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Tesis de Ruptura con el PTS
Por Corriente Obrera Revolucionaria - Monday, Apr. 03, 2006 at 11:18 PM

TESIS PARA UNA RUPTURA CON LAS CONCEPCIONES TEORICO POLÍTICAS DEL PTS

TESIS PARA UNA RUPTURA CON LAS CONCEPCIONES TEORICO POLÍTICAS DEL PTS


En la ciudad de Mendoza, nos reunimos en plenario más de 80 compañeros expulsados del PTS, provenientes de Capital Federal, La Plata, La Pampa, Neuquén, San Luis, Villa Mercedes y Mendoza. Allí, compañeros de la industria y servicios, estatales, jóvenes trabajadores, estudiantes secundarios y universitarios, luego de una profunda discusión que duró toda la jornada decidimos constituirnos como grupo, denominándonos Corriente Obrera Revolucionaria y votamos por mayoría con enmiendas las siguientes tesis:

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El actual curso del PTS y la FT sólo puede ser comprendido en el marco de un giro a la derecha de las principales corrientes trotskistas, a partir del surgimiento de fenómenos complejos políticos y sociales en la arena internacional, por el populismo burgués y el surgimiento de relativamente poderosas direcciones nacionalistas burguesas sobre todo en Medio Oriente y en menor medida - aunque se van fortaleciendo- en Latinoamérica. Al mismo tiempo se extiende la aparición de fenómenos policasistas de todo tipo tanto en los países imperialistas como semicoloniales, junto con ciertos procesos obreros en países sudamericanos y europeos. El movimiento no - global, de carácter policlasista y reformista, se vio impotente frente a la política guerrerista de EEUU, y hoy el fenómeno tiende a trasladarse a las estructuras como esta ocurriendo en los países europeos, principalmente en Francia, que actualmente atraviesa por una importante crisis política.
A pesar de que en la actualidad priman las tendencias reformistas en el proletariado a nivel mundial, y EEUU ha logrado cierta estabilidad, el imperialismo norteamericano aún arrastra una crisis de hegemonía, que viene intentando resolver, sin éxitos contundentes, por la vía militar, como ya lo demostró en Irak y hoy planea hacerlo con Irán. Al mismo tiempo, esta crisis de hegemonía puede reconfigurar las disputas y los bloques imperialistas. La ofensiva guerrerista del imperialismo norteamericano como la agudización parcial de la lucha de clases en algunos países, la crisis política en Francia con el Paro General y la movilizaciones de masas, en el Este Europeo, como Bielorrusia, y en EEUU, donde se ha producido la movilización hispana más grande de la historia contra las reaccionarias leyes inmigratorias, le dan un carácter dinámico a la situación mundial y muestran la continuidad de la caracterización leninista de la época de crisis, guerras y revoluciones. En Latinoamérica han reaparecido en la escena las clases fundamentales, estableciéndose una nueva relación entre las burguesías nacionales, el proletariado y el campesinado, que tiene un carácter anticipatorio de futuros procesos.

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El giro a la derecha de varias corrientes trotskistas no es un problema coyuntural sino que implica la profundización de las concepciones más fundamentales del trotskismo de la posguerra, concepciones que siguen manteniendo la mayoría de los grupos que hoy se denominan trotskistas. Durante la posguerra, por una serie de factores objetivos (Yalta y el fortalecimiento del aparato estalinista mundial, la consolidación de las tendencias reformistas en el seno de la clase obrera de los países centrales con el boom de la posguerra, el traslado de los procesos revolucionarios del centro a la periferia) y subjetivos (la imposibilidad de dar respuesta a las revoluciones políticas, la claudicación en Bolivia en el 52, el revisionismo sobre la Revolución Permanente, la huida del SWP al nacional trotskismo) la Cuarta internacional tuvo que sufrir el aislamiento y su dirección quedó en el aire, sin raíces en la clase obrera. El trotskismo de posguerra, al caracterizar la venida de la tercera guerra mundial, y desprender de allí la táctica generalizada de entrismos a los PCs, perdió la brújula de la revolución mundial.
Por desesperación la dirección de la CI buscó un atajo para salir de la marginalidad adaptándose a las direcciones pequeñoburguesas de los movimientos nacionalistas de los países oprimidos e incluso a la vanguardia foquista. Pronto se demostró que este atajo condujo a la CI a la confusión y el estallido. Así se consolidó el sistema de dirección que hoy vemos en casi todos los grupos trotskistas: un elenco cuyo rol de dirección es hacia el interior de la organización, pero que no son dirigentes de la vanguardia.
Todos estos elementos centristas que se fueron desarrollando alcanzaron su punto máximo con los acontecimientos de 1989 y la caída del muro de Berlín. El trotskismo no pudo tener parte en uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX, que implicó la caída de los estados obreros degenerados por acción de las masas. Estos hechos, que no fueron contrarrevoluciones pero que coronaron la democracia burguesa como ideología dominante, evidenciaron trágicamente la crisis de dirección revolucionaria. Al perder de vista una parte importante de su misión histórica las corrientes trotskistas cayeron en la confusión y la debacle que arrastramos aún hoy. Tal es así que aún no hay una elaboración teórica profunda sobre los ex estados obreros y los procesos de reconstrucción capitalista.


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La desaparición del estalinismo como corriente mundial y el giro socialdemócrata de los PCs, ha reconfigurado el panorama de la izquierda a nivel internacional. En Latinoamérica, la inexistencia de PCs de masas que hablen en nombre de la revolución rusa y la dictadura del proletariado, impide por ahora la existencia de frentes populares clásicos. En Latinoamérica, ha dado lugar a los frentes populares en forma de partido y a los bonapartismos sui géneris. Si en los años 30 los frentes populares en forma de partido se conformaban como mediación con el objetivo de liquidar la influencia de los partidos obreros, hoy son la táctica electoral de las burguesías latinoamericanas para acceder a los gobiernos, en circunstancias dadas ya sea por elementos de acción directa de las masas o por procesos reformistas en el seno de la clase obrera.
Los PCs, fueron engranaje clave no sólo para la transición a la restauración del sistema capitalista en los países del Este, sino también para el fortalecimiento de la democracia burguesa a nivel mundial (el eurocomunismo, o su rol en Latinoamérica luego de la caída de las dictaduras militantes) y establecieron una relación inversamente proporcional a la perspectiva de la revolución proletaria: mientras más se asentaba la democracia burguesa, más se alejaban de la dictadura del proletariado. Hoy los PCs, ya sea formando coaliciones para integrar gobiernos imperialistas o pro imperialistas, ya sea tomando un claro perfil socialdemócrata, han abandonado los vestigios de le quedaban de demagogia sobre la revolución.

