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:: LAs HeRas: La VioLencia de La MulTiTud. AsamBlea, RePresión y ReBelión
Por Colectivo Nuevo Proyecto Histórico -
Friday, Feb. 17, 2006 at 4:19 AM
correo@colectivonph.com.ar
Mini insurrecciones que salen de los pliegues sociales repletos de insatisfacciones, que con el tiempo se transforman en odio de clase acumulado. Rebeliones violentas que se despliegan y repliegan. Que golpean como un sólo puño sin necesidad de un partido. Que muerden y huyen al estilo guevarista de antaño, pero ahora, sin comité central ni armas robadas a los esbirros.
Colectivo Nuevo Proyecto Histórico Las Heras: La violencia de la Multitud Asamblea, Represión y Rebelión “Piqueteros violentos (…) Formas mandonas de protesta
social (…) Esposas de policías de Santa Cruz militan en la izquierda y
promueven piquetes (…) La violencia está, por ahora, sólo confinada en el sur
(…) Se reproducen las demandas salariales y demasiados conflictos van adoptando
la metodología piquetera (…) El presidente está bien resguardado por el
peronismo”. Eduardo van der Kooy, diario Clarín, 12/2/06. “Viendo la movilización popular que había, porque
era casi todo el pueblo en los accesos de Las Heras, nos fuimos a la comisaría,
donde ya estaban apostados los efectivos policiales del lado de afuera. Nos
acercamos a unos 40 metros de la comisaría y le pedimos al comisario o
subcomisario que dialogara, en procura de mediar porque la gente estaba muy
enojada con esta situación y quería pedir la liberación de Navarro. Esto fue
respondido con algunos gases lacrimógenos, más algunas balas de goma, por lo
que tuvimos que salir corriendo, estábamos ahogados. Entonces empezaron a
autoconvocarse la gente de los piquetes y los vecinos -que conocen la trayectoria
de Mario Navarro en la comunidad-, en los distintos accesos de nuestra
localidad. Las Heras está movilizada, están todos en
estado de vigilia, queremos volver a la tranquilidad, pero no a través de la
fuerza y de la represión. Hay gente que va a resistir y va a dejar su vida en
su resistencia. Mi
llamado es directamente al presidente Kirchner porque del resto
de las autoridades nadie nos atendía un teléfono”. Roxana Totino, Concejala kirchnerista de Las
Heras, 7/2/06. “Lo de los infiltrados es puro verso; fue gente de
acá”. Gustavo, empleado petrolero de Las Heras,
11/2/06. “Sería imprudente avalar la hipótesis de que hubo
infiltrados”. Juan Carlos Molina, cura mediador del conflicto,
12/2/06. “La única respuesta por parte del gobierno a las luchas
del pueblo es la represión. El único sentimiento que crece en un pueblo
explotado y humillado, es la rabia”. CORREPI (Coordinadora contra la Represión
Policial e Institucional), 12/2/06. “Vivimos en una ciudad militarizada, con cientos de
gendarmes en nuestras calles, con personas extrañas que dicen ser de la Brigada
de Investigaciones, que se trasladan en autos Volkswagen Polo gris con vidrios
polarizados y sin patentes, que golpean nuestras puertas y pretenden llevarse a
nuestros esposos e hijos, con el objetivo que confiesen crímenes que no
cometieron”. Cortes y Desbloqueos: I) Autonomía Obrera, Precariado y Trabajo Negado II) Asamblea y Multitud versus Estado y Capital III) El Genocidio Empresario y la Desobediencia Social del Trabajo En defensa de la Multitud de Las Heras… I) AUTONOMÍA OBRERA, PRECARIADO Y
TRABAJO NEGADO “Navarro es comunista y nosotros peronistas. Acompañamos
al compañero Kirchner desde 1987. Yo creo que han ido más allá de los límites
estos cabecillas, grupos de asesinos que no se conformaron con matar a un
policía sino que siguen avanzando con las muertes". Héctor Segovia, secretario general “Moyanista”
del Sindicato de Petroleros de Santa Cruz, 7 y 9/2/06. “La clase política no estuvo a la altura de las
circunstancias. Cuando los trabajadores protestan dicen que somos delincuentes.
Es delito cortar las rutas, pero es un mayor delito que nuestros compañeros no
puedan alimentarse. La clase política manda a la policía a hacer el trabajo
sucio. Con la devaluación las empresas hay ganado cuatro veces más a costa de
nuestro salario, han contaminado nuestro suelo y eso no es negociable. Navarro
no quiere el sindicato, soy un luchador social”. Mario Navarro, dirigente independiente
petrolero, 8/2/06. “Es evidente que si los policías no hubieran tenido
armas de fuego, no se puede explicar porqué del lado de los manifestantes hay
una cantidad de heridos con arma de fuego. La orden del juez tenía 15 días, de
repente, el propio gobernador ordenó la represión. Nunca se va a poder
interpretar el problema de Las Heras si se parte de entenderlo como un problema
policial, porque es social. El Gobierno provincial se ha colocado siempre del
lado de la patronal, siempre ha reprimido a los trabajadores, por eso en Santa
Cruz todavía hay algunos presos políticos, por eso ha habido denuncias muy
fuertes contra la Policía, en particular en Las Heras”. Miguel Del Plá, Frente de Unidad Trabajadora
(FUT) y Partido Obrero (PO), 8/2/06. Panamerican Energy,
Repsol-YPF y Vintage Oil tienen porqué temer. En la patagonia avanza la
autonomía operaria. La espontánea semi insurrección de Las Heras puso en jaque
a la burocracia gremial, a las fuerzas represivas y al tinglado del partido de
los funcionarios. Espontaneidad no es sinónimo de inconciencia. Como
horizontalidad no lo es de desorganización. ¿Hay algo más terrible para el peronismo que la clase obrera sea
conducida por la izquierda partidaria? Sí, que se autoconduzca. ¿Hay algo más terrible para el estado que enfrentar a las armas
guerrilleras? Sí, que la multitud esté armada sin necesidad de la guerrilla. La aristocracia sindical
petrolera de Santa Cruz, fiel a su estilo, desconoce la autonomía operaria y
abre las puertas para la represión estatal de sus propios representados. Pero
las tensiones de clase son tan profundas, que el conflicto llega a poner frente
a frente a los propios familiares del secretario general del sindicato de
Chubut. El yerno, la hija y la nieta renegaron del burócrata de su suegro,
padre y abuelo y se sumaron al piquete. El asesinado Alejandro Paisman Vera,
cuñado del secretario general del Gremio de Petroleros Privados de Santa Cruz,
se puso del lado de la revuelta y fue a liberar de las garras policiales a
Mario Navarro. Cuan brutal son las tensiones de clase, para que familiares
quedaran, cada uno, del otro lado del mostrador. El precio que pagó Alejandro
“Chaco” Paisman, por su consecuencia con la lucha popular, fue su vida. Este es
el muerto incómodo para el poder. El muerto que no conviene mostrar. El cadáver
que trasparenta la muerte del policía Jorge Sayago. Pero no. Para la mass media
la noticia es otra: “Piqueteros asesinos”. El justo medio de la progresía
hipócrita busca sopesar la balanza, y ponerse como fiel, entre ambas
violencias: La del capital y la de la multitud. El titular nefasto para la gran
prensa al fin puede ser escrito: “Empate de los violentos: Masacre policial en
Puente Pueyrredón 1, Asesinato piquetero contra un policía en Las Heras 1”. Se corrió una línea el 7 de
febrero. En 10 años de lucha piquetera es el primer policía muerto. Hasta ese
día sólo la policía atacaba con armas de fuego y la multitud no devolvía el
golpe, ni siquiera, como mecanismo de autodefensa. La diferencia con otras
represiones es que esta vez los reprimidos contestaron la agresión. Fue cuerpo
a cuerpo, bala de goma contra palos, gases lacrimógenos contra piedras, garrote
contra cuchillo, y tiro por tiro. Hay límites económicos,
materiales, relaciones de producción independientes de la voluntad de los
trabajadores. Relaciones de producción sociales que contraen con los patrones para reproducir su fuerza
