Julio López
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27-28/5 -El seminario del reagrupamiento fue un importante paso adelante
Por @ / MST - Thursday, Jun. 01, 2006 at 11:53 AM

El evento que se acaba de realizar en Filosofía y Letras ha significado una experiencia muy positiva e inédita. Más de 20 organizaciones sociales y políticas de izquierda junto a compañeros independientes pudimos debatir durante dos días, de manera franca y fraternal, sobre la realidad Latinoamericana, la situación nacional y la principal propuesta que promueve este espacio: la necesidad de construir una alternativa política fuerte a partir de la confluencia y el reagrupamiento de los luchadores, las fuerzas populares y la izquierda.

Alternativa Socialista Nº 430 - 31/5/06
as@mst.org.ar



El desarrollo del seminario, que estuvo precedido por el aporte de distintos materiales escritos, nos permitió a todos los presentes precisar en que puntos existen acuerdos fundamentales y cuales son las diferencias más importantes que tenemos entre algunas de las organizaciones que participamos. Como una de las decisiones aprobadas fue publicar en un boletín los aportes escritos y orales de todos los participantes, no vamos a detallar aquí todos los debates teóricos, de análisis y políticos que se desarrollaron. Simplemente queremos remarcar que a nosotros en particular el seminario nos enriqueció. Porqué a la vez que nos permitió reafirmar nuestras posiciones también nos aporto nuevos elementos para encarar una elaboración que todavía consideramos tener inacabada sobre una serie de cuestiones en el marco de una actitud autocrítica y reflexiva que todos debemos tratar de encarar. Esto reafirma la necesidad de seguir organizando eventos de este tipo.

Dos visiones claramente diferenciadas

El seminario también permitió constatar que hay organizaciones de izquierda que si bien vinieron, están en contra del proceso de reagrupamiento que se ha iniciado. El Partido Obrero de manera últimatista se dedicó a explicarnos a todos por qué debíamos aceptar sin cambiar ni un punto y coma el programa que ellos proponían y el llamado realizar un Congreso urgente para fundar un “Partido Obrero” Revolucionario, acusando a quienes no aceptaban esta propuesta de reformistas y otros epítetos. Esto se complementó con ataques al MIC y al proceso de reagrupamiento sindical en curso. Demostrando que lejos de intentar hacer avanzar el proceso de confluencia y acercamiento que motivó el encuentro, intentaban buscar argumentos para delimitarse del resto y alimentar el sectarismo de sus militantes. Dos organizaciones más, con otros argumentos, también terminaron planteando posiciones contrarias al proceso de reagrupamiento: el MAS y El Socialista.
Otra visión, ampliamente mayoritaria, fue la que defendieron el resto de los participantes. Defendiendo la necesidad de construir una organización revolucionaria, distintos compañeros explicamos por qué no respondía a la realidad ponerle fecha a la fundación de un partido, ya que este nunca podía ser el inicio del camino, sino el resultante de un proceso. Que lo que estaba planteado era comenzar a dar algunos pasos juntos, iniciar una discusión política paciente para intentar elaborar una base programatica común y tratar de ir recuperando la confianza que actualmente es casi inexistente entre nosotros. Se planteó la necesidad de constituir una mesa de coordinación en el camino de poner en pie un movimiento o alguna formación política de tipo transitoria, donde pudiéramos convivir con diferencias distintas organizaciones políticas, sociales y compañeros independientes. Ya que solo de esta forma podríamos plantearnos en algún momento un desafío mayor, como seria la posibilidad de construir un partido entre todos.

Se necesitan dos instancias distintas

Estas diferencias que brevemente hemos expuesto, plantearon objetivamente la necesidad de buscar distintas instancias. En primer lugar una que nos contuviera a todos, independientemente de las distintas visiones que tuviéramos, para poder seguir desarrollando el rico debate que comenzó con el seminario. Para lo cual se resolvió en común llamar a otro de las mismas características antes de fin de año, invitando a todas las organizaciones sociales, políticas y compañeros de izquierda que quieran concurrir.
Pero al mismo tiempo, la realidad también nos planteo la necesidad de que todos aquellos que estabamos interesados en seguir avanzando y apostábamos al desarrollo y fortalecimiento de este espacio, teníamos que organizar otra instancia para ver que nuevos pasos podíamos dar, partiendo de constituir una mesa de trabajo para que junto a seguir los debates podamos comenzar a intervenir políticamente juntos en la lucha de clases y los procesos que vayamos acordando, comenzando por comprometernos a apoyar el desarrollo del Movimiento Intersindical Clasista. Esta segunda instancia, que hemos comenzado a construir junto a la mayoría de los compañeros que firmamos la declaración que salió del encuentro, tendrá planteado el desafío de dar los primeros pasos tendientes a lograr un reagrupamiento de los que realmente quieren avanzar en este sentido.

Alejandro Bodart

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Carta abierta a la izquierda y a los luchadores
Por po - Thursday, Jun. 01, 2006 at 12:11 PM

Carta Abierta a la izquierda y a los luchadores

El sábado y domingo pasados tuvo lugar un Seminario de discusión de organizaciones de izquierda y populares, y de representaciones individuales. Su objetivo era discutir la “crisis de la izquierda”. Esta iniciativa nació de una “auto-convocatoria” realizada en diciembre de 2005. Varios de los “auto-convocados”, en especial el MST-AS, habían circunscripto la convocatoria al seminario al espacio delimitado entre sus ex aliados de IU (el PC y el PS) de una parte y los “auto-proclamatorios” – nuestro partido, el PO, de la otra. En abril, sin embargo, una delegación de la “autoconvocatoria” nos invitó al Seminario, debido a un reclamo en ese sentido de parte del PCT (Partido Comunista de los Trabajadores). Al principio enviamos como contribución escrita el programa del congreso de fundación de la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional. Luego entregamos dos textos breves sobre Reagrupamiento y Situación Latinoamericana. La “fragmentación de la izquierda”, el tema que convoca al seminario, es, en nuestra opinión, una caracterización que se refiere al llamado ‘estallido’ del MAS, que comenzó en 1989 y aún continúa, y a la volatilización posterior de Izquierda Unida. El Seminario fue impedido de concluir sus labores a partir del retiro de un sector de personas y grupos encabezado de nuevo por el MST-AS. El análisis y las conclusiones sobre esta nueva división, protagonizada por una parte de los mismos que frustraron un frente de izquierda en las elecciones de octubre pasado, es el objeto de la Carta Abierta que colocamos a la atención de los lectores.



