Julio López
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LLACOG
Por Castellon - Wednesday, Jul. 19, 2006 at 8:38 AM

Una interesante platica sobre las nuevas ideas de izquierda.

ROBERTO ALEJO LLACOG
por Raul Castellon Wednesday, Jul. 19, 2006 at 4:18 AM



POLEMICA CONVERSACION CON ROBERTO ALEJO LLACOG.
Raul Castellon.
Julio – 2005

Raul: Que tiene que ver Roberto Alejo Llacog con esa idea de la “medicina revolucionaria” para entender el actual estado de cosas en América Latina.

RAL: Es que lo primero es el dialogo. La vieja historia de los sarmientos para explicar el valor de la unidad en la acción. Si tomas una vara de sarmiento esta se rompe con facilidad, pero si tomas 20, 50, 100, no la rompes ni con toda la fuerza de tus brazos. Así se enseñaba a los campesinos el valor de la unidad. La ideología para esto ha sido mas bien un estorbo. La ideología no es capaz de entender el sentido que tiene la unidad. Las organizaciones ideológicas se convierten, finalmente, en policías de la unidad. Y aquí ocurre un singularidad que desnuda en verdad, el sentido que tiene la vocación de poder de las organizaciones ideologizadas: las unidades parciales tienen que ser ideológicas, porque sino, la pedagogía de masas de cualquier organización revolucionaria le estaría haciendo el trabajo a la socialdemocracia o al democristianismo, es decir, colaborando con la perpetración del neoliberalismo y de su avance. Cuando entonces “sueltas” la unidad, cuando, simplemente la dejas ser para que se mueva a su antojo como patrimonio de una sociedad movilizada en que esta finalmente funciona como “comité central” de las organizaciones revolucionarias, y no como “soldadesca” de las mismas. Ese es el problema simplistamente expresado. Chavez esta abriendo una brecha para resolver ese problema, y en ese sentido, he estado muy atento a como funciona y evoluciona la relación entre el sentido común del pueblo –por así decirlo- con las tareas políticas estructurales. Si tenemos que aplicar una “medicina revolucionaria” esta tiene que ser de cirugía mayor. La enfermedad, que es el neoliberalismo, supura por todo el cuerpo, generando innumerables síntomas. Para aplicar la medicina, hay que saber interpretar todos estos síntomas que son diferentes en todos los cuerpos –léase países. Frente a esto el primer tratamiento es la Unidad, lo que no cura la enfermedad, pero pone sensores en todo el cuerpo para saber exactamente como evoluciona cada síntoma, y así aplicar el remedio definitivo. Ese es el sentido de la unidad. La unidad no resuelve la cuestión del poder. Bien lo saben las FARC, el Chavismo, el EZLN y el Frente Amplio, por citar algunas experiencias recientes.

Raúl: Si la unidad es el tema central, como tu lo expresas, cuales serian los caminos a seguir.

RAL: Digamos, la unidad es una prioridad como siempre lo ha sido, pero no es el problema principal. Los teóricos o al menos, quienes están haciendo reflexiones de izquierda tienen un ojo tapado. Sus reflexiones son estructurales y, por lo tanto, parciales. A mi me interesa mas el militante, en como hacemos una reflexión y una teoría para que le sirva al militante –orgánico o no- para que pueda actuar en su realidad. Y ese es otro costo de la ideologización. Tener todo claro, es un callejón sin salida. Hay innumerables problemas con los que se encuentra cualquier militante o luchador social en cualquier parte de América latina, como son simplemente, la sobrevivencia del día a día, o el como generar recursos para operar, como ejercer “poder individual” por así decirlo. Lo que pasa es que eso no importa, no interesa, lo que prima es la estructura. El como el militante traduce lo estructural a su entorno “es problema de el”. Lo grave que es esto no lo sienten los dirigentes o los lideres. Tal vez ellos ya lo resolvieron o se manejan bien en ello, o simplemente viven de los recursos que el partido genera, o de los financiamientos externos. Pero el que hace la política, el militante, el luchador social de base, simplemente se jode.

Raul: Así expresado, pareciera que la izquierda es un anciano lleno de mañas.

RAL: Pues lo expresas bien. Seria ridículo sin embargo que esto se entendiera como una descalificación. La mayoría de las veces y, sobre todo en la izquierda, quien se legitima como líder es porque tiene las capacidades para resolver estos problemas domésticos, y está bien que así sea, de hecho, así debe ser, pero vuelvo a lo mismo, y el militante que? Esto es mas complejo de lo que se puede explicar aquí. Porque veo que no es problema de las organizaciones en si. Es un problema de maduración de las sociedades en lucha, de los “intelectuales orgánicos”, podríamos decir. Aquí hay otro problema que viene de la necesidad de desmarxisarnos. Ya lo he dicho antes, el marxismo como tal, como sus vertientes mas reconocidas, es absolutamente eurocentrista, y esto es lo que genera los vicios de una izquierda que envejece prematuramente. Se me a acusado muchas veces de “posmodernista” sin saber siquiera que significa la dichosa y ridícula palabrita. Desde mi punto de vista, América latina es tan singular y el marxismo tan totalizante, que es como usar un programa con virus. En Europa los virus casi no existían –coincido con muchos intelectuales como Marini en que el marxismo entró inacabado a la historia, demasiado pronto- pero aquí en América latina, el software es buenísimo, pero lo que no cuadra multiplica los virus. El marxismo es como las matemáticas, el álgebra es perfecto para la química, pero te sirve de bastante poco en estadística, y no por eso hay que deslegitimar a las matemáticas. Si en los 40 se repetía como papagayo la frasecita de “Todo el Poder a los Soviets”, hoy tendría que ser “Todo el Poder a las Bases”.