de trabajo y con ello su vida. La nueva subjetividad desplegada por la clase
obrera registrada y el precariado, no está escindida de la objetividad de su
condición de clase. No se puede separar la conciencia, de los insuficientes
salarios y contratos basuras. La
apelación ética hacia la necesidad de otra política nace de la más cruda
materialidad del nuevo sujeto social posfordista. Las condiciones técnicas del
capital, y del trabajo por su puesto, determinan las nuevas composiciones
políticas del proletariado. Es la objetividad del capital, que contiene el
trabajo, lo que determina la subjetividad. No es cierto que no importe a que
clase se pertenezca, y que basta con apelar a la subjetividad como si fuera un
mero acto voluntario que se produce en un tubo de laboratorio, aséptico y al
vacío, para poder liberarse de las relaciones sociales de producción. La
emancipación social de la multitud nace de las condiciones materiales de
existencia que le impuso al capital después del 2001. Y que a su vez el estado
recodificó en clave mercantil para dominar la vida proletaria. Las nuevas
condiciones objetivas de expoliación, la excedencia del trabajo desempleado, la
vida precaria y descartable, el aumento de la desigualdad social, los presos
políticos y los crímenes del estado, son los que determinan la conciencia de la
multitud. La flexibilidad táctica está a la
orden del día. Los delegados independientes, clasistas y de izquierda, pelean
por la conducción del sindicato. Pero si no lo ganan no se pueden dar el lujo
de someterse a los traidores de clase de turno. El hambre no espera hasta la
próxima elección. Se combina así, lucha institucionalizada y asambleísmo obrero
extra gremial. Paro y asamblea, bloqueo a los accesos de los yacimientos
petroleros y boicot a la extracción, corte de ruta y diálogo con las empresas,
toma de refinerías y mesa de negociación con el estado. La hibridez de dar la disputa dentro del sindicato como forma
instituida de la regulación de la ley del valor del trabajo, y las pulsiones comunistas
de la asamblea como forma instituyente de la democracia directa, nace de la
tirantez entre la propia economía capitalista y el instinto anticapitalista del
trabajo. El camino entre obtener un mayor
salario real y mejores condiciones de empleabilidad dentro de la esfera del
sindicato, confronta, con la asamblea obrera que disputa el salario relativo y
pone en discusión toda la ganancia capitalista a costa de la creciente pobreza
obrera. Bajo la democracia de base (y su acción y reflexión asamblearia), la
antagonía al capital y los ataques del estado a la autonomía obrera, se
profundiza la conciencia de clase. Se transparenta la distancia cada vez mayor
entre la creación social y la apropiación privada, entre la cooperación del
trabajo y el parasitismo del comando capitalista. Los enemigos sociales quedan
frente a frente, se miden y luchan. Después de la apropiación de la palabra y
el conato en las calles, la toma de empresas y piquetes, los muertos y los
heridos; ambos, mientras se maldicen, pactan a regañadientes hasta el próximo
combate social. ¿Por qué insistimos con el concepto de multitud? Porque una fórmula
que apele a la clase obrera “tout court”, a secas, resulta insuficiente para
expresar todas las notas del pentagrama de la fuerza viva de trabajo. En Las Heras, conjuntamente con
la clase obrera petrolera, en blanco y en negro, contratada y subcontratada,
bajo el convenio colectivo petrolero y fraudulentamente encuadrada en el
convenio colectivo de la UOCRA; el resto del precariado; los jóvenes
desempleados por el capital que los expulsó del asalariamiento para incrementar
sus ganancias; más el saldo del 20 por ciento de empleados que vive de un
puesto público y un plan social; todos ellos y ellas, componen la clase de la
multitud, real o potencialmente trabajadora. Una multitud como categoría de
clase que abarca a los operarios petroleros que producen plusvalor; y al resto
de los oficios precarios, autoempleados de servicios varios, y asistidos que
producen plusvalor. O sin producirlo directamente cumplen el rol de garantizar
-aún contra su voluntad-, con la inmaterialidad de sus saberes y haceres, y el
valor afecto del cuidado de su familia y la comunidad, la reproducción de la
sociedad mercantil que los exprime, encarcela y asesina. ¿Por cuánto tiempo creían los
sindicalistas patronales y la Nueva Clase, la mass media y los empresarios, que
tener a la mitad de la fuerza de trabajo en negro y a 13 millones en la pobreza
y cinco en la indigencia, no deviniese en una nueva composición de clase? Mario Navarro, el vocero de la
asamblea de obreros petroleros no es el mayor desafío que afronta el poder. A
la izquierda de Navarro en Las Heras y en todo el país, las bases del
precariado y desocupados, cuando se organizan, están a la izquierda de los
propios delegados de base del trabajo registrado. Delegados que disputan la
forma sindicato como palanca para recuperar mayores cuotas de plusvalor, pero
al mismo tiempo, son pasibles de una reconversión burocrática por su misma
función intermediadora entre la mercancía fuerza de trabajo, los patrones y el
estado. En tanto que, los empleados en negro y desempleados, sienten un
desprecio absoluto por toda forma externas a su hacer y por lo tanto a su ser.
Formas instrumentales que determinan que sean el precariado social, los
asalariados indigentes, los empleados negados por el capital, los muertos en
vida, los Parias Globales El precariado actúa organizando
el desorden capitalista. Con una sola acción contundente le marca la cancha al
poder. Realiza en horas la tarea que la militancia más consecuente no puede
hacer por años. Despierta a los sonámbulos del “país normal” y sacude las
neuronas de la dirigencia partidaria. Le recuerda al estado que está
incapacitado para representarlo y canalizarlo. El capital creó el monstruo de
la precariedad y llegó la hora que se haga cargo de las consecuencias más
diabólicas de su criatura. Los empresarios sembraron hambre y desarticulación
familiar, desnutrición crónica y alienación, tortura y muerte. ¿Qué creen, que
media Argentina no va a reaccionar? ¿Que la realidad se oculta cambiando a los
encuestadores del INDEC? ¿Acaso cree pingüino que los Decretos de Necesidad y
Urgencia (DNU) le van a servir para decretar urgentemente que el 78.5% de los
argentinos no viven por debajo de la línea de la pobreza? Y que de estos, 5.8
millones no ganan por su antojo, ni siquiera, la tercera parte de un piquetero,
y otros 10 millones apenas se acercan a los 135$ por mes. Ser un desocupado asistido por el
estado hoy no es el piso de la pobreza, ni siquiera de la indigencia. Ahora hay casi 6 millones de compatriotas
que viven con menos de la sexta parte de la línea de indigencia. Sí leyeron
bien, La SEXTA PARTE de la línea de indigencia. Y otros 5 millones que
ganan tres veces menos que la línea de indigencia. Estos ya no son los
escalones más bajos de la pirámide laboral, ni el suelo de la patria, sino el
segundo y tercer subsuelo de la barbarie capitalista. 11 millones de
trabajadores: ocupados y desocupados, en negro y aún en blanco, autoempleados o
mal llamados trabajadores autónomos y asistidos sociales, todos ellos, son más
que pobres de todo solemnidad; son indigentes de toda indigencia, fantasmas
humanos, espectros sangrantes del que la criatura capitalista se alimenta
cotidianamente sin piedad. El tercer trimestre de 2005
muestra un descomunal aumento de la brecha de ingresos entre ricos y pobres.
Mientras la diferencia durante el segundo trimestre era de 25 veces entre el
decil más rico y el más pobre, en el tercer trimestre pasó de 25 a 31 veces.
