Julio López
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imperdible: la jerarquia es una cuestion quimica
Por yo otra vez - Wednesday, Jul. 12, 2006 at 3:18 PM

che, buenisimo, parece que el hecho de que los jefes y patrones sean garcas es una cuestion de quimica. Nada que ver las caracteristicas fundantes de un sistema social y economico. Nada qeu ver con lo qeu el poder permite. Y si empezams a tomar todos esto y hacemos todos lo qeu queremso??? mmmhhh, parece que en este sistema no podemos hacer todos lo qeu queremos, solamnet los qeu tienen poder para hacerlo y segregan mucha soretina

Cuando el poder se sube a la cabeza. ¿Un efecto necesario de la jerarquía?

Algunos empleados agradables y solidarios se convierten en auténticos tiranos cuando alcanzan posiciones de jerarquía. Otros, se vuelven excéntricos. ¿Están agrandados? ¿El poder se les subió a la cabeza? ¿O se trata de una respuesta biológica ante el éxito?



Especial de MATERIABIZ para Clarín.com
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Jann Wenner , fundador de la revista Rolling Stone, tiene un pequeño refrigerador en su oficina. Adentro, sólo guarda una botella de vodka y una bolsa de cebollas. En medio de una reunión, suele abrir la puerta, beber un trago y comer alguna cebolla. Nunca nadie le hizo comentario alguno sobre tan peculiar comportamiento. Jann, por su parte, jamás ofreció vodka ni cebollas a sus invitados. Nunca se le ocurrió que debía hacerlo.

En el artículo "Behaving Badly May Be Natural at the Top", de la escuela de negocios de Stanford, Deborah Gruenfeld, profesora de liderazgo y conductas organizacionales afirma que el de Jann es un típico ejemplo de los efectos del poder sobre el comportamiento de empresarios y ejecutivos exitosos.

Tras estudiar por años la psicología de grandes hombres de negocios, Gruenfeld concluye que una de las principales características psíquicas del éxito es la desinhibición, un rasgo psicológico regulado por una sustancia neurotransmisora denominada "serotonina".

La mayoría de los mortales, advierte, va por el mundo intentando regular sus impulsos, consciente de que sus acciones pueden engendrar reacciones sociales negativas. El sistema inhibitorio restringe posibles actos que podrían ser nefastos para la persona. Por eso, por mucho que lo detesten, a pocos se les ocurre insultar a su jefe.

Sin embargo, advierte Gruenfeld, a medida que el ejecutivo asciende en la organización, los niveles de serotonina se disparan. El resultado: una perturbación de los mecanismos inhibitorios. Cuando aumenta la serotonina, se debilita la tendencia a considerar las posibles reacciones sociales ante la propia conducta.

De esta forma, alega la experta en liderazgo, puede comprenderse por qué tantos empleados simpáticos al principio de la carrera corporativa se convierten en unos excéntricos incorregibles cuando alcanzan la cúspide de la organización. Algunos dirán: "está agrandado" o "el poder lo enloqueció". Sin embargo, la verdadera causa del cambio de comportamiento puede ser una modificación en los mecanismos inhibitorios biológicos.

¿Cómo identificar a un jefe con la serotonina por las nubes?

En principio, estas personas muestran una clara orientación hacia la acción, incluso sobrepasando los límites de la buena educación. Según Gruenfeld, no les importa lo que los demás piensen sobre su comportamiento. Ellos ven el mundo social a través de los lentes de sus propios intereses y usan a las personas como instrumentos para conseguir sus objetivos.

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