El “Seminario por el reagrupamiento de los luchadores, las fuerzas populares y la izquierda” no pudo arribar al final de las deliberaciones debido al retiro unilateral de un grupo de tres o cuatro tendencias y personas, encabezado por el MST-Alternativa Socialista. Esto ocurrió cuando se estaba, exactamente, ante la posibilidad de coronar un acuerdo político para proseguir el debate, de aquí en más con la participación de las bases y de los militantes, y para organizar una acción común de todos los que participaban en el Seminario en los diversos terrenos de la lucha de clases. Veintidós organizaciones habían presentado al Seminario documentos escritos para la discusión – un hecho probablemente inédito en la izquierda, incluso a nivel internacional. Pero la quiebra unilateral del Seminario, cuando se iban logrando acuerdos políticos generales, que tenían el propósito de profundizar el trabajo iniciado, puso de manifiesto que para el puñado de organizaciones e individuos que abandonaron el Seminario, el debate planteado era sólo un “trámite” para camuflar un operativo político de otro orden, previamente establecido, esencialmente en función de acuerdos y candidaturas para 2007. Un Seminario convocado nada menos que para superar lo que fue caracterizado, indistintamente, por los que luego romperían el Seminario, como “fragmentación”, “retroceso”, “crisis” y hasta “derrumbe” de la izquierda, terminó en forma abrupta debido a una maniobra de cuarta categoría. Hasta ese momento, el debate entre los participantes había sido vigoroso e incluso desmedido y faccional, pero respaldado por textos que exponían las distintas posiciones en forma seria e inequívoca.

Un paso adelante, dos atrás

Para quien estuvo en el Seminario y para quien no estuvo, las propuestas presentadas para servir como declaración final del Seminario, o comunicado de prensa, son un testimonio elocuente. La primera versión presentada por el bloque del MST-Alternativa Socialista, que, disgresión aparte, se arrogó el monopolio de dirección del Seminario, aunque hacía un llamamiento a la continuidad del debate, pero sin precisar el método ni el alcance, estaba dirigida con exclusividad a aquellos que eran partidarios de poner en pie un movimiento pluralista que cobijara posiciones programáticas diferentes, incluso completamente contradictorias. La propuesta ignoraba las delimitaciones políticas que se habían puesto de manifiesto en el Seminario, para otorgar un privilegio faccional a los que ya habían acordado, antes del Seminario, un armado electoral. En toda la etapa previa al Seminario, el MST-AS comenzó a plantear la urgencia de una “candidatura única de la izquierda” para 2007.

Nosotros, los del Partido Obrero, propusimos: a) fijar una fecha a un segundo Seminario, tentativamente en tres meses (septiembre), y que éste tuviera características abiertas y no restringidas a una delegación; b) organizar la edición de un boletín de discusión entre todas las organizaciones y militantes presentes en el Seminario y de quienes quisieran sumarse (se publicarían de inmediato los materiales ya presentados y todas las posiciones y ponencias que se hicieron en el debate); c) reservar una página de los periódicos y publicaciones de las distintas organizaciones para desarrollar esta discusión; d) integrar una mesa de trabajo para organizar este debate y la intervención en común en la lucha de clases en todos los escenarios. En apoyo del sentido general de esta propuesta se pronunciaron el MAS, el MST-El Socialista y otras organizaciones.

El bloque encabezado por el MST-Alternativa Socialista, que había ofrecido en sus documentos una solución movimientista y plural a lo que caracterizaba como “dispersión” de la izquierda, terminaba proponiendo una mayor dosis de fragmentación al dividir al Seminario entre quienes coincidían con su planteo y quienes no, pero por sobre todo entre quienes eran funcionales y quienes no a una maniobra electoral para 2007, que sin embargo no explicitó. Además, los partidarios de la ‘pluralidad’ recurrían sin escrúpulos al ultimátum.

Delimitación programática

El debate en el Seminario puso de manifiesto, en realidad, una delimitación de posiciones por completo diferente, que la propuesta ultimatista y rupturista esconde. Desde el punto de vista programático, se desarrolló una delimitación entre quienes defienden, con mayor o menor determinación, y los que rechazan explícitamente, la tradición programática del marxismo y del socialismo revolucionario sobre el partido de acción y no electorero o charlatanesco; sobre la dictadura del proletariado, como el método de destrucción del Estado burgués; sobre la lucha de clases como base de la acción política y no la colaboración de clases (sea centroizquierdista, frente populista o nacionalista). Incluso en el marco de estas divergencias, los del Partido Obrero no recurrimos al ultimátum sino a proseguir la discusión y a hacerlo con métodos democráticos establecidos de común acuerdo. El MST-El Socialista, por su lado, subrayó como elemento determinante en la crisis de la izquierda el “oportunismo” que lleva al frente popular y el reformismo, sin desconocer el “faccionalismo” o el “sectarismo”. (No contamos con el espacio para detallar todas las posiciones que se hicieron conocer.)

