Teatro

En estos días, mi abnegado lector, pienso que se enteró por los diarios que el Gobernador de nuestra provincia, Jorge Obeid, su inseparable Ministro de Gobierno, Dr. Roberto Rosúa, el Presidente de la Suprema Corte de Injusticia, el Dr. Rafael Gutiérrez, y los Presidentes de las Cámaras Legislativas, van a realizar una profunda y penetrante reforma a la farsa del Poder Judicial de nuestra provincia.

 

Para ello han convocado a genios del derecho, que, para que la tragicomedia sea completa, desde el escenario de un teatro, que no será griego pero si santafesino, van a decir sus genialidades, las que serán aplaudidas por concurrentes que en su gran mayoría no tienen otra cosa que hacer ya que casi todos viven del presupuesto.

 

Los ut supra nombrados que desde hace, como mínimo, veintitrés años que andan circulando por distintos cargos de nuestra provincia, parece que están sorprendidos que la farsa del Poder Judicial ha llegado a la categoría de desastre. (La verdad, querida lectora, ¿no le parece que le estoy tomando la mano al ut supra?)

 

Hablando como si ellos no tuvieran ninguna responsabilidad en la descomposición de la Justicia, dicen que van a reformarla en su totalidad y dicen que precisan la interrelación de los tres poderes del estado santafesino.

 

Con desparpajo, con hipocresía, pronuncian palabras huecas, vacías, sin contenido, y fundamentalmente hablan como si Obeid, Rosúa, Gutiérrez y el resto del elenco estable hubiesen llegado en estos días a ocupar los cargos que detentan y se encontraron con el desastre en que está sumida la pista judicial del circo santafesino.

 

Hablan como si ellos no tuvieran nada que ver, como si Obeid y Rosúa nunca antes pasaron por la gobernación, como si Gutiérrez nunca estuvo en la farsa judicial, como si los levantamanos de la asamblea legislativa nunca aprobaron los pliegos ascendiendo a los administradores de justicia cuyo único mérito era ser amigo o pariente de algún gobernador o lo que es peor, de un aspirante a gobernador, sabiendo que pisoteaban a quiénes eran mejores o tenían un mejor derecho.

 

Acepto que podemos estar frente a débiles mentales que recién se percatan de lo que ellos mismos, junto a otros insignes patriotas de la talla de Reutemann, Reviglio, Vernet, Usandizaga, Vanrell, y siguen las firmas, construyeron, pero pienso que no es el caso.

 

Cuando concluyan las últimas genialidades, cuando se silencien los hipócritas aplausos, cuando se baje el telón luego de la estelar actuación del elenco estable de nuestra provincia y se perpetre, como diría Tejada Gómez, la mentira organizada que están gestando para las generaciones futuras, quizás quede en la memoria de algunos que la única voz racional que se escuchó hasta ahora, en el medio de tanta fantochada, fue la del Colegio de Abogados de Rosario, quién a través de su vicepresidente, César Lucas Abbatte, dijo: que para la entidad resultan "inexplicables" falencias tan recurrentes; que sorprenden por "inadmisibles" actuaciones de jueces a veces "cargados de prejuicios"; que los fiscales cumplen "un pobre papel que nada aporta a la investigación", y que "en los juzgados correccionales más del 50 por ciento de las causas concluyen por prescripción, otras no son resueltas y un mínimo porcentaje tiene sentencia".

"En la relación costo-beneficio" el servicio es "caro", aseguró el colegiado, quien criticó algo más: "Es preocupante el sistema de designación de jueces" y que el nombramiento llega a quienes "pasan el filtro" de la política. Razón por la cual, dijo, el colegio medita retirar su representante del Consejo de la Magistratura.

 

 

En los diarios se puede leer que vendrán grandes cambios, que de la mano de los supremos, los excelentes y los probos que hay en estos momentos en la farsa del Poder Judicial, los letrados, sus clientes y la ciudadanía en su conjunto, vamos hacia la panacea del derecho.

