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BARILOCHE: Jefes policiales oyeron duros planteos de vecinos de los barrios
Por Bariloche2000 REENVIO GRITO SUBURBANO - Thursday, Aug. 03, 2006 at 7:07 PM
grito_suburbano@yahoo.com.ar

Fue ayer en las 34 hectáreas, con la presencia de organizaciones sociales y de derechos humanos, y algunos periodistas. No asistió el juez Lozada. Hubo duros cuestionamientos al accionar policial, cuya representación estuvo encabezada por el jefe de la Regional Tercera, Octavio Uribe.

BARILOCHE: Jefes pol...
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Informe de Nadina Moreda.
Fotos de Alejandra Bartoliche.

En el día de ayer se llevó a cabo una importante reunión entre vecinos del barrio 34 hectáreas, organizaciones sociales y de derechos humanos, el comisario Octavio Uribe, jefe de la regional 3°, el comisario Fidel Veroiza, de la comisaría 28° y Roberto Molina, Director de Seguridad de la Municipalidad.
Instalados en el comedor del barrio y por espacio de dos horas, los vecinos expusieron frente a las autoridades policiales los casos que han cobrado relevancia en los últimos tiempos y algunos que no han tomado estado público, sobre los llamados casos de gatillo fácil y otros atropellos que fueron denunciados por los damnificados de manera directa o indirecta.

En primer lugar se procedió a la lectura de un comunicado que los vecinos redactaron donde, entre otros puntos, se informó de la creación de un Colectivo de Derechos Humanos, el cual recepcionará los casos de abusos policiales en la zona, la que desde el pasado mes de octubre sufre una persistente presencia de uniformados provinciales y del cuerpo especial BORA, quienes fueron sindicados en la reunión como autores de acciones abusivas en sus procedimientos.

Posteriormente, se hicieron graves denuncias públicas: “... las detenciones arbitrarias, la policía impide colocar la palabra Apelo en las declaraciones bajo amenaza de impedir la liberación de los demorados, golpizas dentro de las comisarías y la alcaidía, golpizas y mutilaciones en la calle, policías que suben a los colectivos portando armas e intimidando a las personas, en muchos casos menores de edad, policías que revisan bolsos en abierta provocación, grupos de policías que ocupan plaza del barrio obligando a las personas a abandonar el lugar, allanamientos sin orden ni presencia de juez alguno y sin testigos... durante los allanamientos se producen interrogatorios, se han dado casos de citaciones falsas para presentarse a la comisaría, demoras y persecuciones por portación de rostro o apellido, testimonios falsos y desaparición de pruebas antes de los peritajes...” relata minuciosamente el comunicado leído al comienzo del encuentro.

La finalidad de la reunión fue dar a conocer el Colectivo Independiente de Derechos Humanos, pero al no estar presente el juez Martín Lozada (quien se había comprometido a asistir a la reunión), los nombres de los integrantes no se dieron a conocer. El objetivo también consistió en exponer los casos denunciados en su mayoría en las fiscalías por lo que se invitó a los vecinos a que cuenten sus experiencias, algunas de ellas conocidas por haberse convertido en casos paradigmáticos de violencia institucional en nuestra ciudad.

Cabe mencionar que muchos de ellos todavía se encuentran al aguardo de una resolución judicial que arroje luz sobre la autoría de lesiones u homicidios perpetrados sobre personas de los barrios convocados.



Historias con nombre y apellido

“Mi nombre es Norma Vera”, comenzó relatando la hermana del interno fallecido en la cárcel local recientemente. “A mi hermano lo mataron en la alcaidía, hay testigos de los golpes. Pedimos justicia, hay testigos de la paliza. Hay una soga del colchón con la que dicen que se mató, en la celda de castigo no hay colchón. No tiene cintos, no hay nada con lo que se puedan ahorcar. ¿Cuántos muertos tiene la alcaidía por ahorcamiento?”, se preguntó embargada en angustia y bronca contenida. “Queremos a nuestros familiares. Tengo un sobrino discapacitado y otros sobrinos más...¿El Estado les va a dar de comer, les va a pagar el colegio?... Van a ser “marginales” de la calle, como dicen ustedes...Por favor, queremos justicia”, expuso frente a los uniformados.

Luego fue el turno de la esposa del mismo interno: “A mi marido lo mataron en la alcaidía... ¿yo cómo les digo a mis hijos que a su papá lo mataron?. Puede haber sido lo que ustedes quieran pero hoy está en un cajón. Cuando se aclare, los que le hicieron esto a su papá...” -continuó con entereza- “.... me gustaría que ellos se lo expliquen a mis hijos. ¿Cómo le explican ustedes a una persona con esquizofrenia, como mi hijo, cómo muere una persona? ¿Cómo le van a explicar? ¿Ustedes son padres, tienen hijos?” inquirió a los policías que se limitaban a observar la escena en silencio.

