Julio López
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hace 6422 días
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La Policía cree que Florencia vive y que está en el interior en pareja
Por pirateado de Clarin - Thursday, Mar. 16, 2006 at 11:30 AM

Es una de las pistas más firmes que sigue la División Antisecuestros de la Federal, cuyo jefe habló con Clarín.

Invitó a los compañeros de trabajo a comer unas pizzas a su casa, en Palermo, donde vivía con su hermano. Los invitados se fueron a las dos de las mañana, pero la "noche" no terminó. Poco después de las cuatro Florencia Penacchi llamó a un delivery y pidió un par de latas de cerveza. Cerca de las cinco, un joven entregó el pedido en manos de la chica, quien, en lugar de volver a subir al departamento, salió caminando por Güemes hacia la calle Oro y ya nadie la volvió a ver.

Todo ocurrió el 16 de marzo, hizo ayer tres meses. Sin embargo, según pudo confirmar Clarín, la Policía cree que está con vida y que vive con un hombre en el interior del país, aunque viaja de tanto en tanto a la Capital.

"Como si se la hubiera tragado la tierra". Fue la frase que corrió de boca en boca los días posteriores a la desaparición de Florencia Penacchi, neuquina, 24 años, estudiante de Economía, el 16 de marzo pasado. Y las palabras se repitieron, más o menos exactas, hasta ayer. Sin embargo, el Jefe de la División Antisecuestros de la Policía Federal, a cargo de la investigación, reconoció a este diario que cree "estar cerca de resolver el caso".

"En estos tres meses hemos seguido una infinidad de pistas, pero la mayoría resultaron falsas. Ahora estamos trabajando en puntas que parecen muy firmes y esperamos que todo termine bien. Por suerte, tenemos fuertes indicios de que está con vida. La pista más sólida indica que es probable que esté en el interior, viviendo con alguien —un hombre—, y viajando cada tanto a la Capital. Estamos trabajando. No conviene difundir nada más", confió el comisario Jorge Cipolla, al frente de la investigación policial, quien reveló a su vez que Florencia se había ido de su casa en otra oportunidad. "Hubo un episodio anterior, pero de pocos días", comentó.

El testimonio de Cipolla aclaró algunos puntos del caso que resultaban confusos o eran erróneos. Hasta el momento, la información difundida por los medios sostenía que Florencia había dormido en su casa, en Güemes al 4.700, que se había levantado entre las 10 y las 11 (según palabras de su hermano Pedro, que dijo haber escuchado el despertador), que luego había salido, sin dinero ni documentos, y que había desaparecido, literalmente, tras enviar tres mensajes de texto con su celular y hablar a su hermano al departamento, cerca del mediodía.

Sin embargo, la investigación del caso alumbró otra realidad. Al parecer, Florencia no durmió en su casa. "A las cuatro de la mañana llamó a un delivery y pidió cerveza. El pedido llegó a eso de las cinco y, según el testimonio del cadete, ella no volvió a subir, sino que salió caminando hacia la calle Oro. Esa fue la última persona que la vio. Por eso no tenemos clara la hora de la desaparición. El portero y un quiosquero dijeron que la vieron, pero no podemos dar por cierta esa información porque el caso se difundió una semana después, y no podemos confiar en que ellos recuerden con precisión qué día la vieron", explicó Cipolla.

Lo último que se sabe de Florencia es que envió tres mensajes de texto con el celular: a un compañero de trabajo, por un tema laboral; a una compañera, avisándole que se sentía mal, pero sin aclarar qué le sucedía; y a una amiga, con un simple saludo. Y que cerca del mediodía llamó a su jefe para avisarle que no iba a trabajar porque no se sentía bien y a su hermano, para saber si había mensajes para ella.

Lo cierto es que desde ese miércoles a la mañana nadie más volvió a saber de ella. "Que haya llamado a su jefe nos dio tranquilidad respecto a que estaba con vida y tramando algo. La hipótesis del secuestro se desterró enseguida", precisó el comisario, a quien le cayó el caso recién el viernes, cuando Pedro hizo la denuncia. La mamá de Florencia, médica, viajó desde Neuquén, donde vive, al día siguiente.

"Es una familia que tenía problemas, con vínculos complicados. Los hermanos se peleaban mucho", confiaron a Clarín otras fuentes de la investigación, y agregaron: "La madre había dicho que Florencia tenía problemas psiquiátricos, pero no era así. Tenía trastornos psicológicos como cualquiera otra chica".

En los días siguientes a la desaparición de Florencia, Pedro dijo que era probable que su hermana "estuviera sufriendo un cuadro de amnesia". Luego, al igual que el resto de la familia, se refugió en un hermético silencio. Según dijo, "no podía hablar más a pedido del fiscal".

Lo cierto es que la desaparición de Florencia está impregnada de un confuso clima de incógnitas, que despierta un gran desconcierto entre los amigos y compañeros de trabajo, que la esperan y la recuerdan como "alguien alegre, inteligente y feliz".

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