Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

LA VERDAD OBRERA 182
Por PTS - Saturday, Mar. 11, 2006 at 10:48 AM

Salio LVO 182. Leelo en PDF en www.pts.org.ar

LA VERDAD OBRERA 182...
tapa_lvo182_grande.jpgmaosdy.jpg, image/jpeg, 360x492

A 30 años del golpe genocida son los dueños del país y Jefes de Kirchner
Los empresarios tambien son culpables


El gran empresariado nacional y extranjero, que bajo el amparo de Kirchner sigue haciendo superganancias, fue el principal instigador del golpe genocida de 1976.
Recientemente se difundió la colaboración de los gerentes de Ford (proveedora de los tristemente célebres “Falcon verdes” a la dictadura) en la desaparición de delegados de la planta de Pacheco. Años pasados cobró trascendencia el hecho de que en Mercedes Benz los gerentes, en complicidad con el sindicato, entregaban a los obreros al ejército.
Esta práctica no fue exclusividad de las patronales extranjeras sino también del “empresariado nacional”, tan alabado por Kirchner. Para recordar sólo un caso emblemático: en la metalúrgica SAIAR de Quilmes, propiedad de Federico Zorraquín, su gerente general Martínez Riviere comandaba directamente las requisas diarias a los obreros que derivó en la desaparición de 12 compañeros, incluida toda la comisión interna. Este gerente siguió trabajando impunemente, bajo esta democracia, para el Grupo Zorraquín hasta el año ’92 y luego como consultor de empresas entre quienes figuraban el Banco Nación, Edesur, Massalín Particulares, Sideco Americana y Skytel.
La misma complicidad entre empresarios y militares puede comprobarse con los dueños de los Astilleros Astarsa, los Braun Menéndez descendientes de los Menéndez Behety asesinos de obreros en la Patagonia. O con los Blaquier del Ingenio Ledesma en Jujuy; o con los Acevedo que en Acindar permitieron la instalación de un cuartel de la policía dentro de la planta, aún antes del golpe, como centro de detención. O con la señora Herrera de Noble, dueña de Clarín, que esta justicia dejó impune a pesar de la denuncia por la tenencia de dos hijos de desaparecidos. Por toda esta clase social habló Martínez de Hoz, cuando confesó ante una Comisión Bicameral en 1985: “Siendo yo presidente del Consejo Empresario Argentino, en el año ’75, fui con un grupo de empresarios a visitar a Videla y le expusimos nuestra preocupación de (...) que se debía asegurar el imperio del orden por sobre todas las cosas”.

Denunciamos que los grandes empresarios permanecen impunes bajo esta democracia que les garantiza la continuidad de su dominio de clase. Techint, Ford, Acindar, Arcor, Mercedes Benz, Astra, Celulosa, Bunge y Born, Aluar, Fate, Soldati, Pérez Companc, Macri, Fortabat, Garovaglio y Zorraquín, Pescarmona, Bulgheroni, Clarín y La Nación. Ellos también son culpables junto a los militares y a los políticos cómplices.

Cuando van a cumplirse 30 años del golpe militar, Kirchner pretende usufructuar la conmemoración del 24 de marzo. No hay en esto un ápice de “memoria” ni de “verdad” ni de “justicia”. Es puro cálculo mediático. Según varios analistas y encuestadores a los que son tan afectos en la Rosada, el presidente obtiene más popularidad como “defensor de los derechos humanos”. De allí que buscan montar una serie de actos oficiales que contarán con la colaboración de Hebe de Bonafini de Madres de Plaza de Mayo y Estela Carlotto de Abuelas. El plan oficial es que estos escenarios sean la primera plataforma (la siguiente sería un acto por el 25 de Mayo) en el camino de lanzar su reelección –o la elección de Cristina Kirchner– para el 2007.

