Julio López
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Punto Final, Semana Santa y Obediencia Debida
Por MST EL SOCIALISTA - Monday, Mar. 27, 2006 at 1:24 AM

El currículum de Alfonsín: Punto Final, Semana Santa y Obediencia Debida. Raúl Alfonsín trató por todos los medios de limitar el alcance del juicio a los genocidas. Sancionó el Punto Final y la Obediencia Debida, aberraciones jurídicas para consagrar la impunidad. Se terminó rindiendo ante los carapintadas en Semana Santa de 1987.

Desde su asunción en 1983, Alfonsín hizo todos los esfuerzos para reducir el alcance de los juicios a los militares genocidas. Fueron la presión de las masas y las incansables movilizaciones de los organismos de derechos humanos quienes derrumbaron una a una las barreras de la impunidad. Luego del juicio a las juntas, Alfonsín había decidido limitar el resto de los enjuiciamientos, dictando unas “instrucciones especiales” a sus fiscales. Pero las avalanchas de juicios se acumularon en todos los juzgados.

Punto Final

En 1986 Alfonsín pactó con la cúpula castrense y a fin de año hizo aprobar la Ley de Punto Final, que planteaba que sólo quedaban sesenta días para presentar denuncias, tras lo cual todas las causas prescribían.

Se trataba de una aberración jurídica donde el gobierno violaba todos los principios del derecho internacional, pues el genocidio es un delito de lesa humanidad y por lo tanto imprescriptible.

Luego de la sanción de la ley, la presión de los familiares de los desaparecidos fue tal que en los escasos sesenta días que quedaban se presentaron más denuncias y se citaron más militares que en los tres años anteriores. Esto iba a desatar la crisis de Semana Santa de 1987.

Semana Santa

El mayor Barreiro se negó a presentarse ante el juez. Al día siguiente, Aldo Rico se declaró solidario, atrincherándose en Campo de Mayo con cien oficiales fuertemente armados. En pocas horas el Ejército se fracturó, con la mayoría de las unidades negándose a reprimir a los sublevados.

Alfonsín, que el jueves había convocado a movilizarse en defensa de la democracia declarando que “no había nada que negociar”, con el correr de los días fue cambiando de opinión, asustado por el carácter que iba tomando la movilización. “Si se atreven, les quemamos los cuarteles”, cantaba la multitud.

El domingo de Pascua se alcanzó el pico de la movilización. A media mañana, la Plaza de Mayo estaba colmada. Se anunciaba un paro general para el día siguiente. Ahí fue donde Alfonsín, rodeado por toda la dirigencia política de entonces, firmó el “Acta de Compromiso Democrático”, donde se consagraba la petición central de Rico y los carapintadas, “el debido reconocimiento de los niveles de responsabilidad de las conductas y hechos del pasado”. Acta que firman Cafiero, Alende, Alsogaray, los empresarios, la burocracia sindical y, lamentablemente, también el Partido Comunista. Queda sólo oponiéndose, junto a las Madres de Plaza de Mayo, el MAS, que va a denunciar el pacto y se retira de la plaza. Alfonsín va a terminar la agachada reuniéndose con Rico, para regresar luego a la Rosada y salir al balcón para dar su célebre “felices Pascuas, la casa está en orden”, llegando rastreramente a decir que “se trata de un conjunto de hombres, algunos de ellos héroes de Malvinas”.

Obediencia Debida

En junio de 1987 se aprueba la Ley de Obediencia Debida. Ahí, nuevamente contra toda la jurisprudencia internacional, se establece que de teniente coronel para abajo, nadie es culpable de participación en el genocidio “sin admitirse prueba en contrario”. Además, extiende esta presunción para los oficiales superiores que no fueran jefes de zona o subzona.

La ley fue tan aberrante que con su promulgación salieron de la cárcel el comisario Etchecolatz, el doctor Bergés, el mayor Barreiro, Astiz y decenas de genocidas condenados.

Hoy la lucha popular derogó la Obediencia Debida y el Punto Final. Rico es una patética figura en decadencia del PJ. Pero en la historia de estos treinta años,debe quedar claro que fue la presión popular la que obtuvo las condenas a los militares en la década del 80, a pesar de los infinitos obstáculos puestos por Alfonsín, a quien hoy le gusta posar como el gran “adalid” de la democracia.

