aquí por el trabajo mismo, que debe ser de una perfección media para que el precio del artículo sea pagado en su totalidad. El trabajo a destajo se convierte, desde este punto de vista, en la fuente más productiva para las reducciones de sueldos y la trampa capitalista" (El Capital, Vol 1, Karl Marx, page 553)

http://www.cica.00pro.com/antibolcheviques/criticamarx/indice.htm

http://www.cica.00pro.com

agrega un comentario

Comunista antibolchevique=Videla
Por Hay que matarlos a todos - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 8:15 PM

Los reaccionarios anarquistas que se oponen a la Revolucion Socialista.

agrega un comentario

hay que fusilar a la izquierda
Por alguien de ahi - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 8:36 PM

Escuchame pedazo de basura, aca a los que hay que matar es a los zurdos traidores que apoyaron a videla, galtieri y que después fueron a la marcha de blumberg, a esos hay que matar y que no queden ni los huesos porque es la izquierda la que es reaccionaria, en toda su bastarda historia lo único que hizo fue traicionar a la clase trabajadora y en rusia y china hicieron desaparecer a 100 millones de personas, eso es innegable, los anarcos también traicionaron en españa (traicionaron al confiar en la izquierda y meterse al frente popular) pero ellos no hicieron desaparecer a 100 millones de personas como si hicieron los zurdos.
Además aca la izquierda cuando fue lo del golpe o apoyó a videla (pc, pst) o a pinochet (pcr) o directamente se mandaron a mudar a europa como hicieron los cobardes peronistas cipayos que mandaron a morir a sus militantes mientras ellos se daban la gran vida en europa.
LA IZQUIERDA Y EL PERONISMO DEBEN SER ANIQUILADOS. POR BASURA Y POR GENOCIDAS.

agrega un comentario

Métodos
Por --- - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 10:25 PM

Un compañero -que no conozco- pega en Indymedia un texto de Marx, señalando que es a propósito de los que -como Danilo, ahora "comunista antibolchevique"- pretenden basarse en palabras del propio Karl Marx para descalificar la idea de que la clase obrera, de conjunto, debe constituírse en sujeto político configurándose como partido.

Para hacerlo, Danilo eligió un fragmento del propio documento mediante el cual Karl Marx funda ...el partido -o la liga- de los comunistas.

El texto que presenta el compañero desconocido -quizás sea necesario aclararlo- es posterior al Manifiesto Comunista y viene a ser, en parte, un balance de aquél, donde reafirma y desarrolla el sentido de partido comunista (u obrero revolucionario) que definía Marx en el Manifiesto.

La "obra" de Marx -quizás sea necesario aclararlo- no es palabra santa, desde luego, e inevitablemente el discurso marxiano debe contener inconsistencias y agujeros (negros, incluso).
Para comprender su consistencia práctica, histórica, hay que leer el texto de Marx siempre en relación con la realidad política del momento (e incluso en relación con el nivel histórico de desarrollo de la experiencia política de la clase obrera).

El método que adopta Danilo, es exactamente el inverso: Recortar citas para yuxtaponerlas con otras que suenen de un determinado modo (y también con sus propios "slogans" políticos).

Pareciera casi que Danilo, en sus impulsos izquierdísimos, juzga que sería una blasfemia añadir cualquier disputa -o comentario interpretativo- al solo recitado de sus citas, extirpadas quirúrgicamente de textos de Marx o de Lenin (además de una ofensa imperdonable a los sacrosantos principios de la revolución proletaria universal, y lo lamento si ninguno de ustedes está a la altura de Danilo).

Sin embargo, en mi modesta opinión, para saber cuál es el sentido de cada una de las citas que recorta Danilo, habría que volver a vincularlas con aquello de lo que, metódicamente, Danilo las separa. Habría que reconectarlas con su texto -y su momento histórico- de procedencia.

Celebro que el compañero haya presentado un texto íntegro de Marx que, por esas cosas de la vida y de la historia, parece a propósito para confrontar directamente con lo que Danilo quiere hacer pasar como una idea de Marx.

Lo celebro porque permite observar el contraste entre el modo que tenía Marx de discutir las ideas y desarrollarlas -de pensarlas, en resumen- y el que tenía Stalin.

Éste último contaba con un método muy diferente, que consistía en sacar citas de Lenin de su contexto original y "recontextualizarlas" de acuerdo a sus propias necesidades políticas más o menos inmediatas. La edición que un libro (de Lenin de dos tomos) titutado "Contra el trotskismo", por la vieja editorial del PC, es un ejemplo muy pintoresco del método de "comprensión" (y "composición") de textos empleado por el stalinismo.