Las reacciones negativas que produjo la propuesta de declaración del bloque del MST-Alternativa Socialista estuvieron muy lejos de limitarse al PO. Ante el rechazo, hubo una segunda propuesta del mismo bloque, que insistía en no poner fecha a un segundo encuentro y rechazaba la organización de un boletín de debate por la publicación por única vez de lo presentado al Seminario. También rechazaba la propuesta de una mesa de trabajo para organizar el debate y la acción en común, reemplazándola por un hipotético “espacio”. Incluso el título del texto –“se realizó el Seminario...” planteaba el cierre y no la apertura de un proceso político de debate y acción en común. Un conjunto de organizaciones reiteramos nuestro punto de vista. Ante esto el bloque de fuerzas liderado por el MST-AS decidió retirarse, denunciando que las organizaciones que cuestionaban el comunicado presentado querían “correr el arco”. En palabras de uno de sus portavoces: “El Seminario se levanta sin declaración ni conclusión alguna”, dicho lo cual comenzó la retirada.

Nacionalismo y marxismo

Los textos presentados y el propio debate pusieron de manifiesto un extendido apoyo al chavismo en la izquierda argentina, al extremo de que hubo una oposición a cualquier crítica socialista a los procesos y movimientos nacionales. Muchos de los que habían repudiado el apoyo electoral del Partido Obrero a Evo Morales y el MAS, se niegan ahora a señalar los límites de las nacionalizaciones bolivianas y la necesidad de la independencia de clase. En algunas tendencias se planteó una suerte de revolución permanente bajo la dirección de Hugo Chávez, lo cual sería un tránsito al ‘socialismo del siglo XXI’. Sorprendentemente para un Seminario integrado por corrientes formalmente marxistas, se rechazó la caracterización del nacionalismo como un intento de ampliar la base del desarrollo capitalista de los países atrasados.

En conexión con la cuestión de la defensa del nacionalismo se manifestó la oposición a la dictadura del proletariado (gobierno de trabajadores) como la forma de poder que se adapta a las condiciones sociales de las masas y sus objetivos históricos de una sociedad sin clases (Comuna de París, Soviets, Consejos Obreros). (Esto significa, digamos, que se concibe a la Asamblea Popular como una tertulia política, no como órgano potencial de poder.) Hubo quien dijo (Praxis) que la “dictadura del proletariado” correspondía a la etapa del obrero “fordista” (siglo XX), como si el Manifiesto no hubiese sido escrito en 1848 y la Comuna establecida en 1871. Consecuentemente, se cuestionó que la clase obrera sea el sujeto histórico de la revolución, y que debería ser reemplazada por el “sujeto pueblo”. Todas estas delimitaciones programáticas fundamentales son ignoradas por el grupo rupturista, que prefiere dividir a la izquierda entre, digamos, los humildes, de un lado, y los que se auto-proclaman, del otro. (El único caso conocido de auto-proclamación lo protagonizó el MAS, el 1 o de Mayo de 1991, cuando le propuso a una Plaza plural “Hacer grande al MAS” –el cual poco después se despedazó.)

Defendamos la tradición teórica marxista

En un Seminario convocado en nombre del “reagrupamiento” de los luchadores y de la izquierda este punto expresó más matices que ninguno. Varias agrupaciones del bloque ultimatista denunciaron al centralismo democrático como poco menos que un ‘gulag’ y no como el método histórico de organización de la vanguardia obrera. Se le opuso el movimiento o partido de tendencias como si no consistiera en eso precisamente la forma de organización de los partidos patronales, que se delimitan en ‘sensibilidades’, clanes, listas o camarillas. La democracia no puede ser un fin en sí mismo, y nunca lo ha sido, debe servir para organizar la acción. Es llamativo que se declararan partidarias de aplicar los vicios del parlamentarismo burgués a la izquierda, corrientes que hasta hace relativamente poco denunciaban a cosas semejantes como “charcas discutidoras”. En una época de catástrofes se necesita aun más una organización con capacidad para luchar por el poder.

Con antelación al Seminario, el MST-AS hizo una campaña a favor del “partido de tendencias”, que colocaba al PSOL de Brasil como un “modelo”. En el texto que presentamos sobre la situación latinoamericana decimos que “el PSOL es un resultado empírico de la crisis del PT, es, objetivamente una reunión, necesariamente episódica, de distintas tendencias y hasta modalidades e individuos, que emergen o reaccionan al derrumbe del PT como organización de izquierda” y, por lo tanto, “no es una construcción política sino un terreno para discutir esa construcción política”. En este punto, el MAS y del MST-El Socialista destacaron los límites políticos del PSOL y la lucha en su interior a partir del peso dominante que tienen los que están interesados en hacer del PSOL una “cooperativa electoral”.

El PCT, escisión del PC, defendió la dictadura del proletariado, la lucha por un partido centralista democrático y la convocatoria, sobre esta base programática, de un Congreso para fundar un partido de la clase obrera.

Las posiciones del bloque rupturista se caracterizan por la falta de consecuencia. Es que mientras arremete furibundo contra el centralismo democrático y a favor del movimientismo, cobija organizaciones, como por ejemplo el MST-AS, que a pesar de su nombre funciona como partido y aplica el centralismo. Pero un movimiento con partidos es una contradicción lógica. En el Seminario se expresó una delimitación programática y política compleja, que los ultimatistas intentan ignorar para sus fines de maniobra electoral, reemplazándola por la división entre ‘humildes’ y ‘soberbios’.

Defendamos lo realizado

Cualquiera puede advertir el esfuerzo de discusión que se manifestó en este Seminario, a pesar de que se trataba de un debate bloqueado por parte un sector que no tuvo el menor interés en debatir y que finalmente quebró el Seminario con posiciones ultimatistas y soberbias.