Ahora Kirchner no le puede echar la culpa a Menem, ni a la Alianza, ni siquiera
a Duhalde. Estos son datos de su exclusiva gestión luego de tres años de crecer
el PBI al nueve por ciento. Ni con Duhalde, en el peor momento de la salida de
la convertibilidad en el 2002, la distancia entre el 10 por ciento más rico de
la población y el 10 por ciento más miserable fue tan grande, ya que no superó
las 30 veces. Es más, es el peor registro desde el gobierno de Menem en 1994. Seremos reiterativos para todos los
muchachos peronistas que les encanta chicanear al mensajero que trae las
noticias que no quieren escuchar: ¡Con Kirchner estamos peor! Y si no les
gusta, ya saben, le pueden escribir el diario de Yrigoyen a Felisa y a Lupín,
que están buscando amanuenses que les endulcen sus oídos con números
inventados. El combate al empleo en negro es
una batalla perdida de antemano por los fantasiosos funcionarios que quieren volver
a los esclavos salariales a los márgenes mínimos de la esclavitud “digna” del
trabajo por un sueldo. Ahora, el precariado y el trabajo negado, son las
categorías dominantes del empleo y el desempleo de la civilización del trabajo
humano por dinero. El 15% de argentinos que trabaja por 65 pesos por mes, es el
último escalón antes de hacerlo lisa y llanamente gratis para el capital.
Después de ello lo que viene es Auschwitz. Trabajo gratuito, cuerpos
hiper-sub-alimentados hasta su reemplazo por nuevos contingentes de esclavos, y
la eliminación de la clase obrera descartada como escoria en la solución final
de las duchas con Ziklon-B y los hornos crematorios. Un exterminio de los
cuerpos a los que se les extrajo hasta la última gota de la única esencia que
le importa al capital de la vida humana: su fuerza de trabajo. II) ASAMBLEA Y MULTITUD versus ESTADO Y
CAPITAL “El 24, 25 y 26 de febrero se celebrará en
Montevideo, Uruguay, el 4º Encuentro Latinoamericano de Organizaciones
Populares Autónomas bajo la consigna de mantener la autonomía de las
organizaciones y movimientos sociales respecto a los partidos políticos, la
Iglesia y el Estado. Un espacio para compartir y socializar experiencias de
lucha de organizaciones y movimientos sociales autónomos, que no dependen de
los partidos políticos, ni de ONGs institucionalistas, que son orientadas por
la lucha de clase, con principios libertarios de trabajo de base, democracia
directa y solidaridad entre los de abajo. Cuando se habla de poder popular se
habla de que el pueblo tenga capacidad de resolver sus problemas por si mismo,
sin delegar en otros. El poder popular se da cada día y en donde se esté
presente, con la democracia directa, la acción directa y la horizontalidad”. Prensa De Frente, 13/2/06. “Es nuestra sobrevivencia a cambio de la muerte del
que está enfrente. No de una persona, sino de un sistema. Estamos viendo una
efervescencia abajo que no apuesta absolutamente nada arriba. Estamos ante un
movimiento en efervescencia, y en cualquier momento revienta sin coordinación,
sin apoyo. Lo que nosotros queremos es organizar, hablar y concientizar a todo
ese sector para enfrentarnos juntos a los otros”. Subdelegado Zero, alias del Subcomandante Marcos,
3/1/06. Métodos revolucionarios de combate obrero: piquetes, bloqueos,
asambleísmo, y autodefensa; y objetivos reformistas: aumento de la base del
impuesto a las ganancias, reencuadramiento sindical, trabajo registrado y
aumento de sueldos. Sin dudas, es preferible esta contradicción irresuelta y en
tensión permanente, a los métodos reformistas con metas revolucionarias que
nunca se alcanzarán. El método de lucha
es constitutivo a los objetivos políticos que se propone. La forma organizativa
condiciona los fines políticos. Métodos de democracia directa pueden
devenir en objetivos revolucionarios, en cambio, no vendrá ningún cambio social
de raíz a partir de formas organizativas reformistas. No es casual que el sindicato
petrolero de Santa Cruz no sólo no apoye el conflicto, sino que, patrocine a
600 petroleros ante la justicia para que una jueza termine ordenando la
represión para liberar la ruta contra los propios intereses de la clase que
representa el gremio. Sindicato y mass media, gobierno nacional y provincial,
justicia y policía, todos, son enemigos de la lucha obrera autónoma. En la
industria petrolera está aconteciendo un cambio en la conciencia operaria que
se extiende por todo el país a diferentes fracciones de la multitud. Los
gremios locales quedan a la izquierda de las federaciones, pero los cuerpos de
delegados están a la izquierda de la comisión directiva local, y como si esto
fuera poco, las bases en asamblea se ubican a la izquierda de los delegados. En todas las nuevas prácticas de
democracia de base, que sostiene su independencia del estado y la
horizontalidad en sus
decisiones, -en la que fueron precursores los piqueteros de los
MTD’S, continuaron las asambleas urbanas post 2001 y los empleados y empleadas
de empresas recuperadas- ahora, se va desarrollando esta forma organizativa con
gran potencia en la clase obrera ocupada, y en la multitud del precariado
empleado en brindar servicios a la industria. Es ahí donde los nuevos
imaginarios se encarnan. En todas ellas palpitan las prácticas prefigurativas
de un nuevo poder multitudinario del trabajo. Hay otras experiencias valiosas
en las que conviven diferentes tendencias: padres de Cromañón, Asamblea Ambientalista de
Gualeguaychú, y el Movimiento Sindical Clasista. Pero en función de seguir
caminando todos juntos, lo más radical queda por momentos atemperado. No casualmente el asambleísmo resulta
descalificado por los Nacionales & Populares del gobierno. Ahí hay una
matriz de poder popular que no han podido colonizar completamente. Tras la
aviesa miopía de calificarla como instituciones de “clase media” no han
podido reabsorber plenamente este método organizativo. Una fracción de clase es
organizable y conducible por neo-sindicatos de ocupados, desocupados, cirujas y
reapropiadores. Mientras que donde conviven muchas porciones de la clase
trabajadora, y sobre todo la del general intellect, son
irrepresentables por neo-partidos y sindicatos, y se impone la forma
multisectorial de la clase productora, la asamblea de democracia directa, y la
multiplicación organizativa en red. La
Forma-Red es una manera organizativa en sí misma, la horizontalidad también. La
Red en movimiento y la democracia horizontal son herramientas políticas del
nuevo sujeto social constituyente. No son formas minusválidas de poder, ni la
hija postiza del partido y el estado. Para la multitud de multitudes el
viejo polo irradiador de prácticas e ideas resulta inviable. Sea bajo la
forma sindicato, partido y estado. La Forma-Red es el presente y el futuro del
poder constituyente del movimiento de movimientos. Pero es innegable que hay
nodos, colectivos, movimientos, que acercan los cuerpos en busca de la
articulación con otros nodos. Hay, por un lado, una autonomía autoorganizada
que va por la organización de algo más grande y potente que cada movimiento. Y
