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Paraguay: Movilización de los campesinos
Por Carlos Iaquinandi, Agencia SERPAL - Saturday, Jul. 22, 2006 at 1:42 PM

El campesinado paraguayo decidió continuar su lucha en reclamo de tierras, créditos y el pago del subsidio algodonero. Las entidades convocantes también protestan por la violencia que ejercen “guardias blancas” armadas por los terratenientes.

Los dirigentes de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas afirmaron que retomarán con más fuerza las movilizaciones que iniciaron a mediados de junio. Severiano Ojeda, dirigente de Capibary, departamento de San Pedro, criticó duramente al gobierno afirmando que “mientras buscamos mejorar nuestras condiciones de vida y la de los compatriotas, ellos ofrecen garrotes. Pero este gobierno no nos va a hacer correr”. Precisamente en esta región de San Pedro, hubo ocupaciones de tierras por los campesinos, que fueron reprimidos por la policía nacional.

Los conflictos en el campo paraguayo no son nuevos, tienen antiguas raíces basadas fundamentalmente en el problema de la tenencia de la tierra. Pero en los últimos años se han agravado por la siembra intensiva de soja por grupos latifundistas que ahora pretenden ocupar tierras que estaban improductivas. Para ello, en muchos casos han tenido que desplazar a pequeños productores.

En esas acciones represivas han utilizado las denominadas “Guardias Ciudadanas” que son grupos parapoliciales pagados por los sojeros. El Grupo de Reflexión Rural de Argentina estima que esta fuerza irregular estaría integrada por varios miles de individuos armados, que son los responsables de al menos 10 asesinatos de dirigentes campesinos paraguayos en la zona de San Pedro. Según las denuncias estas guardias armadas trabajan con el consentimiento del Ministerio del Interior y son financiadas por los latifundistas, quienes las llaman “Comisión garrote”.

La movilización campesina reclama también el esclarecimiento del asesinato de Serapio Villasboa Cabrera, hermano de una dirigente de la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas que exige justicia por la muerte de su hijo de 11 años, muerto a causa de fumigaciones de sojales con agrotóxicos.

Las diversas formas de represión de la protesta social se mantiene como política de estado en Paraguay, a 17 años de finalizada la dictadura del Gral. Stroessner. El año pasado, el ministro del interior Rogelio Benítez anunció la instalación de 18 cuarteles militares en los departamentos rurales de San Pedro, Caaguazú y Caazapá, zonas de fuerte movilización campesina. El argumento es “fortificar la lucha contra el crimen y combatir la inseguridad en esos departamentos, y erradicar las invasiones de propiedades privadas”.
La larga lucha del campesinado paraguayo es casi desconocida en el continente y en el mundo. No suele ocupar espacios en los medios de comunicación, y sólo cuenta con el solidario respaldo de sectores progresistas de la Iglesia y de organizaciones sociales y populares de Asunción y otras ciudades del interior de Paraguay.

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