El discurso oficial se basa en el descreimiento popular de la reaccionaria “teoría de los dos demonios” (según la cual se produjo el golpe del 76 porque la Argentina fue víctima de dos terrorismos, uno de derecha y otro de izquierda) ya desgastada porque fue el discurso oficial de Alfonsín, Menem y De la Rúa. El kirchnerismo ensaya otro discurso, definiéndose a sí mismo como “hijo de las Madres de Plaza de Mayo” y de la “generación de los 70”. Ha alimentado esta pose con ataques a militares genocidas ya decrépitos, pero absolviendo de responsabilidad en el genocidio de la última dictadura al empresariado, e incluso reivindicando a “la burguesía nacional” que golpeó las puertas de los cuarteles hace 30 años. Es una gran estafa, no solo por la “memoria” y la “verdad” de lo que sucedió en el pasado.

La clase empresaria no dudará en apelar nuevamente a los métodos de la dictadura ante la profundización de las luchas obreras y populares. Hoy mismo la papelera Botnia que está construyendo la planta contaminante frente al río Uruguay acaba de ser denunciada por el intento de “contratar” gente para infiltrar a los activistas de la Asamblea Ambientalista de Gualeguaychú que cortan la ruta contra su instalación. Las petroleras Repsol, Pan American Energy y Vintage Oil reclaman la presencia permanente de gendarmes en Santa Cruz.
Es tanta la hipocresía del gobierno que mientras oficiará actos el 24 de marzo, mantiene militarizada la ciudad de Las Heras. Allí los gendarmes entran impunemente a los pozos petroleros para impedir las huelgas, hay seis compañeros presos por luchar, los familiares de los detenidos y los organismos de derechos humanos denuncian apremios ilegales, incluso contra un joven de 14 años, y persecuciones a los delegados petroleros y el pueblo que los apoya.
Kirchner es “setentista de la Repsol” para el cual gobierna.

24 de marzo: por una gran jornada de lucha

Este 24 de marzo, los trabajadores y estudiantes concientes junto a las organizaciones combativas y la izquierda debemos movilizarnos en forma independiente de la tutela oficial. El programa acordado entre las fuerzas convocantes a la marcha unitaria que se prepara en Plaza de Mayo es un paso muy importante en el camino de transformar el 30 aniversario del golpe genocida en una verdadera jornada de lucha contra el gobierno, las fuerzas armadas genocidas y los empresarios instigadores del golpe. El gobierno intentó por todos los medios desbaratarla. El propio Secretario General de la Presidencia Oscar Parrilli (quien fuera miembro informante de la ley de privatización de YPF en el Congreso bajo Menem) intentó atraer a los llamados organismos “históricos” de derechos humanos (Madres Línea Fundadora, Familiares, Liga, MEDH, etc.) para hacer un acto “conmemorativo” que no denunciara las políticas gubernamentales, ofreciéndoles palco, sonido y hasta un “feriado nacional” con transporte gratis para la Plaza. Hasta el cierre de esta edición, la maniobra no había dado resultados.
Luego de una dura batalla que dimos el PTS junto al MAS y el PO entre otros, se lograron las consignas convocantes que publicamos en esta página. Pero no somos ingenuos y sabemos que el gobierno ensayará todo tipo de maniobras para evitar un acto de lucha. Es por ello que es necesario redoblar todos los esfuerzos.
La Verdad Obrera llama a sus lectores y amigos a desarrollar una fuerte tarea militante en cada lugar de trabajo y estudio para realizar una gran campaña nacional hacia el 24 de marzo para que los trabajadores tomen en sus manos esa jornada histórica, pronunciamientos de los cuerpos de delegados y comisiones internas, actos en puertas de fábricas, volanteos, pintadas y desplegar todo tipo de iniciativas para confluir en una masiva marcha este 24 en Plaza de Mayo y en todas las plazas del país.
En la Capital, luego del acto en la Plaza de Mayo, el PTS convoca a todas las organizaciones de la clase obrera y la izquierda a manifestarse frente a la sede de la UIA (Unión Industrial Argentina), organismo donde se agrupa gran parte del empresariado que preparó el asalto genocida del 24 de marzo de 1976.