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Seguimos manteniendo la caracterización de "centristas" con respecto a aquellas corrientes denominadas trotskistas que aún no se han pasado al campo de la reforma. No mantenemos esta caracterización para la LCR y el SU que han abandonado la estrategia de la dictadura del proletariado. Luego de la crisis de la IV Internacional y el SU, el centrismo trotskista ha ido progresivamente ubicándose cada vez más como "oposición" a los gobiernos burgueses, entrando de lleno a las reglas del régimen burgués, reemplazando la construcción de partidos leninistas de combate por medianos aparatos electorales. El extremo de esta tendencia lo constituye la LCR, al renegar de la dictadura del proletariado y proclamar la utopía reaccionaria de la democracia hasta el final.
Creemos por lo tanto existen dos vías inmediatas que pueden llevar a la liquidación de la continuidad revolucionaria de las corrientes trotskistas. 1) Que se extienda la tendencia a abandonar explícitamente la perspectiva de la dictadura del proletariado para consolidarse como patas izquierdas de los regímenes democrático burgueses, ya sea en los países imperialistas como en los semicoloniales, adquiriendo un tinte cada vez más socialdemócrata y en algunos casos estableciendo, como ocurre con Refundazione Comunista, alianzas electorales con los PCs, para establecer partidos de izquierda amplios. Esto estará dado en el marco del fortalecimiento de las tendencias reformistas donde la vanguardia continúe por un período sin romper con los límites de la democracia burguesa.
2) Que presionadas por cierta intensificación de la lucha de clases las corrientes tiendan a unificarse en forma centrista, tomando como propios proyectos del tipo POUM. Ya hay indicio de esto por parte de grupos que provienen del morenismo que plantean "PST latinoamericano" u otras tácticas de fusión centrista. Si esto sucede estas corrientes se convertirán en nuevas mediaciones, e incluso pueden hasta ser pata izquierda de proyectos frente populistas (ya no como furgón de cola de los PCs sino directamente de corrientes burguesas o pequeñoburguesas) Esta segunda hipótesis podrá darse a partir de un aguzamiento de la lucha de clases y la aparición de los elementos clásicos de la relación entre la revolución y la contrarrevolución.
Sostenemos la urgente necesidad de que los revolucionarios encaremos el desafío de establecer las verdaderas tareas del trotskismo y del partido mundial de la revolución proletaria.

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Hoy más que nunca se hace necesario superar dialécticamente al trotskismo de posguerra. No es nuestra intención una negación o ruptura anti dialéctica. Creemos que hay aspectos de continuidad de la teoría revolucionaria de la Revolución Permanente en la experiencia y elaboración de estas corrientes luego de la muerte de Trotsky, continuidad que se hace preciso defender frente al desbarranque de muchas corrientes que se denominan trotskistas a sí mismas. Por ello sostenemos que es posible incorporar categorías y elaboraciones parciales del la Cuarta Internacional de posguerra. Sin embargo los expulsados del PTS decidimos constituirnos como grupo para ser parte de lo que consideramos la gran tarea histórica del trotskismo: tomando del método marxista genético estructural, recuperar la Teoría de la Revolución Permanente para actualizarla con respecto a la situación del proletariado mundial como parte de la lucha contra la degeneración de las corrientes trotskistas centristas y la reconstrucción sobre bases principistas de la Cuarta Internacional. Sabemos que es una tarea enorme que no podemos lograr solos. No tenemos la pedantería absurda de creer que podemos poner en pie el partido revolucionario que nuestra clase necesita con tan solo hacer grande nuestro grupo. Por ello queremos encarar esta tarea con todos aquellos que sigan defendiendo los principios revolucionarios y que no vacilen ante las trampas de la democracia burguesa. De esta manera queremos contribuir, en la medida de nuestras limitadas fuerzas, a la superación de la actual crisis del marxismo que no es otra cosa que la crisis de dirección del proletariado, en una etapa que, producto de derrotas y desvíos, la idea de la revolución ha desaparecido del norte de la vanguardia y las masas.

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Creemos que las corrientes trotskistas en la posguerra perdieron de vista la principal tarea del trotskismo: la revolución mundial. Esto llevó a separar la táctica de la estrategia desjerarquizando de esta manera la esencia del leninismo: las tareas preparatorias para la toma del poder. Así muchas corrientes acabaron adaptándose a todo tipo de direcciones burguesas y pequeñoburguesas perdiendo de vista la relación dialéctica entre vanguardia y masas; vanguardia y dirección; proceso histórico y dirección revolucionaria. Queremos poner en pie al trotskismo como corriente política y no sólo ideológica, y ese es nuestro desafío. En este sentido consideramos de suma importancia pensar qué relación se puede dar entre ''clase, partido y dirección'' a la luz de las ''nuevas/viejas '' direcciones latinoamericanas, islámicas y ante la crisis de dirección revolucionaria y la regeneración de la clase obrera.

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La dirección del PTS no ha superado, ni es capaz de hacerlo, la teoría política, los métodos y la concepción de partido del trotskismo de posguerra, por ello copia los peores rasgos de su pasado y está liquidando progresivamente al grupo de conjunto.
Argumentando una supuesta "ruptura definitiva" con el morenismo (corriente de la cual provienen) la dirección del PTS cree estar inmune a la degeneración oportunista. Sin embargo, no hay ningún indicio de que haya superado tanto al morenismo como al trotskismo de posguerra.
Frente a los fenómenos de la realidad, han profundizado los elementos "morenistas" en el plano teórico político y sobre todo organizativo. No estamos en contra a priori de que una organización mire al pasado para intentar tomar la experiencia de la cuarta internacional de la posguerra. Pero la dirección del PTS debe ser honesta con su base y aceptar que su falta de experiencia frente a los nuevos fenómenos en el seno de la clase obrera la obliga a tomar prestada la receta morenista. Sin embargo, prefiere presentar como propias las viejas elaboraciones de Nahuel Moreno y engaña a sus militantes y la vanguardia al autoproclamarse como "la ruptura definitiva con el morenismo". La resultante es que, lejos de tomar las experiencias o aspectos teóricos políticos que puedan rescatarse, terminan reproduciendo, como tragedia, las peores prácticas no sólo del morenismo, sino también del lambertismo.

