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“SI QUEREMOS ALGO ALTERNATIVO DEBEMOS SUMAR, NO RESTAR”
Por ANC - Sunday, Jul. 09, 2006 at 8:13 PM
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Entrevista al periodista Frank González, presidente de la agencia Prensa Latina

Buenos Aires, 6 de julio (Por Héctor Sosa y Héctor Corti, de la ANC-UTPBA).- “Si algún día nos ponemos de acuerdo sobre qué cosa es lo alternativo vamos a actuar, precisamente, en un sentido al cual nos estamos oponiendo en la actualidad. Porque nosotros nos oponemos a la exclusión, nos oponemos a la marginación. Y si queremos algo alternativo, creo que debemos sumar, no restar”, expresó el periodista cubano Frank González, presidente de la agencia de noticias Prensa Latina, en un extenso diálogo que mantuvo con la Agencia Nacional de Comunicación durante su paso por la Argentina.

González definió como “una gota en un océano de medios alternativos que son la resistencia” a la agencia que preside, cuya fundación fue impulsada por Ernesto “Che” Guevara y que tuvo entre sus fundadores a los periodistas argentinos Jorge Ricardo Massetti y Rodolfo Walsh, al uruguayo Carlos María Gutiérrez y el escritor colombiano Gabriel García Márquez, y sostuvo que la línea editorial apunta a “aportar a la construcción de ese mundo mejor que queremos".

A lo largo de la charla, González recomendó a los medios alternativos “identificar muy bien la intención de nuestros adversarios y no caer en la trampa de dejarnos llevar por las apariencias de los acontecimientos noticiosos”, remarcó que “a la saturación de información debemos enfrentarla con una adecuada jerarquización de la cobertura informativa”.

También enfatizó que hay una sola forma de hacer periodismo y debe ser “con un compromiso conciente respecto a objetivos que nos hemos propuesto para beneficio de las grandes mayorías y para luchar por una sociedad más justa donde prevalezca la justicia social” y destacó que el acuerdo de cooperación mutua suscripto entre Prensa Latina y la UTPBA tiene una especial significación porque comparten la preocupación por los mismos temas “así como un mismo enfoque y una misma forma de ver cual es nuestro papel como profesionales en función de llegar a ese mundo mejor y de alcanzar la justicia social”.

- ¿Cuál es el matiz diferenciador de Prensa Latina con el resto de las agencias internacionales?

- Es atípica porque es una agencia al estilo de las tradicionales pero alternativa. Prensa Latina fue el primer proyecto comunicacional alternativo de América Latina. Nuestra línea editorial está a favor de las causas más nobles, no sólo en la región sino de la humanidad en su conjunto. Queremos aportar a la construcción de ese mundo mejor que se reclama con frecuencia en cuanto foro social mundial o regional tiene lugar. En el caso de América Latina, hacemos una apuesta fuerte a la integración, pero no la de los mercados para beneficios de elites ni de grupos, sino a la de los pueblos. A la integración de nuestras naciones, teniendo como eje central el mejoramiento humano.

Estamos allí donde no están los poderes mediáticos. Nuestra agencia no sólo da un enfoque distinto del acontecimiento noticioso o del análisis sobre determinada situación. Prensa Latina existe para exponer ante las grandes audiencias aquellos temas que son silenciados sistemáticamente y con mucha frecuencia por partes de los grandes medios. Recordemos que la manipulación de la información, en el caso de esos poderes mediáticos, se da tanto por acción como por omisión. Se da por la mezcla y el uso, en algunas ocasiones, de la propaganda. No creo que exista una sola forma de llevar a cabo la manipulación.

- ¿Cómo construyen los contenidos?

- Tiene que ver con lo que nosotros definimos como “las agendas”. En Prensa Latina trabajamos con tres agendas: la propia, la común y la que se identifica con los grandes poderes mediáticos.

En la que definimos como la agenda propia, se incluyen aquellos temas que si no lo abordamos nosotros, no lo hace ningún otro medio internacional. Al mismo tiempo es el enfoque distinto, ese que nos hace un medio alternativo. Es un enfoque que lleva en sí un discurso contrahegemónico dicho con mucha altura desde el punto de vista periodístico. No es un lenguaje de barricada, y no es que eso sea malo. Pero creemos que cada lenguaje tiene su lugar y su momento. Y Prensa Latina no es un medio para el lenguaje barricada, sino para un periodismo de mucha altura, en donde están presentes las técnicas más modernas de nuestra profesión y el buen dominio del lenguaje.