O sea, un llamado a la cordura, ché.

agrega un comentario

hablo el papa
Por carlitos - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 10:26 PM

hablo el papa marx, que es lo mismo que decir benedicto XVI.
Ahh,che pajero que revolucion socialista hubo, ninguna. la verdad que no sos pajero sino un forro puto

agrega un comentario

matarlos a todos, NO!
Por uno que pasaba - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 10:47 PM

me conformo con que maten a rayitas Xor, a juan Pelado Salvo Antibolchevike, y a Brutus ( por ...CAGÓN)

agrega un comentario

"a vos también te va a tocar"
Por Brutus - Wednesday, Feb. 15, 2006 at 11:27 PM

"a vos también ...
anti-fridman.jpg, image/jpeg, 307x304

le dijo Marx a "uno que pasaba".
Y seré yo el que proceda a tu liquidacion fisica, Miltonto Fridman. Cuando sea, donde te vea.

Brutus Cortacogotes

agrega un comentario

Partido y Clase o la Clase como Partido
Por Mosca Cojonera - Thursday, Feb. 16, 2006 at 8:18 AM
fliegecojonera@hotmail.com

Primero que nada una advertencia terminológica: Marx y los comunistas alemanes en 1850 usaban la palabra "nuestro partido" cuando ninguna organización oficial reunía a los amigos agrupados en el "partido Marx".La connotación no tiene nada que ver con lo que entendemos por partido político en el siglo XXI.
Segundo: que Marx y Engels evolucionaron desde 1850 en adelante, evolución político-teórica de la cual no puede darse testimonio aquí, por lo que hay que tener cuidado con la contextualización (por ejemplo: hay un Marx liberal, etc.). Existe un famoso pasaje en el Manifiesto Comunista: "la organización de los proletarios en clase, y, por esto mismo, en partido político" y otra, ya un poco más adelante, en la Iº Internacional, famosa ya, que reza: "la emancipación de la clase obrera sólo puede ser obra de la misma clase obrera". o en una carta a Bebel: "...la divisa de la autoemancipación obrera es incompatible con la actitud de aquellos que, procediendo de las filas de la burguesía, pretenden que la clase obrera siendo incapaz de liberarse por sí misma, debe pasar a ser guiada por burgueses instruidos y acomodados, que tienen el tiempo y la ocasión de familiarizarse con los intereses de los obreros". Es decir: para Marx, entre 1847 y 1879 la idea cambió poco, se desplazó de la polémica con Proudhon (donde identificaba al cartismo como un gran partido político), al Manifiesto, donde partido es igual a la organización de los obreros en clase (pero fíjense el énfasis y la prioridad), hasta el Marx maduro de la Internacional y su debate con Bakunin (que en cuanto diseño organizacional estaba más cerca del modelo kautskiano-leninista que del propio Marx), hasta Marx y Engels enfrentados a partidos "obreros" en Francia y Alemania. La idea es muy clara: los partidos "obreros" no son forzosamente y por decreto los agentes "naturales" de la lucha política del proletariado (es más: se podría diferenciar lucha de partido versus lucha de clase), al contrario: una forma de representación no-institucional puede y de hecho lo hace, representar mejor al movimiento del trabajo, en el sentido materialista histórico del término. También aquí nos sirven la experiencia de Marx y Engel: "Lo importante es hacer que la clase obrera actúe como clase. Una vez conseguido esto, encontrará enseguida la buena dirección...Uno o dos millones de voces obreras...vale más ahora que cien mil voces para una plataforma doctrinalmente perfecta...". Estas no son palabras de charlatanes anti-partido, ni de anarquistas pequeñoburgueses...son de Engels en el año 1851. La discusión sobre el partido gira en falso cuando esta sobredeterminada por la forma partido que adoptó Lenin siguiendo al pié de la letra el modelo de la socialdemocracia alemana (en especial: Kautski). El partido bolchevique es un calco de la organización del renegado Kautski, y traer citas descolgadas de Marx para introducir la cuestión es ridículo. El "¿Qué Hacer?", biblia de la fracción bolchevique leninista (bolchevismo no es igual a Lenin para los que no lo saben) es un monumento y una oda al genio organizativo inigualable de Kautski...a esas alturas Luxemburg y Liebckchnet ya criticaban al SPD desde adentro. El problema no es partido vs. antipartido, sino forma partido kautskiana-leninista vs. forma partido proletaria...

