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Elecciones octubre 23. Datos y consideraciones.
Por Dante Rubio - Sunday, Mar. 05, 2006 at 9:41 PM

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ELECCIONES OCTUBRE 23. DATOS Y CONSIDERACIONES .
Dante Rubio

Algunos datos y consideraciones que consideramos básicas sobre las elecciones del domingo 23 de octubre y el papel de la militancia que apoya a Kirchner no contenida por el Partido Justicialista, como un aporte para una discusión necesaria a la mayor brevedad.

PRIMERA PARTE.

1. VOTOS A FAVOR DE KIRCHNER. El 41-45% de votos obtenidos por las distintas formas políticas que apoyaron la gestión del Presidente Kirchner prácticamente duplica el 22% de los votos que lo consagro en el 2003; además según encuestas y apreciación directa hay un 10-15% de argentinos que tienen una imagen positiva sobre su accionar gubernamental pero que por distintas motivaciones y según los distritos no la concretaron en voto, pero que de mantenerse esa imagen para el 2007 muchos de ellos se canalizarían por las actuales o nuevas orgánicas kirchneristas o presionarían hacia las conducciones de partidos que no integraron ninguno de los frentes distritales con signo kirchneristas.

2. FORMAS POLITICO-ELECTORALES KIRCHNERISTAS. RESULTADOS. Las formas políticas con que Kirchner se presentó a las elecciones fueron varias; la más importante fue el Frente para la victoria y con resultados electorales que hacen que lo mas probable es que en el futuro inmediato sea la principal y abierta al ingreso de nuevas fuerzas. Se presentó en 17 distritos, en 12 con eje en el Partido Justicialista y en 4 enfrentado a ese partido, a quien derrotó en Provincias de Buenos Aires, La Rioja y Catamarca y perdió en San Luis. En total ganó en 12 distritos -entre ellos Catamarca y Río Negro gobernados por el radicalismo- salió 2° en Santa Fe, Mendoza, Chaco y San Luis y 3° en la Ciudad de Buenos Aires. En Misiones, el primer distrito que ya en el 2003 se produjo una diferencia de apuesta electoral con Duhalde, reiteró el apoyo al Frente Renov. De la Concordia liderado por el peronista kirchnerista Rovira que volvió a imponerse a un frente con eje en el Partido Justicialista, y en Corrientes apoyó al Frente de Todos integrado principalmente por radicales y peronistas, que venció al frente conservador de pasado menemista, en ambos casos con predominio de diputados nacionales electos kirchneristas. En Neuquén impulsó e integró un amplísimo Frente Cívico para la Victoria, saliendo 2do. del gobernante Movimiento Popular Neuquino. En la Provincia de Córdoba se planteó una situación de gran flexibilidad, Kirchner no armó el Frente para la Victoria, se apoyó a la Unión por Córdoba con hegemonía del P.Justicialista dirigido por De la Sota que abrió su espacio para una candidata a diputada nacional kirchnerista y salió primero, pero no enfrentó al Partido Nuevo encabezado por el transversal Juez que salió 2do y se impuso en la Ciudad Capital con 3 diputados nacionales electos que apoyarán el proyecto kirchnerista. En Santiago del Estero el presidente Kirchner no hizo campaña para ninguna de las dos fuerzas de signo justicialista y triunfó ampliamente el Frente Cívico por Santiago dirigido por el gobernador radical que reiteradamente ha manifestado su adhesión al proyecto presidencial. En Salta y La Pampa, no se armó el Frente para la Victoria y Kirchner no hizo campaña, y en ambos distritos triunfó el Partido Justicialista con menor diferencia que en anteriores elecciones dirigido por destacados menemistas, pero que en estas públicamente no expresaron su adhesión a Menem ni a Duhalde.