Condenamos el ultimatismo y el retiro unilateral, defendemos un debate con la participación de las bases de todas las organizaciones, e impulsamos la unidad en la acción –como la campaña por la defensa de la nacionalización boliviana contra Bush-Enron, Lula-Petrobras y Kirchner-Repsol; por la nacionalización sin pago de los hidrocarburos y la gestión obrera en Argentina y América Latina; una acción común en los sindicatos; y un frente de izquierda. Frente a la crisis revolucionaria que se incuba en América Latina, a la acción opresora del imperialismo y a la tentativa del nacionalismo burgués de contener el proceso en los marcos capitalistas, proponemos una Conferencia Latinoamérica por la Unidad Socialista de América Latina.

30 de mayo de 2006

Comité Nacional del Partido Obrero


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Por un partido de combate de la clase obrera para luchar por el gobierno de trabajadores
Por po - Thursday, Jun. 01, 2006 at 12:12 PM

Por un partido de combate de la clase obrera para luchar por el gobierno de trabajadores

El Partido Obrero presentó en el “Seminario...” dos documentos políticos. El primero, referido a la situación latinoamericana; el segundo, sobre el carácter del reagrupamiento político que necesitan la izquierda y la vanguardia obrera. A continuación, presentamos un resumen de este último documento.


1 La lucha por la revolución socialista se confronta desde hace varias décadas con la crisis de la dirección del proletariado internacional. Esto significa una crisis de orientación, de programa, de estrategia y, en definitiva, de organización de los factores subjetivos de la revolución. La crisis de dirección es un fenómeno recurrente, que debe ser ubicado históricamente, es siempre concreta. No tiene el mismo carácter durante la revolución europea de 1848, que analiza Marx; en la primera guerra mundial, que analizan Lenin y Trotsky, particularmente; o en la actualidad, luego de grandes revoluciones sociales y políticas, primero, y del derrumbe definitivo, luego, de los Estados obreros y la disolución de la URSS, la derrota de las revoluciones políticas en el Este y la restauración del capitalismo en casi el 40% de la geografía de la humanidad.

(...) La crisis de los partidos de izquierda que tienen, de un modo general, planteos anticapitalistas (con independencia de que en la mayoría de los casos queden desplazados u ocultos por un programa democrático y no revolucionario) es (...) una expresión marginal, indirecta o deformada de la crisis de dirección del proletariado mundial. No tiene un carácter independiente. La adecuada comprensión de lo que plantea el hundimiento de los estados que emergieron de la expropiación de los capitalistas y de procesos revolucionarios es esencial para la perspectiva de superar la crisis de dirección. (...)

2 La superación de la crisis de dirección del proletariado exige la discusión de un programa y la delimitación (que no significa necesariamente escisión) política clara entre las distintas posiciones y tendencias. En la actualidad, debe tener la capacidad de caracterizar la situación histórica del momento, o sea insertar la liquidación de los Estados obreros en el marco de la descomposición histórica del capitalismo, y definir un programa de lucha para este período de transición. Lo que ha dominado en la izquierda, como consecuencia del derrumbe de los Estados obreros (y en muchísimos casos con extraordinaria antelación) es la revalorización de la democracia burguesa, el cuestionamiento al partido de combate o de lucha, el rechazo a la dictadura del proletariado. A diferencia de lo que Marx decía de los obreros franceses, en la izquierda mundial no es el pasado lo que oprime sus cabezas sino el presente. En numerosas tendencias de izquierda, la crisis de dirección se manifiesta como un abandono, vacilante en algunos casos, definitivo en otros, del programa comunista. A través de los documentos principales del Partido Obrero hemos sostenido que los métodos de restauración del capitalismo que son propios del capital financiero y del imperialismo, inauguran una etapa de mayores crisis políticas e internacionales; de agravamiento de la situación social de las masas, incluidas las de las metrópolis; y la apertura de situaciones y crisis revolucionarias. No son condiciones propicias para una experiencia democrática, social o históricamente progresista, sino para una revolución socialista en una escala nunca vista. El reagrupamiento de fuerzas que hay que promover, así como los métodos de ese reagrupamiento, deben corresponder a las condiciones de la lucha que crea la descomposición y catástrofe sociales del capitalismo y las crisis políticas e internacionales que producirá en forma obligada. O sea, un partido de lucha, de acción revolucionaria.

3 La lucha conciente de la clase obrera debe plasmarse en el desarrollo de un Partido de la clase obrera. (...) Sólo a través de la formación y el desarrollo de su propio partido puede la clase obrera superar su propia heterogeneidad social (...). El movimientismo, por el contrario, eleva a la heterogeneidad social al nivel de la confusión política (...).

4 La organización del partido de la clase obrera tiene como principio el centralismo democrático. (...)

El centralismo democrático es una categoría contradictoria (...). Pero es el método de lucha obrera por la revolución social en las condiciones de despotismo político del Estado, de un lado, incluido o especialmente del Estado democrático, y de atraso social y cultural de las masas, del otro. No es una fórmula fija sino plástica, es decir que tiene que saber adaptarse a las condiciones nacionales o particulares y a estadios y formas diferentes de las condiciones de lucha y de la propia conciencia del pueblo. Repudiar en forma sumaria al centralismo democrático, como el método natural de un partido de acción, ignora simplemente que se impuso en el plano de la lucha de ideas y la lucha práctica en el curso de más de doscientos años de lucha proletaria. (...) En el partido revolucionario cada militante es virtualmente una tendencia, porque recoge de un modo propio la experiencia de la lucha; la discusión es el instrumento de homogeneización de experiencias particulares aunque basadas en un programa común. La discusión política, incluso cuando toma la forma de tendencias organizadas, es el método insoslayable para llegar a conclusiones comunes, si se encuentra sometida a la prueba de la práctica común. Un partido de tendencias es completamente diferente, porque coagula a cada una de ellas en sus propias convicciones o intereses, impide la acción estratégica, o sea la lucha por el poder, a la larga se convierte en una federación de camarillas. El PT de Brasil demostró, con una experiencia concreta, que el supuesto partido de tendencias sirvió a la dominación política del grupo de camarillas más ligado al capital y al Estado. Las tendencias, para ser tales, deben estar referidas a un programa histórico común. (...)