agrega un comentario


cara duras
Por uno - Saturday, Mar. 11, 2006 at 8:16 PM

caretas, cara duras, no dicen nada sobre las expulsiones que hicieron, y eso que dijeron que iban a publicar todo y los expulsados les pidieron que publiquen en lvo

agrega un comentario


FORROS
Por 123 - Saturday, Mar. 11, 2006 at 9:22 PM

ES VERDAD, CHE NO VAN A PUBLICAR NADA DE LA BUROCRATEADA QUE SE MANDARON. QUE PASA LES DA VERGUENZA, O MIEDO? ESO, TIENEN MIEDO DE DISCUTIR, COMO TIENEN MIEDO DE DISCUTIR CON LOS COMPAÑEROS QUE EXPULSARON. QUE MAL EL PTS, QUE MAL TODOS LOS DIRIGENTES FORROS QUE HAY EN EL CC, INCLUIDO GODOY, QUE MAL...

agrega un comentario


....
Por .... - Saturday, Mar. 11, 2006 at 10:32 PM

che...por q no leen el periodico antes de tirar mierda???

agrega un comentario


yo lo lei
Por eleuterio - Sunday, Mar. 12, 2006 at 1:22 AM

yo lei el periodico, y leo todo lo que escriben,
primero: la verdad obrera, utilizar la palabra verdad ya demuestra que son dogmaticos y consideran que ustedes tienen la verdad absoluta y la verdad es relativa en cada circunstancia, es la verdad del pts y no de todos los obreros.
para los chicos que militan en el pts, esa no es la verdad, ni la unica verdad sagrada que existe, pueden tener una vision critica ante la realidad.
no se si se dieron cuenta, es como el diario que le hacian a hirigoyen, pero este e s para ustedes, creo que es para que no puedan conocer la verdad, o la otra parte de la verdad o otra opinion, porque claro: ya hay una verdad la verdad obrera:
y no se atreban a dudar, eso no es bueno, ya lo decia el gran Aldo "la duda es la jactancia de los intelectuales", por eso no hay que dudar, hay que creer en la verdad.
es que sino que, es el caos.....

no el caos no........ por favor
el militante de base ve solo la realidad, a travez de los ojos y los oidos de la direccion, en la que no hay que dudar, por que la verdad obrera me sirve par aexplicar todos los grandes problemas
son pateticos muchachos,
son la siempre repetida historia de rebelion en la granja y 1984.
saludos el eleuterio

agrega un comentario


lean bestias!!!!!!!
Por anti bestias - Sunday, Mar. 12, 2006 at 6:45 PM

che, eleuterio, de onda, antes de tirar mierda, dale una leidita al periodico del pts, porque si te fijas bien, so pedazo de gil, hay una nota que trata el tema de los cros que se fueron del partido.

agrega un comentario


...
Por Kid A - Sunday, Mar. 12, 2006 at 6:57 PM

la verdad obrera fue uno de los nombres q tuvo el periódico ruso Pravda (Verdad)...

agrega un comentario


lei todo
Por eleuterio - Sunday, Mar. 12, 2006 at 10:51 PM

lei todo lo que escriben
no te creas...
por eso hablo o que te pensas, que soy como ustedes,
leo eso y mucho mas, leo lucha de clases, la estrategia, hasta izquierda de los trabajadores,
ni siquiera se si los militantes leen eso, porque no leen, los militantes acatan,,,,
de ultima, es una critica, no es mierda.... yo los veo reproducir siempre lo mismo, no seamos intolerantes, tampoco yo soy dueño de la verdad, es una opinion....
pero claro si comparo lvo con prensa obrera, y si es mucho mejor...
saludo fraternales eleuterio

agrega un comentario


Para Kid-A
Por Mateo - Sunday, Mar. 12, 2006 at 10:56 PM

Pravda en ruso quería decir "La verdad" y no "La verdad Obrera". "La Verdad Obera" (Rabochaia Pravda) era el nombre de un grupo ultraizquierdista que acusaba a Lenin y a Trotski de traicionar la revolución.
Ver sino la excelente biografía de Trotski por Isaac Deutscher "El profeta Desarmado"

agrega un comentario


mirá el articulo que habla de la ruptura
Por Su - Friday, Mar. 17, 2006 at 11:13 PM

Hacia el IX Congreso del PTS
Una delimitación por los fundamentos revolucionarios de nuestra organización
Fecha: 9/3/2006
Autor: Fredy Lizarrague
Fuente: LVO 182

La Verdad Obrera abre esta sección hasta el Congreso partidario que se realizará en Abril.