Raúl: Esto ha sido tema prácticamente en todos los diálogos, formales e informales, en toda la izquierda latinoamericana, incluso, se han intentado bastantes experimentos para crear organizaciones mas abiertas y mas participativas, y prácticamente todas han desaparecido o simplemente, se desinflan al poco tiempo.

RAL: Pues si. Por lo que te explicaba antes. Nuestra cultura es una cultura autoritaria, piramidal. Cambiar eso es imposible. Ahí se amparan las derechas y las democracias representativas, y sobre esas conductas operan también las izquierdas latinoamericanas, y observa bien, así es también la estructura clásica de las organizaciones marxista-leninistas. No solo sobrevivimos en economías dependientes: como individuos, somos también dependientes. Toda la esperanza de las izquierdas latinoamericanas esta cifradas en las estructuras, en los lideres, en los caudillos, en la capacidad para “arrastrar a las masas”. Cambiar eso es imposible, cierto, pero solo en un plano. Como decía Tillman Evers hace algún tiempo, “nuevos tipos de relaciones sociales se están dando” y a eso es a lo que hay que ponerle atención. Cuando escribí “Hacia un Nuevo Paradigma Revolucionario” hace 10 años, no había aparecido toda esta nueva gama de tecnologías sociales que hoy hacen nata en seminarios y simposiums, y que la izquierda simplemente les hace asco. En “Hacia un Nuevo paradigma...” abordaba los aportes de la sicología social y particularmente de la sistémica, en relación a la lucha de clases en micro espacios sociales, ahora estoy tratando de profundizar lo que llamé la “zona oscura” de la teoría de la lucha de clases para tratar de establecer una batería de técnicas e instrumentos de gestión a baja escala, “a escala humana” dicen algunos. En otras palabras, al poder de la unidad, sumarle el poder de la individualidad y las microalianzas.

Raúl: Esto parece bastante complejo en una realidad difícil de desentrañar entre tanta diversidad. Donde todos parecen estar de acuerdo pero nadie pensar igual. Y donde mas encima, la realidad cambia todos los días tan vertiginosamente que es difícil tener una visión de conjunto para poder coordinarse, hacer que la unidad avance, y que unidad funcione. Donde el militante o luchador social, como tu dices, el de base, poco sabe de lo que pasa por ejemplo en Chile con la izquierda, o en Guatemala, en Republica Dominicana, Haití, que se yo. ¿Cómo se hace entonces?

RAL: Primero hay que hacerse la pregunta correcta. Y entender el sentido ultimo de la revolución en el sentido que lo entendía el Che. La revolución no consiste en ser gobierno, no consiste en marcar hegemonía, no consiste siquiera en ser mayoría. Consiste en pertenecerse a si mismo, nada mas y nada menos, eso es el comunismo. Y pertenecerse es una acción en el mundo, no una “filosofía”, no “palabrería subjetivista” , y cualquier acción en el mundo requiere una estrategia, así como la acción mancomunada de los pueblos necesita expresarse en el cambio social. ¿Qué es pertenecerse a si mismo? Esa es la primera pregunta que hay que empezar a responderse, y la relación entre pertenecerse a si mismo como individuos, a pertenecernos a nosotros mismo como pueblo y como seres humanos está la clave que busco.

Raúl: Pero así expresado tus reflexiones parecen bastante alejadas de la luchas sociales de cada uno de los pueblos de América latina. Es difícil ver la relación practica entre estas conjeturas tuyas y la realidad de lo que las izquierdas están reflexionando o teorizando.

RAL: No es extraño. Tampoco es grave. Digamos que ando por un plano distinto de una misma realidad. Por cuanto soy chileno, creo estar en una posición bastante privilegiada respecto al resto de América latina. Chile es la exitosa cabeza de playa del neoliberalismo “social” –por así decirlo- o como digo algunas veces: el neoliberalismo es siempre una mutilación, pero en Chile es con anestesia. Si la izquierda revolucionaria se hace fuerte y vence aquí, lo que aquí se aprenda, será decisivo en las luchas en todo el resto del mundo oprimido.

Raúl: Si pudieras definir tus ideas en una pocas frases, como las sintetizarías.

RAL: Como Coco Legrand, un popular humorista chileno diría, “Guevarista, pero a la chilena”. En el fondo, esa manida idea del Hombre Nuevo que es el que se hace en la lucha del día a día, nunca me convenció. La lucha en si, mientras mas decidida y mas decisiva, la mayor parte de las veces solo produce muertos, y muertos de este lado. El Che es la mayor prueba de ello. Cuando las izquierdas arengan a los jóvenes a ser como el Che, lo que están diciendo es que estos deben estar dispuesto a morir por su ideales, lo que yo digo, es que hay que crear una teoría que te ayude a vivir por tus ideales.

Raúl: Por ultimo. Como es tu vida en Chile. Como es ti visión de la realidad que se vive allá.

RAL: Me han acusado hasta de reaccionario. Yo diría que soy antimesianico. No vivo de la política ni dirijo ninguna organización. Tampoco me interesa. No estoy para resolverle sus rencillas a la atomizada izquierda chilena. Tarde o temprano la gentes pasa la cuenta. En la medida que vaya creando esta batería instrumental, cualquiera podrá ensayarla en su propia realidad. Los comités centrales va a querer matarme, je. Pero soy lo suficientemente anónimo como para pasar olímpicamente desapercibido.


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