5 ¿Lo que une realmente a un partido es un compendio de compromisos morales o un programa y una lucha basada en el programa? Lenin, en su folleto “El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”, señalaba lo siguiente: “¿Cómo se mantiene la disciplina del partido revolucionario del proletariado? ¿Cómo se comprueba? ¿Cómo se refuerza? Primero, por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la revolución, su firmeza, su espíritu de sacrificio, su heroísmo. Segundo, por su capacidad de ligarse, de acercarse y, hasta cierto punto, si se quiere, de fundirse con las más amplias masas trabajadoras, en primer término con las masas proletarias, pero también con las masas trabajadoras no proletarias. Tercero, por lo acertado de la dirección política que ejerce esta vanguardia, por lo acertado de su estrategia y de su táctica política a condición de que las masas más extensas se convenzan de ello por su experiencia propia. Sin estas condiciones es imposible la disciplina en un partido revolucionario verdaderamente capaz de ser el partido de la clase obrera avanzada, llamada a derrocar la burguesía y a transformar toda la sociedad”.

El Partido Obrero propone que esta fórmula de Lenin sea consagrada en los estatutos y el programa de toda la izquierda que lucha. Aquí está definido el carácter histórico de los principios de lealtad y fidelidad. (...)

6 La mención al PSOL de Brasil como un ‘modelo’ alternativo de partido, no tiene en cuenta, sin embargo, que, en primer lugar, el PSOL no se propone ser un partido de acción, ni menos de acción revolucionaria. Pero como experiencia relevante para toda la izquierda, incluido el Partido Obrero, hay que señalar que no es el producto de un planteamiento metodológico de construcción partidaria, ni la culminación o estación final de la escisión del PT, sino el destino empírico de diferentes sectores que fueron expulsados o se retiraron del PT, y el punto de encuentro de estos grupos para definir una política y un método de construcción, sea partidaria, movimientista, federativa, o lo que sea. No hay que confundir el resultado episódico de una crisis política, que se vincula también a las próximas elecciones en Brasil, cuando se juegan representaciones parlamentarias o municipales que importan para la acción política ulterior, con un planteo de construcción política avalado por la experiencia. Nada de esto ocurre en Brasil y el desafío que enfrentan los compañeros brasileños es que no se vayan a quedar en esta situación amorfa y episódica. El planteo que le da origen al PSOL es “retomar los orígenes del PT”; se trata de un compromiso inestable entre posiciones diferentes, que toman como referente su mínimo común denominador. Las posibilidades de que el PSOL evolucione o no hacia un partido revolucionario dependerán, fundamentalmente, de la propia capacidad de los revolucionarios para marcar un camino de transformación social bajo la dirección de la clase obrera y de la reemergencia del proletariado brasileño, en la situación en su conjunto, como clase combativa.

7 Proponemos votar una resolución por la construcción de un partido de combate de la clase obrera, por la revolución socialista internacional. (...) En Argentina, en torno a la transformación de la clase obrera en partido independiente de acción, se juega el destino del Argentinazo y la derrota del proceso de restauración política y social que encabeza Kirchner. (...)

8 Proponemos, igualmente, al Seminario, una resolución que defienda: 1) la perspectiva estratégica de la revolución socialista internacional; 2) la lucha por el derrocamiento revolucionario de la burguesía y por la dictadura del proletariado como etapa de transición; 3) la distinción entre naciones opresoras y naciones oprimidas y el carácter histórico progresivo de los movimientos nacionales de las naciones oprimidas; 4) el rechazo a los frentes populares y a la colaboración de clases; 5) la delimitación del nacionalismo burgués, como un intento de ampliar las bases nacionales de la explotación del proletariado; 6) la validez de las reivindicaciones del gobierno obrero y campesino y del gobierno de los trabajadores; 7) por la unidad socialista de América Latina; 8) por una internacional obrera revolucionaria, por la refundación de la IV Internacional.

9 Proponemos, sobre la base de estos puntos, la salida de una declaración política que señale la voluntad de construir un partido de la clase obrera sobre esta base programática; la convocatoria a un Congreso, en un plazo a determinar, para fundar un Partido de la clase obrera. Dicho congreso deberá ser preparado por una coordinadora de las organizaciones.

10 Proponemos avanzar en el desarrollo ulterior de este Seminario (...). Avanzar desarrollando resoluciones de carácter programático, (...) avanzar en propuestas de acción común en los sindicatos, en el movimiento estudiantil y popular, en las elecciones y en el plano internacional. Defendemos formar agrupaciones clasistas en los sindicatos; un movimiento obrero clasista que organice las luchas y la oposición política a la burocracia y al gobierno de la burguesía nacional; desarrollar federaciones universitarias y secundarias ligadas a la lucha de clases; impulsar una campaña por la nacionalización sin pago de los hidrocarburos (incluidos los que están bajo explotación estatal parcial o ficticia) y la gestión obrera; una conferencia socialista revolucionaria latinoamericana; seminarios y conferencias por una internacional obrera socialista y revolucionaria.


