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EL ACTO DE IBARRA Y LA ACCION SICOLOGICA.
Por MarianA - Articulo de Mirta Mántaras - Friday, Mar. 10, 2006 at 2:21 PM
mirtamantaras@tutopia.com

Mirta Mántaras, Abogada de DDHH, realiza un analisis sobre el acto oficialista de Ibarra y el manejo sobre la sociedad, a traves del discurso, de la acción sicológica y el miedo a un nuevo golpe de estado.

EL ACTO DE IBARRA Y LA ACCION SICOLOGICA.



El acto organizado por Aníbal Ibarra tuvo como consigna “defendamos las instituciones”, tema muy caro para nuestro pueblo que con toda energía recusa las dictaduras.

Pero después fue seguido por otra consigna: “No a la destitución de Ibarra”, lo que nada tiene que ver con una posible quiebra de las instituciones sino que expresa su deseo de eludir el juicio político que se le realiza por la tragedia de Cromañon, al que Ibarra califica como maniobra para dar un “golpe institucional” y removerlo.

En realidad Ibarra está demostrando que es él quien no cree en las instituciones, porque el juicio político está previsto en la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires para analizar los actos de gobierno y es el ámbito para que el acusado ejerza todas las defensas que tiene a su favor.

Los legisladores que lo juzgan no tienen la última palabra, pues si no está conforme con la decisión que adopten puede apelar al Superior Tribunal de la Ciudad y llegar hasta la Corte Suprema de Justicia si se encuentran conculcados sus derechos de tener un debido proceso y defensa en juicio

Los que asistieron al acto fueron presa de una acción sicológica similar a la aplicada durante la dictadura militar, pues se trató de una acción compulsiva para actuar sobre el inconsciente del pueblo donde anida el miedo y el terror de que el pasado vuelva.

La señora de Carlotto que saludó a los asistentes con la frase: “bienvenidos a esta fiesta de la democracia” cuando debió decir “bienvenidos a esta fiesta en apoyo a Ibarra”. Lo que sería totalmente legítimo si la finalidad perseguida no hubiera sido encubierta con un llamamiento engañoso.

Muchos creyeron que si la resolución de los legisladores fuera por la destitución eso significaba que Macri ocuparía el lugar de Ibarra. Planteo falso, pues si hipotéticamente fuera destituido cuando se agotaran todos los recursos, lo sucedería su vice-jefe de gobierno, que para eso fue elegido, con la misma cantidad de votos, integrando la misma lista, y con los mismo objetivos expuestos en la campaña electoral.

Vale decir que ningún votante vería burlado su voto.

Pese a que el acto convocado por Ibarra perseguía eludir su responsabilidad sobre la tragedia de Cromañon, la respuesta mayoritaria de los encuestados fue que Ibarra “no era el único culpable”, que es lo mismo que sostienen los familiares y sobrevivientes del luctuoso suceso.

En el juicio político no se analiza la culpabilidad, tema del juicio penal donde Ibarra ni siquiera está procesado. El juicio político es por la responsabilidad de los actos de gobierno, por la elección de sus colaboradores que deben ser idóneos para el cargo, por la obligación de vigilancia que tenía sobre el desempeño de los mismos, por las medidas que debió tomar para dar seguridad a los jóvenes que van a un lugar de esparcimiento.

Lo que subyace en esta movida es que los gobernantes no quieren que se analicen sus actos políticos. El genio para eludirlo ha sido Carlos Menem, a quien jamás se juzgó por su responsabilidad y accedió al Senado sin que ninguno de sus pares, incluida la señora de Kirchner, lo impugnara.

Los gobernantes no quieren que se siente un precedente que luego pueda caerles sobre la cabeza.

Y lo sucedido en la tragedia de Cromañon es, por cierto, un hecho que debe esclarecerse, no sólo en el juicio penal sino también en juicio político. Miles de víctimas así lo reclaman, no sólo los familiares de los muertos, sino los que tienen secuelas físicas y sicológicas y todos los que integran sus familias. Es también un luto sobre la sociedad que aspira a que no mueran más jóvenes en el país por causas evitables.



Mirta Mántaras. Abogada de Derechos Humanos.

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Juicio de lo peor de la política
Por Fito - Wednesday, Mar. 15, 2006 at 2:45 PM

Creo que el juicio político no es un golpe, pero está lejos de ser justicia.

Ibarra con un acto de gobierno elimino un sistema de control históricamente corrupto, toda la población de la Ciudad sabe de eso, y lo reemplazó por otro que resultó trágicamente insuficiente. Si bien el nivel de corrupción de los inspectores reemplazados era increíble y seguramente Cromañon hubiera ocurrido igual, el hecho de haberlos reemplazado le implica cierta responsabilidad.

Es esta falta de control suficiente por parte del estado, ¿es causa de juicio político y destitución?, si los legisladores se hubieran opuesto a la medida en su momento tendrían argumentos políticos y eticos, pero no digeron nada por que los inspectores eran indefendibles. Pero igual fue el gran argumento de la derecha para vengar sus derrotas y de la izquierda para sacar del campo político a alguien progresista con la actitud miserable de conseguir los votos de aquellos que alguna vez votaron a Ibarra.
¿Ibarra se defendió bien? No, se defendió mal y utilizó un argumento equivocado.
De todas formas las cartas estaban hechadas desde antes de empezar el juicio todos los votos etaban puestos y todo fué una parodia, legal pero una parodia.
La única forma de que Ibarra hubiera sido absuelto es si hubiera mantenido una cantidad de legisladores leales en las elecciones que hubo desde su asunción.
pero hizo alianzas y se equivocó.

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