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La delimitación de la dirección del PTS con el morenismo, centralmente la teoría de la revolución democrática de Moreno, ha sido realizada sólo en el terreno nacional, como lo demuestran las publicaciones de sus primeros años (que hoy defienden fanáticamente) donde el límite del análisis es la caída de la dictadura militar en argentina. Sus elaboraciones con respecto a la situación en Alemania y la caída del muro están impregnadas de un impresionismo tal que resultan escasamente defendibles. Creemos que la delimitación del PTS con el morenismo fue en clave nacional trotskista, por ello la "ruptura" no es tal y ha implicado para el PTS una concepción abstracta de la tercera ley de la revolución permanente.
El elenco dirigente ha recurrido a Gramsci como atajo para romper con la Revolución Democrática de Moreno. Sin embargo, la resultante fue una mixtura ecléctica de categorías morenistas y gramscianas inservibles para analizar en forma precisa la realidad compleja. El acervo gramsciano al que han recurrido para sus elaboraciones como "revolución pasiva" (han llegado a escribir que los estados obreros deformados del glacis fueron producto de revoluciones pasivas) o "crisis orgánica latente" para los países latinoamericanos, sólo ha aumentado la confusión teórico política ya existente en sus filas y ha desarmado a sus cuadros para la intervención política. Recurriendo a Gramsci la dirección del PTS no logró otra cosa que afirmar sus tendencias nacional trotskistas, ya que las concepciones de Gramsci no sólo no superan, sino que ni siquiera se acercan, a la concepción dinámica y profundamente dialéctica a la teoría de la revolución mundial de Trotsky.
Esto ha traído para el PTS graves consecuencias. No sabe ni puede dar cuenta de los procesos en el seno del proletariado a nivel mundial, por ello no puede arriesgar ninguna hipótesis sobre las tendencias de la clase obrera en el terreno internacional y por lo tanto tampoco en el nacional.
Ni la dirección del PTS ni de la FT tienen una construcción internacional seria. La FT tiene un funcionamiento de partido madre, lo que ha impedido que sus pequeños grupos nacionales conquisten inserción en la clase obrera, ya que salvo excepciones, los grupos aplican las mismas tácticas que el PTS perdiendo así identidad nacional. La dirección del PTS ha condenando de esta manera a la FT al aislamiento. Estamos imposibilitados de dar una opinión sobre la única experiencia de fusión que se ha hecho (con el grupo español) ya que fuimos informados con los hechos consumados y no se sabe a ciencia cierta cómo se hizo, lo único que sabemos es que no se aplicó la política de comité de enlace, que es su única política pública para la construcción internacional.

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La FT y el PTS no han podido caracterizar, y por lo tanto no plantean ninguna política seria, para los procesos más importantes de la lucha de clases en los países imperialistas, como el plan de la burguesía alemana para incorporarse plenamente a la Unión Europea a través de la reforma de la constitución, que implica un ataque directo a la clase obrera producto de la competencia que mantiene con EEUU o el proceso de lucha de clases en Francia, que ya lleva más de un año de movilizaciones, tomas de fábrica, las revueltas juveniles y que hoy se expresa con el Paro General y la movilizacín de 3 millones de personas, contra el CPE y con amplios sectores exigiendo al renuncia del gobierno. El PTS ha confundido con un nuevo "mayo francés" un proceso que poco tiene que ver con las revueltas producidas en Francia a fines de los 60s. Para nosotros, en su origen se trata de un proceso juvenil dirigido e impulsado por los sindicatos, que implica una unidad de acción particular entre obreros y estudiantes contra la precarización laboral. Si bien este proceso tuvo un impasse cuando su dirección política, la burocracia sindical se negó a tener una política para las revueltas juveniles de noviembre pasado, donde no sólo no hizo una sola acción de solidaridad, sino que levantó la huelga de Marsella para impedir cualquier eventual proceso de unificación por abajo, el Paro General ha hecho entrar en escena nuevas contradicciones donde la lucha contra la precarización de la juventud es el disparador de demandas obreras más generales que tienen que ver con la paulatina liquidación del estado de bienestar.