hay otra autonomía insular, impotente, que no crece. Una es una autonomía viva, la otra está petrificada. En los últimos
años hubo diferentes movimientos que tomaron uno u otro camino. Y así les fue a
cada uno. Los ecos del asambleísmo urbano
nacidos del 19y20 dejaron profundos surcos en la disrupción destituyente. En
ella convivieron el jacobinismo pequeño burgués de la sociedad civil y las
variadas fracciones de la fuerza de trabajo de la multitud. Cada vez que reaparece la
democracia directa resulta catastrófica para el poder. Da cuenta de esto el
movimiento asambleario que nació luego de la matanza en Cromañón, que generó el
cimbronazo más importante para el poder constituido desde el argentinazo. O la Asamblea
Ciudadana y Ambientalista de Gualeguaychú. En ambas, se da esa mixtura de
clase tan típicamente urbana y asamblearia. La última tiene referentes, pero se
reconocen horizontalistas, y cada 12 horas en la ruta se vota a mano alzada
levantar o seguir con el corte. ¿Una post-democracia obrera de la multitud de
Gualeguaychú heredera de la democracia obrera de socialistas y comunistas,
anarquistas y peronistas de base? Por cierto, que su talón de Aquiles es su
contenido vagamente anticapitalista. Unir el jacobinismo burgués y el comunismo
proletario no es gratis; y el peligro de socialdemocratización siempre está
latente. Pero la repetición del pasado es difícil. La clase media de hoy no es
la de hace una década, la subsunción real del trabajo en el capital avanza, y
con él, la transformación morfológica de las clases. Y el proletariado no está integrado
básicamente por obreros fordistas con una conciencia homogénea que se
desprendía del modo de producción taylorista. Son las bases materiales de la
autonomía de la multitud y su práctica antagónica al poder, las que permite que
cada día la frontera ideológica de la asamblea se corra un poco. Y mientras
esté garantizado el método asambleario siempre quedan esperanzas de rupturas
radicales con el estado. El capital se apropia de la
atmósfera y la estratosfera, de los suelos y océanos, ríos y bosques, animales
y cultivos, de los yacimientos minerales y el lecho marino, del trabajo y el
genoma humano. Al colonizar el mercado toda
la vida: hacia arriba, hacia abajo y hacia adentro, cualquier conflicto
sostenido de manera consecuente se transforma en una lucha potencialmente
revolucionaria. La lucha de la Asamblea Ambiental
y Ciudadana de Gualeguaychú arranca hace varios años, al igual que las
asambleas de los petroleros patagónicos. Las mediaciones estatales y de sus
aparatos ampliados no existen, ni son posibles. Los intentos de cooptación han
fracasado, y cada día que pasa los asambleístas toman más conciencia de su
poder. En Entre Ríos, los asambleístas ocupan la primera plana. Ponen en un
brete al gobernador, al presidente de la nación, al Mercosur y a la propia
lógica rentista del capital que busca apropiarse del aire y el agua, los
árboles y los animales, la tierra y el trabajo, en definitiva, de la vida. Un conflicto que parece menor, “ecológico”,
se transforma en cuestión de Estado que apunta a llegar a las más altas
cumbres del sistema jurídico mundial. Para el capital y el estado resulta un
jeroglífico irresoluble. La democracia de base enferma al poder. La
inteligencia colectiva del sujeto social en lucha, que actúa y debate, que toma
en sus manos de forma directa las decisiones que le incumben, es el ácido más
corrosivo y abominado por los gobernantes. Es el fantasma del fin de la
delegación permanente en el Capital-Parlamentarismo. Es la impugnación al
ejecutivismo de Kirchner. Es el rechazo al comando vividor del mercado sobre la
vida. Es el repudio a los políticos como clase separada del ser social. ¿Si
esto no es un cambio histórico en las prácticas colectivas y el nacimiento de
un nuevo sujeto social, entonces, qué es? Y si el poder no está dispuesto a
lidiar con estos desafíos, y los sujetos se mantienen firmes en sus demandas;
la criminalización, la cárcel y las muertes de los asambleístas por los
aparatos de seguridad son una crónica anunciada. Eso sí, lo que la rebelión en
Las Heras enseña a todos los asambleístas es que: a la impunidad del poder no
se le opondrá la paciencia, a las detenciones de los referentes no se apelará
al diálogo, y a la masacre policial no se le responderá con marchas y
consignas. Contra tanta nueva zoncera
argentina en boga que quiere descalificar la experiencia asamblearia, sobre
todo en las urbes luego del 2001, y desmerecer la insurrección del 19y20
apelando a que fue la respuesta al corralito de De la Rúa, y que ahora esa
multitud ha vuelto a creer en los políticos y enterrado el ¡Qué Se Vayan Todos!
(QSVT); basta con contestarle, con las últimas investigaciones que se han hecho
sobre el tema. “Un estudio de opinión pública de la Universidad Abierta
Interamericana, de diciembre de 2005, revela que el 25% de los porteños formó
parte de alguna forma de protesta el 19y20”. Números similares a la semi
insurrección en Las Heras del 7 de febrero de este año. No hace falta más, con
esa cantidad de personas movilizadas con prácticas destituyentes alcanza para
hacer tambalear a cualquier gobierno. Para la encuesta: ¿Eran caceroleros
“pequebús” desesperados por su plata? Nada de eso, “Los registros dicen que
únicamente el 3.6% actuó por estar afectada su economía”. Así que es hora de
dejar de insultar a los muertos de esos días, y terminar con el mito que más le
conviene propagar al sentido común mercantil: que hubo una insurrección y cayó
un gobierno por la movilización de ahorristas neuróticos y egoístas. La
pregunta final de la encuesta es para que se le hiele la sangre a la Nueva
Clase que gestiona el Capital-Parlamentarismo. Así dice: “¿Después de cuatro años de lo sucedido, cree que la clase política se
hizo eco de los reclamos de la sociedad? El 73 por ciento respondió que NO”.
Así que, a esmerarse muchachos
peronistas, o la próxima insurrección los va a agarrar con el helicóptero frío.
Mientras tanto, está bien que
Kirchner quiera ocultar los datos de votos en blanco y abstenciones, para que
no se caiga la fantasía del plebiscito que nunca tuvo. Ayudado por la perversa
capacidad manipuladora de los grandes medios para vender, que está todo normal,
en el país en serio de pingüino. Pero ningún universo simbólico se sostiene
eternamente donde se niega lo Real. Porque una cosa es autoconvencerse, o
mentir para provocar el convencimiento de las mayorías, y otra muy distinta, es
creer, que la multitud come vidrio. A
nivel nacional, al Frente Para La Victoria (FPV) lo votó solamente el 26.1% del total del
padrón electoral; mientras los que no votaron por nadie fueron el 35.4%.
Por más que D’Elía inflame la verba, es hora de que aprenda que la primera
minoría del país son los autoexiliados del sufragio. Únicamente a partir de ese
escaso consenso y esmirriada legitimidad del gobierno de Kirchner, es posible
explicar, el nivel de conflictividad que existe a tres meses de los comicios
legislativos. ¿Acaso el gobierno confía en que estar en campaña permanente es
lo mismo que resolver los problemas del pueblo para lo cual se han postulado?
