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Masivo rechazo a la impunidad y la represión de ayer y de hoy
Por PCR - Wednesday, Mar. 29, 2006 at 3:33 PM

La gigantesca concentración del 24 de Marzo mostró una amplísima unidad en la lucha contra la impunidad y la represión. Fracasó el plan de usar el acto en apoyo a Kirchner y su reelección. Una puñado de provocadores y voceros del gobierno trabajaron para embarrar el acto.

Anticipo de la hora política. Hoy Nº 1108. 27/3/06.
Masivo rechazo a la impunidad y la represión de ayer y de hoy
Escribe Ricardo Fierro
La gigantesca concentración del 24 de Marzo mostró una amplísima unidad en la lucha contra la impunidad y la represión. Fracasó el plan de usar el acto en apoyo a Kirchner y su reelección. Una puñado de provocadores y voceros del gobierno trabajaron para embarrar el acto.


1. Un acto gigantesco

Era una marea humana, y desde temprano comenzó a fluir hacia Congreso o directamente hacia la Plaza de Mayo. Miles y miles de jóvenes; familias llevando un niño sobre los hombros; cientos de grupos con alguna pancarta que mostraba su pertenencia a un barrio, un colegio, o la foto de alguno de los 30.000 detenidos desaparecidos; y las grandes columnas de organizaciones convocantes que partieron desde Plaza Congreso, como la del PCR y la JCR, la CCC, Amas de Casa del País, el MIJP, la CEPA y el MUS.

La marea desbordó la Plaza de Mayo antes de comenzar el acto, cuando la columna que avanzaba por la Avenida de Mayo todavía no terminaba de salir de Congreso.

Fue el acto más grande que se recuerde de un 24 de Marzo, y el mayor que se haya hecho en la Argentina en muchos años. Sumaba mucho más de 100.000 personas. Y actos masivos se realizaron en las plazas de todo el país, en lo que fue una jornada multitudinaria.

Desde hace meses se fue reuniendo el Encuentro 30 años Memoria, Verdad y Justicia, que sumó a 357 organizaciones. Como se detalla en la página 4 de hoy, se buscó y encontró un consenso basado en cinco consignas que aprobaron todas las organizaciones, y la lectura de dos documentos: la Carta Abierta a la Junta Militar de Rodolfo Walsh y un documento que fue firmado por 342 organizaciones, es decir, la inmensa mayoría.

Para llegar a esos acuerdos unitarios, todos hicimos concesiones. Algunas organizaciones de se negaron a incluir el reclamo de justicia a los responsables de Cromañón, y después de mucho discutir, con espíritu unitario, la inmensa mayoría de las organizaciones que estábamos de acuerdo en esa denuncia, concedió que no figurara entre las consignas principales, y las organizaciones que obtuvieron esa concesión, aceptaron que figurara entre las consignas particulares.

Lo que se dijo y se leyó en el acto fue lo que se acordó que iba a ser dicho o leído. No hubo sorpresas. Y lo que se dijo o leyó, expresó, con sus matices, la diversidad social y política de los convocantes.



2. El operativo K

Desde que el Encuentro 30 años comenzó a reunirse, aparecieron las ofertas y presiones del gobierno.

Como fuimos denunciando en hoy, el kirchnerismo preparó un plan de lanzamiento de la candidatura de Kirchner para su reelección, que va unido al adelantamiento de las elecciones presidenciales a marzo de 2007. La patada inicial de ese plan era el copamiento del acto del 24 de marzo, donde Kirchner saldría al balcón de la Casa Rosada, flanqueado por Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto.

El gobierno trabajó intensamente para ese objetivo. Ofreció el oro y el moro a cada organización de derechos humanos. Para dar un ejemplo, una de las organizaciones fue llamada telefónicamente 26 veces por Parrilli, el secretario de la Presidencia, y Alberto Fernández, el jefe de Gabinete. Si se tiene en cuenta a todas las organizaciones que recibieron llamados, es evidente que el centro del trabajo político del gobierno, durante semanas, fue romper al Encuentro 30 años para copar el acto del 24 de marzo, usándolo para lanzar la campaña electoral por la reelección de Kirchner.

El gobierno fracasó. Los dirigentes de las organizaciones de derechos humanos que participaban de autoconvocados rechazaron esas presiones, como se expresó en una carta de Adolfo Pérez Esquivel. Incluso muchos de quienes sienten simpatía por el gobierno, rechazaron la instrumentación de una fecha tan cara a los argentinos como el 24/3.



Operación "embarrar el acto"

El fracaso histerizó al kirchnerismo. Decretó el feriado tratando de restar presencia a los actos de la jornada. Trasladó de apuro el acto oficial del edificio Libertador al Colegio Militar. Hebe de Bonafini convocó a un acto, basado en un festival artístico. Los piqueteros oficialistas llevaron alrededor de 10.000 personas. Se sumaron jóvenes atraídos por el festival, una parte de los cuales se retiraron por la ausencia del grupo musical La Renga, y otros se sintieron sorprendidos por el carácter oficial de los discursos: Kirchner fue presentado como el héroe del 24 de Marzo (ver pág. 3), y Nilda Garré, la ministra de Defensa, era la heroína, pese a su inexplicable presencia, en los días del golpe, en la Casa Rosada.