Desde la fundación del PTS hicimos grandes esfuerzos por ser rigurosos en clarificar los fundamentos teóricos y programáticos necesarios para construir un partido de trabajadores socialista revolucionario e internacionalista, analizando críticamente no sólo nuestro propio pasado en la corriente “morenista”1 sino las lecciones de las principales experiencias de la clase obrera internacional a lo largo del siglo XX. Huimos como de la peste de la construcción de una organización “politiquera” que discute centralmente cómo participar de tal o cual elección (nacionales, estudiantiles o sindicales), como el PO o las dos fracciones del MST (que difieren en casi todo pero siguen “unidas”), o que se limitan a criticar aspectos parciales de sus “competidores” (como muchos pequeños grupos). Incluso aunque es notorio nuestro compromiso con las luchas, tampoco queremos ser una organización “sindicalista combativa” que no se preocupe por inscribir cada lucha parcial en la perspectiva general de terminar con la sociedad capitalista de explotación del hombre por el hombre, y donde sus dirigentes y militantes sean parte de la imprescindible batalla política e ideológica por el conjunto de problemas que encierra la lucha por la revolución obrera y socialista. Por esto, retomando las mejores enseñanzas de los grandes dirigentes marxistas revolucionarios (ver aparte), creemos esencial compartir con todos los que integran nuestra organización, fundamentos teórico-políticos comunes a partir de los cuales desarrollar nuestros debates y luchas, más aún en momentos de fragmentación (y degeneración de muchas) de las corrientes que se reclaman marxistas revolucionarias.
En los debates hacia nuestro IX Congreso emergió una discusión sobre este aspecto que llevó a un grupo de compañeros, fundamentalmente de Mendoza, a abandonar nuestra organización.