agrega un comentario

Estan todos enfermos empezando por el anarco de Danilo
Por hacete ver Danilo!!!! - Thursday, Feb. 16, 2006 at 10:01 AM

y estudia un poco más, que tu sarta de torpezas teoricas va a llegar al libro de guinness....
Y no tomes tantos ANABOLICOS

agrega un comentario

kautskysmo-leninismo
Por CICA - Thursday, Feb. 16, 2006 at 10:01 AM
cica_web@yahoo.com

Jean Barrot
El "renegado" Kautsky y su discípulo Lenin (1977)
http://www.cica.00pro.com/antibolcheviques/barrot/renegado.htm

agrega un comentario

De acuerdo con Mosca cojonera: ¡Ni calco ni copia!
Por Julián Mondragón - Thursday, Feb. 16, 2006 at 11:21 AM
loverdaderoeslapraxis@yahoo.com.ar

Claro que estoy de acuerdo con lo expresado por mosca cojonera.
El Marxismo de Marx es METODOLÓGICO!;no calco ni copia(como dice Lowy).
Así que-incluyendo la forma partido-no hay una receta
dogmática aplicable a toda cisrcunstancia histórica.
Al respecto,es interesante leer a Gramsci:
"Cuando deviene necesario un partido político del proletariado",en Notas sobre Maquiavelo
Saludos a todos los que luchan!
Julián

agrega un comentario

Hermenéutica o comunismo?
Por --- - Thursday, Feb. 16, 2006 at 12:17 PM

No soy marxólogo y nunca pretendí serlo, porque pienso que la determinación del sentido de tal o cual término o concepto marxiano no pasa por una labor hermenéutica. Creo que sería como querer entender la física mecánica revisando los papeles de Newton. No digo que sea lo mismo, por la diferente naturaleza de los campos objetivos que estudiaban Marx y Newton, pero pretender reducir el sentido al resultado de una labor hermenéutica (o filológica) seguramente no corresponde a la actitud de Marx.
Los textos hay que leerlos atentamente, y vincularlos con la acción y las circunstancias del momento, pero también con el marco epistémico general que Marx iba construyendo y reconstruyendo a medida que iba definiendo su línea política.
También creo que hay que considerar la posibilidad de que, con la palabra “partido”, Marx quisiera decir cosas distintas en circunstancias distintas. De hecho, es lo mismo que ocurre actualmente cuando se habla de partidos. Incluso en lo relativo a las teorías de la lectura, lo que acabo de señalar es la base de la crítica deconstruccionista a las corrientes filológico-hermenéuticas.

Me parece que la lectura -o las “pizcas” de lectura- que hace Mosca, conducen a perderse un poco.
En mi opinión, subyace a la ambigüedad aparente del empleo que Marx hace de algunos términos, una concepción general de la historia y la lucha política que arraiga en el pensamiento Hegel. La “necesidad” -o la “organicidad”- del partido y de todos los hechos políticos y sociales, procede de esa concepción hegeliana más o menos consistentemente transvasada al materialismo.
Desde mi punto de vista, esto trae a la teoría marxista problemas mucho más generales que la ambigüedad en el uso de la palabra “partido”.

Si bien el problema dista mucho de estar resuelto en términos teórico-científicos, el señalamiento que acabo de hacer puede, por sí solo, contribuir a comprender por qué, para Marx, el partido comporta un sentido ideal tanto como uno material, un espíritu y una encarnación social, sin que ello represente un conflicto insuperable para Marx y los marxistas (aunque sí es un problema epistemológica de primera línea elaborar una reconstrucción consistente, en términos materialistas, científicos, de los aspectos hegelianos (e incluso romántico-alemanes) que son fundamentales en la teorízación de Marx. Y eso es todo lo contrario a los enfoques filológicos-marxológicos.

No me parece que sea justo comparar las ideas organizativas de Bakunin con las de Lenin (y menos aún con las de Marx). Bakunin fue un tipo muy charlatán y bastante hipócrita. Sostenía posiciones públicas a menudo diferentes de las que defendía en secreto. Yo diría que, sin preocuparse de la coherencia teórica, Bakunen yuxtaponía ideas “espontaneístas” (especialmente cuando necesitaba disputar con corrientes organizadas u organizadoras en las que él mismo no formaba parte, o en las que su influencia no era toda la que él hubiera deseado) e ideas “conspirativas”, que hoy podríamos llamar blanquistas.
Cierto es que también alguna vez se acusó a Lenin de “blanquista”, pero pienso que esa acusación fue torpe, porque Lenin -como Marx- consideraba que la actividad política del partido de la clase obrera debía desenvolverse en diversas esferas y no sólo en una (como claramente planteaba Blanqui).