3. LA DECISION DE IMPULSAR EL FRENTE PARA LA VICTORIA. Los resultados electorales demuestran que en general la resolución de Kirchner de impulsar como herramienta político-electoral el Frente para la Victoria ha sido altamente acertada. Esa decisión y este éxito electoral tienen como basamento fundamental la valoración positiva que una parte mayoritaria de la población ha tenido y tiene de la gestión presidencial (que ha oscilado en promedio entre un 55 y un 75%, con diferencias según distritos). A ello se ha sumado como factores complementarios la crisis del radicalismo que lo ha deteriorado gravemente cuantitativa y orgánicamente, y la desaparición del Frepaso como consecuencia del fenomenal fracaso de la Alianza en el gobierno, situaciones ambas que han sido escasamente capitalizadas por el ARI de Carrió y RECREAR de Lopez Murphy pese a sus ambiciones y expectativas y, además, la necesidad de muchos gobernadores e intendentes de distinta pertenencia política de obtener el apoyo económico-financiero del poder ejecutivo nacional. Esta decisión de impulsar y concretar el Frente de la Victoria por parte de Kirchner si bien ha sido la principal ha carecido de rigidez, este ha tenido la flexibilidad suficiente para respetar otros frentes que lo apoyan en algunos distritos y para no criticar públicamente a ciertas figuras de otros partidos que visualiza como probables nuevos aliados, y hace pensar que mantendrá la misma actitud abierta en el futuro para acrecentar adhesiones y superar derrotas en determinados distritos.

4. CIUDADES DE CORDOBA, ROSARIO Y BUENOS AIRES. En las tres más grandes concentraciones urbanas de la República se han dado resultados electorales singulares pero diferentes, que producen distintas lecturas y obligan a análisis particularizados de los mismos, fundamentalmente para la militancia que apoya a Kirchner pero fuera del Pdo. Justicialista en esos tres distritos y para los sectores del gobierno con mayor amplitud de miras y menos soberbia.

En Rosario la victoria del Frente encabezado por el Partido Socialista de Binner sobre el Frente para la Victoria ha sido aplastante, del orden del 30%, lo que le permitió alcanzar finalmente una diferencia de casi el 10% sobre este último y, originando con ello, la única derrota electoral en las gobernaciones dirigidas por el P.Justicialista que apoyaba a Kirchner. Binner consigue este notable triunfo en base para nosotros a tres hechos: uno, la apreciada gestión municipal del socialismo en Rosario durante los últimos años, el desgaste y divisiones en las sucesivas gobernaciones justicialistas y a que desde el inicio del gobierno de Kirchner no ha asumido la posición de opositor frontal a este como si lo han hecho otras dirigencias socialistas, mantiene relaciones cordiales con el presidente y apoya públicamente algunos aspectos de su gestión. En una primera etapa se lo vió integrando la tríada transversal progresista o de centroizquierda Ibarra - Juez - Binner, y en
estos momentos provisoriamente se lo podría considerar un semi-transversal.

En la Ciudad de Córdoba el Partido Nuevo del intendente Juez salió primero imponiéndose al frente Unión por Cordoba hegemonizado por el P.Justicialista dirigido por De La Sota. A nivel provincial obtuvo la segunda colocación y logró por eso tres diputados nacionales. Juez mantiene su condición de transversal, ha ratificado su apoyo a la gestión presidencial pero tiene una autonomía política que le permite confrontar con De la Sota y expresar posicionamientos propios.

En la Ciudad de Buenos Aires el Frente para la Victoria ha tenido su peor derrota electoral al salir tercero superado por mas de un 13% por el macrismo y cerca de 1,5% por el ARI. La derrota política es aun mayor porque el Frente fue armado y dirigido por el Jefe del Gabinete Nacional Alberto Fernandez y encabezado por el Ministro de Relaciones Exteriores Rafael Bielsa - por lo tanto se constituyen en los dos máximos responsables políticos de la misma- ; porque ha permitido el surgimiento de un nuevo lider de la derecha que algunos vaticinan que podría llegar a ser el Berlusconi argentino y porque esta ciudad ha sido muchas veces la "vidriera" de la República y plataforma de lanzamiento de nuevas fuerzas. Por estos motivos tan importantes debería ser profundizado el análisis de las distintas causas que han provocado esta derrota, en la cual tienen una cuota de responsabilidad menor pero responsabilidad al fin los sectores de la transversalidad porteña fuera del P.J. por no haber tenido el nivel de autonomía, de unidad y de previsión necesarias para tener el real protagonismo que exigía un sector del electorado.