"Sin teoría revolucionaria no puede haber tampoco movimiento revolucionario”2

Luego de nacer de las entrañas del viejo MAS en 1988, y de atravesar los tumultuosos años 1989-91, los que formamos el PTS y la Fracción Trotskista por la Cuarta Internacional, además de actuar en la lucha de clases, realizamos un balance del “legado teórico de Nahuel Moreno”, fundamentalmente respecto a la teoría de la “revolución democrática”3 y sus consecuencias políticas y programáticas, y la revisión del Programa de Transición, en particular el abandono de la “estrategia soviética”4 .
Desarrollaremos aquí brevemente (lo cual implica cierta simplificación) estas cuestiones que son fundamentales en nuestra ruptura con el morenismo, que quienes acaban de irse del PTS se negaban a reconocer.
Moreno revisó5 la Teoría de la Revolución Permanente, formulada por León Trotsky a partir de las experiencias revolucionarias de Rusia (1917) y China (1925-27) fundamentalmente6 , planteando que era posible una “revolución democrática triunfante” en el régimen político de un país que no afectara sus bases sociales. Para sostener esto, separaba la lucha por las demandas democráticas formales (libertad de organización y de prensa, sufragio universal, etc.), reforzada por la tendencia de los regímenes políticos en la época imperialista a actuar en forma cada vez más antidemocrática (incluso con sangrientas dictaduras militares), de la lucha por las demandas democráticas estructurales (emancipación del yugo imperialista, la cuestión de la tierra, y la relación entre el campo y la ciudad, etc.), planteando que la resolución de las primeras constituía una “revolución democrática triunfante” en los marcos del estado burgués, aunque no se terminara con la dominación imperialista ni con la propiedad terrateniente y la resolución del problema agrario, para lo cual es necesaria la revolución obrera y socialista (esta es la esencia de la revolución permanente).
Consecuente con esto, despedazaba el Programa de Transición, profundizando su aplicación centrista que ya venía de antes, y sostenía que no era necesario que la clase obrera se convirtiera en clase dirigente “del tránsito de la revolución democrática a la revolución socialista”, ni que existiera un partido revolucionario a su frente7 . Así, Moreno sostuvo que la caída de la dictadura militar en Argentina en 1982 había significado una “revolución democrática triunfante” aunque el gobierno de Alfonsín fuera proimperialista (carácter reforzado por la derrota nacional en la Guerra de Malvinas frente al imperialismo británico) y burgués hasta los tuétanos, incluso buscando salvar con el “Juicio a las Juntas” al conjunto de las Fuerzas Armadas genocidas. Siguiendo esta lógica política, en el proceso de revolución política en Alemania (la caída del Muro de Berlín, en 1989), los dirigentes de la corriente morenista plantearon como eje de su programa “reunificación ya” de las dos Alemanias, sin importar si se producía bajo dirección obrera o bajo dirección imperialista, como finalmente ocurrió, con desastrosas consecuencias para los trabajadores del Este. En la actualidad, corrientes morenistas como las dos fracciones del MST consideran que las jornadas revolucionarias de diciembre del 2001 en Argentina fueron “la revolución de las cacerolas”, o el PSTU de Brasil considera una “revolución democrática triunfante” la caída de Sánchez de Losada en Bolivia en el 2003, aunque su sucesor haya sido el vicepresidente Mesa y siguieran las mismas instituciones sino incluso, hasta hace poco, los mismos legisladores de los viejos partidos.
Como se ve, esta revisión llevó a un embellecimiento y adaptación a los regímenes democrático burgueses que el imperialismo utilizó para perpetuar su dominio, en las más variadas circunstancias y países.
Como parte del conjunto de su práctica política, incluso en el PST de los '70 que también tuvo una práctica centrista pero mucho más de izquierda que el MAS de los '80, Moreno prácticamente abandonó la lucha consecuente por la construcción de organismos de autoorganización democrática de los trabajadores y el pueblo pobre, que sean la base del doble poder y la futura república obrera y socialista (que Marx llamó la dictadura del proletariado), como fueron los “soviets” (concejos) en Rusia y como surgieron en decenas de procesos revolucionarios. Moreno, y mucho más sus “continuadores”, se adaptaban así a las organizaciones “de tiempos de paz” de los trabajadores como los sindicatos (sin luchar por transformarlos en sindicatos revolucionarios) y al parlamentarismo, construyéndose como partidos de izquierda dentro del régimen burgués.