Más allá de eso, Mosca hace una serie de consideraciones gratuitas. Por ejemplo, cuando señala que “los partidos "obreros" no son forzosamente y por decreto los agentes "naturales" de la lucha política del proletariado”.
Esta “refutación” de Mosca no refuta nada, porque ni Marx ni ningún marxista jamás habló de “agentes naturales”. Mosca arma un espantajo para después derribarlo con una frase hecha.
Marx muestra claramente su convicción no de que el partido, como formación o idea apriorística, fuera un “agente natural” -¿qué carajo será eso?- de la lucha política de la clase obrera, sino que estimaba que la clase obrera no podría avanzar sin constituírse en partido obrero, socialista y revolucionario.

Claro que Marx, en cierto sentido, distingue entre clase y partido, especialmente cuando se trata de partidos no-comunistas de la clase obrera (es decir: partidos donde militan obreros, en defensa de intereses obreros particulares, pero que no representan el interés común, general, de la clase obrera como un todo, algo que es propio de un partido expresamente comunista). Marx consideró, entiendo yo, que la esctructuración de la clase en partido debía ir sufriendo mutaciones en función de la experiencia que la clase, sus diversos sectores y fracciones, irían adquiriendo en la lucha. Pero aún así, Marx estaba convencido de que la sucesión de experiencias de la clase debía conducirla hacia su idea comunista, que provenía de un riguroso análisis del capitalismo, y no de la experiencia particular, histórica, de una u otra fracción de la clase obrera.

Marx pudo ser más o menos optimista en distintas ocasiones con respecto a si “una vez conseguido esto, [la clase actue como clase] encontrará enseguida la buena dirección...Uno o dos millones de voces obreras...vale más ahora que cien mil voces para una plataforma doctrinalmente perfecta...".
Pero Mosca parece no comprender el sentido -ni el contexto- de estas afirmaciones marxianas (y engelsianas), porque Marz no se refería ni a la ausencia de una “representación institucional” (eso no es más que uin injerto “mosquiano”) sino que se refería a que cualquier organización que agrupe a los obreros CON EXCLUSIÓN de los patrones y los elementos pequeño burgueses, era un primer paso a la constitución de la clase como partido. Esto queda claro cuando Marx sentencia que un avance práctico real es más importante que mil programas revolucionarios que no salen de los papeles.

Pero es importante señalar que Marx también supo poner énfasis en la actitud contraria: alguna vez dijo que los obreros deberían fracasar repetidamente, “estrellarse de cabeza contra la pared” -eso llegó a decir-, hasta que asumieran concientemente la necesidad política de defender y realizar un programa, una estrategia (y una organización) cominista.
Creo que no es difícil reconocer una lógica hegeliana en este modo de razonar: la idea comunista no se realiza sino por el desarrollo de su sutrato social real, del mismo modo que, en la Fenomenología del Espíritu, la Idea Absoluta surgiría, necesariamente, del desarrollo de la conciencia empírica.

Finalmente, Mosca entra en una discusión artificial, atribuyendo a los leninistas (¿cuáles?) la imposición puramente doctrinaria de una forma de partido (que el llama, un poco disparatadamente, “kautskista-leninista”).
Esta discusión quizás podría ser interesante si Mosca no tuviera una idea errónea sobre la “particularidad” de la forma bolchevique de partido (que a mí, por el contrario, me parece la única forma “no-particular” de organización obrera partidista) y si se atreviera, por una vez en la vida, a precisar en qué consiste su “forma partido proletaria”...
Yo creo que Mosca entiende bastante poco a Lenin, que también ponía por delante la necesidad de que la clase actúe como un todo, aún antes de adherir masivamente a la organización bolchevique. Esto lo pone en evidencia toda la historia del bolchevismo, sus tácticas y la política de alianzas que Lenin impulsaría tanto antes como después de 1917.

agrega un comentario

la discusión está mal planteada desde el principio
Por comunista antibolchevike - Thursday, Feb. 16, 2006 at 1:39 PM
cica_web@yahoo.com

no sólo se trata de ver qué dijo Marx sobre el partido y la clase, sino de ver que la concepción y la práctica socialdemócrata-bolchevique es y ha sido reaccionaria desde el punto de vista comunista (lo que cual no es lo mismo que marxista).

Sucede que los bolcheviques o pro-bolcheviques intentan usar a Marx para justificar al bolchevismo y a Lenin cuando hay diferencias innegables entre marxismo y kautskysmo-leninismo. Tanto en la cuestión del Partido como en la del Estado, Marx estaba mucho más cerca del comunismo que los jacobinos con fraseología marxista que fueron los bolcheviques y los demócratas parlamentarios con fraseología marxista que forman la izquierda de hoy.