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Frente clasista y de la izquierda socialista
Por PTS - Thursday, Jun. 01, 2006 at 3:01 PM

Propuesta a los trabajadores combativos y a la izquierda

Fecha: 1/6/2006
Autor: Manolo Romano
Fuente: LVO 189


• Para apoyar y coordinar las luchas y agrupar a las organizaciones combativas y los nuevos delegados en un Encuentro Obrero Nacional que ayude a enfrentar a las patronales y promueva la elección de nuevas comisiones internas y delegados en los lugares de trabajo, contra la burocracia sindical.
• Para hacer frente a las persecuciones del gobierno, los burócratas y punteros contra los luchadores y la izquierda.
• Para levantar una clara alternativa de independencia política de los trabajadores ante el gobierno de Kirchner, el PJ y todas las variantes patronales.

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Los de arriba salieron envalentonados con la Plaza del SI del 25 de mayo. El lunes pasado, el gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá bajó de un helicóptero en el Astillero Río Santiago con la pretensión de hacer un acto en plena fábrica, mientras los trabajadores se movilizan para que se cumplan las promesas de reactivación y los nuevos puestos de trabajo. Solá se negó a recibirlos y les mando a sus matones a agredir a los delegados. La patronal Telefónica- en Capital- despidió 42 trabajadores tercerizados de Atento que venían luchando y organizándose -con el aval del propio sindicato Foetra - para pasar al convenio.
Seguramente sectores de la burocracia sindical querrán aprovechar el espaldarazo político que les dio el presidente para arremeter contra nuevos delegados y listas de oposición en los sindicatos. Ya vimos a la directiva del gremio no docente –APUBA– golpear a los estudiantes que luchan por democratizar la Universidad de Buenos Aires; a los matones de la UOCRA de Neuquén contra las maestras que cortaban la ruta contra Sobisch y por aumento de salario; a la multinacional PepsiCo, con el aval de Daer, despedir activistas y proscribir a los delegados de los trabajadores; y al propio gobierno reprimir y encarcelar a los petroleros de Las Heras, en Santa Cruz. Todo lo que el gobierno no puede “cooptar” –comprar con la caja de fondos públicos– lo aísla y persigue. Es de esperar que este envalentonamiento de los de arriba encuentre una dura resistencia de lucha de los trabajadores que vienen recuperando posiciones.
Por eso, el primer fundamento de la propuesta del PTS de un Frente Clasista y de la Izquierda Socialista es para que las organizaciones combativas de los trabajadores, el movimiento estudiantil y la izquierda cerremos filas ante estos ataques que pueden relanzar después de la Plaza del SI. La primera tarea de este reagrupamiento de fuerzas es apoyar todas las luchas en curso, por más pequeñas que sean, porque en ellas se juega una pulseada con los de arriba.
Para ello es necesario poner en pie un Encuentro Nacional de Trabajadores sumando a los cuerpos de delegados, comisiones internas y activistas combativos de todo el país. Una reunión obrera de ese tipo sería de enorme utilidad para impedir que las luchas queden aisladas y rodearlas de solidaridad hasta que triunfen las reivindicaciones, junto con impulsar la elección de nuevos dirigentes en la base de todo el movimiento obrero como alternativa a la burocracia sindical que está respaldada desde arriba por el gobierno y los empresarios, pero es odiada por la mayoría de los trabajadores.

Independencia política

Una lección ineludible que deja para los trabajadores concientes el acto de Kirchner, es la necesidad de una política independiente de los propios trabajadores. El cuento que utiliza la burocracia sindical en los gremios contra los luchadores y la izquierda, apoyándose en los compañeros menos concientes de que “no nos tenemos que meter en política” quedó completamente al desnudo. Todos los aparatos sindicales se definieron políticamente a favor de Kirchner y el PJ y pusieron los fondos de las cuotas sindicales al servicio de propagandizar el acto y movilizar a la Plaza. La mayoría de las cúpulas de los sindicatos de la CGT están aliadas a la maquinaria de punteros del viejo PJ que manejan la caja del Estado desde las intendencias y gobernaciones. Otro sector sindical, como De Gennaro de la CTA, va detrás de restos de la centroizquierda y el partido radical. La falta de una oposición clasista a este gobierno deja en manos de la derecha las críticas a Kirchner, o de una centroizquierda que se le parece bastante como puede verse en las notables coincidencias entre Elisa Carrió y Ricardo López Murphy.
Junto a luchar por la independencia de los sindicatos del Estado y los partidos patronales, es una necesidad de los trabajadores con conciencia de clase construir su propia herramienta política. La discusión sobre la “unidad de la izquierda” no tiene ningún sentido progresivo por fuera de esta tarea. Ese es el segundo fundamento de la propuesta del PTS a los trabajadores combativos y a la izquierda: un Frente Clasista y de la Izquierda Socialista para impulsar un bloque de acción política en la lucha de clases y también en el terreno electoral que promueva la independencia política de los trabajadores.
Desde el semanario La Verdad Obrera del PTS pondremos todos los esfuerzos orientados en esta perspectiva, difundiendo las luchas y llamando a apoyarlas, alentando los procesos de reorganización obrera, interpelando políticamente a quienes protagonizan las luchas para superar el sindicalismo meramente reivindicativo, propagandizando las ideas del marxismo en la clase trabajadora; abriendo estas páginas al debate entre los trabajadores clasistas, los estudiantes combativos y las corrientes de la izquierda. Buscamos crear una extensa red de corresponsales y militantes de este periódico para construir una fuerte izquierda socialista de los trabajadores, revolucionaria e internacionalista.

