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LA HIPOTESIS TUMBERA SE TUMBA
Por Indy Band - Friday, Apr. 14, 2006 at 9:32 PM

La sociedad santiagueña ya tendría que contar con una explicación probada de cual es el uso que se le da a las armas públicas, a las que sostienen con el pago de sus impuestos.

La policía provincial tenía en principio el deber institucional de señalar técnicamente la procedencia concreta de los proyectiles disparados contra Ezequiel Melián – y que le habrían provocado la muerte-, Daniel Salvatierra, Ángel Paz, Mario Sebastián Ibarra, Ángel Amado Silva, Esteban Navarro y un menor de edad de apellido Moyano, durante los graves incidentes registrados el lunes 03 por la noche en el estadio del Club Atlético Sarmiento.
Según informaron los principales medios periodísticos de ésta Capital, las pericias balísticas demostraron fehacientemente que el proyectil <<incrustado>> en el cuerpo de Melián solo pudo ser accionado con un arma de fabricación casera para uso civil ilegal: una tumbera. Igual se deduce que fue la suerte corrida por el resto de los heridos ya nombrados, aunque con distinto final.
Como era evidente que entre Melián, Salvatierra, Paz, Navarro y Moyano existía una afición común: la identificación con el club Sarmiento, entonces cayó de maduro que la agresión armada provino de aquel sector de aficionados que concurrió al estadio para alentar al ocasional rival, Unión Santiago. Ambas hinchadas venían a su vez de ser excitadas por la violencia y la provocación que los jugadores mostraron en el campo de juego y la falta de objetividad y equilibrio profesional que supuestamente evidenciaron los jueces del encuentro. Ni que hablar de los dirigentes del club que, según los entendidos, muchas veces fueron reacios a pagar efectivamente los adicionales que exige cualquier miembro de la policía en un evento de este tipo. La Asociación del Fútbol Argentino no asumió ninguna responsabilidad sobre la organización del encuentro y, menos aún, del horario a concretarse.
Finalmente, y acorde con los tiempos políticos que vive la ciudad, una parte de la supuesta responsabilidad le correspondería al mismísimo jefe comunal, Héctor Chabay Ruiz.
El haber permitido la realización de un cotejo de esa naturaleza en un estadio lleno de carencias y en medio de un barrio prácticamente eternizado en la oscuridad y el descuido municipal, puede acarrearle al caudillo viable un costo político e institucional altísimo. Sobre el estigma de Ibarra se armaría una movida destituyente que contaría con el amplio apoyo de peronistas y radicales. La reglamentación del juicio político tratará de expulsar del municipio a Chabay Ruiz y neutralizarlo electoralmente de allí en adelante. Viejos correligionarios y viejos compañeros de andanzas le andan tejiendo con ganas el ocaso efectivo al alcalde bandeño. Él lo sabe perfectamente por eso busca inmiscuir a sus punteros en el entorno mas cercano de los familiares de las víctimas.
Por su parte la policía anunció, directa o indirectamente, que la propia responsabilidad de la fuerza en todos éstos hechos fue casi inexistente. Las acusaciones en contra de la institución nunca ocuparon el lugar de un titular en las secciones policiales de los diarios con mayor difusión de la provincia.
Entonces al aceptar directamente esa versión, en aquellos momentos, nada más quedó para decir y agregar: la misión estaba cumplida: la fuerza había dado muestras contundentes de seriedad y rigurosidad en la recolección de las pruebas y en la fundamentación racional de todo lo actuado. Es decir: si tanto el muerto como los heridos fueron la consecuencia inmediata de una pelea entre hinchadas, pues entonces no cabía dudas que la policía cumplió con su deber en todo sentido: no mato ni tampoco hirió mientras quiso imponer el orden, y ni siquiera demoró mas de lo que suele hacerlo para sostener que el esclarecimiento era un asunto inminente.
A las pocas horas el presidente Néstor Kirchner bajaba a la provincia con mil trescientos millones de pesos en concepto de reparación histórica y de los servicios legislativos prestados. Para los diarios mayores de la provincia la policía estaba limpia de sangre. La muerte de un civil y el daño recibido por otros tantos tienen un responsable principal: la violencia civil en el fútbol. Toda la responsabilidad recaía sobre una entidad abstracta de difícil abordaje judicial, peligrosamente inconmensurable.
El viraje de la política santiagueña hacia las formas republicanas de gobierno, luego de cincuenta años de tiranía, parecía mostrar su temple, su inquebrantable determinación estatal. No corría peligros. Fue sin duda un día peronista el que vivió Kirchner al lado del que dicen será su segundo, o el segundo de su esposa, en la próxima fórmula presidencial.