La agenda común involucra la cobertura de aquellos acontecimientos noticiosos en los que también están presente los poderes mediáticos tradicionales. Por ejemplo, alguna catástrofe. En ese caso, lo común llega hasta el punto de que todos vamos a identificar la cantidad de víctimas, los daños causados. Y comienza a separarse cuando Prensa Latina mira el ángulo social del problema. Porque comienza a destapar donde pueden estar las falsedades, las mentiras y las manipulaciones. Por ejemplo, los supuestos donantes que para obtener una presencia mediática positiva anuncian 1.500 millones de dólares en ayuda que llegarán, pero que al seguirle la pista se comprueba que no hay tal desembolso, que la ayuda nunca llega o que cuando llega, a lo mejor es apropiada de manera indebida por aquellos que tienen que distribuirla.

El papel de Prensa Latina está ahí, del lado de los humildes, de los desposeídos y de los excluidos, para tratar de defender sus intereses. Pero al mismo tiempo, creo que cumplimos también el papel de ir sembrando conciencia. En nuestra opinión, la prensa no solo informa, sino que también educa, moviliza. Se que hay quienes tienen un criterio distinto. Que la prensa sólo informa, y si después educa o deseduca, si moviliza o desmoviliza, si organiza o desorganiza, depende del impacto del mensaje que se emite. Pero por ese camino no nos pondríamos nunca de acuerdo sobre cuál es la función no solo de la prensa sino de cualquier otra actividad humana. Creo que la prensa debe estar para cumplir su función ciudadana.

- ¿Y la agenda que se identifica con los grandes poderes mediáticos?

- Nosotros, como agencia de noticias, hablamos de las demás agencias de noticias como la competencia, porque realmente competimos en un mercado en donde hay que llegar con inmediatez y con una amplia variedad y calidad de los contenido informativos. Y nosotros velamos mucho por identificar con claridad cuál es la agenda de esa competencia. Ninguna de las agendas, ni siquiera la común, es espontánea e ingenua. Todas, sea la nuestra, la común o la de nuestros competidores, tienen una intencionalidad. Porque el periodismo es resultado de una interacción social del ser humano en su entorno.

Esa agenda de la competencia hay que manejarla e identificarla para no caer inconscientemente en sus redes, y sin percatarnos actuar a favor del periodismo que hacen nuestros competidores o los empresarios. Esto es algo que la prensa alternativa tiene que tener mucho cuidado. Hay que identificar muy bien la intención de nuestros adversarios y no caer en la trampa de dejarnos llevar por las apariencias de los acontecimientos noticiosos.

- Ante el esquema comunicacional que nos presenta el mundo, ¿de qué forma se debe trabajar para que la información que llega a la gente incluya los elementos que les permitan saber de qué se trata?

- En Prensa Latina el texto sigue siendo nuestra columna vertebral, nuestro producto informativo principal. La letra impresa nos da la posibilidad de una lectura lineal, profunda. Nos da la posibilidad de coleccionar el material en cuestión y de ir sobre él donde quiera que estemos, en cualquier circunstancia, sin necesidad de ningún medio tecnológico, ningún soporte, sino que el soporte ya lo tenemos y podemos trabajarlo a nuestro antojo.

Por su parte, la televisión, que es el medio de comunicación por excelencia en nuestros tiempos, y la radio, nos llevan a una información circular donde los acontecimientos noticiosos se suceden uno tras otro. La televisión, no solo por razones de tiempo sino del formato y de las rutinas productivas, no nos dan las claves necesarias para interpretar esos acontecimientos si no que se van sucediendo. Incluso la duración del acontecimiento noticioso es extremadamente débil. Y es muy breve la duración del acontecimiento noticioso porque no hay una jerarquización en lo que respecta a la cobertura y a la atención que se le presta del punto de vista mediático. De lo que se trata es de mantener una permanente saturación de los flujos informativos, que va mucho más allá de la capacidad que tenemos la mayoría de los receptores para poder siquiera enterarnos de que está sucediendo.