El carácter reaccionario del bolchevismo solamente puede ser negado por quien tenga una concepción burguesa de la revolución y del comunismo. Y Xor es un ejemplo brillante de eso.

agrega un comentario

Pésimo matrimonio: Puntos Suspensivos y Hegel
Por Mosca Cojonera - Thursday, Feb. 16, 2006 at 1:41 PM
fliegecojonera@hotmail.com

A "Puntos Suspensivos" le gusta cerrar los debates, como buen patrón o burocratón de partido de izquierda. ¡Qué buen comisario se está perdiendo la vieja izquierda! El cierra el palenque y que nadie chiste. "Puntos Suspensivos" es la síntesis hegeliana encarnada: siempre clausura. Como para "cerrar" algo debe haber contenido (y el confiesa que no lo tiene, pues invierte su propia ignorancia sobre Marx acusando al resto de marxólogos, con lo que la ignorancia es una virtud en cualquier militante) sus clausuras son balbuceos de analfabeto, graznidos de alguien que pretender defender una teoría y una práctica que desconoce. Como con Kronstadt, vuelve a descender la dialéctica del abogado: retórica, retorcijones estilísticos, acusaciones en falso y ni un dato (sea real o teórico, sea filológico, histórico o anecdótico). Porque "Puntos Suspensivos" entiende la teoría de Newton sin leer ni un sólo papel de Newton,...no le pidan que lea a Marx o al propio Lenin. No, él prefiere la vulgata y las circulares internas de los viejos partidos de la izquierda prediluviana. Es un marxista anti-iluminista...¿Qué hacía Lenin encerrado en bibliotecas de Suiza? ¡Marxología!...¿Pero Lenin no exigía fidelidad editorial en las obras de Marx y Engels?, ¿Lenin no comenzó a editar las Obras Completas y creó un Instituto con, Dios Mío, ¡filólogos!, para realizar una edición exhaustiva?...¿Estaría Lenin loco de hermenéutica o reconocía la enorme importancia de la precisión y el conocimiento de la obra de los clásicos?...A falta de argumentos, buenas son la distorsiones. El debate nació de un texto descolgado de Marx y Engels, de la época de la Liga de los Comunistas, supuestamente para defenestrar a los anti-partido. La Mosca simplemente contextualizó ese texto y lo comparó con otros de M&E. Y comparé su teoría del partido con el modelo burocrático autoritario de Kautsky y Lenin (por cierto los halagos leninistas hacia Kautsky duraron hasta 1914 y hasta mucho más adelante los bolcheviques, leninistas o no, recibieron dinero del Secretariado de la socialdemocracia europea, si de los renegados). Pero vayamos al grano, ahora resulta que hay un enfoque dialéctico, el de "P.S.", y uno filológico-marxológico, diríamos pequeñoburgués, el de la Mosca. Hablando claro y pronto: de lo que se trata acá es de si sábes que hicieron en la práctica real Marx y Engels entre 1848 y 1852 o no, el resto "P.S." son subterfugios, dialécticos si vos querés, y narcisismo individualista. Igual que en Kronstadt, igual que con Marx y Engels, de lo que se trata es de escapar por la tangente tirando humo apra esconder la retirada. Avisame cuando canonizan a San Lenin...

agrega un comentario

?!
Por --- - Thursday, Feb. 16, 2006 at 2:14 PM

¿Y esa es una "respuesta"?
Naaaah

agrega un comentario

la respuesta que satisface a Xor
Por ... - Thursday, Feb. 16, 2006 at 2:25 PM

oh mi Dios, tú tienes toda la razón, eres el Camino, nunca más volveré a cometer el pecado de cuestionar tu Palabra y la del Partido.

Viva San Lenin! Mueran los herejes AntiCristo AntiPartido!

agrega un comentario

...
Por --- - Thursday, Feb. 16, 2006 at 2:55 PM

Hay que estar bastante mal de la cabeza para leer así lo que yo postée.
Con actitudes como la de Mosca o de Danilo, la verdad es que se desacreditan ellos solos, excepto para los que no necesitan leer ni discutir nada para convencerse de las posturas que esos dos defienden.
¿Realmente no pueden hacer nada mejor?

agrega un comentario

El Batallón Psiquiatrico de "Puntos Supensivos"
Por Mosca Cojonera - Thursday, Feb. 16, 2006 at 3:37 PM
fliegecojonera@hotmail.com

Marx y Engels en 1850...con cariño para "P.S.":