6. LA OPOSICION A KIRCHNER. Corresponde distinguir entre la existente dentro del P.Justicialista y las distintas variantes fuera de éste. A nivel del P.J. Kirchner mediante el voto popular obtenido ha consolidado su conducción del mismo y su decisión que tiene que integrarse al Frente para la Victoria; el triunfo fundamental ha sido en la Provincia de Buenos Aires al derrotar por amplio márgen -30%- al aparato duhaldista que controló el distrito y la gobernación por más de una década, lo que significa una clara advertencia para los dirigentes remisos a su liderazgo; Menem con su derrota en la Rioja desaparece como protagonista político principal ; solo los Rodriguez Saa han mantenido con gran diferencia su poder en San Luis pero prácticamente no tienen inserción en la mayoría de los distritos. Desde ya que el apoyo de algunos sectores de la dirigencia justicialista es aleatorio y oportunista, atado básicamente a dos condiciones : que Kirchner siga teniendo la alta imagen positiva en la población y de que en su decisión de ampliar con concepciones frentistas su base de apoyo político no vaya eliminando o disminuyendo en gran medida el poder que actualmente detenta esa dirigencia.

Los partidos de oposición están desunidos, débiles y algunos con diferencias respecto a la relación con Kirchner, ninguno de ellos por si solos ha obtenido un porcentaje de votos -el máximo el 13% de la UC.R.- para ser un competidor opositor de envergadura en el presente para el kirchnerismo como lo fueron en su momento el PJ, la UCR, la alianza Frepaso-UCR y finalmente el PJ para los gobiernos nacionales que se sucedieron a partir de 1983. La U.C.R. aún con su gran deterioro en Provincia y Ciudad de Buenos Aires conserva el lugar de segunda fuerza, pero con diferencias apreciables entre sus gobernadores e intendentes respecto a la vinculación con Kirchner. Los partidos que con mayor coherencia se han opuesto a Kirchner han sacado 7,5% el ARI (Carrió ha sufrido un doble traspies, vió reducido a casi la mitad el apoyo electoral obtenido en el 2003 y perdió por gran margen en la ciudad de Buenos Aires distrito elegido para aumentar su proyección nacional), 8% la unión RECREAR-PRO y la pluralidad de partidos de izquierda solos o en frentes entre ellos el 5%, perdiendo una cantidad estimable de votos y de legisladores con relación al 2003. El Partido Socialista ha alcanzado un 5%, con un triunfo notable en Santa Fe con el 43% de los votos encabezado por un dirigente como Binner que no es opositor frontal a Kirchner, como sí lo son los dirigentes de la Provincia de Buenos Aires que en una alianza vista como el "germen del grupo de Rosario" obtuvieron un misérrimo l,2%. Por otra parte los dirigentes del PJ enfrentados al presidente sacaron un 12% de los sufragios. Todavía es prematuro hablar sobre que tipo de alianzas se podrían armar entre algunas de estas fuerzas opositoras, la que en principio se avizora como más probable y peligrosa es la de los sectores de derecha, centroderecha dentro y fuera del P.J., alternativa esta en el presente de mayor fortaleza que se vería potenciada ante un deterioro de la gestión e imagen presidencial y-o por un abandono del apoyo coyuntural de fuerzas económicas en desacuerdo con medidas de gobierno.

SEGUNDA PARTE

CONSTRUCCION DEL LIDERAZGO DE KIRCHNER. Lo acaecido desde que en mayo del 2003 Kirchner asumió la presidencia de la Nación indica que, al no haber un proyecto previo consensuado por una fuerza política orgánica, las decisiones fundamentales políticas y de gestión gubenamental ante la estructura y situación heredada y los distintos factores internos y externos de poder actuantes, han surgido de un círculo íntimo muy reducido donde finalmente la última palabra la tiene el presidente, fuera de que algún ministro como Lavagna tuvo una enorme influencia en su área de gestión.


Kirchner por su accionar gubernamental y político fue adquiriendo la estimable imagen pública positiva ya mencionada -que se propagó a su esposa- que se convirtió en el factor fundamental para ir consolidando, aumentando y extendiendo su liderazgo no solo a nivel popular, sino también sobre dirigentes y agrupaciones políticas y sociales.