¿O qué a millones de insatisfechos se les puede encubrir su malestar con un
spot publicitario de un país normal? ¿Acaso creyeron que se puede gobernar de
cualquier forma? ¿Qué da lo mismo cuántos votos tengan? ¿Acaso se creen que la
multitud está feliz y los quiere? Ya no los ama y el próximo paso es que no les
teman. Quien no delega en nadie, cuando actúa su autonomía de manera
destituyente, es para derrocar a quien antes dejó de votar. Ahora para Kirchner la nueva moda
es pelearse con las estadísticas del INDEC, como antes ocultaron las cifras
electorales. Pero la caótica realidad social y la creciente miseria de diez
millones de no votantes y pobres, está frente a ellos, y no se resignan a ser
burlados en su abstención, ni ser pasto excedente de los designios del capital
y sus gerentes. Entonces, como al neopopulismo de Kirchner le duelen las
propias estadísticas del estado burgués que él comanda, simplemente se propone
o eliminarlas (como Trujillo en la República Dominicana) o modificarlas a su
antojo. Los argentinos ya sufrimos la censura institucional en las últimas
elecciones, cuando la empresa INDRA, por primera vez, ocultó los votos en
blanco y el no voto para negar el creciente y enorme malestar con el
“Capital-Parlamentarismo”. Ahora el objetivo de este posfascismo débil es el
INDEC. La ministra de Economía, Felisa Miceli, puso en tela de juicio los datos
sobre el empeoramiento de la distribución del ingreso, de la que es culpable,
el gobierno setentista de los derechos humanos. ¿Pero acaso creen que como los
índices no mejoran, entonces hay que cambiar los índices, como cambiaron la
información electoral? O sea: que para el populismo si la realidad no coincide
con sus estadísticas, entonces ¡Peor para la realidad! Por lo visto, para el peronismo ya no se trata de
combatir al capital y de representar a las mayorías, sino, de combatir las
estadísticas y criminalizar a los que no delegan su poder. Desde enero la canasta de
indigencia está en 388 $ y la de pobreza en 843$. Encima, desde el 2001 los más
pobres son los más perjudicados por el capital. Los asalariados en negro, que
son el 46% de los empleados, recibieron 30.9 % de aumento en sus sueldos,
mientras la canasta de indigencia trepó en un 108.1%. A la miseria insoportable
de los gobiernos de Menem, la Alianza y Duhalde; ahora se suma, no sólo que los
precarios no recompusieron en nada su poder adquisitivo, sino que lo
empeoraron. Sólo con la inflación acumulada por el modelo devaluador Nacional y
Popular que defiende Kirchner, bajaron varios círculos más hacia el descenso
del infierno de la miseria. Si hasta la devaluación de los salarios eran
pobres, con la salida de la convertibilidad pasaron a ser indigentes. Si eran
indigentes ahora son subindigentes. En el 2001 la canasta de pobreza era de
463$ y el sueldo promedio era de 575$. En el 2006 la canasta de pobreza cuesta
843, y el sueldo promedio es de 800$. Es decir, que hasta el neoliberal de
Cavallo y el “dormilón” de De la Rúa un sueldo entero superaba en un 25% la
línea de pobreza. En cambio ahora, con la setentista de Miceli y el hiperactivo
Kirchner, un solo sueldo no alcanza para
salir de pobre. Y mientras la ministra de economía
y el presidente se enojan con el INDEC, ya que les gusta hurgar en las
estadísticas, cabe la pena acotar, que no estamos en Italia con 1.1 hijos por mujer; sino que, en la
Argentina las familias indigentes -que son dos millones-, tienen en promedio
tres hijos, es decir, cinco integrantes. Llevando la canasta de indigencia de
diez millones de habitantes de 388 a 422 $, y la de pobreza de 843 a 917$.
Mientras que, por el contrario, diez
millones de argentinos viven, no por sobre la línea de pobreza; tampoco
arañando la cota de indigencia, sino ganando 140$, vale decir, TRES VECES MENOS
que la línea de indigencia. Esos diez millones son el nuevo proletariado
posfordista de la multitud, el precariado en negro y los clientelizados por
planes sociales, los pibes y pibas que trabajan, los asalariados registrados
por debajo de la subalimentación y los cuentapropia que changuea de lo que
pueden. Néstor Kirchner y Felisa Miceli, en vez de pelearse con las
estadísticas que salen de una dependencia del poder ejecutivo, lo mejor que
pueden hacer, ya que no van a renunciar por su propia voluntad, es callarse y
pedir perdón a la mayoría de los argentinos.
El neopopulismo vino para profundizar el nivel de desigualdad social,
no para “repartir” ni “derramar” riqueza. Al mecanismo de la inflación, que
condena a la pobreza a millones de trabajadores y jubilados, se le suma el
aumento de la brecha entre ricos y pobres. “El País en Serio”, como siempre, lo
es, sólo para el capital y la oligarquía. Si durante el 2001 el peronismo se
ruborizaba porque el 10 por ciento más rico ganaba 25 veces más que el diez por
ciento más pobre; ahora, con ellos en el gobierno, el primer decil gana 31
veces más que el último decil. ¡Vamos K, no se deje torcer el rumbo por los
insaciables comunistas! III) EL GENOCIDIO EMPRESARIO Y LA
DESOBEDIENCIA SOCIAL DEL TRABAJO “Son un grupo de pseudo trotskistas de izquierda. No
es la primera vez que uno de estos grupos ataca con armas en la mano a un
gobierno de altísimo consenso y legitimidad social. Son estúpidos que no
entienden nada”. Luis D’Elía, ex piquetero y actual funcionario
de Kirchner, 7/2/06. “La gente decidió ir por fuera del gremio petrolero
porque ya no cree en la clase dirigencial”. Teodoro Camino, Concejal kirchnerista de Las
Heras, 9/2/06. “Yo no vi gente de afuera ni encapuchados. Vi a
pibes del pueblo. Gente a los piedrazos contra la comisaría y gente armada. Es
gente de acá. Eran jóvenes de acá. Hay mucha bronca acumulada, duró mucho el
piquete, y los políticos no hicieron nada”. Roberto Ramírez, testigo de la pueblada, 9-2-06. “Hoy estamos más cerca del estallido social
impredecible en su formas de lucha que hace algunos años atrás. Los 80´trajeron
como método de lucha las movilizaciones sociales, los 90´y parte de los 2000
los cortes de rutas, parecería ser que los nuevos métodos de lucha van a pasar
de acá en más por los enfrentamientos violentos contra las fuerzas de
seguridad. En mi caso particular, cuando tenga que asistir a un corte de ruta
voy a llevar ese pensamiento y esa metodología para ser aplicada, por que
estamos cansados de que el estado nos mate los vecinos en las caras nuestra y
nosotros tengamos que quedarnos buscando inútilmente responsables como nos pasó
en el norte, más precisamente, en Tartagal y General Mosconi con ANIBAL VERON,
GOMEZ, JUSTINIANO, CARRIZO, y SANTILLAN que hasta ahora nadie encuentra
responsables de sus muertes”. La necesidad recurrente del capital de reducir el trabajo
socialmente necesario para aumentar el trabajo excedente que genera plusvalor,
empezó por la reducción salarial de los registrados y las innovaciones en
capital fijo, trabajo muerto o tecnología. Luego se pasó a tener en negro a los
empleados, para ahorrarse las cargas sociales y aportes patronales, y aumentar
así, las ganancias de la clase capitalista en su conjunto. Hay que entender el
empleo no registrado como un gigantesco ahorro salarial del trabajo necesario,
que hace el capital, para incrementar el trabajo excedente. Por eso hoy el
precariado, el trabajo flexibilizado, es irrenunciable para los patrones. Si
con esto no alcanza, se desemplea lisa y llanamente a millones, ahorrando todo
el componente de capital circulante investido en la forma del salario, para
invertirlo, en capital fijo y capital financiero.