"Hay que estar mal de la cabeza"...o sea: mis argumentos son pura apariencia, en realidad estoy loco, ergo: enviarme a un psiquiátrico...¡No reconozco la genialidad impoluta de Lenin! ¡Blasfemo! Por Dios: este tipo está loco de remate, ¡internarlo ya!..lástima, si estuvieramos en la URSS, quien te dice...pero recogamos el guante, sólo sea, lo repito, no para convertir al budismo a nuestro fundamentalista dialéctico (ya veremos como coquetea con términos hegelianos sin tener ni idea) sino para los compañeros a los que este debate les sirva como formación. Cuando uno analiza la práctica revolucionaria de Marx y Engels hacia 1850 puede hacerlo de dos maneras: desde afuera, estudiando las tareas históricas que se propusieron, la relación con las masas, el nexo entre táctica y estrategia, etc. Aquí puede consultarse a Löwy o Claudín, estudios ya clásicos. Pero para la construcción de una organización o institución revolucionaria también es útil estudiarla desde adentro, como estructuras autónomas, sociedades en miniatura, con sus códigos, socializaciones y cultura organizacional. La tradición de práctica revolucionaria de los primeros socialistas eran terribles: Robert Owen pretendía ser el jefe dictatorial de sus comunidades; Babeuf, Buonarotti, Blanqui en incluso el "libertario" Proudhon (véanse sus Carnets, inéditos hasta los años '60) imponían formas dictatoriales de construcción con una teoría política conspirativa. Proudhon, a modo de ejemplo, quería desarrollar "asociaciones obreras", en las cuales él sería el director autoelegido por sí mismo. Es decir: Marx y Engels, que criticaron teórica pero además prácticamente este viejo socialismo, comenzaron su militancia en el llamado "Comité de Correspondencia Comunista" en Bruselas. Esta fue la primeras de las tres organizaciones en las que Marx y Engels jugarían un rol importante durante este período. En Bruselas sucedió lka ruptura con el ala de Weitling y el caso Kriege ("La circular contra Kriege"). La segunda fue la "Liga de los Justos", luego "Liga Comunista", antecesora de otra fundada por babouvistas y carbonarios (con el estilo dictatorial y conspirativo de la época). Sus estatutos parecían la prehistoria del admirado centralismo democrático leninista: un comité central reunía el poder ejecutivo y legislativo, mecanismo de cooptación para designar líderes y sucesores, miembros con incondicional obediencia, incluso pena de muerte en suspenso para herejes y traidores. Aparte existían dos niveles de organización, una supersecreta que generaba la línea para la oficial. Los militantes simplemente recibían órdenes de arriba, sin control sobre líderes y recursos. "Esto" es lo que se encontraron Marx y Engels cuando ingresaron en la Liga¡¡¡¡ Si Marx y Engels creyeran, por un momento, en la concepción kautskiano-leninista, por otro lado muy similar, ¿para qué reorganizaron todo sus estatutos, suprimiéndolos como primera medida?...Con Marx y Engels, por primera vez en su historia, la Liga convoca a un Congreso General donde cada local envía su propio representante votado¡¡¡¡¡ Y es el Congreso el que diseña y vota un nuevo estatuto¡¡¡¡¡¡ El estatuto de la nueva Liga establece una estructura piramidal, con base en pequeñas unidades llamadas "comunidades" ("Gemeinden", ¡ay la filología pequebú!), compuestas de hasta 20 miembros. Ellos elegían a su propio representante y aceptar nuevos miembros; las comunidades de cada pueblo, ciudad o barrio constituian un "Círculo" ("Kreis", ¡ay!), que elegían su propio presidente. Este comité tenía autoridad sobre su área. Los círculos se encontraban al mismo nivel que las autoridades máximas, el Congreso (dos veces al año) y el Comité Central. La más grande innovación fue el Congreso ("Kongresse", ¡ay!) que tenía el poder soberano de "legislar" en incluso poder judicial sobre el Comité Central. EL Comité Central era constantemente fiscalizado y con poderes muy circunscriptos y limitados; se componía de cinco miembros electos ANUALMENTE (¡¡¡¡¡) por los círculos, y no tenía ningún poder de cooptar o practica sucesiones amañadas. Además debía presentar un informe anual de sus actividades y gastos para ser votado y aprobado por el Congreso. El C.C. no tenía ninguna autoridad para expulsar o separar a nadie ni cambiar de línea; si era de interés hacer un cambio radical en la línea política debía convocar a un Congreso extraordinario¡¡¡¡¡ ¡Marx y Engels son unos anarquistas sin remedio¡¡¡¡

Bueno, tengo que ir a laburar, sigo mañana. Un saludo militante.