Tumbera y tumberos
El número de proyectiles secuestrado por los pesquisas de la división policial D-5 indicaría que aproximadamente ocho tumberas estuvieron presentes adentro de la instalaciones del club Sarmiento, si es que preferimos dar crédito a la versión que fue expuesta por las autoridades policiales ante la justicia, el poder legislativo y la opinión pública. ¿Cómo se explica la presencia de las tumberas en el interior del estadio? ¿No era la policía la encargada de evitar que tal cosa sucediera? ¿Acaso no acostumbraban a palpar por entero a todo aquel que ingresaba por la puerta habilitada?
De inmediato se le dio circulación a una hipótesis auxiliar: el estadio, al encontrarse en tan malas condiciones –por culpa de la gente, de los dirigentes y del municipio-, tenía un boquete en una de sus paredes medianeras por donde tranquilamente se podía ingresar una rica diversidad de objetos contundentes. Entre ellos, las tumberas. De ser verosímil esa afirmación, ¿Cómo se explica que la policía haya perdido el control de todo el espacio afectado al espectáculo: afuera y adentro del estadio? ¿Cómo se hace creíble que la hinchada visitante dispone de los lugares estratégicos de una cancha que no le pertenece? ¿Cómo se explica que ninguna tumbera fue secuestrada? ¿Tiene la policía testigos que acrediten seriamente esta presunción? La información a este respecto es pobrísima.
Cada tumbera solo puede accionar un solo proyectil, y únicamente uno, debido a la carencia técnica total de un mecanismo de repetición avanzado. ¿Cómo se explica que un mismo herido haya recibido dos impactos como sucedió con Salvatierra, Navarro, Paz, sólo por citar un par de casos? Para remontar un arma tan precaria, una vez realizado el primer disparo, se precisa de una serie de condiciones de posibilidad que faciliten esa tarea y no pongan en peligro la integridad física del propio tirador –por la explosión o la rotura de los caños-. ¿Cómo se explica que el presunto homicida haya –literalmente- remontado un artefacto así tantas veces, en medio de las corridas, las piedras, los palos y los gases lacrimógenos?
Tampoco es posible disparar con certera efectividad mientras el tirador se encuentre en movimiento. ¿Cómo se explica entonces que los hinchas de Unión Santiago hayan disparado tumberas cuando ellos mismos se encontraban “disparando” en retirada hacia la puerta de salida por disposición de la policía?
Al no tener un caño internamente estriado, el plomo es lanzado “al revoloteo”, sin una dirección fija, con una imprecisión cuasi esencial: imposible de dirigir a voluntad, como al menos tecnológicamente lo permiten por ejemplo las pistolas. ¿Cómo se explica que haya un herido con mas de un impacto en una misma pierna – muy cercanos entre ellos-, teniendo en cuenta la gran dificultad que conlleva un blanco móvil y tan acotado de dimensiones como es dicho miembro?
La rusticidad es el carácter primario de los elementos y los diseños usados en la elaboración de cualquier tumbera. Por las condiciones actuales de fabricación clandestina, la misma no tiene el poder destructor capaz de perforar el cuerpo de una persona, menos aún a la altura del conglomerado óseo, muscular y orgánico que forma la región del tórax. Las distancia en la que se encuentra el objetivo es un límite aún infranqueable para el poder de estos inventos caseros. ¿Cómo se explica que el cuerpo de Ezequiel Melián haya sido atravesado con una descarga semejante a mas de 70 metros del supuesto hincha homicida? ¿Era una super-tumbera?
Esto ya lo denunció la familia y ni el juez ni la prensa se hicieron eco de semejante denuncia.

La versión silenciada
Sin embargo, no dejaba de ser ésta la mejor hipótesis de los efectivos presentes en el estadio cuando ya las autoridades uniformadas, en tiempo record, la impusieron como la única teoría de la verdad. Así lo informaba una gran parte de la prensa local cuando el titular del ejecutivo nacional, que venía de acostar en la provincia un gobierno peronista, se encontraba de visita por la ciudad capital.
Algunos de los familiares de las víctimas sostenían una opinión radicalmente antagónica a la impuesta desde la burocracia estatal y desde los productores de noticias y de opinión. Veamos.
Con el segundo gol de la Fusión se decretó el descenso de los Profesores. Por esas cosas de la pasión, los “profesores” consideraron que el arbitró los perjudicó. Esas discusiones ya atañen a lo estrictamente futbolístico, por lo tanto no se dirá más en esta nota. La provocación y la burla se iniciaron, al decir de los testigos, entre los jugadores y los asistentes del equipo visitante. Dicen que la hinchada de Sarmiento reaccionó violentamente ante las burlas y se dispuso a ingresar al campo de juego para agredir a todo el que lleve los colores del equipo rival. Solamente había treinta uniformados distribuidos en todo el club. El partido se suspendió de inmediato y la policía trató de evacuar del lugar a los seguidores de la Fusión, que de facto ya eran los vencedores del cotejo. Los canales locales y nacionales de televisión mostraron el cruento enfrentamiento protagonizado por hinchas del club bandeño y la gente que acompañaba a la delegación capitalina, incluidos los jugadores. Entre una hinchada y la otra estaba la policía. La versión que la fuerza entregó al poder civil hace unos días en el pedido de informe solicitado por éste, se habla de un despliegue de contención, que trataba de evitar el contacto de una con otra. Cuando la gente de Unión Santiago se retiraba (para ser parte de otro desmadre afuera de Sarmiento, con los hinchas que no pudieron ingresar) adentro los locales y la policía ya eran los únicos bandos en conflicto. Melián fue abatido en el espacio que separa a la hinchada profesora de la línea policial.
Bronca de un lado y represión violenta, desorganizada e irresponsable del otro. No hubo planificación estratégica racional en la implementación del <Operativo Balón> y las consecuencias quedaron a la vista.
Esta explicación secuencial de los hechos, que no pretende erigirse como absoluta, cuenta con el apoyo de muchos testimonios a favor.