A la saturación de información debemos enfrentarla con una adecuada jerarquización de la cobertura informativa. No se puede cubrir todo lo que acontece en el mundo a toda hora. Una vez hecha esta jerarquización, debemos ir a una contextualización de ese acontecimiento noticioso para poder entregarle las claves al usuario y que el pueda llegar a sus propias conclusiones. Pero debemos darle las claves de lo que está sucediendo y el porqué, porque generalmente el acontecimiento noticioso no es causa sino efecto. Y al ser efecto es importante dotar al usuario de las herramientas necesarias para poder interpretar ese fenómeno y esa manifestación que está teniendo el fenómeno en ése momento.

- ¿Es conveniente que ese mensaje contenga opinión?

- Prensa Latina trabaja mucho con el sentido de la contextualización de la información. Nosotros tenemos una norma de redacción que hemos ido perfeccionando a lo largo de 47 años, pero son normas de redacción que existen desde el mismo año de su fundación, en 1959. En esa norma de redacción se establece con mucha claridad que la agencia no opina. Y establece con mucha claridad que Prensa Latina sólo utiliza para la transmisión de su mensaje la verdad, y a eso superita cualquier otro tipo de requisito ¿Y qué ventaja nos da el no opinar?

Creo que una de las cosas que debe cuidar la prensa alternativa es de no tratar de recurrir a la imposición de una construcción de la realidad con sentido contrario. Porque si no estaríamos haciendo lo mismo que hacen estos grandes poderes mediáticos que predominan el sistema capitalista, o que son los puntuales del sistema capitalista. Nosotros debemos ir más a modelos dialógicos en los que sabemos que vivimos una época en las que emisores y receptores intercambian los roles con tremenda facilidad. Pero nuestro contenido tiene que ser construido a partir de ese diálogo con los usuarios, atendiendo allí donde están sus reclamos, sus necesidades, sus visiones de la realidad. Pues saldrá la realidad que, creemos, debe ser la más beneficiosa.

- Algunos sectores califican de periodismo militante a quienes ejercen la actividad con un compromiso social, en una aparente oposición a lo que denominan periodismo profesional.

- No estoy de acuerdo. No existe una separación entre periodismo militante y periodismo profesional. Creo que hay una sola forma de ejercer el periodismo. Lo que sucede es que unos hacemos periodismo con un compromiso conciente respecto a objetivos que nos hemos propuesto para beneficio de las grandes mayorías y para luchar por una sociedad más justa donde prevalezca la justicia social. En tanto que hay otros que ejercen esta profesión de manera que defienden un sistema de explotación, de marginación, pues inconscientemente forman parte de ese sistema. Ni siquiera se reconocen a sí mismos como parte de ése sistema porque ha penetrado mucho en la conciencia social esa imagen que el sistema capitalista se ha encargado de crear en torno a los medios como imparciales y neutrales, que no están a favor de uno u otro grupo social sino que existen para mediar entre toda la sociedad.

Hay que desmontar todo eso porque al partir de esa falacia, de esa gran mentira, se nos califica a nosotros no como contadores de mensajes informativos o de productos comunicacionales si no contadores de propagandas. Y no es así, lo que sucede es que nosotros sí reconocemos que tenemos un rol que jugar en un contexto social en la época que nos ha tocado vivir. En tanto que aquellos que ejercen el periodismo con otros fines, que son fines de dominación, de explosión, de explotación, pues lo hacen a partir de una supuesta objetividad. Hay que recordar que ese término nació en el siglo XIX, apenas como un rasgo que la información de los medios de elite contraponían al amarillismo y al sensacionalismo, pero se fue convirtiendo en la bandera del llamado periodismo moderno, que no es otra cosa que el periodismo de la sociedad capitalista dentro de los márgenes que establece el sistema para que tenga ese juego.

- ¿El dominio de las nuevas tecnologías es un aliado en el desarrollo de la profesión?

