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El Desafío
Por Angel Soria - Tuesday, Mar. 28, 2006 at 3:30 PM
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En la editorial del diario La Nación, página 18 del jueves 23 de marzo, la empresa periodística, señera de la prensa argentina, expone su sentir ante la situación que vive el vecino país de Bolivia y abre su editorial con una frase que nos anticipa su contenido y filosofía. “La lucha contra el narcotráfico no será nunca eficaz sin un estricto control de los cultivos en los que se originan los estupefacientes ilícitos y sin una férrea voluntad política de los gobiernos para impedir plantaciones clandestinas.” Finaliza hablando del enorme desafío que enfrenta el Presidente Evo Morales para llegar al planteo “Cocaína y narcotráfico cero” como propuso en su campaña.

El desafío


Evo Morales en la encrucijada

En la editorial del diario La Nación, página 18 del jueves 23 de marzo, la empresa periodística, señera de la prensa argentina, expone su sentir ante la situación que vive el vecino país de Bolivia y abre su editorial con una frase que nos anticipa su contenido y filosofía.
“La lucha contra el narcotráfico no será nunca eficaz sin un estricto control de los cultivos en los que se originan los estupefacientes ilícitos y sin una férrea voluntad política de los gobiernos para impedir plantaciones clandestinas.”
Finaliza hablando del enorme desafío que enfrenta el Presidente Evo Morales para llegar al planteo “Cocaína y narcotráfico cero” como propuso en su campaña.

Exclusivo para FPS/Diario21 por Angel Soria: Compartimos la propuesta de lo ineficaz de una lucha contra la droga, porque se está atacando solamente los eslabones débiles de la gran cadena del narcotráfico.
Toda propuesta, se sustenta en varios puntos de apoyo no sólo uno, ya que se convertiría en una estructura inestable y el narcotráfico es en si misma una propuesta comercial, y por esencia social, delictiva, cualquier tipo de droga o estupefaciente lo sería si fuera marginado de la estructura social que lo contiene ya sea en la farmacopea, en la industria del esparcimiento o la alimentación.
De lo contrario hoy estaríamos quemando plantaciones de tabaco o las industrias químicas que producen agentes cancerígenos como el Butil Hidroxi Tolueno, BHT, el antioxidante de los alimentos que todas las industrias alimenticias dicen no utilizar pero las industrias químicas venden.
De este ejemplo que usted lector conoce, fume o no, podemos inferir que las industrias tabacaleras son tan poderosas porque nosotros los consumidores les damos el poder.
El negocio, el Marketing así lo dice, es fabricar y vender lo que el público esta ávido de comprar, nadie hace negocio fabricando o produciendo lo que nadie quiere.
La gran cadena del narcotráfico, vieja y oxidada por expuesta, pero que todo el mundo quiere ignorar, es muy fuerte y sus eslabones más importantes tan fuertes y poderosos que pueden desviar todo interés sobre ellos, desviándolos y debilitándolos.
Hace muchos años que esto está siendo denunciado pero parecería que nadie se ha puesto a leer las notas que escribiera el maestro de periodistas, recientemente galardonado, García Lupo o aquellas que Rubén A. Spaggiari escribiera en Diario21 y los llamados de atención plasmados en sus libros “Uso y abuso en la cuestión de la hoja de coca” de 1984 y “Droga, Familia, Política y Sociedad” de 2003.
Ya en los trabajos que Spaggiari realizaba en la década de los ochenta planteaba la dicotomía de atacar los eslabones débiles de la cadena en desmedro del verdadero objetivo de la lucha contra las drogas, debilitar el poder de los narcotraficantes, disminuir la demanda atacando.
En la editorial que mencionaba en el copete La Nación planteaba un desafío para el Presidente de Bolivia y es cierto, pero no precisamente es el que propone el editorialista, por el contrario el verdadero desafío es el mismo que deberían haberse planteado todos los poderes políticos hasta hoy, ocupados de afianzarse en el poder se olvidaron siempre de la gente.
Los pueblos originarios primero, y la amalgama biocultural surgida de él después, se han visto explotados, expoliados y utilizados para espurios intereses por conquistadores e inescrupulosos de afuera y desde adentro.
La pauta que respalda esta aseveración es tan concreta que no puede ignorarse, la mayoría de los países de la América Indígena es gobernada por una minoría no indígena que desde los orígenes de la colonización se apoderó del poder político y administrativo y lo ejerció hasta el presente.
Sin embargo las minorías étnicas en esos países deben sufrir el expolio y la humillación de parias en su tierra, observar que cultivando aquello que siempre cultivaron, patatas, zapallo, mandioca, maíz no puede alimentar a sus familias y el sistema impuesto en los mercados concentradores los excluyen haciendo que su producción e ilusiones de un año de trabajo se diluyan en unos miserables pesos.
Fue ésta la causa y no otra por el cual el narcotraficante se apoderó de las conciencias productoras pagando al contado, en dólares, hasta tres cosechas anuales por una plantación que para el mundo indio americano no es nocivo ni tóxico.
Nunca se debe juzgar sin conocer con detenimiento las causas y los actores de un proceso. No se puede juzgar a la ligera las motivaciones de una acción, aún cuya resultante es nociva para la sociedad toda. (Recomiendo “Droga, Familia, Política y sociedad” FPS.2003/06)
Es cierto que Evo Morales esta ante un gran desafío pero este consiste fundamentalmente en lograr la equidad de los mercados para que los productos de la producción agrícola logren otorgarle al productor precios más rentables y equitativos que les permitan prescindir de “otros cultivos”.
Otro desafío deberá, incuestionablemente, apuntar a lograr una disminución de la demanda del producto que se intenta erradicar y en ello gran parte de culpa la tienen los hipócritas que quieren quemar las plantaciones, porque no han logrado en sus propias sociedades frenar el consumo y la demanda de estupefacientes.
Uno de los más importantes especialistas en éste tema el Dr. Héctor Eizaguirre decía que los eslabones de la gran cadena del narcotráfico tenía unidades fuertes y débiles, y por lo general se atacaba a los débiles en los extremos por resultar más vulnerables, el productor y el consumidor o abusador.
El consumidor o abusador debe ser tratado clínicamente por la enfermedad que compulsivamente lo lleva al deterioro físico y mental transgrediendo las normas vigentes en la sociedad, actuar restrictivamente, punitivamente sin los tratamientos adecuados al nivel de dependencia del individuo es simplemente demorar y potenciar un agente movilizador del narcotráfico.
Realizar verdaderas campañas informativas y punitivas para desterrar la hipocresía de una sociedad que canaliza sus frustraciones a través de acciones o campañas que no atacan a quién deben y se diluyen en el marasmo de información mediática que sólo aliena y deteriora nuestra identidad.
Bolivia no es una isla y el mismo desafío de Evo Morales es el que deberán asumir todos los mandatarios de América Latina equilibrando la desigualdad que hace débiles a unos y “Fuertes” a unos pocos, de lo contrario que se supone que sucede en las favelas de Río, cual es el desafío de Luis Ignacio Lula, borrarlas del mapa de Brasil o encontrar una respuesta a las necesidades de una sociedad que reclama mejor distribución de los beneficios que hoy se quedan en manos de unos pocos cuando el resto debe mendigar un mendrugo de pan.
Píenselo.


Angel Soria


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