Peritajes
Era de esperar que las armas secuestradas por la policía (D5) a la misma policía, por orden de la justicia, sean sometidas de inmediato a un peritaje neutral que garantice la integridad legal del proceso.
Se dijo que las armas se hallaban en camino a la provincia de Tucumán, con destino a Gendarmería Nacional. El juez de la causa, René Migueles, consideró oficialmente que la investigación de los peritos policiales provinciales no brindaban ningún tipo de garantía jurídica al proceso, o al menos la institución en su conjunto estaba muy lejos de mantener algún vestigio de la transparencia requerida en este tipo de acciones. O era la corrupción o era la ineficiencia el obstáculo principal. Es evidente, también, que el estado provincial destinó por ignorancia o por una concepción ideológica determinada –en torno del orden social- una mayor cantidad de recursos a las áreas represivas (pistolas, rifles, bastones, escudos, gases, etc.) y dejó de lado las áreas formativas y de investigación técnica (peritos, laboratorios, herramientas, etc).
Además del armamento restaba adjuntar los proyectiles sobre los cuales ya se afirmaba y reafirmaba que provenían de las armas caseras. Un verdadero estado de inseguridad: de hecho, no era segura la prueba material que presuntamente venía sosteniendo a la hipótesis de las tumberas. Tampoco se puso en escena ningún testimonio extra-policial a favor de la presunción oficial, salvo el de la prensa, que en algunos casos puede ser considerada como extra-policial. Sólo en algunos casos.
Con el pasar de los días se fue configurando un eufemismo enclenque que responde al nombre de “Proyectil Amorfo (PA)” (como el pituto de los García Belsunse). Dos de esos proyectiles fueron extraídos del muslo derecho de Daniel Salvatierra, al que luego amputaron el miembro inferior.
Unos días después se anunció que las armas policiales no serían finalmente sometidas a pericias de ningún tipo, solamente los plomos secuestrados pasarían por la lupa gendarme. Ahora resulta que Gendarmería tampoco quiere hacerse cargo de semejante caso y por tal motivo envió esas partes de la prueba a Buenos Aires.
La permanencia del comisario mayor Tejera al frente de la Jefatura Provincial y de las cúpulas que comandan a la emblemática Unidad Regional 2, ante toda esta situación, ya constituye una verdadera desproporción institucional. La sociedad santiagueña ya tendría que haber contado con una explicación probada de cual es el uso que se le da a las armas públicas, a las que mantiene con los impuestos, y así también el resto de los ciudadanos argentinos y los que habitan mas allá de las fronteras nacionales, a los que les asiste el derecho a la información. En la marcha de hoy por la tarde se iba armando un cantito que decía: “que risa que risa que risa que me da, la nueva policía se parece a Musa Azar”, o algo así.

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que lo lean
Por manarco - Wednesday, Apr. 19, 2006 at 11:29 PM

Alguien de buena fe debería repartir este texto entre todos los interesados y en especial tenrdria que ser dado a los verborragicos que profirieron comentarios nefastos y atroces. De boca de un herido sé que la policia( encarnización de la barbarie estatal en mi diccionario) le disparó luego de decirle que se detenga cuando intentaba escapar del estadio sin siquiera arrojar un ladrillo( si es que podemos justificar una herida de plomo en alguien que arroja un pedazo de algo inerte con sus manos). Propongo que los que quieren terminar con la violencia a la vez exterminen el malestar social, que es su directo progenitor. Espero que los fascistas de mierda no me insulten por esto!!!!

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Tenes razon
Por Y nazon tambien - Thursday, Apr. 20, 2006 at 12:02 AM

Se , es verdad.

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