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Preocupa la seguridad en el acto del 25 de mayo
Por La Nueva Provincia - Tuesday, May. 23, 2006 at 8:36 PM

Nadie en el gobierno acepta menear el tema en público por razones obvias. Una de ellas tiene que ver con la posibilidad de espantar a aquellos sectores independientes que están tentados de sumarse a la concentración política que se realizará el jueves, en Plaza de Mayo, en apoyo al presidente Néstor Kirchner. Pero los responsables de que la concentración se haga en absoluto orden han puesto un ojo en el tema de la seguridad.

Tanto el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, como el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, han cruzado información en las últimas horas y resolvieron que es mejor prevenir que curar, en especial porque no se descarta que pequeños grupos de revoltosos que están en contra de la demostración, y hasta el llamado de la Juventud Radical a no concurrir a la plaza, puedan generar disturbios.
Para curarse en salud, el gobierno ha dispuesto un amplísimo despliegue de efectivos policiales, cerca de un millar y medio, que sin ningún tipo de armas a la vista --tampoco bastones-- se apostarán en la periferia de la plaza, desde la noche anterior al 25 de Mayo.
Se sabe que aunque el gobierno no piensa utilizarlo, también la Gendarmería Nacional dispondrá ese día de uno de sus escuadrones especializados, cuyos integrantes permanecerán apostados en el cuartel de Ezeiza, a la espera de órdenes.
Durante la noche de la víspera, efectivos de la División Explosivos de la Policía Federal, con equipos y perros amaestrados, realizarán un rastrillaje de la Plaza de Mayo y sus alrededores para "limpiar" la zona de eventuales artefactos explosivos. Nadie en el gobierno quiere repetir la experiencia de aquella manifestación piquetera de comienzos de la administración Kirchner, cuando una bomba casera colocada en uno de los canastos de basura del paseo provocó corridas y varios heridos.
La decisión del gobierno, transmitida en las últimas horas por Parrilli y los organizadores de Compromiso K a dirigentes sindicales, piqueteros y de organizaciones sociales, de terminar la concentración a las 6 de la tarde, apunta a prevenir pequeños incidentes o desmanes que pescadores de río revuelto pudieran realizar al amparo de la oscuridad de la noche. De allí que se resolvió que Kirchner saldrá al palco instalado frente a la Casa Rosada para dirigir su discurso a la muchedumbre no más allá de las cuatro de la tarde. Se espera que tras la palabra del mandatario, de a poco se inicie la desconcentración.
El jefe de la Policía Federal, comisario Rafael Vallecas, quien permanecerá durante toda la jornada del jueves junto al ministro del Interior en la Casa Rosada, advirtió sobre la necesidad de evitar que grupos de marginales esperen las primeras sombras de la noche del día patrio para intentar producir desmanes.
Otro de los aspectos que preocupa en la cuestión de la seguridad es que las propias organizaciones sindicales que participarán de la manifestación, en su puja por ocupar el centro de la escena frente al palco desde el que hablará Kirchner, generen incidentes.
Un dirigente gremial del grupo de los "gordos" alertó sobre este particular, en especial al hablar del peso específico de gremios como camioneros y taxistas.
"Esos entran a sangre y fuego para ganar el frente del palco", sostuvo.
En el gobierno tranquilizan las cosas y aseguran que tanto Hugo Moyano como el líder taxista Omar Viviani han garantizado el buen comportamiento de sus afiliados. Aunque nadie ha dicho como se va a zanjar el duelo para quedarse con el sector más codiciado de la concentración.
De hecho, en las sucesivas reuniones que se realizan por estas horas entre organizadores y dirigentes de las distintas ramas que movilizarán afiliados y simpatizantes hacia la plaza, se acordó que la seguridad interna será responsabilidad de cada gremio u organización. Se les aclaró que el rol de la Policía Federal, ubicada lejos de la vista de manifestantes y de las cámaras de televisión, será absolutamente pasivo. Aunque se sabe que un escuadrón completo de la Guardia de Infantería, con su equipamiento habitual para casos de desordenes o violencia, permanecerá apostado a varias cuadras de la zona, probablemente sobre la avenida Leandro N. Alem.

Eugenio Paillet/"La Nueva Provincia"

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