LIMITACIONES ACTUALES DE ESE LIDERAZGO. Para no caer en soberbias ni optimismos exagerados y tener cabal conciencia de que en el 2006-2007 hay que aumentar el bienestar de las mayorías populares por razones elementales de justicia social, porque la historia muestra que los más humildes de las mismas son los más leales con los que los respetan y defienden, y para mantener y acrecentar los sufragios ahora obtenidos, corresponde decir que este liderazgo por su origen reciente y sus formas singulares de concreción aún no se ha escapado de las características básicas actuales de lo "político", generadas principalmente por las defraudaciones a la voluntad popular y corruptelas de los gobiernos y partidos "populares" a partir de 1983, U.C.R., P.Justicialista, Frepaso-Alianza, y secundariamente por las distintas formas de carencia y dispersión de las fuerzas políticas minoritarias que se les opusieron.


Sintéticamente y solo algunas de ellas: brevedad de los liderazgos surgidos; el apoyo popular en forma creciente se ha ido limitando a la emisión del voto; este en diversas medidas es muy cambiante en el breve lapso y según partidos ha dejado de ser "cautivo y en determinadas elecciones ha sido retaceado o en blanco y anulado (estas dos formas llegaron al 9% y votaron solo el 71% de los ciudadanos en estos comicios y ello significa que entre una cuarta y una quinta parte de argentinos no sabemos que decisión tomará en las presidenciales del 2007); ante el desprestigio generalizado de los partidos políticos hay un alejamiento popular de la participación activa en la vida de los mismos y en muchos de los que participan prevalecen diferentes motivaciones individuales o de camarilla, ya sea dinero, prestigio y-o la conquista y mantenimiento de poder vaciado en gran medida de ideales enraizados y de obligaciones con el pueblo que con su voto los lleva a o
cupar las distintos organismos de gobierno y del Estado.

MODELO DE SOCIEDAD DE KIRCHNER. Los diferentes posicionamientos que Kirchner ha tenido en distintas etapas que se fueron sucediendo: década del 70, década del poder menemista, a partir de 1999 y luego de la gran crisis de diciembre del 2001, sumado a la heterogeneidad de la militancia de las figuras de su gabinete y principales de su gobierno y agregado a la falta de un proyecto de nación mas o menos sistematizado y explicitado por lo menos a la militancia que lo apoya en medio de una fase de transición como la vivida, lleva a pensar provisoriamente que, por un lado ha tomado decisiones y dado señales -dentro de las limitaciones que imponen tanto la magnitud de la estructura económica-financiera-tecnológica heredada como la real relacion de fuerzas existente- que demuestran su voluntad firme de autonomía nacional y unidad latinoamericana (hecho fundamental para los que sostenemos que la contradicción principal sigue siendo liberación o dependencia); por otro lado todavía no queda suficientemente claro después de las distintas experiencias que ha vivido y participado, cuál es el modelo de sociedad que en él ha quedado afianzado y hacia el cual apunta en medio de todas las fuerzas en pugna.

LA CONCEPCIÓN DE GOBIERNO EN DISPUTA. La transversalidad fuera del P.Justicialista que viene apoyando al presidente Kirchner, con matices que van desde un oficialismo acrítico a un apoyo leal pero autónomo o kirchnerismo "no bobo", ha coincidido en general que se trataba de un gobierno en disputa.


A NIVEL POLÍTICO esa concepción estaba basada en el origen institucional -alianza de Duhalde y Kirchner para derrotar a Menem y Rodriguez Saa, en la heterogeneidad de los integrantes mas importantes del Poder Ejecutivo mezcla de "pingüinos" puros, kirchneristas de la primera hora y duhaldistas, esta heterogeneidad aumentada en el Congreso Nacional por la incorporación de kirchneristas de segunda hora, y a lo que se sumaba la debilidad ocasionada por el 22% alcanzado en las elecciones del 2003. Por esta situación de gobierno en disputa y esa debilidad electoral de origen, se ha entendido mayoritariamente que Kirchner no ha podido tomar ni profundizar medidas para mejorar la injusta distribución de la riqueza, ni modificar estructuralmente la situación de muchas de las empresas de servicios públicos concesionadas, entre otros problemas que la realidad demanda solucionar.