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El elenco dirigente del PTS ha dicho que su delimitación con las corrientes trotskistas pasa por su reivindicación de la estrategia soviética. Sin embargo sus elaboraciones son abstractas de principio a fin, y deslizándose a posiciones fetichistas. Tal es así que el PTS jamás ha hecho una hipótesis seria sobre la dinámica de la revolución en Argentina y cuáles pueden ser los elementos soviéticos que puedan desarrollarse.
La única propaganda sistemática en el sentido soviético es la formulación indefinida de "coordinadora". La coordinación para el PTS es el antídoto contra el corporativismo. Sin embargo, la coordinación de distintos sectores obreros o corrientes no sólo no es garantía de democracia obrera sino que además se puede dar en forma sindicalista, no de lucha por el poder. La lucha por las libertades democráticas dentro de las organizaciones de vanguardia y de masas es esencial no sólo para dar pelea contra las direcciones burocráticas, sino también para la organización del proletariado. Sin embargo el PTS absolutiza y extrapola este elemento, deslizándose hacia posiciones espontaneístas y autonomistas. El PTS nunca ve el problema de dirección. Dice que hay que luchar por "un nuevo movimiento obrero" y "un nuevo movimiento estudiantil"(cuestiones que son objetivas para una organización tan pequeña) pero el PTS no lucha por una dirección revolucionaria para la vanguardia, puesto que no ve que existe una relación dialéctica entre dirección (partido) y soviet , ya que hasta el soviet más grande puede ser conciliador. Por ello ha abandonado la lucha de tendencias por la demagogia basista "que la base decida".
La política "de masas" para el movimiento obrero, basada en campeonatos de fútbol, suscripciones de periódico y movimiento democrático, se combina con la propaganda de "la estrategia soviética" vulgarizándola de tal manera que se la identifica con el apotegma "desde abajo".
Esto ha implicado que el PTS abandone la idea de luchar por recuperar los grandes sindicatos. Partiendo de la debilidad actual del movimiento obrero para recuperar sus organizaciones, no plantea una sola política seria hacia los sindicatos y las federaciones. El PTS no tiene política sindical.
Esto no es un problema táctico coyuntural, sino que la ausencia de una política centralizada para el movimiento obrero es producto de la desestimación del rol clave que tendrán los sindicatos, en tanto y en cuanto son organizaciones de masas, en la revolución en Argentina y en Latinoamérica.
La dirección del PTS no ve que las comisiones internas recuperadas, en una situación de agudizamiento de la lucha de clases, pueden jugar un rol similar la que jugaron los consejos de fábrica en Europa o el soviet en Rusia. Si en Argentina en los años 70s las comisiones internas y los cuerpos de delegados se constituyeron para ejercer un control sobre la burocracia peronista en los sindicatos estatizados, hoy son estas mismas organizaciones las que evidencian la crisis del peronismo. Por ello la burocracia, que ha adquirido un rol cada vez más político, va a intentar trabajar sobre ellas cooptando a los nuevos delegados que surjan, no solo materialmente sino políticamente para su proyecto de reconstrucción del PJ. Mientras que para la dirección del PTS la recuperación de las comisiones internas es un problema táctico y no estratégico, para nosotros será el terreno por excelencia de la lucha contra el peronismo. Decimos categóricamente: negarse a lucha por recuperar los sindicatos es negar la lucha por el poder, y el PTS ha abandonado al idea de poder. En una situación donde las principales corrientes de la izquierda se ubican como oposición al Estado burgués y no como su negación, el norte del poder ha ido desapareciendo paulatinamente.
La experiencia y acción debe enriquecer la praxis del trotskismo a nivel nacional e internacional. A su vez estamos convencidos de los trotskistas podemos aportar enormemente a la vanguardia obrera para que surja como dirección del conjunto de las clases explotadas. Esta fusión se hace efectiva en el terreno de la lucha de clases, que es la que define y pone a prueba la teoría y la política de los revolucionarios. Una dirección que no piensa en profundidad el problema del poder, que va al ritmo de los hechos, es una dirección que no tiene razón histórica, ya que los revolucionarios nos formamos en la lucha de clases para prepararnos para la lucha por el poder.

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La dirección del PTS tiene una concepción errónea de la articulación programática. Cree que el programa de acción son dos o tres consignas motoras y una táctica agrupacional, mientras que el programa de transición es para la propaganda general. Esta separación antidialéctica entre programa de acción y programa de transición lleva la PTS a no comprender la relación dialéctica que existe entre las tareas históricas, la conciencia de la vanguardia y la relación de ésta con las masas para la articulación de las consignas transicionales. Para nosotros el programa de acción es la articulación en una situación concreta de bloques de consignas de agitación propaganda y organización.
No comprender esto lleva la dirección del PTS a adaptarse a las luchas tal cual son, diluyéndose como partido, rehuyendo a la lucha de tendencias para que la vanguardia avance hacia el cuestionamiento del poder burgués. Tal es la adaptación del PTS a la subjetividad de la vanguardia y las masas (que no cuestionan la democracia burguesa) que no ha incluido dentro de su programa general la necesidad de la dictadura del proletariado.
Al no unir dialécticamente la táctica con la estrategia, el elenco dirigente del PTS le da un carácter estratégico a las tácticas. De esta manera, por ejemplo, el PTS se diluye en los frentes únicos. El FU, que en última instancia es una táctica que torna necesaria para resolver la debilidad organizativa de la vanguardia y el partido, no puede concebirse un una aguda lucha de tendencias en su interior, con el objetivo de construir partido y forjar una dirección revolucionaria. Para la dirección del PTS los frentes únicos son siempre defensivos o electorales y jamás da lucha política en su interior, adaptándose así a las alas derechas.

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Al tener un análisis sociológico de la relación entre las clases, la dirección del PTS desprecia la lucha antiimperialista y no ve que este es un elemento central para que la vanguardia obrera actúe como caudillo de la nación oprimida. Por decir esto, se nos ha acusado sin fundamentos de ser una tendencia maoísta. Demostrando tener una profunda ignorancia sobre los principales postulados del maoísmo, no han podido encontrar una sola línea de nuestras elaboraciones donde esté planteada aunque sea en forma indirecta la contradicción principal, elemento central de la teoría política maoísta, que plantea el rol progresivo de la burguesía nacional o democrática frente a la opresión imperialista, y la necesidad histórica del bloque de las cuatro clases.
El método del elenco dirigente del PTS es recurrir a maniobras para evitar la verdadera discusión política. Este recurso fraccional tan bajo, de utilizar el pasado de un dirigente para desacreditarlo, más propio del acervo estalinista que de trotskistas consecuentes, esconde que el PTS, que no tuvo ningún inconveniente en impresionarse con el movimiento no - global, jamás ha llevado adelante una campaña antiimperialista seria. Nosotros no tomamos a Mao Tse Tung, sino que estemos con la Teoría de la Revolución Permanente de Trotsky, por ello sostenemos la perspectiva estratégica de la lucha antiimperialista y la liberación nacional, como en su momento planteó Liborio Justo, enfrentándose a la LOS y el PORS.