 

 Son los mismos que participaron y participan del festín del acomodo en la corrupción de los ingresos y de los ascensos, de los que se arrastraron y se arrastran frente al mandamás de turno para trepar un poco más, los que han producido un gen mediante el cual sus hijos rinden bien para ingresar o ascender dentro de la farsa judicial.

 

Los mismos que desde hace años que están administrando justicia pretenden hacernos creer que de un vicio saldrá una virtud, que de la inoperancia saldrá eficiencia, que de la ineptitud saldrá capacidad, que de la corrupción saldrá honestidad.

 

Quizás lo logren, pero estimo imposible, ya que pienso que es lo mismo que si Videla, Massera y otros enfermos mentales, desde el escenario de un teatro hablaran de democracia, de participación ciudadana, de libertad de pensamiento o vaya a saber qué otras genialidades más se les podría ocurrir.

 

Por ello pienso que hagan lo que hagan, escriban lo que escriban, digan lo que digan, si no se van los que hicieron el desastre e ingresan jueces con vocación de juzgar, que tengan el convencimiento y la permanente vocación de darle a cada uno lo suyo, solo entraran nuevos cobrasueldos al poder judicial y nada más.

 

Uno de los oradores de la gigantesca representación teatral será el ex decano de la Facultad de Derecho de la ciudad de Rosario, el catedrático universitario, Dr. Daniel Erbetta, quién en el fixture le tocó la fecha del 15 de mayo.

 

Pienso que sería interesante, ya que tiene la oportunidad única e irrepetible, que espero no deje pasar, que antes de dar las geniales soluciones al problema y como aperitivo de las mismas, puede dar una clase magistral sobre las desgracias que ocurren cuando no se investiga como corresponde, cómo puede terminar un testigo, y sobre todo, las coincidencias que ocurren en la farsa del Poder Judicial de Rosario.

 

 Pienso que puede explicar con lujo de detalles lo que pasó en el sumario Nº 138/05, caratulado: "Requerimiento de Instrucción de Fiscalía 9-Promueve investigación" y que fuera iniciado por la Fiscal Alicia Donni en fecha 21 de febrero del 2005 y cuyo principal imputado era Alejandro Rossi, que ostentaba el cargo de Secretario de Seguridad de nuestra provincia y que tramitó en el Juzgado de Instrucción de la Octava Nominación a cargo del Dr. Carlos Carbone.

 

Podrá explicar, para reafirmar la gran reforma judicial que se avecina, lo que salió publicado en el diario La Capital del día 31 de diciembre del 2005, que "El funcionario primero negó haberse bajado armado y luego admitió que sí lo hizo aunque no para amenazar al chofer. Tiritando en una entrevista radial inolvidable, el chofer dijo que no se acordaba de haber visto el arma. Que tal vez el arma había existido, que no estaba seguro, que no fue intimidado".

Podrá explicar desde el escenario del teatro que: "El defensor del funcionario, que hoy preside una entidad de abogados penalistas a nivel nacional, trató al gendarme de embustero, se burló de él y acusó a este diario de condenar por anticipado a su cliente por darle cobertura al caso. Finalmente un juez sostuvo que no podía probar que hubo un episodio de amenazas por encañonar al taxista. Y todas las instancias superiores del Poder Judicial lo acompañaron".

 

Puede ampliar en http://www.lacapital.com.ar/2005/12/31/policiales/noticia_259003.shtml

 

Podrá contar y explicar, sin dudas, qué dijo Iván Darío Méndez, que con sus escasos 22 años, sus 30 meses de antigüedad en la Gendarmería, estando de custodia en el puente Rosario-Victoria, hizo lo que tenía que hacer el día 7 de noviembre del año 2004 y que en toda la causa no mintió, y que con la falta de mérito dictada en fecha 8 de abril del 2005, el administrador de justicia actuante, sin investigar a fondo lo ocurrido, sin investigar quién mentía, lo hizo quedar al testigo como un mentiroso.

 

Gracias a todos los que se contactan, a los que entran en Interlex y a los que han comprado el libro De Justicia, ni hablar.