agrega un comentario


Que lindo, que lindo
Por Yo - Thursday, Feb. 16, 2006 at 11:56 PM

Que lindo es ver a los disipulitos sacar sus libritos de quien sabe mas o menos...
El dia de mañana si dejan la comodidad de la casa y la computadora y se convierten en superrevolucionarios, van a decirle a los obreros "yo leí, yo se, yo te digo que marx en 1850 dijo que habia que hacer esto" jajaja juira sectas religiosasss
Dan todos asco

agrega un comentario


porque lo dijo marx esta bien
Por rojo - Friday, Feb. 17, 2006 at 12:07 AM

PORQUE LO DIJO MARX ESTA BIEN, O SEA UN CRITERIO DE AUTORIDAD Y NO UN ARGUMENTO,

PARADOGICAMENTE ESTO ES TOTALMENTE ANTIMARXISTA,

MARX FUE UN SER HUMANO NO UN REPRESENTANTE DE DIOS EN LA TIERRA POSEEDOR DE LA VERDAD.

no se puede tomar a marx descontectuado de su tiempo, ya que la sociedad en que el vivia es muy diferente.
pero esto lo entendera, un soldadito sin pensamiento independiente del po, el pts o el mst, ?????????????????????
no creo
son muy cuadrados..........

saludos rojo

agrega un comentario


Gracias
Por Yo - Friday, Jan. 12, 2007 at 1:13 PM

Gracias pro el articulo che.

agrega un comentario


Marx contra los charlatanes leninistas
Por comunista antibolchevike - Friday, Jan. 12, 2007 at 1:43 PM
cica_web@yahoo.com

Sobre la concepción marxiana del partido - Fernando Claudín (1975)
http://www.geocities.com/cica_web/otros/claudin_partido.zip

Contra "El Estado y la revolución" - Chris Wright (2002)
http://www.geocities.com/cica_web/otros/wright_contra_Lenin.zip

Y de paso dejo unos extractos del Manifiesto del Partido Comunista que los bolches no deben conocer mucho (por lo menos en su significación original):

"¿Qué relación guardan los comunistas con los proletarios en general?

Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.

No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado.

No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario. "

Lean atentamente. Si quieren seguir siendo bolches, es decisión de ustedes. Pero no chamuyen diciendo que son comunistas.

agrega un comentario


¿Marx Peronista Bols Chevique?
Por Brutus - Friday, Jan. 12, 2007 at 2:25 PM

"los comunistas no forman un partido aparte de los demas partidos obreros"

Entonces decime, que hago ¿me afilio al partido justicialista? Porque el PJ es un partido obrero ¿no?... Millones de Cocoliches Anti-BolsCheviques dirigiendo revolucionariamente el partido justicialista... juasss
Pero no ves que sos un pelotudo en cualquiera de tus identidades mutantes, jajajaaaa.
¿Entonces por descarte en Alemania tendriamos que habernos afiliado al partido nazi porque tenia muchos obreros?.
Cada dia mas desencajado este pibe.
¿O no ves que te metes solito en camisa de once varas?. Gilastrun.
Mostrame una frase adonde Marx haya dicho "ni partidos ni sindicatos", comunista de boliche.
Es realmente imposible.Hoy menos que nunca,cuando el liberalismo viene justamente cumpliendo un papel desestructurante. Y donde la accion del capitalismo -en su fase globalizadora- tiende a desintegrar las pertenencias colectivas, es evidente que nos hara falta una fuerza organizativa superior que exprese y aglutine politicamente los intereses dispersos.
¿Viste peladito, lo que es una clase de dialectica marxista sin haber comido tanto papel viejo como vos?

¡Bruta Leccion!

agrega un comentario


-
Por Cale - Friday, Jan. 12, 2007 at 4:54 PM

Un anonimo responde un mensaje de forma inteligente, dice " para saber cuál es el sentido de cada una de las citas que recorta Danilo, habría que volver a vincularlas con aquello de lo que, metódicamente, Danilo las separa".
Y esto es cierto, los textos de Marx -como cualquier otro- deben leerse en su contexto politico y socioeconomico, asi como a la luz de los debates del momento.
Ahora cualquiera que haya leido a Lenin y sea honesto consigo mismo sabra que esto es algo que el precisamente NO hace. Por lo que criticar a los autonomistas siendo leninista en base a eso es cuando menos una trampa para bobos.
Si se lee el "Estado y la revolucion" se ve claramente una mezcla sin sentido de textos de las distintas etapas de marx, incluso con textos de Engels. Las diferencias no son menores entre cada texto, sin embargo Lenin los trata como un todo cerrado, como si existiese una teoria marxista de la revolucion que es por supuesto la que el propio lenin en definitiva presentara. Lenin va entonces de aqui a alla por la obra de marx y engels citando, no ve contradicciones entre las etapas ni ambiguedades, sin estudiar cuidadosamente las palabras procede sin la menor sutileza, hasta terminar en una caricatura de algo que tanto marx y engels habian dado por acabado varias decadas antes. Y es que en la obra de estos autores no hay "una definicion" sino varias, hay una reelaboracion constante.

agrega un comentario


Lo que hace Lenin o lo que hace Cale?
Por --- - Friday, Jan. 12, 2007 at 5:54 PM

Descontextualizadores del mundo:

En principio, acá básicamente se hablaba de Marx, no de Lenin.