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El PTS no tiene un análisis profundo sobre la democracia burguesa a nivel internacional ni nacional. En sus elaboraciones, la dirección del PTS iguala las democracias burguesas de los países imperialistas con las de los países oprimidos, llamándolos a todos por igual "democracias degradadas". De esta manera, no puede analizar por ejemplo, cómo hoy quedan al desnudo los elementos profundamente reaccionarios que priman en las democracias imperialistas, (que se han puesto en evidencia, por ejemplo durante las revueltas juveniles en Francia) ni tampoco dar cuenta de los regímenes semibonapartistas, semidemocráticos que priman en Latinoamérica. Habla de democracias degradadas como si en la época imperialista pudiera existir una democracia burguesa que no fuera degradada. El PTS no comprende la premisa leninista de que "mientras más se desarrolla la democracia burguesa, más cerca está de la guerra civil"
La falta de análisis sobre la democracia burguesa por parte del la dirección del PTS la ha llevado a la adaptación, hasta tal punto que ha licuado sus organismos partidarios, desestimando el trabajo legal e ilegal y por lo tanto la concepción leninista de organización
El curso movimientista del PTS y su falta de política centralizada acrecentará cada vez más los rasgos burocráticos y caudillísticos de la dirección y correrá el peligro de llenar sus filas con elementos no confiables. Al no tener una definición clara de la democracia burguesa, el PTS no estará preparado para futuros giros bruscos de la situación y por lo tanto no estará a la altura.

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Ni la FT ni el PTS tienen una caracterización clara de los gobiernos de América Latina. Como no se atreve a dar una definición, les asigna la etiqueta confusa de "gobiernos pos neoliberales". Con un silogismo insólito, la dirección del PTS sostiene que, en Bolivia, régimen es igual a partido y que el frente popular en forma de partido (MAS) es un tipo de régimen: gobierno de frente popular. Esta maniobra seudo teórica le sirve a la FT para caracterizar de frente popular, un gobierno donde no hay ninguna organización ni partido obrero (como fueron los PCs en los 30 y o por ejemplo en Chile en los 70s) por lo tanto no hay ningún sector al cual los revolucionarios debemos exigir su ruptura. Nosotros caracterizamos al gobierno de Evo Morales como un gobierno bonapartista sui géneris, es decir, que se ubica por encima de las clases para negociar en mejores condiciones con el imperialismo. El gobierno de Evo morales, por más demagogia que haga, incluso si da concesiones limitadas, tiene un carácter reaccionario, burgués, y no cuenta entre sus filas con ninguna organización obrera de peso. Si la FT no cambia su caracterización sobre Bolivia, pronto caerá en el oportunismo.
Los dirigentes del PTS creen, cuando se habla de bonapartismos sui géneris, que son los mismos que en los años 30 nacionalizaban el petróleo, estatizaban los sindicatos y promovían la administración obrera. Sin embargo, ha habido importantes cambios estructurales desde los 30 hasta hoy, donde desde los 70s se vienen introduciendo cambios profundos sobre la economía, y por lo tanto sobre los Estados. Evidentemente no tienen una comprensión dialéctica sobre la ley del desarrollo desigual y combinado por ello utilizar la categoría de bonapartismos sui generis para analizar los gobiernos de América Latina no entra en su esquema.

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El PTS esta carente de una teoría revolucionaria de partido. En su supuesta "ruptura definitiva" con el morenismo, no encara ninguna elaboración seria con respecto al problema de partido. La crítica parcial al problema del movimientismo de la última etapa de moreno no sólo no implica ninguna "ruptura" con el morenismo sino que le permitió arrastrar una concepción pragmática y ecléctica sobre partido revolucionario que tiñó todas sus tácticas de construcción de partido, la captación y el régimen interno.
La dirección no sabe qué partido quiere construir. En el transcurso de unos pocos meses, el elenco dirigente del PTS planteó primero que había que construir un Partido Obrero Revolucionario, luego un Partido Orgánico de la clase trabajadora, un partido leninista y por último un Partido Revolucionario con Libertad de Tendencias, "democráticamente centralizado". Si bien a la luz de nuestra expulsión la "libertad de tendencias" contiene un alto grado de cinismo, demuestra una política oportunista que nada tiene que ver con la teoría leninista de partido.
Sin embargo, ninguna de estas formulaciones ha sido mantenida en el tiempo.
Han planteado en forma abstracta PRTU, MPT y PT como tácticas de construcción de partido. Pero ninguna de ellas ha sido elaborada teniendo en cuenta la actual situación de la vanguardia y las corrientes de izquierda, y no han sido planteadas en forma consecuente. El PRTU (Partido Revolucionario de Trabajadores Unificado) se delineó luego de caracterizar que con los acontecimientos del 10 y 20 de diciembre se abría una situación revolucionaria. Si bien fue la política más interesante que ha tenido el PTS con respecto a la construcción de partido, estaba impregnada de impresionismo y pronto fue abandonada para la propaganda. Tanto MPT (Movimiento Político de los Trabajadores) como PT fueron tácticas donde la cuestión de la independencia de clase fue tomada tan unilateralmente, que se le puso un signo igual a Partido Revolucionario, convirtiendo así las tácticas (que no dejaban de ser propagandísticas) en estrategia. Como se puede observar el Bolivia y en Argentina, el PTS y la FT han abandonado la lucha explícita por la construcción de un Partido Revolucionario, planteando, como lo hace en la actualidad todo el arco de los grupos provenientes del morenismo, una "herramienta política de los trabajadores", adaptándose al fallido proyecto de "partido sindical" de Solares.
La dirección del PTS conserva una concepción vacía de Centralismo democrático, donde ambos polos de la misma definición son utilizados arbitrariamente. Una organización que tiene una década y media, aún no tiene estatutos. Esto es perfectamente funcional a los intereses del elenco dirigente, que reinventa sus estatutos virtuales a gusto y piacere. Lo que define el acento en los aspectos centralistas o democráticos del régimen interno no es la lucha de clases sino la conveniencia de los dirigentes y las relaciones de fuerzas dentro del partido. Al mismo tiempo, la no-comprensión de que el centralismo democrático es una fuente integrante de la definición leninista de partido revolucionario, para el PTS ha significado la continuidad con la concepción formal y degradada de centralismo democrático del trotskismo de posguerra.

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Producto de lo anterior, ante el surgimiento de luchas obreras la dirección del PTS ha profundizado su concepción centrista de la organización, copiando los elementos más negativos del morenismo. La dirección ha abandonado toda política de formación de cuadros, estableciendo que "cuadro" es el que suscribe más periódicos, desestimando totalmente la concepción leninista de cuadro como publicista, propagandista, agitador y organizador. La dirección del PTS responsabiliza a los cuadros cuando no puede llevar adelante sus políticas ilusorias, presionándolos hasta llevarlos hacia el militantismo y la despolitización. De esta manera, se niega la concepción leninista de militante profesional, que el PTS confunde con los "rentados". La resultante es que los cuadros (especialmente los obreros) son oprimidos por los funcionarios.