Comunicado del PTS ante la "Autoconvocatoria de la izquierda"

Fecha: 1/6/2006
Autor:
Fuente: LVO 189




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Ante un artículo aparecido en Página/12 referido a las discusiones entre partidos de izquierda, donde se hace referencia a la posición del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), ante la llamada “Autoconvocatoria de la izquierda”, Christian Castillo, dirigente nacional de nuestro partido, declaró: “El PTS viene insistiendo en que la unidad de los luchadores clasistas y la izquierda obrera y socialista solo podrá ser efectiva si parte de claras bases políticas. En primer lugar, el rechazo al gobierno de Kirchner, garantizador de las superganancias de los capitalistas nacionales y extranjeros y ahora explícitamente aliado a los punteros del PJ y los burócratas sindicales que fueron cómplices de Menem y Duhalde. En segundo lugar, un programa que parta de la lucha por la independencia política de la clase trabajadora, opuesto a toda colaboración de clases. Lamentablemente, los principales impulsores de la ‘auto convocatoria de la izquierda’ han rechazado estos planteos porque insisten en unirse a figuras provenientes de los partidos patronales, enemigos del clasismo, como el ex funcionario menemista y duhaldista Mario Cafiero”. Castillo aclaró que “por esto, el PTS no fue convocante del seminario organizado el 27 y 28 de mayo, aunque envió una delegación a presenciar las deliberaciones. Allí pudimos ver cómo ni siquiera los que originalmente impulsaron esta ‘autoconvocatoria’ pudieron ponerse de acuerdo, ni para sacar una declaración contra el gobierno de la Plaza del SI, ni para coordinar las organizaciones combativas y las luchas”. Añadió finalmente que “este fracaso se debe a la falta de bases políticas clasistas y socialistas de esa propuesta y a la búsqueda de acuerdos de ocasión sin participación real de los trabajadores combativos. Por nuestra parte, seguiremos insistiendo en la necesidad de poner en pie un Frente Clasista y de la Izquierda Socialista”.

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Voces en el Seminario programatico por el reagrupamiento de la izquierda y los luchadores
Por @ / MST - Friday, Jun. 02, 2006 at 1:17 AM



27- 28/5 en la Facultad de Filosofía y Letras se dió un paso necesario en el reagrupamiento de la izquierda y los luchadores


Alternativa Socialista Nº 430 31/5/06
as@mst.org.ar



Gerardo Pensavalle - Prensa Bauen


Es un buen seminario, porque hay una gran mayoría que acuerda en profundizar las posibilidades de construir un marco común organi-zativo, que todavía hay que precisar cuál sería, pero es un paso para combatir la dispersión de la izquierda socialista permitiendo dar una mejor batalla contra los problemas que tenemos los trabajadores, desocupados y el pueblo en general. Para estas batallas tenemos que tener una herramienta, y eso tiene que salir de acá.
Hace mucho que yo no participaba en este tipo de reuniones. A algunos nos sirve para saber que no estamos solos los que, como yo, estamos en estructuras con muchas presiones. Parte de los problemas que tenemos es que no hay marcos colectivos de elaboración que nos permita dar mejores respuestas, tenemos pocos espacios de debate. Y al mismo tiempo, en lugares como las fábricas recuperadas, trabajamos con compañeros que mayormente no son de izquierda, que a pesar de eso coincidimos en la lucha y en la pelea por demostrar que los obreros podemos gestionar, que no es un problema de eficiencia, sino considerar a las fábricas como un bien social.
Consolidar las empresas recuperadas, y una vez consolidada no debe perder el carácter de empresa sin patrón. Para eso hacen falta otros marcos colectivos para que ayuden a consolidar el avance político de los compañeros. Por eso también estamos desarrollando una política para intervenir en la sociedad, porque estamos convencidos que esto no tiene sentido si no lo ligamos a la pelea por mejorar las condiciones de vida de todos los trabajadores y el pueblo. Eso es difícil, por eso nos sirve venir aquí, para poder tener un debate, porque es muy difícil discernir las diferencias entre los partidos de izquierda. Por eso siempre hemos intentado unir a los sectores de la izquierda, e incluso a los sectores que no son socialistas, pero que defienden la lucha de los obreros sin patrón y la pelea por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.


Beto Pianelli - Cuerpo de delegados del Subte


Logramos hacer un seminario donde se presentaron documentos y se logró un debate. Eso es un paso importante, porque no estábamos acostumbrados a debatir entre la izquierda.
Del debate surge que hay diferencias políticas y metodológicas, de ver cómo está ubicada la izquierda. Hay sectores que venimos reflexionando autocrí-ticamente y hay otros que no hacen ningún tipo de reflexión sobre la situación de la izquierda. Revertir esto es central para reconstituirnos y construir una fuerza que luche contra las patronales, contra el imperialismo y por una sociedad sin explotación. Si quedamos presos de los viejos conceptos y recetas, estaremos condenados a la marginalidad. Por eso tenemos que seguir avanzando los que estamos de acuerdo, y continuar con el debate fraternal entre todos, para que cada uno pueda ir haciendo su propia experiencia e intentar sacar conclusiones de forma común.



Luis Bazan - Sipos Córdoba


“¿En las formas de conjunción política vamos a seguir con la cuestión del centralismo democrático que se derivó en centralismo burocrático y hasta con personalismos terribles y siniestros o vamos a abrirnos la cabeza para reflexionar sobre esto?. Por ejemplo en relación de la democracia burguesa en crisis ¿Qué le oponemos? ¿La democracia popular? ¿La democracia de la clase trabajadora? ¿Al Estado Capitalista? Además, ¿Vamos a seguir con la concepción de líneas para dirigir e imponer una dirección desde afuera a la clase? ¿O vamos desde un elitismo que muchas veces se demuestra extraño a la clase? ¿O vamos a plantear una política de inserción profunda de pertenencia e identidad con la clase y sus intereses para desde ahí hacer un proceso de construcción?
Creo que hay muchas reflexiones para hacer. Todos tenemos un bagaje histórico valioso que si se analizan desde una autocrítica objetiva, desde una actitud revolucionaria de humildad y no desde la autoproclamación creo que estaríamos en condiciones de avanzar en un proceso que pueda servir a un reagrupamiento y desde allí avanzar hacia cosas mayores”


Otras voces...