- La nuestra es una profesión que se enmarca en una ciencia, y esta ciencia todavía no está ni siquiera consolidada. Somos muchos los que defendemos a la comunicación social como ciencia, como ciencia multidisciplinaria que le debe muchísimo a otras ciencias como la sociología, la psicología, la historia. Pero con frecuencia nos encontramos con personas, de uno u otro bando, que consideran que posteando algo en internet o emitiendo una declaración que se le de alguna forma de redacción coherente, ya se está haciendo periodismo. Y eso es peligroso porque si queremos que se nos respete a nosotros como comunicadores, debemos estar en un proceso de superación constante. No basta con dominar los géneros del periodismo clásico. Hay que estar al tanto del desarrollo de las nuevas tecnologías, de todo lo nuevo que va surgiendo, de manera que podamos utilizarlas. Primero actuando de forma conciente en el logro de los objetivos que nos hemos propuesto y que lo hagamos con eficacia. Y segundo, para que se nos respete en tanto que logremos elaborar contenidos que ya no sólo se distinguen por el contenido del mensaje en sí, sino también por la forma.

- ¿La construcción de redes de comunicación alternativa contribuye a que la sociedad, pese a la insistencia de los poderes mediáticos, sea capaz de discernir y de saber con más facilidad que antes donde está el bien y donde está el mal?

- Si bien es cierto que los monopolios mediáticos son hoy más poderosos que nunca o que hace apenas 20 años eran cincuenta las empresas norteamericanas que controlaban la mayor parte del mercado mediático de Estados Unidos y por consiguiente del resto del mundo y hoy son sólo 4 o 5, creo que las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones y la expansión de internet abrieron unas posibilidades enormes de comunicación para los medios alternativos y para la comunicación alternativa en sentido general.

Hoy la gente dispone de más vías para informarse que no son sólo aquellas de los grandes poderes mediáticos. La globalización, que por una parte ha favorecido la implantación del neoliberalismo a escala global, nos ha acercado unos a otros y ha hecho posible que ese trasiego de información que se produce en la red básicamente pueda ser vista y podamos tener acceso a en cualquier parte del mundo. Creo que se debe a eso y a que los pueblos ya van despertando, va habiendo una mayor conciencia. Ya no es tan fácil engañarnos como sucedía con anterioridad, precisamente por vivir en esta era de la información, del conocimiento. Esa es la clave para poder interpretar lo que está sucediendo.

Si dejamos que la actual administración norteamericana actué como quiera, por supuesto que se apoderarían no solo de los monopolios mediáticos si no que lo harían también de estas vías alternativas. Y ya existe la voluntad expresa por parte del gobierno norteamericano de considerar a internet como una herramienta de la cual tienen que apropiarse porque, según ellos, puede afectar los intereses de la seguridad nacional de su país. Cuando esta administración comienza a hablar en estos términos, es la señal para ponernos en marcha y comenzar a movilizarnos en defensa de esos espacios que se han abierto y que no podemos dejarnos arrebatar. Esas ventajas que se nos han dado dependen de la tecnología, y la tecnología está en manos de ellos. Por lo tanto estemos alerta.

- ¿Cuál es el significado que ha tenido para Prensa Latina el acuerdo de cooperación mutua con la UTPBA?

- Para nosotros tiene una especial significación porque encontramos en la UTPBA una preocupación por los mismos temas que tiene Prensa Latina, así como un mismo enfoque y una misma forma de ver cual es nuestro papel como profesionales en función de llegar a ese mundo mejor y de alcanzar la justicia social.

La UTPBA significa para nosotros un medio muy importante para poder llegar a miles de medios comunitarios y alternativos, ya sea de la prensa escrita, radial, y en menor medida de la televisada, a los cuales Prensa Latina desea llegar con su mensaje.

El acuerdo establece el intercambio de información para difusión por nuestros respectivos medios, pero además la posibilidad de emprender otro tipo de acciones conjuntas como es en el campo de la capacitación, del apoyo recíproco en coberturas periodísticas que tengamos que hacer en un momento determinado. De manera que a nosotros nos satisface muchísimo que Prensa Latina se privilegie con esta posibilidad de profundizar con la UTPBA y augura muy buenos resultados en los próximos meses. Y de estos resultados irán surgiendo nuevos horizontes hacia los que definitivamente tendremos que avanzar y hacerlo de manera conjunta (ANC-UTPBA).

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