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La comunicación y el papel del estado
Por Cubells, Fayad, González, López, Martinez - Wednesday, May. 24, 2006 at 12:06 PM
fedefayad@hotmail.com 2615582733 Chile 1840 Ciudad Mendoza

La comunicación afectada por los intetreses privados debería ser alentada por el gobierno, sin embargo esto está distante de ser realizado.

La comunicación y el papel del estado.

Desde 1948, cuando la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cultura, el conocimiento y los organismos relacionados con esta materia han avanzado sustancialmente; sin embargo, hay áreas de la vida personal, familiar, social, nacional y mundial en las que los derechos son todavía exclusivos de unos cuantos.

Una de esas áreas es la relativa a la comunicación, no es muy difícil darse cuenta de ello. En la Argentina los medios de comunicación masiva están concentrados en pocas manos. Grandes grupos multimedia concentran los derechos sobre lo que las personas pueden ver y escuchar. Estos grupos, son los que manejan las agendas diarias de información, decidiendo que es lo importante y que no lo es. Como resultado estamos sometidos a lo que los dueños de estas corporaciones consideran importante poniendo como temas de actualidad hechos que por supuesto no afectan sus intereses en el mercado. Por eso al encender nuestros televisores nos enfrentamos a una realidad parcelada, llena de intereses que nos son ajenos como ciudadanos comunes. Tampoco es raro escuchar que cierta información no se difundió por carecer de relevancia, o por no contar con una fuente confiable que la respalde, y nuevamente nos vemos obligados a resaltar que es por decisión única de los medios que algunas noticias no alcanzan trascendencia o afecta a los intereses de los multimedios.

Sin embargo no todo es tan oscuro. El surgimiento de nuevas tecnologías ha posibilitado un espacio en donde voces alternativas pueden ser escuchadas. Una de ella es Internet, que aunque su desarrollo en la Argentina no alcanza los niveles de los países del primer mundo, de a poco se está abriendo camino, ya no solo como una herramienta de trabajo, sino como un medio de comunicación alternativo y del cual algunas personas consideran mucho más confiable que los medios de comunicación tradicionales. Encuestas recientes señalan que en Argentina hay ocho computadoras cada cien habitantes, y aunque comparativamente es un promedio bajo respecto a los Estados Unidos, que cuentan con 62 computadoras cada cien habitantes, se encuentra en un nivel parecido a los países de su entorno. De los habitantes que poseen computadora un 13% cuenta con Internet, con lo cual vemos que su utilización es baja, aunque está en aumento. Análisis recientes demuestran que la inversión de infraestructura (entendido como el conjunto de medios técnicos que proporcionan a los usuarios acceso a la información y a los servicios de telecomunicación) en la zona de cuyo es muy pobre, y por lo tanto son escasos los medios para que se desarrolle Internet. En la capital mendocina la realidad es diferente, aunque no significativa, ya que el 35% de los hogares cuenta con PC, aunque se destaca que el 83% de los mendocinos alguna vez a usado Internet, ya sea desde su domicilio, desde un lugar de acceso público, como una biblioteca, o desde un ciber. Con esto queremos destacar que esta tecnología está en auge y que constituye una fuente de información a la que cada vez más gente se está sumando, siempre y cuando esta esté cerca de las grandes zonas urbanas.

Sería importante que el estado iniciara un proceso de modernización tecnológica que apuntara a expandir los medios de comunicación, y con esto no solo nos referimos a la Televisión y a la radio, sino también, aunque resulte increíble, a la telefonía. La red de telefonía básica se basa en tecnologías de conmutación que permite el acceso a los servicios de comunicación a través de terminales fijos, es por esto que constituye uno de los medios claves para acceder a la sociedad de la información. Parece mentira, pero en la Argentina a 15 años de la privatización de las empresas estatales de telefonía, un tercio de los hogares no tiene una línea telefónica básica con lo cual el objetivo de insertarnos en una sociedad informatizada aún está lejos. Es verdad que con las privatizaciones la cantidad de teléfonos aumentó, pero si observamos con detalle podemos llegar a la conclusión de que esto solo ocurrió en los grandes centros urbanos. Los lugares mas alejados de las urbes, no cuentan con la misma calidad de servicios e incluso a veces ni siquiera cuentan con una línea telefónica.

