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CAUSA BULACIO: noticia tergiversada suplantó en los medios argentinos
Por Reenvio CORREPI - Monday, Jun. 05, 2006 at 4:18 PM

Casi todos los diarios del país publicaron esta semana, con variantes, el título "RECHAZAN LA REAPERTURA DE LA CAUSA BULACIO". Incluso alguno agregó "Ya no habrá justicia para Walter". No sabemos si lo hicieron a propósito o por ignorancia (en cuyo caso, dicho sea de paso, podrían haber preguntado antes de publicar pavadas), pero lo cierto es que generaron una falsa idea de "cierre de la causa" justo al mismo tiempo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) volvió a denunciar ante la Corte Interamericana que el estado argentino no cumplió la sentencia de hace casi tres años en sus aspectos fundamentales. La noticia tergiversada suplantó en los medios argentinos la verdadera novedad en el caso.

Casi todos los diarios del país publicaron esta semana, con variantes, el título "RECHAZAN LA REAPERTURA DE LA CAUSA BULACIO". Incluso alguno agregó "Ya no habrá justicia para Walter". No sabemos si lo hicieron a propósito o por ignorancia (en cuyo caso, dicho sea de paso, podrían haber preguntado antes de publicar pavadas), pero lo cierto es que generaron una falsa idea de "cierre de la causa" justo al mismo tiempo que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) volvió a denunciar ante la Corte Interamericana que el estado argentino no cumplió la sentencia de hace casi tres años en sus aspectos fundamentales. La noticia tergiversada suplantó en los medios argentinos la verdadera novedad en el caso.

En el marco de las maniobras dilatorias que vienen demorando el trámite hacia la sentencia, bancadas por el poder judicial, en octubre del año pasado el defensor del comisario Espósito, Pablo Argibay Molina, presentó a en el juzgado de instrucción, que en 1996 terminó su intervención, un absurdo escrito pidiendo que se citara a León Gieco, al "Indio" Solari y a un abogado que escribió un comentario sobre el fallo de la Corte, para que testimoniaran sobre lo que conocían del caso Bulacio. El fundamento era que en declaraciones a un diario Solari dijo -vaya novedad- que a Walter lo detuvieron en el recital de abril de 1991, lo llevaron a la comisaría y allí le pegaron. Lógicamente la fiscal primero y la jueza después rechazaron el ridículo pedido que sólo tenía el objeto de embarrar más la cancha.

Mientras tanto, la noticia que sí es importante, pero que ningún medio ha publicado todavía, es que la CIDH, coincidiendo con lo denunciado por los representantes de la familia ante la Corte Interamericana, le han pedido que insista en el cumplimiento de la sentencia. Señala la CIDH a la Corte IDH que en los aspectos más importantes Argentina sigue incumpliendo la sentencia, ya que ni avanza la causa hacia la sentencia, ni se ha repuesto a la madre de Walter como querellante, ni se ha sancionado judicial ni administrativamente al comisario Espósito.

Más importante todavía, la CIDH reclama que el estado argentino cumpla con el punto referido a la modificación de su legislación y prácticas en lo que sea necesario para terminar con las detenciones policiales arbitrarias. Este es el tema del que el estado argentino, ni con este gobierno ni con ningún otro, no quiere ni oir, porque para cumplir la sentencia debería derogar las facultades policiales como la averiguación de antecedentes, o los códigos de faltas y contravenciones.

El "gobierno de los DDHH", como sus antecesores, necesita que sus fuerzas de seguridad dispongan de herramientas como la "Doble A" o las contravenciones, para poder de ese modo arrestar a discreción a los sospechosos de siempre. Y con tal de no perder esos mecanismos de control social, prefieren pasar un papelón internacional, que total su prensa adicta disimula internamente.

GATILLOS FACILES EN TODO EL PAIS
Por más que se autotitule el gobierno de los derechos humanos, la realidad es que el gatillo fácil es moneda corriente en toda la Argentina. Y si no que lo digan los kirchneristas gobernadores de Buenos Aires y Mendoza, de los que dependen sus sendas policías. Esta semana se conocieron dos casos de fusilamientos en esas provincias.

En Buenos Aires, el pibe Miguel Eduardo Cardozo (15) por cuyo crimen quedaron detenidos dos policías de La Matanza y un amigo de éstos, colectivero. El chico cometió el pecado de haber pateado una botella de plástico que impactó en el auto de uno de los canas. Se activó la alarma y los represores salieron de la vivienda. Agarraron al chico, que vanamente intentó explicarles que habían cometido un error. Lo torturaron y despues de media hora, la policía de Felipillo Solá lo mató de un tiro en la nuca.

El otro caso nos traslada a la Mendoza del vicecandidateable Cobos. El pibe fusilado se llamaba Jonathan Chandía Bernal, de 20 años y su asesino Juan Carlos Oruza. Fue fusilado de dos tiros en la cabeza cuando estaba tendido en el suelo con su hermano y un amigo por policías que creyeron que habían cometido un robo en Godoy Cruz. Por supuesto, dijeron que uno de ellos los atacó y que repelieron la agresión. Como en el caso bonaerense, es tan claro cómo ocurrieron los hechos que el policía autor de los disparos está detenido y fueron exonerados los otros dos.

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