Los que formamos el PTS y la FT-CI fuimos también serios y críticos con las demás corrientes que componen el movimiento trotskista internacional, de las cuales, incluido el morenismo, hemos reivindicado muchas cuestiones parciales (que llamamos “hilos de continuidad”) pero que, de conjunto, creemos que no han pasado la prueba de los principales eventos de lucha de la clase obrera internacional en la posguerra, y por esto no las consideramos consecuentemente revolucionarias.
Nosotros nos preocupamos por llevar a la práctica nuestras concepciones teóricas, para ponerlas bajo la prueba de la realidad, aunque aún no hemos tenido que enfrentar revoluciones y contrarrevoluciones. Fuimos abanderados de la lucha por las demandas democráticas pero denunciando implacablemente su expropiación por parte del régimen democrático burgués. Actuamos en el movimiento obrero, al interior de los sindicatos existentes (cuando todos se iban a organizar sus vistosas colaterales “piqueteras”), pero siempre peleando por la coordinación con otros sectores obreros y populares en lucha contra el gobierno, el régimen y el sistema, de acuerdo a cada momento de la lucha de clases. Fuimos parte del movimiento estudiantil pero defendiendo el marxismo revolucionario en los momentos de mayor reacción ideológica (la década del ’90) y construyendo una corriente pro-obrera y antiburocrática, no adaptada al régimen universitario y sus prebendas. Nacimos como internacionalistas militantes, en contra de la dirección del MAS que a fines de los ’80 decía que la Argentina era “el faro que iluminará a los explotados del mundo” y negaba la importancia de los procesos revolucionarios contra las burocracias stalinistas y maoístas que comenzaban en Europa del Este, la URSS y China, mientras se aliaba al PC en Izquierda Unida para meter a Zamora diputado.
Los compañeros que abandonaron el PTS lo hicieron por considerar que todo esto no significó una ruptura con el morenismo, sin aportar un solo ejemplo de la lucha de clases que sustentara semejante negación de toda nuestra trayectoria política revolucionaria. Como dijimos en nuestro primer comunicado público: “Luego de un año de discusiones surgidas alrededor de la intervención en un conflicto universitario del 2004, los compañeros fueron ‘radicalizando’ sus posiciones hasta llegar a negar el conjunto de nuestro bagaje teórico y político. Frente a los documentos presentados por el Comité Central para la discusión del IX Congreso de nuestra organización, los compañeros se negaron a discutirlos y se habían comprometido a elaborar sus ‘acuerdos y diferencias’. Lejos de cumplir este compromiso, desarrollaron hasta tal punto sus diferencias, que rechazaron los fundamentos marxistas revolucionarios históricamente reconocidos por todos nuestros dirigentes y militantes, impactados por los nuevos gobiernos populistas burgueses latinoamericanos. Los compañeros han llegado a negar que el punto de vista decisivo para el análisis y la elaboración de la política es la lucha de clases entre burguesía (nacional y extranjera) y proletariado, y reivindican como contradicción principal la relación entre naciones semicoloniales e imperialismo (cuestión que obviamente el marxismo integra pero como elemento subordinado...), cediendo a posiciones semi-maoístas8 , o del tipo de un Samir Amín”. Esta concepción, expresada en su documento y criticada correctamente en una carta de Eduardo Molina desde Bolivia, creemos que es uno de los motivos por el que desechan nuestra crítica a la revisión que hizo Moreno de la Teoría de la Revolución Permanente, despistados ante los nuevos gobiernos latinoamericanos con discurso nacionalista.
A su vez, al rechazar nuestras elaboraciones sobre la “estrategia soviética”, ceden al sindicalismo desconociendo nuestros aportes en la lucha de clases. Por último, rechazan nuestro combate contra el “nacional-trotskismo” porque no les interesa el internacionalismo militante, como se expresó en el desprecio hacia las organizaciones integrantes de la FT-CI, entre quienes no lograron ni siquiera un apoyo individual. Por todo esto, en la última reunión de dirección a la que asistieron no aceptaron acordar fundamentos comunes revolucionarios mínimos a partir de los cuales desarrollar el debate, y se retiraron.
Semejante actitud antimarxista frente a la organización de la cual se consideraban parte, los llevó a utilizar, posteriormente a su ruptura, métodos también ajenos a la tradición revolucionaria, mezclando de formar irresponsable discusiones políticas con acusaciones morales que nunca antes habían siquiera insinuado (la típica amalgama que utilizaba el stalinismo) planteadas además en forma intrigante y calumniosa.