Colectivo Nuevo Proyecto Histórico Las Heras: La violencia de la Multitud Asamblea, Represión y Rebelión ( 2º parte ) III) EL GENOCIDIO EMPRESARIO Y LA
DESOBEDIENCIA SOCIAL DEL TRABAJO “Son un grupo de pseudo trotskistas de izquierda. No
es la primera vez que uno de estos grupos ataca con armas en la mano a un
gobierno de altísimo consenso y legitimidad social. Son estúpidos que no
entienden nada”. Luis D’Elía, ex piquetero y actual funcionario
de Kirchner, 7/2/06. “La gente decidió ir por fuera del gremio petrolero
porque ya no cree en la clase dirigencial”. Teodoro Camino, Concejal kirchnerista de Las
Heras, 9/2/06. “Yo no vi gente de afuera ni encapuchados. Vi a
pibes del pueblo. Gente a los piedrazos contra la comisaría y gente armada. Es
gente de acá. Eran jóvenes de acá. Hay mucha bronca acumulada, duró mucho el
piquete, y los políticos no hicieron nada”. Roberto Ramírez, testigo de la pueblada, 9-2-06. “Hoy estamos más cerca del estallido social
impredecible en su formas de lucha que hace algunos años atrás. Los 80´trajeron
como método de lucha las movilizaciones sociales, los 90´y parte de los 2000
los cortes de rutas, parecería ser que los nuevos métodos de lucha van a pasar
de acá en más por los enfrentamientos violentos contra las fuerzas de
seguridad. En mi caso particular, cuando tenga que asistir a un corte de ruta
voy a llevar ese pensamiento y esa metodología para ser aplicada, por que
estamos cansados de que el estado nos mate los vecinos en las caras nuestra y
nosotros tengamos que quedarnos buscando inútilmente responsables como nos pasó
en el norte, más precisamente, en Tartagal y General Mosconi con ANIBAL VERON,
GOMEZ, JUSTINIANO, CARRIZO, y SANTILLAN que hasta ahora nadie encuentra
responsables de sus muertes”. La necesidad recurrente del capital de reducir el trabajo
socialmente necesario para aumentar el trabajo excedente que genera plusvalor,
empezó por la reducción salarial de los registrados y las innovaciones en
capital fijo, trabajo muerto o tecnología. Luego se pasó a tener en negro a los
empleados, para ahorrarse las cargas sociales y aportes patronales, y aumentar
así, las ganancias de la clase capitalista en su conjunto. Hay que entender el
empleo no registrado como un gigantesco ahorro salarial del trabajo necesario,
que hace el capital, para incrementar el trabajo excedente. Por eso hoy el
precariado, el trabajo flexibilizado, es irrenunciable para los patrones. Si
con esto no alcanza, se desemplea lisa y llanamente a millones, ahorrando todo
el componente de capital circulante investido en la forma del salario, para
invertirlo, en capital fijo y capital financiero. Luego de eso, el capital deberá
controlar poblaciones completas de millones de condenados que no se dejarán
morir sin luchar. Ahí se presenta el control de la vida, o la biopolítica como
biopoder. La necesidad de gestionar la muerte, la represión y el asesinado liso
y llano, de todo aquel que no se resigne a perecer bajo el genocidio
empresario. Hoy la nueva categoría del
asalariado subindigente, transforma a una porción cada vez mayor de la clase
obrera en los nuevos trabajadores permanentemente subalimentados y crónicamente
extenuados. Al borde del desmayo, la muerte ronda cada día los cuerpos que
quedan definitivamente desprovistos de la energía vital que alimenta al capital
a cambio de unas pocas monedas. Las condiciones sociales eran
intolerables en el 2001 y hoy son enormemente peores. ¿Desde que llegó Kirchner a la Casa Rosada, cuántos crímenes
encubiertos bajo “causas evitables” tiene en su haber el gobierno? Cien mil. Sólo
comprendiendo este cuadro social apocalíptico para la clase de la multitud, se
entiende, la resistencia contra el capital. Hace años que se sabe que el
sistema no cierra sin represión. Un genocidio de los patrones bajo el manto democrático
que ya fuera denunciado en los ’90. Antes la responsabilidad era del “modelo
neoliberal”, ahora del “modelo nacional y popular”, pero de una u otra forma,
siempre la culpa es del sistema social capitalista. Las Heras es un síntoma más del malestar
multitudinario que existe en todo el planeta, y como tal, en la Argentina. El asalto a la legislatura porteña en el
2004, el “Porteñazo” por Cromañón y el Haedazo de 2005, y ahora la rebelión en
Las Heras, son la genealogía de las futuras insurrecciones de la multitud.
Trabajadores y trabajadores sexuales, cartoneros y empleadas okupas, vendedores
ambulantes y empleados del cognitariado, niñas obreras y vendedores de paco,
ancianas en la miseria y estudiantes sin futuro, precariado estatal y artesanos,
trabajadoras domésticas y enfermeros, desempleados por el capital y proletarios
fabriles, y autoexplotados en todo tipo de changas; todo un sinnúmero de
productores y reproductores de la mercancía, todos estos modernos y posmodernos
esclavos de la sociedad mercantil, dicen cada vez más claramente, contundente y
ahora violentamente: “¡Ya basta, estamos hartos!” No toleran más la miseria y
las mentiras, no se resignan a ir a la cárcel como depósito para los
descartados sociales, y no van a dejar pasar más afrentas de un sistema
empresario que actúa como una máquina truculenta y permanentemente homicida. Nadie sabe mejor que el viejo
pueblo y la novel multitud, que apelar a la contraviolencia para responder a la
violencia fulminante y periódica del poder, es una instancia definitiva. Nadie
mejor que los pobres tienen conciencia que enfrentar a los policías a los tiros
los pone en la mira de la represión de todo el aparato estatal. Cuando se
gatilla un arma no sólo se disparan balas, sino que se apela al último recurso.
Una medida extrema contra los patrones y sus sirvientes ante una vida expoliada
o descartada, empleada o precarizada, condenada a vagar en la tierra como un
eterno paria. Los primeros contraataques con armas en la mano, los 139 disparos
a la comisaría de Las Heras, son el síntoma, la respuesta, ante los ataques del
poder que somete la existencia social de la mayoría. Una multitud, que antes de
perecer y rehusándose a suicidarse, decide enfrentar a como de lugar al estado.
Santa Cruz fue gobernada por Kirchner en tres oportunidades. Tiene
razón “Lupo” cuando dice: “Que no es casualidad que esto pase en mi provincia”.
Lo que pasa, es que ahora, los destinatarios de las prácticas antagónicas
posfordistas no son únicamente los enemigos consuetudinarios del fordismo: la
derecha ortodoxa y los militares. Sino que las prácticas que se van
radicalizando ponen en la mira a los que suponían potenciales aliados, aquellos
que defraudan la voluntad popular, aquellos representantes en los que se creyó.
Por eso hay más encono con Estela de Carlotto que contra monseñor Baseotto; o
con Aníbal Ibarra que contra Macri. La
traición se paga más cara que la enemistad manifiesta. Por eso desde el 26
de junio de 2002 está en la lista de enemigos populares Luis D’Elía; que pasó
de piquetero a buchón de Duhalde. Se está produciendo un desgarramiento en la
conciencia de la clase trabajadora peronista. Se pasa de la confianza al éxodo
electoral, y de la resistencia al estallido. Y este es un fenómeno nacional que
abarca al conjunto de la multitud. El terreno de la política institucional y de
los viejos referentes progresistas está en un tembladeral luego del 2001. Esta
es la explicación de porqué la primera muerte de un policía en una pueblada se
produce en el último lugar donde la esperaba el gobierno: en sus entrañas. Las acciones directas, violentas y aún armadas, no son producto de
ninguna vanguardia externa a los propios sujetos que la ejecutan. El
discurso de los infiltrados y el virus subversivo, al margen de su raigambre
fascista, hoy no sirve para explicar ni contener los conflictos. El estado de
bienestar está muerto, el keynesianismo sólo sirve para subsidiar a los grupos
económicos amigos del gobierno, pero no para constituir alianzas policlasistas
masivas y duraderas. No hay plata para aumentar los ingresos de los obreros
petroleros y jubilados, estatales y planes sociales; pero sí otros 500 millones
de dólares para hacer obras ferroviarias. Es estado es el socio bobo: paga las
obras para que las ganancias se la lleve las empresas concesionarias. La mano
invisible del mercado que distribuye riesgos y beneficios para cada capitalista