El gobierno se reunió con las organizaciones sociales que lo apoyan. Llevó allí propuestas de máxima y de mínima. De máxima: copar la Plaza de Mayo, impidiendo a cualquier costo el acceso de las columnas del Encuentro 30 años. De mínima: embarrar el acto, provocando disturbios y utilizando la prensa para atacar al documento firmado por 342 organizaciones.

Solo el nuevo partido que han formado Patria Libre y el PC Congreso Extraordinario (sincerando su estrecha relación desde siempre), amenazó con impedir de cualquier manera un acto opositor, y trabajó para crear un clima de confrontación.

Una desconocida JP con la simbología de Montoneros, que jamás participaron en la preparación del acto, marchó anticipadamente a la Plaza de Mayo y copó la zona aledaña al palco. Eran una ínfima minoría: no más de 500 personas en un acto de mucho más de 100.000. Pero ubicados estratégicamente contra el palco, impidieron durante un largo tiempo la llegada de la columna del Encuentro 30 años, y de su cabecera en la que marchaban las organizaciones de Derechos Humanos. Luego; se dedicaron a hostigar e insultar a los locutores, tratando de impedir la lectura del documento; arrojaron elementos al palco, y de sus filas salió un supuesto “borracho” que subió al escenario golpeando a los organizadores. En un momento, comenzaron a cantar “se siente, se siente, Kirchner presidente”, consigna que fue rápidamente tapada por la silbatina y el abucheo popular.



El fracaso K

En una operación organizada y coordinada, Marta Vázquez (que ya había apoyado el feriado del 24) y Estela de Carlotto, rompieron el trabajo unitario de meses, ocultando que habían participado y acordado cada paso de lo que se había hecho. Utilizaron los micrófonos y la prensa para atacar a las 342 organizaciones firmantes del documento. Fue notoria la coordinación entre Vázquez y Carlotto, y los 500 de la JP Montoneros que las acompañaron en sus idas y vueltas.

Un hijo de Marta Vázquez es actualmente funcionario kirchnerista. Remo Carlotto, hijo de Estela, es diputado del oficialista Frente para la Victoria y se abstuvo en la votación para tratar una ley de anulación de los indultos menemistas. Vale recordar que Estela de Carlotto abrazó al menemismo y al delarruísmo con el mismo empeño que hoy al kirchnerismo.

Cómo se ve, el gobierno también en el movimiento democrático se ha dado una política de borocotizar dirigentes. Nadie le niega el derecho a Vázquez o a Carlotto a defender al gobierno; lo lamentable es que se hayan prestado a una mezquina maniobra política del gobierno, de embarrar lo que mucho más de 100.000 personas construyeron con esfuerzo unitario.



3. Un nuevo round

Pero la marea humana gigantesca que se volcó sobre la Plaza de Mayo respondiendo a la convocatoria del Encuentro 30 años, cantó sus consignas, aplaudió la carta de Rodolfo Walsh y el documento consensuado por 342 organizaciones. Esa marea humana hizo fracasar los planes del gobierno de romper el acto, y se sorprendió cuando vio que la prensa y la TV la ignoraba, presentando como protagonistas a un pequeño grupo de provocadores y un puñado de dirigentes oficialistas.

El kirchnerismo, hasta ahora, ha revelado su impotencia para congregar a grandes masas populares. Pese a las expectativas que aún conservan en el gobierno sectores populares importantes, no se sienten convocados. El viejo aparato de punteros subordinado hoy al gobierno, y los nuevos punteros tipo Patria Libre, arrastran con prebendas a los actos, pero en tres años, jamás pudieron llenar la Plaza de Mayo o la del Congreso.

La extraordinaria jornada nacional del 24 de marzo es un nuevo mojón en la lucha por Justicia, contra la represión y la impunidad, y ha mostrado que hay una amplísima corriente, dispuesta a unirse y movilizarse, crítica de las políticas kirchneristas.

El kirchnerismo está convencido de que la realidad no importa, lo que vale es la imagen mediática de esa realidad. Cree que así como logró imponer un balance sobredimensionado de su resultado electoral, ahora hará valer la visión televisiva del 24 de marzo. Ya, está lanzado a hacer el 25 de Mayo lo que fracasó el 24 de marzo. Ya está amenazando con provocaciones, para la jornada patriótica del 2 de Abril, aniversario de la recuperación de Malvinas.

Es otro round, que comienza con qué balance harán las masas de la jornada del 24. El gobierno subestima a los cientos de miles que en todo el país fueron protagonistas de esa jornada. Y subestima el desgaste de su política de impunidad en Cromañón, los “borocotós”, las revelaciones sobre la policía asesina y torturadora, (verdaderos matones a sueldo de las petroleras), en el norte de Santa Cruz.

Para las fuerzas populares, la experiencia unitaria del 24 ha mostrado el camino y las condiciones que hay para avanzar en la lucha con una amplísima unidad obrera, popular, democrática y patriótica.

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