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La Conadep y el Nunca Más
Por MST EL SOCIALISTA - Monday, Mar. 27, 2006 at 1:25 AM
opinaellector@elsocialista-mst.org

El gobierno ha reeditado el Nunca más, libro que recapitula el trabajo de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), creada por el gobierno de Alfonsín en 1983. En él se recoge la cifra de 8.960 desaparecidos, pero no dice que hay muchos otros casos no denunciados por temor, llegando a 30.000, según las denuncias de los organismos de derechos humanos.

La Conadep fue creada después que Alfonsín se negara a los reclamos de los organismos de derechos humanos, que exigían la conformación de una comisión parlamentaria amplia, con participación de los partidos políticos y los propios organismos. A pesar de las limitaciones generadas constantemente por el gobierno de Alfonsín, la presión de masas hizo que se tuviera que crear una comisión que diera a conocer las aberraciones de la dictadura. Se trató, como en el juicio a las juntas, de victorias populares.

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“¿Excesos?”
Por MST EL SOCIALISTA - Monday, Mar. 27, 2006 at 1:26 AM
opinaellector@elsocialista-mst.org

La semana pasada hubo una autocrítica del jefe de la Fuerza Aérea. Sin embargo, Eduardo Schiaffino, leyendo un escrito, dijo que en la lucha antisubersiva hubo “excesos”. El mismo término usado por Videla en 1979, cuando dijo que el Ejército “no torturó, ni secuestró, ni asesinó. Sólo hubo excesos”. La teoría de los “dos demonios”. Ya el antecesor de Schiaffino, Carlos Rohde, había dicho que “hubo errores y horrores de ambas partes”.

A su vez, dicho militar omitió una palabra. El escrito decía “reconocer y repudiar los hechos contra la dignidad del hombre...”, pero la palabra repudiar no la dijo. Algunos psicólogos opinaron que le jugó mal el inconsciente.

A renglón seguido, la ministra Nilda Garré señaló que la “Fuerza Aérea está completamente comprometida con la democracia”. Por lo que dijo y lo que se olvidó su jefe, esto no es cierto.

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Los indultos de Menem
Por MST EL SOCIALISTA - Monday, Mar. 27, 2006 at 1:27 AM
opinaellector@elsocialista-mst.org

Después de que Alfonsín con las leyes aberrantes diera impunidad a la mayoría de los genocidas, sólo quedaban encarcelados los máximos jefes de la dictadura y militares carapintadas responsables de varias sublevaciones. Fue Menem el que los liberó también a ellos con los decretos de indulto de 1989 y 1990.

Utilizó como argumento la supuesta “reconciliación”. Cuando se conocieron los planes de Menem se puso en pie una gran movilización social en repudio, que incluyó manifestaciones en todas las provincias. En Capital se hizo una de las movilizaciones más grandes que se recuerden el 9 de septiembre de 1989: hubo 150.000 personas colmando todo el radio céntrico y el Congreso. La conducción de la UCR, empezando por Alfonsín, apoyaron a Menem. Pero un sector importante de la Juventud Radical y también de peronistas, concurrió a la manifestación, junto a todos los organismos de derechos humanos y la izquierda. La columna más grande fue la del MAS, partido que entonces integrábamos los que hoy formamos el MST-El Socialista. Además de las manifestaciones se reunieron millones de firmas de repudio, y a escala internacional llovieron los pronunciamientos de sindicatos, personalidades de la cultura, etc.

Menem se vio obligado a retroceder parcialmente y postergar su plan. Firmó un indulto a carapintadas, a la junta militar de Malvinas y a algunos montoneros. Pero dejó afuera a los jefes del Proceso.

Recién un año después, el 29 de diciembre de 1990, y con su gobierno consolidado, Menem dio el paso de indultar también a Videla, Massera, Viola, Camps y Suárez Mason.

La gran movilización no pudo impedir estos decretos de impunidad. Sin embargo tuvo consecuencias posteriores. Se abrió una nueva brecha judicial por el delito de robo de bebés que Menem no se animó a incluir. Eso fue lo que terminó con nuevos procesos y condenas a los jefes genocidas. Aunque volvieran a zafar de la cárcel “por tener más de 70 años”. El indulto se convirtió en uno de los grandes hechos que empezaron a minar la popularidad inicial de Menem.

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Tapa de El Socialista Nº 24
Por MST EL SOCIALISTA - Monday, Mar. 27, 2006 at 1:42 AM
opinaellector@elsocialista-mst.org

Tapa de El Socialist...
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Baje, imprima y cuelgue el afiche Contra la impunidad de ayer y de hoy
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