Marcos Miño - ATE


Vengo con las expectativas de comenzar un debate y creo que el plenario realizado en diciembre, el primer seminario, demuestra que el debate esta abierto, incluso esto esta reflejado en los documentos presentados por las distintas organizaciones. Evidentemente incluso hay profundas diferencias entre las distintas corrientes pero lo que hay, y creo es lo mas alentador, es una voluntad, que a veces es lo que más pesa, en una voluntad política de parte de todos en avanzar en dar este debate. Que evidentemente partimos de la premisa de que ninguno ha tenido la sartén por el mango con lo cual creo que podemos avanzar en este debate necesario para construir una fuerza y una izquierda de masas. En este sentido creo que todavía son los primeros pasos, no podemos esperar resultados al corto plazo pero evidentemente comienza a haber una necesidad que se comienza a plasmar y también una necesidad del conjunto en empezar a desarrollar este debate para fortalecer una corriente de izquierda, un partido, un movimiento o como se lo quiera llamar, que de cuenta de un proceso vivo y de la inserción de una clase trabajadora en la construcción de un país distinto.


Martín Ogando - Corriente Praxis


Desde Praxis vemos el rea-grupamiento de la izquierda y los luchadores como una cuestión central del momento. Por eso fuimos convocantes del plenario que se hizo en diciembre y trabajamos con todo para que salga este seminario. Así que lógicamente llegamos con muchas expectativas y la intención de avanzar aunque sea un paso concreto, sabiendo que no es una tarea sencilla y respetando los tiempos de todos los compañeros.
Que tal variedad de organizaciones hayamos presentado por escrito nuestras posiciones y las hayamos debatido durante dos días es algo positivo. Hacía mucho tiempo que no pasaba y es un mérito grande de la convocatoria. Fue enriquecedor para todos y se constataron núcleos básicos de acuerdo programático que son un punto de partida para seguir el debate. Claro que también se manifestaron diferencias en cuanto al diagnóstico de la actual situación de la izquierda y la necesidad de una autocrítica fuerte. Algunos compañeros, sosteniendo posiciones muy sectarias, piensan que avanzar hacia un partido de la clase trabajadora pasa por aplicar una serie recetas prefabricadas, a plazo fijo, sin ver la necesidad de repensar las vías para construir una organización revolucionaria de masas. Aún con diferencias, la voluntad es seguir avanzando, por eso vamos a un nuevo seminario este mismo año donde podamos profundizar la discusión y abrir aún más la convocatoria. Por otro lado queremos remarcar la importancia que tuvo la participación de destacados dirigentes obreros, en su mayoría integrantes del MIC, con los que varias organizaciones intentaremos seguir avanzando en el reagrupamiento. Justamente a lo que tenemos que apuntar es a unir a los luchadores y a la militancia de izquierda detrás de un proyecto político, para combatir al gobierno y los capitalistas con una estrategia socialista. Para eso esta convocatoria solo puede ser el inicio, tenemos que ampliarla apuntando fundamentalmente a sectores que hoy no están organizados. Tenemos que involucrar a miles en la construcción de una nueva izquierda socialista.


Antonio Bito (MTR - 12 de abril)


¿Con qué perspectivas vinistes al seminario y cual es tu balance?

Bueno, en primer lugar, nosotros vinimos con una expectativa amplia en el sentido que pensamos que tenemos que tratar de desarrollar, entre el conjunto de los compañeros que nos consideramos de izquierda, algo que nos permita una discusión profunda alrededor de una serie de puntos que hacen a la participación activa de una cierta vanguardia junto a la clase trabajadora para ver si realmente podemos hacer pie en la misma y desarrollar la revolución en la Argentina. Como hoy estamos, no todos pero bastantes de los que nos consideramos de izquierda, por ahora lo que yo veo de esto es por parte de algunos compañeros una reafirmación de su propia posición donde no vi en el animo de éstos, a mi juicio, la mente abierta a las posiciones de los demás, no para hacerse amigo de los de los demás, ni para conciliar, sino para ver lo que piensan los demás y en función de lo que piensan los demás, ver si podemos o no podemos cambiar de posición pero con más perspectiva abierta. Y bueno, es a eso a lo que nosotros venimos y lo que realmente nos parece que es fundamental, es esa apertura, y ver si existe la posibilidad, sin pretender que el sectarismo sea el único elemento que hace que la izquierda hoy este atomizada pero creo que es uno de los importantes elementos, de intercambiar ideas acerca de ver como ir desarrollando un proceso de concientización, fundamentalmente en la clase trabajadora, para transformar a realmente lo único que puede hacer la revolución, que es una clase trabajadora para sí.



Vilma Ripoll
"Un paso necesario"



Participé del seminario sólo el día sábado, ya que el domingo trabajé. Igualmente conozco los resultados y los considero no sólo como un paso positivo sino también necesario.
Seguramente por ser una referente pública, constantemente recibo el reclamo de que la izquierda se una. Casi no hay marcha o conflicto donde no me lo plantee algún compañero. Y sin exagerar, todas las semanas hay gente que directamente me para por la calle para plantearme «cuándo se van a unir». O sea, lo vivo en carne propia. Para un amplio sector de luchadores gremiales y sociales independientes es una necesidad concreta que las organizaciones de izquierda sepamos dar pasos de unidad política. No tengo dudas que para ellos será un gran aliento saber que se avanzó.
Es obvio, y así se vio en el seminario, que hay diferencias y son importantes. Seguirá el debate con otros compañeros, aun con quienes tienen posiciones muy cerradas. Pero muchos creemos que las divergencias no nos impiden coordinar fuerzas. Es un camino abierto, una responsabilidad y un desafío, y sin duda es lo que más valoro del balance.

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