Julio López
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CARTA ABIERTA DE LA ESPOSA DE UN TRABAJADOR DETENIDO EN LAS HERAS
Por reenvío artemisa - Wednesday, Apr. 05, 2006 at 10:13 AM

Cintia Bezunartea es la esposa de Pablo Mansilla, uno de los trabajadores detenidos en Las Heras, Santa Cruz, por el presunto homicidio del policía Jorge Sayago. Cintia escribió esta Carta Abierta de la Esposa de un Trabajador Detenido en Las Heras para que se conozca su caso y, a través de él, la falta de respeto a los derechos humanos con que se está llevando la causa judicial por la muerte de Sayago. La violencia de las detenciones parecen apuntar más a amedrentar el reclamo obrero que a encontrar al responsable.

Palos para callar las voces
| 2.4.2006





Me llamo Cintia, soy la compañera de un hombre especial, compañero y amigo, con el cual he compartido 7 años de mi vida, con el resultado de tres hijos de 5, 4 y 3 años. Ese hombre se llama Pablo Mansilla, trabajó toda su vida hasta el 8 de marzo del 2003, era sólo un oficial soldador, trabajador de Indus, que luchaba para que se le reconozca que él realizaba un trabajo de petrolero y se le pagaba como un albañil. Por eso habían estado 20 días en la ruta, y cuando levantaron lloramos porque creíamos que iban a pasarlo a petroleros y cobraríamos el doble. Pero la empresa Indus no cumplió y se salio nuevamente al paro, con la gendarmería rodeando el campo y apretando para que lo levantaran.

El 8 de marzo se habían presentado a trabajar. Pablo y cuatro compañeros más fueron detenidos en su lugar de trabajo. El apoderado de la empresa Indus, Daniel Davies, ¡oh casualidad!, fue visto la noche anterior cenando con jefes del GEO (Grupo Especial de Operaciones), y el mismo día en las oficinas de personal de la empresa había estado el sargento primero Angulo quien "induce a los testigos a ir a la Brigada de Investigaciones a declarar".

Me contaron que en época de los milicos las empresas señalaban a los trabajadores para que los hicieran desaparecer. Ahora en Santa Cruz señalan a los trabajadores que después de 14 años se animaron a hacerle un paro a Indus para que los detengan.

A pesar de que a Pablo y sus compañeros los detuvieron en el lugar de trabajo, no avisaron a las familias lo sucedido.

Cuando fui a preguntar a la comisaría por Pablo, se pararon los gendarmes con sus chicotes en la mano queriendo intimidar. Me dijeron que estaba ahí pero que volviera al otro día. Era mentira, ya lo habían trasladado a Caleta.

Empecé a vivir un infierno. El 1 de marzo el allanamiento lo realizaron violentamente ante mis hijos y sobrinos, después vienen a hablar de los derechos del niño.

Se llevaron las rodilleras y coderas que son su vestimenta de trabajo como soldador y se los entrega la empresa. Ahora la jueza, para procesarlo, dice que su ropa de trabajo son elementos de "proteccion policial".

Señora jueza: Usted no sabe nada de mi marido. Yo sí sé con quién duermo y no es un asesino, sólo es un trabajador que enfrentó a la empresa porque los pobres nos cansamos que nos pongan la mano en el bolsillo y de no poder comprarle ni una bicicleta a nuestros hijos. Ignora el trabajo que él hace, e ignora incluso lo que se llevaron de mi casa, pero sin importarle que destruye a una familia usa testimonios truchos e inventa pruebas para decir "marche preso". Usted y los políticos usan la muerte del policía para tapar todas sus incompetencias, para que la lucha obrera se caiga, y nos sigan sacando plata sin que haya un reclamo.

Yo también quiero justicia, pero la jueza y los políticos culpan a los trabajadores de la muerte de un policía de la que ellos son responsables, sin ninguna prueba más que ser obreros en lucha.

Quiero que todos digamos basta y luchemos por nuestro derechos. Mi familia y yo necesitamos de todos para que se termine la burocracia que no nos apoya, los milicos en la ciudad, la persecución en la calle, en el laburo, en toda la Argentina y en especial en Las Heras.

Por favor no permitamos que hoy un trabajador esté preso siendo inocente, mañana pueden ser 30.000.

Cintia Bezunartea

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