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La dirección del PTS nos expulsó del partido por negarnos a afirmar su carácter revolucionario. Nosotros creemos que actuamos en forma principista al negarnos a firmar semejante cosa. Ni a Lenin ni a Trotski se les hubiera ocurrido hacer semejante cosa con las minorías de su partido, aunque tenían la autoridad de haber dirigido una insurrección y tomado el poder. Por más que se haya enfrentado al estado burgués en la gesta de Zanón, la dirección del PTS no es una dirección probada, puesto que no se ha sometido a las grandes pruebas de la lucha de clases, por ello no goza de esa autoridad. El carácter revolucionario de una dirección no se puede conquistar mediante proclamas ni mediante la extorsión. Se comprueba en su praxis revolucionaria.
Por ello decimos categóricamente que la dirección del PTS es centrista, ya que ni en su teoría ni en su acción puede demostrar lo contrario.
La dirección del PTS es una dirección de composición y tendencias pequeñoburguesas, con una mayoría aplastante de funcionarios y una minoría escandalosa de dirigentes obreros. Esto, que puede ser producto de una situación objetiva (escasos lazos con la vanguardia obrera) es naturalizado y hasta teorizado por el elenco dirigente que argumenta que el partido debe ser dirigido por "intelectuales" ya que los obreros tienen "bajo nivel". Esta desgraciada concepción que establece una peligrosa división entre trabajo manual e intelectual, confunde la categoría (viable o no) de "intelectual marxista", con la de "académico marxista", donde la medida cuantificable para determinar quien puede dirigir el partido, es la noción imprecisa de "nivel marxista". Si tenemos en cuenta que por mucho que busquemos, no encontraremos un solo dirigente del PTS que cumpla con esta condición, la resultante es que los "intelectuales" son reemplazados por los funcionarios. A pesar de la campaña de calumnias organizada por la dirección del PTS, no se ha podido ocultar que la batalla por el cambio de composición de los organismos de dirección del PTS ha sido acervo de G y C durante estos años. Por más que el elenco dirigente del PTS intente "cambiar algo para que nada cambie" las características funcionaristas y los métodos burocráticos de la dirección han dado un salto de calidad y ha tomado un curso liquidador, y ha perdido el norte estratégico en la construcción de partido que implica la fusión revolucionaria entre la intelectualidad marxista y la vanguardia obrera.

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Tildando de "acusaciones morales" lo que según los principios del marxismo revolucionario es un derecho político inalienable, que es el cuestionamiento del régimen interno, que incluye a los rentados, la dirección del PTS educa peligrosamente a sus militantes. El control por parte de la base hacia los dirigentes, y de los dirigentes entre sí es un mecanismo indispensable para evitar la degeneración de un partido. Se puede buscar en toda la literatura marxista revolucionaria, se puede buscar en Lenin y en Trotski, en la tradición del partido bolchevique y jamás se encontrará algo que identifique el cuestionamiento de privilegios con "acusaciones morales". Mientras el estalinismo calumniaba a los revolucionarios de octubre por la vía de acusaciones morales de todo tipo, los cuestionamientos de Trotsky siempre fueron políticos, aún sobre sus "privilegios". Nosotros hemos denunciado que el sistema de rentas de la dirección del PTS es un sistema de privilegios. Al contrario de lo que insólitamente ha dicho la dirección del PTS jamás fue nuestra intención comparar los "privilegios" de la dirección del PTS con la de la burocracia de Moscú. En primer lugar porque no creemos que la dirección del PTS sea la burocracia de Moscú y además porque la dirección del PTS no dirige un estado. Sólo queríamos explicar que no hay ningún control del rendimiento político por parte de la base hacia dirigentes que más de una década rentados. No encontrarán y podemos probarlo, en nuestras manifestaciones orales o escritas una sola línea que diga que hay corrupción o problemas morales en el PTS. Todos nuestros cuestionamientos han sido de carácter político siempre. Sólo una dirección que busca no tener ningún control ni ser objeto de presión revolucionaria puede identificar esto con "acusaciones morales".

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El hacer firmar bajo extorsión a los militantes del partido su repudio a G y C y el método de "acta marco" que pertenece al acervo y tradición morenista para neutralizar las luchas políticas internas, consistente en obligar a la minoría a firmar puntos (ni estratégicos ni fundamentales) con los cuales está en desacuerdo para permanecer en el partido e ir al congreso. Nuestra expulsión ha significado un salto de calidad en el giro a la derecha del PTS del cual no le será fácil volver. La dirección del PTS, irresponsablemente, ha sentado un trágico precedente en su organización. Los métodos, las acusaciones, las infamias no son producto de problemas individuales sino de un sistema de dirección que se define internamente y no hacia fuera. En otras palabras, la mayoría de los dirigentes del PTS son internos y no son dirigentes de sectores reales de vanguardia. Esto hace que sea una dirección que está en el aire y que no tiene responsabilidad ante nada. La dirección del PTS ha preferido escindir el partido, desangrándolo antes que asumir sus diferencias internas. Más allá de los errores que eventualmente hayamos cometido y que no tenemos problema en asumir, sostenemos que es la dirección del PTS la única responsable de la ruptura del partido y le guste o no deberá tarde o temprano enfrentar las consecuencias de su accionar.