Así, lo que este "anónimo" dijo, tiene que ver con una lectura de Lenin desde Marx o, en otros términos, tiene que ver con cuánto de la teoría leninista del partido contiene cuénto de elementos elaborados por Marx. Mi conclusión fue que no pocos.

Así la cosa, vos traés a colación la supuesta lectura descontextualizada que Lenin habría hecho de Marx, para así descontextualizar (y descotextualizar) vos mismo mi intervención (y, de paso, descontextualizar el sentido de la discusión en su conjunto).

Además de que tu planteo sobre las lectura leninista de Marx es abstracta (y, desde mi punto de vista, es falsa o al menos parcialmente falsa), pretendés ejemplificarla con un libro en el que Lenin no habla del Partido, sino del Estado.
Entonces -y en ESTE contexto- ¿quién descontextualiza"? ¡Vos!

En resumen: no basta decir en general que Lenin leyó a Marx fuera de su contexto. Es necesario decir, en primer lugar, concretamente qué cosa leyó Lenin de que manera. Y en segundo lugar, hay qye establecer, en el contexto de Lenin (no en el de Marx), qué sentido tiene esa supuesta descontextualización leninista de Marx. Si no, lo tuyo es bardo semi o seudo intelectual, pero de ninguna manera es un debate serio. Puedo asignar este sentido a tu post, precisamente, porque puedo contextualizarlo en tantos otros posts tuyos que vengo leyendo acá, bastante pedantes y casi siempre gratuitos, por cierto.

Por otra parte, mi señalamiento sobre contextos y descontextualizaciones debe leerse en el contexto de una crítica a la actitud hemeneutizante o filologizante (marxologizante) que en ese momento tenía Mosca. Vos no hacés nada de eso, sino todo lo contrario.
La deconstrucción del sentido de los textos es ciertamente inevitable, pero en tu caso resultó instantánea.

Hay que agregar, por último, que alguien pegó este thread, sacándolo de su contexto, ya que se escribió hace largos meses.

agrega un comentario


.
Por Cale - Friday, Jan. 12, 2007 at 8:13 PM

En primer lugar aca lo que se estaba discutiendo era el modelo leninista de partido contra el modelo autonomista en torno a la revolucion, y cual de ambos tiene base real en el marxismo clasico.

En segundo lugar, el estado y la revolucion "no habla del estado", es mas solo una lectura muy mala puede pensar que habla de eso, ya que desde el vamos el titulo mismo nos esta indicando que es sobre a) "el estado" y b) "la revolucion", y mas precisamente el punto c) el "Y" de su titulo, es decir la relacion entre ambos terminos.

Lo que esta en juego a lo largo de todo el libro no es el concepto de "estado", que lo haria un debate teorico fundamentalmente "externo", sino un debate interno sobre el rol y la estrategia del partido frente al estado que esta poniendo en juego el tipo mismo de partido.

Cuando yo cito al texto lo hago en referencia al problema de la "revolucion", que alli se trata, que entiende lenin por revolucion y cual es el modelo que dice encotnrar en marx de la revolucion como proceso, la estrategia general, ese conjunto que es lo que en definitiva nos deberia dar el modelo de partido, diria yo que luego, si en el propio texto ambas no estarian corriendo en paralelo. Porque toda la argumentacion, señalo yo, es bastante tramposa, del mismo modo que son falsos los recortes caoticos, nunca cronologicos o contextuales, con los que pretende apoyarse. De todas formas esto mismo se puede encontrar en varios textos de Lenin, no es como decis vos una forma "stalinista" de escribir, digamos mas bien que Stalin hizo con lenin lo que lenin hizo con marx.

Ahora es cierto que lo que digo es MUY abstracto, y es porque no tengo tiempo de agarrar los libros, releer las partes que no me acuerdo, y copiar las citas, o argumentar mejor. La mayoria de lo que digo, son las cosas que notaba, y discutia, en su momento cuando estudiaba esos textos.

agrega un comentario