que se somete a este modo de producción, es un viejo cuento que no tolera la
más mínima demostración empírica. ¿Qué
curioso?, plata no hay, pero los trabajadores aportan con sus recursos el 50
por ciento del gasto público nacional para el sostenimiento del estado, que
usufructúa, cada vez en mayor media una sola clase: la burguesa. No hay
keynesianismo para “derramar” riqueza, pero si para llenar más la copa de los
empresarios. La multitud lo hace todo,
lo crea todo, produce y reproduce la sociedad ¿Y qué recibe a cambio? Solamente
el 25 por ciento de toda la riqueza. Estado y capital,
Capital-Parlamentario, mantienen los resabios intervencionistas en el mercado
exclusivamente para una sola clase: la de los patrones. Para reprimir a los que
luchan siempre hay más presupuesto, para pagar “cash” la deuda al FMI sobran
30.000 millones de pesos, para generar negocios para cada nuevo bloque de poder
nunca falta plata. ¡Sí, el estado está ausente! Pero únicamente para facilitar
la vida de la multitud. Los acuerdos de precios para frenar la inflación son una burla: a
menos de una semana de acordados, entre el 2 y el 9 de febrero, las mismas empresas
que bajan un par de productos suben el resto. Ganando en siete días: el 19 % en
las salchichas de Viena, el 20% en el Aceite de maíz, el 18 % en las galletitas
de agua, el 17 por ciento en el queso cremoso, y el 14 por ciento en los
tomates perita en lata. A sólo dos meses de iniciado el año, los precios de los
productos de consumo popular, se incrementan más que el índice de inflación
presupuestado para todo el año 2006. Arcor, La Serenísima, Molinos, SanCor,
AGD, La Morenita; las mismas marcas perteneciente a la burguesía industrial y
los mismos supermercadistas que tanto mima Kirchner, son al mismo tiempo, una
clase sedienta de ganancias a costa del hambre de la multitud. El imaginario peronista está en
la picota. Con trabajo infantil y precariedad rampante, con indigencia
asalariada sistémica y legiones perpetuas de trabajadores negados por el
capital; no hay discurso progresista, peronismo de izquierda y gobierno amigo
de los derechos humanos, que pueda satisfacer las demandas irresueltas de la realidad
proletaria de la multitud. ¿Y la situación social, económica y política de Las Heras, dista mucho
de la del resto del país? Muy por el contrario. No hay que asombrarse del
derrotero que tomó K desde su arribo al sillón de Rivadavia. Conociendo la
herencia que dejó Kirchner en Santa Cruz después de estar más años que Menem al
frente del gobierno, alcanza y sobra, para saber los intereses que defiende: Apenas empezaron los ’90 apoyó
todas las privatizaciones, incluidas la de Gas del Estado y la de YPF. La
conducción del Sindicato de Petroleros Privados, al igual que los legisladores
del PJ santacruceño, dio su aval a las privatizaciones. Era la época del
neoliberal “K” discípulo de Menem, que ocultaba su militancia setentista y
rendía culto al consenso de Washington. Por esos años cambió la justicia
provincial como ahora va por el Consejo de la Magistratura. Llevó a la crisis
al Banco Provincia de Santa Cruz hasta semiprivatizarlo y redujo salarios desde
el año 1991. Las concesiones de pesca que otorgó beneficiaron como nunca a los
monopolios pesqueros y convalidó todos los pactos fiscales de Menem y la
Alianza. Depositó en el extranjero 500 millones de dólares de las regalías
petroleras, no rindiendo jamás cuenta de tamaña suma. Reformó la constitución
provincial en tandem con Menem y, para no ser menos que él, lo superó en
hegemonismo y fue reelecto dos veces; gobernando Santa Cruz por 15 años. Era
tan demócrata y respetaba tanto la libertad de opinión, que le inició una
querella a Bernardino Zafrani por poner el dedo en la llaga sobre la corrupción
en los yacimientos de Río Turbio. Y para no asombrarse ahora de sus
comportamientos posfascistas, recordemos que en pleno abril de 2002, ya
apaleaba ferozmente los cacerolazos en Río Gallegos. Veamos ahora como prosiguió el ex
titular de la SIDE de Kirchner, y actual gobernador, Sergio Acevedo, la
política de “Lupo”. Tal vez, de esta manera, a “Pingüino” se le refresque la
memoria para entender porqué se incendió Las Heras. Hace casi un año en el libro "on line" de NPH “El Autogobierno de la Multitud” escribimos
lo siguiente: Los gobernantes del capital-parlamentario, se parecen cada vez más, a
los tiranos: 1) En la “patria chica” de Néstor Kirchner los métodos dictatoriales
están a la orden del día. En la localidad de Las Heras, los progresistas, han
puesto a la “caza” del hombre de moda. Un entramado represivo, que une
consustancialmente; poder ejecutivo, garrote policial y persecución judicial.
No estamos en Fallujah, Irak, pero al igual que a la resistencia irakí, en la
provincia patagónica de Santa Cruz, en diciembre pasado, los gendarmes
persiguieron “terroristas” piqueteros casa por casa. Se tortura a una luchadora
social golpeándola en la vagina y en su vientre embarazado con los bastones
policiales, provocándole, las bestias de uniforme, el aborto de su hijo. 2) A veintiún meses de la era “K”, Santa Cruz, el terruño del pingüino
patagónico, resultó la provincia de los presos políticos por excelencia. A los
seis detenidos en Caleta Olivia, se sumaron, por unos días, 20 más. Además de
los ya 250 procesados por ser pobres y luchar, que no se resignan, a morir en
silencio como seres abandonados por papá estado. La ciudad está sitiada bajo la
ocupación de fuerzas represivas. Prefectura y gendarmería patrullan el
territorio social, conjuntamente, con la policía santacruceña y la guardia
blanca parapolicial de las empresas petroleras. Las Heras también está militarizada. Resulta una región de la provincia de
Santa Cruz con estado de sitio no declarado. En ambas localidades, la estrategia del Comando Sur; utilizando a las
fuerzas represivas locales para el control social, como preámbulo de la
intervención militar, (que tanto le preocupa a Horacio Verbitsky y a Página/K)
está realizando sus primeros ejercicios. (Fin de la sita de “El Autogobierno de la Multitud”). Luego vinieron las elecciones, que
de plebiscito para el gobierno sólo tuvo el nombre; aún en la propia provincia
que manejó Kirchner por una década y media. Sobre el total de votos en la provincia de Santa Cruz para diputados
nacionales, los guarismos fueron los siguientes: La abstención fue del 26.5%, el
voto en blanco el 5.6%, los nulos el 3.7% y los recurridos e impugnados el
0.07%. Mientras que la Alianza Frente Para la Victoria kirchnerista (FPV)
obtuvo el 50.8 % de votos positivos, pero sólo el 33.8 del total del padrón. Es
decir, que el voto por ninguno ganó las
elecciones con el 35.9 %, mientras K obtuvo un escaso 33.8%. En las elecciones en el departamento de Deseado, donde está
ubicado el pueblo de Las Heras, le fue aún peor al kirchnerismo: Para diputados nacionales, la
abstención fue del 25.7%, el voto en blanco el 6.7%, los nulos el 4.9% y los
recurridos e impugnados el 0.1%. Mientras que la Alianza Frente Para la
Victoria kirchnerista (FPV) obtuvo el 43.1 % de votos positivos, pero sólo el
28.1 del total del padrón. Es decir, que el
voto por ninguno ganó las elecciones con el 37.4 %, mientras Kirchner sacó
apenas el 28.1% El no voto como repudio al Capital-Parlamentarismo fue la mejor
traducción política electoral a las aberrantes condiciones sociales en toda la
provincia de Santa Cruz, y en particular, en el departamento de Deseado. No fue
un éxodo electoral de apáticos, sino de luchadores. No fue pasividad, sino el
preludio de la acción. Sirvan estos datos, y la consecuente revuelta de estos
días, para tantos que pregonan que da lo mismo cuando votos saquen los
gobernantes, y que la abstención no demuestra nada. O ese insulto a la
inteligencia de los que alegan que los que no votan son lúmpenes y fascistas, y
no mayoritariamente integrantes de la multitud que están hartos y no les creen
más a los políticos. En Las Heras la desocupación y
subocupación resulta escandalosa, la deserción escolar es endémica, y los
jóvenes que no luchan se suicidan ante la falta de futuro. Uno de cada cuatro
lasherences no tiene empleo, el 45 por ciento de las madres son solteras, y la mitad de los padres está subempleado o