19
Los abajo firmantes hemos decidido constituirnos como grupo en base a estos fundamentos. A pesar de los acontecimientos vividos, nuestra convicción se ha fortalecido. Pondremos toda nuestra energía revolucionaria para poner en pie una nueva generación de revolucionarios trotskistas, que rompa con los elementos negativos de su herencia, que se proponga superar teórica, política y organizativamente al trotskismo de posguerra. Una nueva generación que levante como bandera la necesidad de un partido de trabajadores revolucionario y que defienda el centralismo democrático, repudie los métodos estalinizados de las principales corrientes, que batalle contra todo burocratismo y sistema de privilegios, que desenmascare a los impostores y que recupere los fundamentos de la revolución permanente, abandonados por la mayoría de las corrientes que se autoproclaman trotskistas, para actualizarlos y hacerlos armas filosas para la revolución obrera y socialista, recuperando el trotskismo como corriente política. Una nueva generación de conspiradores que no caiga en la trampa de la democracia burguesa, que se forme y se prepare para el combate, en síntesis una nueva generación de marxistas revolucionarios que se ponga a la altura de la estrategia revolucionaria y que pueda fusionarse con la vanguardia obrera para la disputa por el poder y la dictadura del proletariado. Una nueva generación que luche por la reconstrucción de la CI dado que en esta etapa de crisis, guerra y revoluciones la tarea histórica del trotskismo continúa siendo la lucha por la revolución mundial.
Por ello llamamos a todos aquellos que vean la necesidad de reconstruir la Cuarta Internacional y sus secciones nacionales sobre bases principistas, a tomar en sus manos la tarea histórica de recuperar la bandera del trotskismo para la lucha irreconciliable contra la propiedad burguesa y su estado mayor.
Y llamamos a los militantes honestos del PTS que acuerden con esta tarea histórica, a romper con la extorsión y el chantaje político de su dirección, repudiar nuestra expulsión y pelear por estas posiciones en su Congreso Ordinario, para corregir en forma urgente el curso centrista del actual elenco dirigente.

COR
Corriente Obrera Revolucionaria

Integran la COR: las regionales expulsadas del PTS: Mendoza, Villa Mercedes, San Luis y La Pampa. Compañeros de Capital Federal, La Plata y Neuquén. Ex militantes del PO y el POR.

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FINALMENTE
Por QUIQUIN - Monday, Apr. 03, 2006 at 11:49 PM

Ya casi habia perdido las esperanzas.
AHORA SI !!!!!!!
Finalmente alguien podrà disputar con K. en las elecciones del 2007, con posibilidades de ganarla.

!!!!!!!!!!!!!!ABAJO EL REFORMISMO BURGUES!!!!!!!!!!

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SI=???
Por y...yo - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 12:14 AM

en la pampa?? kuantos troskos son?? en la pampa???

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guelcom
Por uno que ya vió varias películas - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 12:17 AM

nace una nueva sectita, y van.

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PARA LOS PAYASOS
Por ,, - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 12:35 AM

MUCHACHOS GRACIAS POR SUS CONCEJOS PERO NO VAMOS A PELEAR POR USTEDES QUE SON UN MAMARRACHO TERRIBLE

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uy uy uyyyyyyyyy
Por Loser - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 1:46 AM

No hay dudas. Solo el PTX puede generar engendros como éstos.
(no me quiero imaginar cómo son los que no se fueron.............)

My God!! (hay que estar al pedo, eh?)

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DESCREIDOS
Por CREEDOR - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:08 AM

PARA EL DESCREIDO QUE NO LOGRA IMAGINAR CUAN FUERTE ES EL MOV. TROSKISTA EN LA REGIONAL LA PAMPA, LE DIGO QUE TAMBIEN EN LA REGIONAL VILLA MERCEDES ( SAN LUIS) EL PROLETARIADO REVOLUCIONARIO Y SU VANGUARDIA EL PTS, AHORA C.O.R; ESTA MUY FUERTE Y BIEN ORGANIZADO.
SEGUN EL ULTIMO CONGRESO REGIONAL LOS CAMARADAS EN V MERCEDES DECIDIERON DIVIDIRSE POR LAS DUDAS EN EL PROXIMO ALGUIEN LES ROBARA LA IDEA. LA DECISION SE ENTIENDE CUANDO UNO SABE QUE ERAN DOS MILITANTES, POR LO QUE ESTA ERA LA ULTIMA DIVISION POSIBLE.
AHORA VAN A TENER QUE ESPERAR QUE UNO TENGA UN HIJO PARA FUNDAR OTRO PARTIDO, O QUE ALGUNO MUERA PARA REUNIFICARSE

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Porteños forros
Por Puntano internacionalista - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:17 AM

He, salamín con pan. Como se nota que estás encerrado todo el día en alguna facultad de la UBA, pequeñoburgués. No tenés idea de lo que pasa en Villa Mercedez. Seguí haciendo tu revolución pequebu y "de masas" en la Capi, porque seguro que si vas a Villa Mercedez, a San Martín, a Olavarría o a alguna otra ciudad llena de industrias te vas a cagar de angustia porque no hay tantas fiestitas con las chicas de la facu.
Chau. Viva la lucha de Tersuave.

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El forro sos vos.
Por Germán del pueblo. - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:21 AM

El forro sos vos y ni siquiera conocés el interior del país, es Villa Mercedes con "s", "azno".
Trolls, fuera de indymedia.

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CENTREMOS
Por Brutus - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:32 AM

Yo digo que lo importante no es si son muchos o pocos en San Luis, sino que los cros. de COR justamente han centrado el eje del problema que aflije a la clase obrera, o sea: estara la vieja direccion del pts en condiciones de dirigir la lucha proletaria en los proximos 12.678 meses que nos faltan para tomar el poder, segun los ritmos de nuestro crecimiento ???
Hoy los obreros de varias fabricas y los de los subtes, marcharon por la 9 de julio con carteles que decian " LA COR ES NUESTRA UNICA DIRECCION

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Ah, estudias letras
Por Anagrama - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:33 AM

Que bueno que sepás ortografía. Buenisimo. Eso te deben enseñar en Filo, no? Donde está la verdadera vanguardia de la argentina dando clases de historia a los trabajadores, para que aprendan a hacer la revolución. Forro, vos conocés el interior cuando te vas de vacaciones con papa o con los muchachos de la facu. Por eso no tenés idea de lo que pasa en San Luis, ni en la Pampa, ni en Bahía Blanca, ni en Mendoza, ni siquiera debés saber lo que pasa en Zarate. Pudrite pequeñoburgués.

