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Los pueblos del oeste catamarqueño se movilizan por la vida.
Por Dip. Carlos Tinnirello - RedES - Thursday, Jun. 08, 2006 at 3:09 PM
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Cansados de tantas mentiras y viendo las graves consecuencias que la actividad minera les ocasiona, los habitantes de Santa María, Belén y Andalgalá decidieron retomar el camino de la protesta.




El domingo 4 de junio, víspera del Día Internacional del Medio Ambiente, en el Departamento de Santa María los vecinos se encontraron a las 10 de la mañana para comenzar una asamblea a la vera de la Ruta. Todo el que transitaba por la zona fue informado de los motivos de la presencia de los cerca de 800 vecinos en el lugar. Alrededor de las 14 se decidió subir a la ruta por varias horas para impedir el paso de los vehículos de la minera Bajo la Alumbrera.

Allí los santamarianos resolvieron participar al día siguiente de la movilización y corte de ruta programado junto a los belichos y andalgalenses, en la localidad de Belén, sobre la ruta 40.

Lejos de todo centro de poder, rodeados de imponentes cadenas montañosas, los vecinos recorrieron la ciudad reclamando por la vida y repudiando a las mineras asesinas.

La municipalidad de Belén fue el lugar elegido para detenernos y presionar al intendente para que cierre los emprendimientos mineros. Mucha bronca brotaba de los rostros de los manifestantes, ya que día a día se conocen nuevos casos de cánceres terminales.

El paisaje árido y silencioso se fue transformando en colorido, ruidoso. La movilización se robustecía en su recorrido. Estudiantes de escuelas medias salieron de las escuelas al paso de los manifestantes, contra la negativa de los directores. Grados enteros de primaria junto a sus maestras se acercaron a la ruta para realizar clases públicas alusivas al día del medio ambiente .

Mientras los oradores daban sus opiniones y agradecían la presencia de delegaciones de Gualeguaychú, de San Juan, de Tucumán, de La Rioja, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la Asamblea de Vecinos de Ezeiza, los camiones y camionetas de las mineras esperaban resignados. Fueron testigos de la decisión popular de no bajar los brazos en la lucha contra el saqueo y la destrucción que producen las multinacionales mineras.

Después de cerca de 10 horas de protesta la asamblea resolvió entregar un petitorio en los próximos días, en el que se exige al gobierno provincial la interrupción de la explotación en Bajo La Alumbrera y la paralización definitiva de las obras de Agua Rica , Filo Colorado y cualquier otro emprendimiento minero a cielo abierto que se pretenda desarrollar en la provincia.

El día del medio ambiente fue la excusa que permitió unificar las acciones en distintas provincias. En Esquel y otros puntos de la patagonia se movilizaron en un gran abrazo a la cordillera; en San Juan en varios departamentos se hicieron reuniones y foros para comenzar a unir la protesta; en Córdoba hubo congresos, encuentros para informar sobre la invasión minera; en Capital se realizó un escarche a las oficinas de Bajo la Alumbrera que los obligó a cerrar las puertas de sus oficinas en el microcentro porteño.

Sin duda estamos en presencia de un proceso de reflexión y movilización que tiende a unificarse en las acciones, probablemente comencemos a transitar el camino de la unidad también en la organización. Somos millones los que nos hartamos de tanto despojo, explotación y muerte. Somos millones los que aseveramos que nuestro pueblo junto a los de todo los de Latinoamérica debemos recorrer un camino común para frenar esta invasión imperialista.

La distintas expresiones antimineras se enfrentan no solo a las multinacionales, puesto que cuentan con la complicidad de la mayoría de los intendentes, los gobiernos provinciales, del gobierno nacional y del propio presidente Kirchner.

Durante los días posteriores a los cortes de la ruta 40, los alumnos de distintas escuelas hicieron llegar cartas en las que expresaban malestar por lo que están padeciendo y especialmente el dolor que sienten por el fallecimiento de algún compañerito, pariente o vecino consumido por el cáncer. Quizás nos estén exigiendo que no abandonemos la lucha para que no nos consuma la voracidad de los que tienen como único objetivo acrecentar su capital en desmedro del pueblo.

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