desocupado. Entre agosto de 1998 y enero de 2000, en pleno “Kirchnerato”, hubo 22
suicidios de
adolescentes y jóvenes. Apenas un poco más del 10 por ciento
de los niños está escolarizado. La precariedad no sólo es una forma de empleo
en Las Heras, sino un nuevo estilo de vida para millones de trabajadores
urbanos, suburbanos y rurales en todo el país. En Las Heras, más del 10 por
ciento de la fuerza de trabajo es flotante, hoy están y mañana no. La industria
del petróleo es una máquina de desestabilización de la existencia obrera. Los
empleados, profesionales y operarios, vienen a Las Heras con contratos basura,
o por tiempo fijo, y cuando se terminan se van de la ciudad. Precario el empleo, precaria la familia,
precaria la vida y más precaria aún, será entonces, la realidad política del
Capital-Parlamentario. Los conflictos políticos se
derivan del sistema capitalista hegemonizado por la industria petrolera. Padres
ausentes, trabajando jornadas interminables, y el escape del alcohol y las
drogas ante una vida miserable, sin perspectivas, chata, sin futuro. Vínculos
familiares descartables, como la existencia descartada en la que está imbuida
la mayoría de los empleados por el capital. Embarazos adolescentes para atarse
a la vida, a la espera, del cuidado de la vida por venir; sino, la propia, no
vale la pena ser vivida. Violencia familiar como introyección de la violencia
social, sistémica y cotidiana. Repitencia escolar por falta de recursos
materiales y afectivos. Suicidios juveniles, represión estatal ante los
reclamos salariales y pedidos de empleo. Prisión para las mujeres piqueteras
que, antes de matarse, salen a luchar. Detención de los dirigentes y voceros de
asambleas de trabajadores autoorganizados. Tortura
policial que hace abortar a las patadas a una mujer que sale a reclamar por su
dignidad, la de su familia y la de la clase trabajadora. ¿Y con este contexto todavía los
grandes medios, los funcionarios y policías, y los leguleyos de los tribunales
se preguntan porqué un tercio de la población de Las Heras asaltó una comisaría
a sangre y fuego cuando se detuvo al portavoz de la protesta? Los 139 disparos que tiene el precinto
policial no fueron provocados por ninguna patrulla guevarista. No hay que
buscar en el Partido Obrero a los responsables de esta semi insurrección que
sitió a los policías. Las Heras tiene 10.000 habitantes, la autoactividad de
1.000 personas es como si en la Ciudad de Buenos Aires se hubieran movilizado
300.000 porteños. Cifra cinco veces superior a la marcha del 1º de enero de
2005 luego de la masacre de Cromañón. Esta comparación la hacemos, para que se
tome en cuenta la masividad de la pueblada en la localidad patagónica. Los recuperadores de Mario Navarro, no
fueron 200, ni 500, ni 1.000 lasherences, sino un tercio del pueblo. Para el
estado, asumir que la población lo desborda es el reconocimiento más palmario
que no pueden hacer su trabajo: gobernar la vida. Siempre es más estúpidamente
fácil culpar al virus “rojo” por la revuelta, que reconocer la derrota de no
poder gestionar la conflictividad social que crearon. Es más cómodo para el
Capital-Parlamentario hacer espiritismo invocando al fantasma de la Liga
Espartaquista -ahora que Rosa de Luxemburgo es puesta de moda por Hugo Chávez-,
que asumir que una parte del pueblo
peronista los enfrenta hasta con las armas en la mano. Es más fácil
insultar a los que luchan hablando de que la represión la ordenó la justicia
(bajo la ficción de la independencia de poderes), cuando la multitud sabe que
el poder del capital es uno sólo, comandado de manera ejecutiva, legislativa y
judicial por los funcionarios del estado. Una forma de administrar la vida que
está para garantizar el nuevo genocidio mercantil. Es inserviblemente fordista
el argumento de los chupatintas de la gran prensa queriendo ver en cada combate
radical a los herederos del partido bolchevique. Ahora estamos en el
posfordismo y el capital, en esta nueva fase de su desarrollo, creó a sus
nuevos sepultureros. Con el agravante para el peronismo que ahora son autónomos, clasistas,
horizontales y reniegan de conducciones externas a sus luchas. En el capitalismo para la clase
hacedora, sin plata, no se puede vivir. Las luchas por más dinero para vivir
mejor, encubren el carácter fetichista del aumento del salario. Pero aún esas
luchas reformistas, sostenidas por organismos de democracia directa, con
referentes electos bajo la horizontalidad organizativa, hoy se vuelven
potencialmente revolucionarias. Ya que el progresismo, la centroizquierda y la
izquierda del capital, no está en condiciones de satisfacer estas demandas. Se
acabó el fordismo como paradigma, y con él, el pleno empleo registrado y la
incorporación mayoritaria de la clase productora en las mediaciones sindicales,
partidarias y estatales. El estado de
bienestar está muerto, y con él, la distribución de una parte mayor de los
beneficios que produce la multitud. Con la segmentación de la clase obrera por
ingresos, con la mitad de la fuerza viva del hacer en negro, con las castas
laborales que se divide entre registrados, flexibles y desempleados; se
terminaron los aumentos de sueldos globales que morigeraban la miseria en el
capitalismo. Terminemos con la estupidez de la
conspiración de manual. Por cierto, que nadie en su sano juicio va a negar el
componente conspirativo de la política. Pero lo trascendente en Las Heras no
son las internas palaciegas, que existen; y las disputas mafiosas sindicales
que llegaron para quedarse. Sino que estamos ante una conspiración de nuevo
tipo: la conspiración de los comunes. Mini
insurrecciones que salen de los pliegues sociales repletos de insatisfacciones,
que con el tiempo se transforman en odio de clase acumulado. Rebeliones
violentas que se despliegan y repliegan. Que golpean como un sólo puño sin
necesidad de un partido. Que muerden y huyen al estilo guevarista de antaño,
pero ahora, sin comité central ni armas robadas a los esbirros. Ya no hace falta asaltar los
cuarteles como en los
años ’70, ahora la población está armada. Es cierto, con el
asesinado del suboficial Jorge Sayago murió un asalariado. Los policías y
gendarmes también son trabajadores. Empleados cuya función es reprimir y
coimear, asesinar y torturar, y ser el penúltimo guardián de la propiedad y el
estado del capital antes de la intervención militar. Y si se oponen, le pasa
como al inspector Rubén Eduardo Vila, segundo jefe de la Departamental de
Dolores; y Enzo Ienna, jefe Distrital de Chascomús. Que se negaron por seis veces
a masacrar el piquete de los obreros de la ex-empresa Gándara en la localidad
de Chascomús el 31 de enero. ¿Como actuó ahí el progresista de León Arslanián,
el Gobernador bonaerense Felipe Solá y el ministro del Interior Aníbal
Fernández? Actuaron como fascistas. Pedían sangre y desalojo de la ruta a
balazo limpio. ¿Cómo iban a tolerar que dos policías osaran discutir sus
órdenes? ¿Cómo una institución vertical por excelencia como la policía, que
está para defender la ley del valor, va a tener en sus filas a cuadros que
piensen con criterio propio? La
obediencia de vida de los militares subalternos para asesinar luchadores en los
‘70, ahora es reemplazada, por la obediencia de vida policial para aplastar a
los luchadores vivos. El progresismo es un buen recurso para enmascarar el
domino de clase patronal. Pero como toda máscara burguesa se cae cuando el
estado sale a garantizar, como sea, la ganancia privada, la circulación de
mercancías que contiene el trabajo humano, y castigar las demandas sociales impostergables.
Por más que ahora Hebe de Bonafini, nos diga, que este es un gobierno amigo. 15 de febrero de 2006 Colectivo
Nuevo Proyecto
Histórico Conectate con: Indymedia http://www.argentina.indymedia.org
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Rebelión http://www.rebelion.org Poesía Urbana http://www.poesiaurbana.com la fulana http://www.lacoctelera.com/praxika LAs HeRas: La VioLencia de La MulTiTud.
AsaMblea, RePresión y ReBelión
Madres y esposas de los trabajadores
petroleros, Carta abierta, 14/2/06.
Juan Domingo Javier, procesado por
encabezar el corte de la ruta 34, en mayo del 2000, 11/2/06.
Juan Domingo Javier, procesado por
encabezar el corte de la ruta 34, en mayo del 2000, 11/2/06.