La delimitación principista fortalece

El conjunto de los organismos de base del PTS, en todas las regiones y provincias, ha recibido toda la documentación en cuestión y se ha pronunciado rechazando la negativa a establecer bases principistas de discusión teóricas y políticas, y repudiando las calumnias e intrigas. Incluso, como anunciamos en nuestra página web “los compañeros y compañeras de la vanguardia obrera y popular y de la izquierda que quieran conocer el conjunto de los documentos, incluso el de los compañeros que se retiraron del partido, podrán leerlos en una sala de nuestro local central de la calle Rioja nº 853, en versiones donde solamente estarán omitidos aquellos datos que puedan comprometer la seguridad de nuestra organización o de alguno de nuestros militantes”.
Esta discusión y delimitación alrededor de los fundamentos revolucionarios y los métodos, a pesar de la ruptura de los compañeros, ha fortalecido al PTS ya que, al transformarse desde el 2001 en una organización crecientemente proletaria, se enfrenta a amplias oportunidades en el movimiento obrero que significarán, sin embargo, mayores presiones sindicalistas y reformistas (o el sectarismo de negarse a pelear en el “movimiento real”). La comprensión de los fundamentos marxistas de nuestra organización es esencial para enfrentar los nuevos desafíos, y hacer más efectiva la lucha política e ideológica. Entre otras medidas, nuestro próximo IX Congreso discutirá la publicación de un periódico semanal, con denuncias obreras, que se transforme en la verdadera voz de los trabajadores en lucha y para formar una fracción marxista revolucionaria en nuestra clase, en vistas a sacar un diario obrero. La agitación y difusión de nuestras ideas las seguiremos expresando, también, en el programa radial semanal “Pateando el Tablero”. Al mismo tiempo continuaremos nuestra batalla por la difusión del marxismo revolucionario desde el Instituto del Pensamiento Socialista “Karl Marx”, y la publicación sistemática de nuestras elaboraciones teóricas, como las revistas Lucha de Clases y Estrategia Internacional y la reedición de las obras clásicas de nuestra tradición por parte del Centro de Estudios, Investigaciones y Publicaciones «León Trotsky».
Todo esto lo haremos siendo ahora más conscientes de la necesidad de contar con dirigentes, cuadros y militantes más sólidos teóricamente, para ser más creativos frente a los nuevos fenómenos a los que tiene que responder el marxismo, y más serios en su actividad política, para ser más audaces en construir el ala revolucionaria de la recomposición de la clase obrera.

1 Nahuel Moreno (1924-1987) fue el principal dirigente de la corriente que se reivindicaba trotskista, a nivel nacional e internacional (sobre todo latinomericano), cuyos principales partidos fueron el PST en la década los ’70, y el MAS en los ’80.
2 “Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario. Jamás se insistirá bastante sobre esta idea en unos momentos en que a la prédica de moda del oportunismo se une la afición a las formas más estrechas de la actividad práctica”. V.I. Lenin, Qué Hacer, 1902.
3 Luego de dos años de debate, este balance se plasmó en el artículo de Manolo Romano “Polémica con la LIT y el legado teórico de Nahuel Moreno”, Estrategia Internacional nº 3, 1993.
4 Esta cuestión ya estaba señalada en el artículo antes citado, pero la desarrollamos hasta el final en “La estrategia soviética en la lucha por la república obrera”, de E. Albamonte y F. Lizarrague, Estrategia Internacional nº 4/5, 1995.
5 El marxismo, como corriente del movimiento obrero que actúa sobre bases científicas, siempre está sometido a “revisiones” ante grandes hechos de la lucha de clases. Ante el surgimiento del imperialismo, a fines del siglo XIX y comienzos del XX, Lenin desarrolló una interpretación teórica revolucionaria, mientras, anteriormente, el alemán Bernstein creó una corriente “revisionista” reformista que será la base de la adaptación de la socialdemocracia a los regímenes imperialistas.
6 El derrotero teórico de León Trotsky puede leerse en la compilación de textos “Teoría de la Revolución Permanente” publicado por el CEIP (disponible en librerías y en la sede del IPS y locales del PTS).
7 Transformaba así en norma programática lo ocurrido en las revoluciones de posguerra donde direcciones pequeño-burguesas y/o stalinistas (Mao, Castro, Tito, etc.) tomaron el poder y expropiaron a la burguesía pero construyeron estados obreros burocráticamente deformados. Generalizando, esto es lo que llamamos “una dirección cualquiera para una revolución cualquiera”.
8 Decimos “semi-maoístas” no en términos generales sino para señalar la similitud concreta con la concepción de Mao Tse Tung que planteaba que la “contradicción principal” era entre nación e imperialismo, y la “contradicción secundaria” entre burguesía y proletariado.

agrega un comentario