Julio López
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Después de treinta y dos años la historia es más cruel...
Por Lic. Paulina Buscarone - Tuesday, Jul. 04, 2006 at 9:40 PM
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La Comunidad Takuapí de Misiones necesita apoyo para que se conserve el monte del lote lindante al suyo. Es una necesidad de supervivencia.

Después de treinta y...
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Después de treinta y dos años la historia es más cruel...

Los actuales habitantes Mbyá Guaraní de la Comunidad Takuapí; asentada en la localidad de Ruiz de Montoya, Provincia de Misiones, Argentina; son descendientes de un grupo humano que hace más de treinta años habitaba los montes que existían en los departamentos Libertador General San Martín, Cainguás, Guaraní y Montecarlo.
En Misiones, hacia 1970 aún se contaba con un 81,9% de superficie cubierta de bosques nativos. Cuatro años más tarde su porcentaje se redujo a la mitad: 48,7% .
Precisamente en el año 1974, las personas que luego pasarán a conformar la Comunidad Takuapí, son desalojadas de la zona que habitaban en el área de los parajes Cerro Moreno y Puente Quemado, dentro del Departamento Libertador General San Martín.
El desalojo se produce debido a la compra de 70.000 has. de monte nativo por parte de la Empresa Celulosa Argentina S.A. cuyo aporte al “desarrollo” de la región se vio concretado en la tala total de los montes naturales, y la plantación de pino para abastecer la planta de celulosa construida en Puerto Piray, a unos 100 kms. del nuevo sector adquirido.
Conocida la situación de destierro de este grupo humano por un pastor de la Iglesia Evangélica Suiza de Ruiz de Montoya, son alojados en una parcela de tierra propiedad de la Iglesia dentro del municipio Ruiz de Montoya con la promesa, aún sin cumplirse, de titularizar estas hectáreas a nombre de la comunidad.
Con el paso de los años la zona en la que se hallan asentados los miembros de Takuapí, distante unos 7 kms. del casco urbano, se fue “consolidando” como zona rural, con grandes extensiones de plantaciones de yerba, té, tabaco y pino. La comunidad quedó literalmente sitiada por emprendimientos agrarios particulares.
La superficie de tierra sobre la que se asienta la comunidad Takuapí es de 17 has. Cuando fueron alojados allí, hace más de 25 años, eran 5 familias. Hoy son 38 familias, con un total de 168 individuos. Las 17 has. siguen siendo las mismas, pero absolutamente degradadas por el cultivo ininterrumpido de las parcelas familiares. No poseen monte, dentro del área que corresponde a la comunidad.
Sólo queda, hacia el oeste una pequeña fracción de monte de 200 metros de ancho por 1250 metros de largo, que sirve a los miembros de la comunidad como protección contra las tormentas, como medio de obtención de algunas plantas medicinales y de algunos ejemplares de animales de pequeño porte (palomas monteras, tatú, coatí) para engrosar la deficiente dieta a la que se ven sometidos en su condición de marginalidad.
Esta parcela de tierra, tiene como propietaria a una familia de larga tradición política dentro de la provincia, y desde el año pasado se ha sabido que tienen la intención de tirar el monte para plantar pino.
Y he aquí donde se plantea la encrucijada vital dentro de nuestra construcción como sociedad. La familia propietaria del monte está en todo su “derecho” de desmontar para plantar pino. Las leyes, tanto las legales como las sociales y “morales” que rigen en nuestra sociedad, establecen que cada propietario es dueño de hacer de su propiedad lo que crea más conveniente para sí y sus intereses particulares.
Sin embargo, en este caso, el daño que se provoca es múltiple, porque no solo atenta contra la ya precaria calidad de vida de un grupo humano, sino que una vez más, la ambición irracional pautada por los valores de mercado, marcan un solo rumbo a nuestro futuro: la desertización de nuestros suelos con la implementación de monocultivos, transgénicos y agroquímicos.
Amén de desconsiderar la situación a la que es expuesta una comunidad originaria, que nuevamente se ve obligada a abandonar su lugar de asentamiento, despojada de sus derechos más vitales, en pos del “progreso” de una sociedad que se está auto-exterminando.
25 hectáreas de tierra, que pasaron a ser las más “valiosas” del mundo (sus dueños las valúan en aproximadamente $190.000) es lo que haría falta conservar para beneficio de los miembros de Takuapí, en primera medida. Y como pequeña reserva de lo que alguna vez fue un monte en la zona de Ruiz de Montoya, para el resto de la sociedad. Pero aún más fundamental que estos dos enunciados, es la necesidad de tomar conciencia como sociedad, de que debemos exigir la detención de este avasallamiento a nuestros recursos naturales, en desmedro de nuestra calidad de vida, y la de nuestros semejantes.
En la zona del municipio de Ruiz de Montoya, ya no quedan lotes fiscales. Es lo que se argumenta desde la Subsecretaría de Tierras y Colonización de la Provincia de Misiones, organismo que debe velar por la resolución de este tipo de problemas, en coordinación con la Dirección de Asuntos Guaraníes. Motivo por el cual, no pueden accionar para llegar a un acuerdo con los propietarios de este monte, quienes por su parte no están dispuestos a aceptar un canje de propiedad en un radio mayor a 10 kms. a la redonda de donde tienen su parcela de 25 has., dejando como única opción la venta de dicho lote al precio establecido.
En definitiva, el modelo neoliberal en su más cruda manifestación; impuesto a sangre, fuego y desapariciones en nuestro país y en América toda; ante una sociedad acallada, que ha aprendido a convivir con el miedo, el silencio y la sumisión a la intolerancia, la prepotencia y el egoísmo. Aunque esta sumisión la lleve a su propia destrucción, no sin antes atravesar el largo desierto de la miseria material y espiritual.

Lic. Paulina A. Buscarone
lic_pab@yahoo.com.ar

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La realidad de la Comunidad Takuapí hoy
Por Lic. Paulina Buscarone - Tuesday, Jul. 04, 2006 at 9:40 PM
lic_pab@yahoo.com.ar 0351156175292 juramento 236 - Valle Hermoso - Cordoba

La realidad de la Co...
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¿Cómo ayudar y que sea efectiva la yuda?
Por Frank Estévez Guerra - Tuesday, Jul. 31, 2007 at 1:59 PM
feg_1993@yahoo.es (0034) 697 364 349 C/ Luis de la Torre, 11-bajo (28026 Madrid, ESPAÑA)

En solidaridad con esta comunidad mbya guaraní, nos preguntamos desde España, al menos quienes somos sensibles a las necesidades de las comunidades más desfavorecidas (trabajo como Coordinador de la ONG "Iniciativas Solidarias"), ¿qué podemos hacer desde aquí?
Soy cristiano evangélico, profesor de lengua española y literatura en Secundaria, mediador intercultural en Inmigración y hombre comprometido con el servicio al prójimo. Mi futura esposa (aguardamos la fecha de la boda) es de Quiindy (Paraguay) y habla la lengua guaraní. Estamos deseando colaborar con esta comunidad en la medida de nuestras posibilidades.
Reciban un solidario y afectuoso abrazo.
Frank Estévez Guerra y Martina Cabrera Santa Cruz

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solidarios
Por vidal villalba samaniego - Sunday, Dec. 02, 2007 at 8:16 PM
consultorasamaniego@hotmail.com

es una verdadera verguenza, estas comunidades son dueños originarios de las tierras y asi y todo tienen que estar mendigando su uso, soy oriundo de Quiindy, de profesion abogado y resido en Salta Argentina, un abrazo

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