Ante las cifras del triunfo electoral del kirchnerismo, su gran victoria sobre el duhaldismo rebelde y la debilidad del apoyo popular a cada uno de los partidos frontalmente opositores, Kirchner surge fortalecido políticamente de tal forma que ya no se puede seguir pensando que a nivel político existe un gobierno en disputa y, por lo tanto, este deja de ser un argumento para explicar y-o justificar que no se tomen durante el 2006 y el 2007 las medidas necesarias y posibles tendientes, en primer lugar, a una urgente mejor distribución de la riqueza priorizando la situación de los sectores sociales actualmente más gravemente perjudicados y, luego, ir modificando las áreas mas estratégicas de la estructura dependiente para la defensa de los intereses del pueblo y de la Nación. Asimismo, ha quedado lógicamene mucho mejor posicionado para confrontar desde el poder del Estado con los diferentes factores internos y externos de poder que diariamente bregan por imponer sus intereses particulares.

LA DISPUTA EN EL PLANO ECONÓMICO-SOCIAL Y POLITICO. La disputa y los conflictos siguen en este plano como es de esperar en todo Frente Nacional en embrión de composición policlasista y en el presente centrado principalmente en Kirchner al mando del estado nacional, con una serie de diversidades en las fuerzas económicas y sociales que participan con diferentes grados de adhesión y protagonismo y, lógicamente, las que se reflejan y se seguirán reflejando aunque no mecánicamente a niveles de política y de gobierno. Teniendo en claro todas las experiencias históricas vividas en las luchas por la liberación nacional, parafraseando a Jauretche podemos decir en esta nueva fase de este proceso de liberación inconcluso: con la gran y mediana burguesía nativa pero sin su hegemonía; sin ella o contra ella pero evitando que grandes sectores de las capas medias se constituyan en su furgón de cola y masa de movilización, y como máxima garantía para la consolidación y éxito de ese proceso acrecentar cuantitativa y cualitativamente la organización de las mayorías populares.

EL PAPEL EN LA NUEVA ETAPA QUE SE ABRE A LA TRANSVERSALIDAD FUERA DEL P.JUSTICIALISTA QUE APOYA A KIRCHNER. En primer lugar seguir siendo coherentes con la larga lucha de resistencia contra el modelo neoliberal dominante y los objetivos de liberación nacional y social protagonizados y perseguidos por la inmensa mayoría de nuestros integrantes, aparte de sus diferentes identidades políticas de origen y pertenencias orgánicas. Ello significa que dentro de este embrión de frente nacional debemos interpretar, defender y organizar las expectativas e intereses de las mayorías populares: trabajadores asalariados y no asalariados, desocupados, profesionales, estudiantado, pequeños empresarios, prioritando las de los más necesitados y perjudicados, para que estos sean reconocidos y aceptados por los otros componentes sociales y políticos de ese frente.


En segundo lugar, a esta altura de los acontecimientos y después de las consecuencias negativas originadas en este 2005 con la disolución del Frente Patria para Todos y con ello la imposibilidad de ampliarlo con otras fuerzas, expresadas en la debilidad de la instalación política a nivel masivo y en la escasez de cargos legislativos alcanzados en este proceso electoral, corresponde iniciar una inmediata, profunda y sincera autocrítica de las diferentes causas de esta desunión para que a más tardar a mediados del año próximo se haya concretado la máxima unidad posible entre las diversas fuerzas que coincidimos en la defensa de las mayorías populares y una posición antiimperialista en unidad latinoamericana, y así poder ir instalando en el seno de la sociedad una única y fuerte nueva fuerza política con los criterios organizacionales que entre todos acordemos. De fracasar en este intento por no estar a la altura de la responsabilidad de la hora, debido a sectarismos, desconfianzas y personalismos desmedidos de los dirigentes de las grandes, medianas y pequeñas agrupaciones, nuestro protagonismo político en el sentido integral del término seguirá siendo muy escaso, fuera de la capacidad de movilización y de organización social que en todos en mayor o menor medida se haya mantenido y aumentado.


En tercer lugar, dado la gran derrota sufrida por el kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires y por la importancia que a nivel nacional tiene este distrito, al mismo tiempo que se llevan a cabo las discusiones referidas en el párrafo precedente, se tendría que constituir un ámbito específico de debate para la militancia que actúa en esta ciudad para analizar en profundidad las distintos motivos de esa derrota e ir acordando las medidas necesarias para superarlos y superarla en el 2007.

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