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Bolivia: Ni revolución ni reforma agraria, sólo show
Por Econoticiasbolivia - Thursday, Aug. 03, 2006 at 10:41 AM
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En medio de un gran despliegue de prensa, hileras de tractores, miles de indígenas y ceremonias ancestrales, Evo Morales mostró una vez más que su política de tierras no va hacia una nueva y fecunda reforma agraria y menos a una revolución que elimine los latifundios y otorgue tierras a los campesinos e indígenas

Bolivia: NI REVOLUCIÓN NI REFORMA AGRARIA, SÓLO SHOW
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Redacción de Econoticiasbolivia.com (Cochabamba, agosto 2, 2006).- En medio de un gran despliegue de prensa, hileras de tractores, miles de indígenas y ceremonias ancestrales, el gobierno del presidente Evo Morales mostró una vez más esta tarde que su política de tierras no va hacia una nueva y fecunda reforma agraria y menos a una revolución que elimine los latifundios y otorgue tierras a los campesinos e indígenas.

Aunque hay promesas para eliminar en el futuro los latifundios ociosos, respetando los que están en producción, la política agraria de Morales refrendó la neoliberal ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) que franquea amplias posibilidades para que los clanes familiares de latifundistas, que son dueños de tierras, vidas y haciendas en Bolivia, mantengan su pleno dominio sobre sus inmensas propiedades, tanto las productivas como improductivas.

En su proyecto de modificación a la Ley INRA, el gobierno de Morales propugna respetar todos los latifundios, cualquiera sea su tamaño, que cumplan una función económica y social y que incluye "las áreas aprovechadas, de descanso, de proyección de crecimiento y de servidumbres ecológicas (...)", suficiente para que los latifundistas puedan enmascarar y proteger todas las tierras ociosas y de engorde.

Así, bloqueada desde el gobierno toda posibilidad real para revertir los latifundios improductivos, la anunciada redistribución de tierras en favor de los campesinos sólo puede ejecutarse parcelando las extensas zonas forestales que son propiedad del Estado, pero que no son aptas para la agricultura y el desarrollo ganadero, que están muy alejadas de los centros urbanos, sin caminos y prácticamente inaccesibles, según admitieron altos funcionarios de la administración de Morales.

"Hay 2,5 millones de hectáreas fiscales saneadas y disponibles (para los campesinos e indígenas). Son casi todas ellas tierras forestales y no para uso agrícola y pecuario", reconoció este martes el viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, al mostrar el limitado alcance de uno de los ejes fundamentales de la política agraria gubernamental.

"Estas tierras son de difícil acceso y poco uso, alejadas de los centros urbanos, anegadizas. En lo inmediato no pueden ser utilizadas, pero más adelante sí", dijo Almaraz al admitir que esta redistribución no resolverá el problema de tierras de Bolivia, donde un centenar de clanes familiares controlan las tierras más fértiles y productivas, mientras dos millones de familias campesinas se debaten en el minifundio empobrecedor.

DEMAGOGIA Y SHOW

Pese a ello, la tarde de hoy, en la histórica localidad de Ucureña, donde se dictó la primera ley de reforma agraria en 1953, el presidente Morales y su equipo no dubitaron en asegurar que estaba en marcha la revolución mecanizada del agro, con la entrega de tractores y equipos agrícolas que deben ser adquiridos a crédito por los campesinos y la subvención para la compra de semillas para los pequeños y medianos productores.

La mecanización del agro se apoyaría en una subvención económica para que los municipios, comunidades, organizaciones sindicales e indígenas accedan a un crédito de 12 mil dólares, a 15 años plazo y sin intereses, para la adquisición de cada tractor procedente de Venezuela, Argentina, Japón y otros países.

Morales también asumió el compromiso de buscar mercados para los productos nacionales, especialmente de los grandes productores agropecuarios del Oriente, muchos de ellos latifundistas, en Estados Unidos, la Unión Europea y los países vecinos, para lo que demandó la siembra de productos ecológicos que podrán hacer frente a la producción transgénica en los mercados externos.

"En homenaje a la lucha de nuestros antepasados hoy (2 de agosto, Día del Indio) estamos arrancando con la Revolución Agraria para la mecanización, la búsqueda de mercado para los productos, la entrega de créditos y la nueva distribución de tierras a nivel nacional", dijo el Jefe de Estado.

Miles de indígenas y campesinos provenientes de todo el territorio nacional, que se concentraron en la principal plaza de Ucureña, ubicada en el municipio de Cliza, provincia Germán Jordán, a 40 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, dieron un marco humano impresionante, permanentemente interrumpieron el discurso del Jefe de Estado con aplausos y vivas, especialmente cuando prometía acabar con los latifundios improductivos.

FRASES Y DECRETOS

En el mismo acto, el ministro de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, Hugo Salvatierra, tampoco ahorró en demagogia y aseguró que "el nuevo Estado Nacional cambia la matriz productiva para alcanzar equidad y justicia en la distribución de la riqueza nacional, con seguridad y soberanía alimentaria, gestión técnica y productiva de nuestras tierras y recursos naturales".

Salvatierra destacó la importancia de la nueva política agraria con "la promulgación de siete decretos supremos de reconducción comunitaria de la Reforma Agraria, emitidos el 2 de junio del 2006, por el Presidente de la República" y que son:

1.- Decreto Supremo 28732. Deroga el Decreto Supremo 28140 sobre propiedad forestal.
2.- Decreto Supremo 28733, de distribución de tierras fiscales disponibles y registro único nacional de tierras fiscales y de beneficiarios
3.- Decreto Supremo 28734, Tierras ocupadas deben ser saneadas. Dotación a campesinos sin tierra en los Municipios de Pailón, Mineros y Charagua.
4.- Decreto Supremo 28735, tolerancia hasta 65 hectáreas para el saneamiento a valor concesional en tierras de colonización campesina.
5.- Decreto Supremo 28736, carácter social y de emergencia nacional del saneamiento de tierras. Titulación a favor de las mujeres campesinas.
6.- Decreto Supremo 28737, reglamenta la selección y contratación del personal del INRA y regula la participación de las organizaciones sociales.
7.- Decreto Supremo 28738, deroga Decreto Supremo 28148 de desconcentración técnica del INRA y dispone el Saneamiento sin más trámite.

REFORZANDO LOS LATIFUNDIOS

Todas estas medidas, sin embargo, estarían más orientadas a impulsar el desarrollo de los latifundios que a resolver las demandas de tierras de los campesinos e indígenas, advirtieron los especialistas del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).

"La revolución agraria del MAS (el gobernante Movimiento al Socialismo) se basa en el respeto a la proempresarial Ley INRA -aprobada durante el primer gobierno del ex presidente neoliberal Gonzalo Sánchez de Lozada (derrocado en octubre del 2003 por una insurrección popular)- y que en los hechos está legalizando la concentración de las mejores tierras en manos de grandes terratenientes", dice el Cedla, una prestigiosa organización no gubernamental.

"La propuesta del gobierno para modificar la Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) está orientada a profundizar el desarrollo del capitalismo en la agricultura iniciado en 1953, ratificando con ello el espíritu original de esa norma promulgada en 1996".

Esta propuesta gubernamental se funcionaliza a los requerimientos de una agricultura extensiva y orientada al mercado externo con base en la gran empresa extranjera y nacional.

Por todo lo anterior, señala el Cedla, es posible advertir que la propuesta de reforma de la Ley INRA elaborada por el gobierno del MAS, reafirma su espíritu original: profundizar el desarrollo del capitalismo en la agricultura iniciado en 1953, pero, esta vez, a la luz del "capitalismo andino".

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