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measte fuera del tarro.
Por Germán del pueblo. - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 2:44 AM

Evidentemente el que no tiene ideas del interior del país sos vos, tu "país" queda dentro de la Gral. Paz y las localidades las calles de Capital que probablemente las escribas sin errores.
Yo si conozco mucho el interior porque soy del interior, del norte encima, discriminado por los pequeños burgueses de la pampa húmeda.
El forro sos vos que te venís a cagar de risa de compañeros que aunque estén muy alejados de mi estrategia política ( no tanto de mi pensamiento )los defiendo cuando pelotudos los bardean gratuitamente. Ya terminé la facu y no justamente filosofía porque vos crees que los que hacemos indymedia deberían de ser de Filosofía, artes, humanidades o psicología. Estás equivocado chabón.

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ahora entiendo
Por .= - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 4:46 AM

porque gobierna el Pinguino y no uds...

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Sectus
Por Maestro Yöda - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 10:25 AM

Vayan a hacer yoga con Andres Percivalle!!!! Zurdos de cuarta (internacional)

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El trotskista errante
Por George Highlook - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 10:50 AM

Así como en la Edad Media se hizo célebre la figura del "judío errante", la posmodernidad nos regala la figura del "trotskista errante"... o "trotskista errado", para ser más literales. Este tipo de gente, aunque de alto vuelto intelectual, está completamente perdida en el mundo.

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una critica
Por un espectador - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 6:34 PM

muchachos:ustedes hacen un monton de criticas,en el marco de una vision critica de conjunto del pts como organizacion, y sobre todo a su direccion.Inclusive concuerdo en muchas de ellas, como por ejemplo que la direccion del pts no posee una concepcion clara del tipo de partido que debemos construir;de que la mayoria de la direccion esta en el aire;que no tienen tanto nivel como piensan; que en la relacion entre la direccion y las bases los dirigentes aplastan a los cuadros y militantes echandoles la culpa de los resultados negativos de politicas ilusorias o erradas (aunque hay excepciones) , a lo cual podria agregar tambien que hay ciertos dirigentes que no solo desvalorizan la formacion de cuadros ,sobre todo juveniles,(aunque formalmente se se diga que es importante)sino que en los casos que se lo proponen se manejan por preferencias personales y exclusivismos surgidos de una concepcion subjetivista sobre la "pureza o innatitud de los revolucionarios" totalmente ridiculas pues no considera que los revolucionarios nacemos y crecemos en una sociedad burguesa la cual provoca contradiiciones (incluso en aquellos que provienen de los sectores mas pauperizados de la sociedad pero que se proponen avanzar hacia una practica revolucionaria se tiene esta actitud de "dejalo actuar a ver si es puro" por mas que piense que esta equivocado en tal o cual cuestion, o que tiene rasgos de caudillo, etc.) , lo cual lleva a desperdiciar militantes valiosos a aplastandolos mientras se guian por su subjetivismo en la formacion de cuadros (aun luego de cometer errores), todo lo cual se fundamenta ademas en una concepcion correcta pero llevada al extremo de la seleccion de los militantes en el periodo preparatorios ( olvidando que lenin lo decia bajo un regimen autocratico mucho mas represivo; olvidando que hoy vivimos en una sociedad en la cual la dictadura del capital se ha ejercido bajo regimenes democraticos y ciertos cambios que obedecen a la globalizacion que han provocado cambios en la subjetividad de las masas; todo lo cual dificulta aun mas el nacimiento de una "nueva epica revolucionaria" que impregne el clima de la sociedad burguesa, como la que surgio en los '70 pero fundamentada en las actuales condiciones , tarea subvalorizadas por los dirigentes del pts que se limitan simplemente a tomar lo que la tradicion nos lego producto de condiciones que hoy no existen, locual evidenciaun bajo nivel ademas de explicar el estancamiento de la juventud sobre todo en secundarios en dionde la politica ( si es que existe alguna) lleva al aislamiento y a ser vistos como una secta , salvo excepciones de militantes que logran gracias a su talento a combinar redes y politica efectiva a pesar de los dirigentes)podria extenderme aun mas en este aspecto funesto del funcionamiento del pts en cuanto a la evaluacion de los militantes y los contactos que lleva a fundir gente y perder contacto, pero me estaria perdiendo del eje del comentario.Todo esto sinembargo no me lleva a dudar sin embargo de la honestidad de los dirigentes del pts, como han insinuado uds.
Queria decir que a pesar de que concuerdo con algunas de sus criticas, me parece metodologicamente muy "oscuro" de su parte para decirlo metaforicamente, que en los casos en que plantean criticas a la intervencion del pts en la realidad, a la politica (o falta de politica), no planteen ejemplos ni propuestas alternativas.Solo criticas.Si quieren que alguien los tome en serio, deben plantear su politica sindical,y en todos los frentes, ademas de dar ejemplos concretos de todas sus acusaciones.De esta manera, aquellos que estamos interesados en llevar nuestras posiciones hasta el final en base a un analisis serio de rodas las cuestiones planteadas ( sin reproducir simplemente lo que dijo tal o cual dirigente) podremos clarificar nuestras posiciones.





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Para la Barcelona
Por Juan - Tuesday, Apr. 04, 2006 at 7:05 PM

Esta tesis esta buena para ponerla en la Barcelona ¿Alguien puede mandarsela a los muchachos? Che ¿porque la principal tarea del trotskismo es distinta a la escencia del leninismo???
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Creemos que las corrientes trotskistas en la posguerra perdieron de vista la principal tarea del trotskismo: la revolución mundial. Esto llevó a separar la táctica de la estrategia desjerarquizando de esta manera la esencia del leninismo: las tareas preparatorias para la toma del poder. Así muchas corrientes acabaron adaptándose a todo tipo de direcciones burguesas y pequeñoburguesas perdiendo de vista la relación dialéctica entre vanguardia y masas; vanguardia y dirección; proceso histórico y dirección revolucionaria. Queremos poner en pie al trotskismo como corriente política y no sólo ideológica, y ese es nuestro desafío. En este sentido consideramos de suma importancia pensar qué relación se puede dar entre ''clase, partido y dirección'' a la luz de las ''nuevas/viejas '' direcciones latinoamericanas, islámicas y ante la crisis de dirección revolucionaria y la regeneración de la clase obrera.

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