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santificación y curación
Por Marcos Loures - Tuesday, Jul. 25, 2006 at 7:30 PM

Unction y curación De la curación a través de los antibióticos de los “ungidos” Trabajando en un equipo

Unction y curación De la curación a través de los antibióticos de los “ungidos” Trabajando en un equipo del programa de la salud de la familia en la región del patrimonio del Penha, la ciudad de Divino de São Lourenço, en el Espirito Santo, durante una visita familiar fue sorprendido en una realidad dura: Me llamaron para dar a la atención a una familia que no deseó recibir ni los agentes de salud, ni las enfermeras y, mucho menos, doctores. Al intentar guardar el contacto, el hombre de la familia me recibí que, arredio al contacto, me informó eso “en que la casa, doctor no entró”. Pedí la razón y él él me dijo que él no tendría condiciones “para comprar los remedios”, qué hablé detrás que estas remedios no serían compradas puesto que él tenía paga con los impuestos que fueron embutidos en commercializan y los servicios que él utilizó en día-por-día. Sin otras discusiones, él permitió mi entrada en la casa pobre. En primer a mirar, parecí mismo con una realidad extraña; una señora y tres mujeres más jóvenes . Presentaron una de las mujeres jóvenes, la más vieja probablemente, con un erisipela en el estado avanzado, formando una úlcera en el tobillo, complicación común de la enfermedad. Para pedir en las otras mujeres de la casa, la madre también interrumpió la afirmación de mí que eran toda las buenas, la persona enferma incluso. Según ella, la pierna de la mujer de los jóvenes mejoraba y el “dios iría él a curar”. Al preguntar cuál medicación que utilizaba, la contestación ágil y firme: ¡- Agua santo! Después de esta afirmación, parecí mismo con una radio, de el viejo que tienen ondas cortas, solamente casa-eléctrica de la casa. Al hablar con mi ayudante, era el saber de la historia. Tenía un pastor de una de estas iglesias “del dios” quién, a través de la radio, él transformó en “milagroso” el agua colocada al lado del dispositivo. Tal agua, después del unción fue aplicada en la pierna de la persona enferma. La mejora no ocurría obviamente y la presencia de la alta fiebre y la caída del estado general de la mujer joven demostraron el empeoramiento del cuadro. Paré, pensé e intenté a arquitetar una forma para estimular el uso de la medicinión. Rápidamente, cogí un pedazo del jabón del coco, y una caja de antibióticos y de analgesias, más allá de un paquete de la gasa y preguntó a el que la hora era el programa del tal pastor. A estar informado de eso que iría a comenzar en minutos, pedí atar la radio y, pacientemente, me esperó la hora de la transmisión del “programa milagroso”. Solicité a todos, también a mi ayudante, junto con quien el programa oyó y rogó a pastor, en la tentativa del "unción" del paquete de medicinas, de la gasa y del jabón del coco. Dicho y hecho, después de “ungidos”, solicité que, después de que la pierna que se lavarán con el agua y jabón, fuese dado remedios, todos debidamiente "santificados". La mejora del paciente era evidente, con la curación de la herida y de la enfermedad. A partir de este día, cada vez que ese necesita, transformo a tal pastor en mi mayor aliado. Sin saber, ahora está bendiciendo hasta vermífugos.

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