Por ello es que mientras que la cantidad de líneas fijas permanece constante, podemos observar una enorme expansión de la telefonía móvil. Es aquí donde los grupos multimedia han visto una fuente de ingresos que permite aumentar sus ganancias de manera más rentable. Resulta ilógico pensar que los sectores mas desfavorecidos sean los que se hayan volcado mas hacia los teléfonos celulares (el 64% de los aparatos vendidos en Argentina durante 2005 fueron adquiridos por sectores de bajos recursos), ya que estos suponen un mayor gasto, de mantenimiento y de llamados entre otros. A que se debe esto, principalmente se debe a exitosas ofertas publicitarias que incentivan a las personas a comprar estos novedosos elementos tecnológicos que concentran varias funcionalidades (fotografía, filmacion, Internet) en un solo aparato. Llama la atención que aunque ofrecen varias de estas posibilidades técnicas, muchas de ellas son deficientes, al menos aquí en Argentina (la calidad de fotografía es mala, y muchos de los usuarios ni siquiera saben como se utilizan, ni hablar de la conexión a Internet desde ellos). También el servicio es mucho mas caro, el pulso de teléfonos móviles es hasta 10 veces mas caro que el de telefonía fija.

Es importante aclarar que la publicidad no hace todo el trabajo, también son las empresas de telefonía fija (y a la vez móvil, como telefónica) las que incentivan la compra de este tipo de tecnología. A partir de engaños obvios, convencen a los usuarios, muchas veces hasta obligan de manera indirecta, de que es mucho más cómodo poseer un celular que adquirir un teléfono con línea fija. Cómo realizan esto. Fácil, explican que es muy costosa la instalación de centrales telefónicas, que es más fácil la instalación de una antena de telefonía móvil. Recientes investigaciones demostraron que la red de telefonía fija, que utiliza cables de fibra óptica, esta operando al 10% de su capacidad, con lo que la extensión de la línea a lugares alejados no significaría un gasto realmente importante. Lo que realmente ocurre es que este tipo de comunicación no genera ganancias. No hacen falta más explicaciones.

De todas maneras, no toda la culpa se la lleva el sector privado. El estado debería promover programas de capacitación en cuanto a lo que tecnología se refiere. Y no sólo capacitación sino también en cuanto a la adquisición de elementos tecnológicos. Aunque se vio un tímido intento con el programa para la adquisición de una computadora para el hogar, creemos que esto no es suficiente, y aunque pensamos que el estado debería intervenir mas en políticas de regulación sobre el poder de acción de los grupos propietarios de los medios de comunicación, sabemos que es un largo camino por recorrer, debido al crecimiento de estas empresas (en cuanto a poder se refiere) en la última década de siglo XX. En Mendoza recién a finales de año pasado nos hemos incorporado a tecnologías que en Europa ya operan desde varios años atrás, nos referimos a la tecnología Wi-Fi que permite la conexión a Internet de manera inalámbrica, aunque a partir de una encuesta realizada a los integrantes del grupo e incluso a los familiares de los mismos nos dimos cuenta que su utilización está aún lejos de nuestras posibilidades, quizás no tanto económicas, sino referido a las capacidades operativas para su uso.

Por todo lo dicho anteriormente es importante resaltar que el estado debe intervenir activamente en varios aspectos, dejando atrás los ideales que impulsaron al proyecto de la sociedad de la información en cuanto a la no intervención estatal (ideales que se adaptan a países con un nivel de desarrollo completamente diferentes al de nuestro país), ya sea en la capacitación de capacidades humanas necesarias, en la inversión de infraestructura tecnológica, en estrategias de desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, y en todos los aspectos que tengan que ver con la comunicación porque creemos que sin la inversión del estado el retraso se hace mas grande, con lo cual la brecha informacional se agranda y el retraso comunicacional se hace mas importante.

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