Por su parte, Aladín Vasquez, padre del joven Juan Carlos Vasquez, relató su caso: “Mi hijo estaba en una celda de castigo cuando le sacaron los cintos, los cordones...¿por qué tenía el cinto para matarse? Lo único que quiero es la respuesta correcta”.
En la marea de interrogantes que embargaron su relato, Vasquez no puede explicarse por qué su hijo “... se mató cuando estaba a punto de salir. Tenía 26 años”.

Los testimonios siguieron sucediéndose y llegó la palabra de Rosa Rifo, madre de Titi Almonacid, quien se preguntó si realmente hay justicia: “¿Tenemos que bajar y hacer algo nosotros para que haya justicia? Mi hijo dejó un bebé de meses. Hay pruebas...¿qué más pruebas tienen que tener contra Anticura? (N de la R: quien fue procesado y absuelto por el homicidio de Titi). Pero hoy lo tienen trabajando, haciéndose el que no hizo nada. ¿Hasta dónde vamos a llegar con la policía que tenemos? Quiero una respuesta. No queremos esta policía. ¿Qué corazón de padre tienen ustedes?” volvió a preguntarle a la policía.
Esta vez, Uribe tomó la palabra: “En los tres casos mencionados está interviniendo la justicia, todos los jueces están interviniendo. Ustedes me invitaron y acá estoy”.

Cuando la prensa presente intentó hacer algunas preguntas, los jefes dijeron que no contestarían, que sólo dialogarían con los vecinos. No obstante, cuando se les preguntó sobre qué mecanismos implementarían para evitar nuevos casos, respondió: “Estamos capacitando mejor a la policía, hemos abierto la escuela de policía, los estamos capacitando de otra forma. No sé si los otros estaban mal capacitados. Yo sólo me puedo referir a los casos mencionados, que están en la justicia”.
“¿Usted está conforme con la actuación de la policía?” le preguntó una vecina.

En este punto, los interrogantes se dispararon en busca de una respuesta institucional:
“¿Va permitir que los policías sigan actuando así?. ¿Se van a dar a conocer los nombres de los imputados en la causa de la joven que perdió su ojo el mes pasado?. ¿Por qué los policías siguen actuando?”. “No sé quienes son los que imputó el juez”, respondió e jefe de la Regional 3°.

“¿Por qué dispara la policía antes de preguntar?” le retrucó otro joven presente.
“No me consta...”, manifestó el comisario.



Tantos otros

“Yo fuí a la comisaría 28° por un hijo mío que estaba allí. Yo sé que la policía pega, ahí me trataron de india, les dije que iba a estar con mi hijo porque no quiero que le peguen. No les dejan marcas, pero les pegan... La policía andaba por el barrio, me fueron a buscar mis hijas. Cuando me estoy yendo, adelante mío, le pegan una trompada a mi hija, dos golpes de piña en una comisaría. Vos vas a la comisaría y te están golpeando.... o es porque somos los “negritos” del barrio del alto o “los indios” como a mí me dijeron?” contó una mujer cuyo testimonio fue uno de los más conmovedores.
“Yo hago denuncias, no me callo más, la gente tiene miedo de hablar... Yo hice todo con mis hijos como mamá sola, me equivoqué con uno....pero hoy sola estoy saliendo adelante, yo sola pude salir adelante con mis hijos”, dijo entre lágrimas. “La policía me hace la guerra porque me conoce, porque sabe que yo no me callo. Voy a hablar, a ese policía, no le hicieron nada. Siempre les dicen cosas a mi hija, tengo los nombres” dijo, y citó concretamente el de quien “le pegó a mi hija”. Agregó más tarde que “algunos de ellos han ido a la escuela con mis hijos. Sólo los cambian de comisaría”, finalizó enfáticamente.

Frente a este testimonio, Uribe manifestó: “Lo que le digo es que en todos los casos que ustedes mencionan, los que sean condenados van a perder el trabajo cuando la justicia diga que son culpables”.
“Usted no tendría que enterarse acá, debería investigarlo cuando las denuncias se realizan. ¿Por qué la policía anda con mochila ahora? Hay policías que transan con los pibes. ¿Qué llevan ellos adentro de la mochila? Ellos se llenan la boca hablando de los malandras porque ellos llevan uniforme. ¿Usted sabe del dolor que yo siento cuando pienso en los golpes que les han pegado a mis hijos? ¿A usted le gustaría?” le replicó la mujer.

Por otra parte, los vecinos también recibieron la adhesión de algunos docentes del jardín Mundo Nuevo y las escuelas de Gente Nueva. Estos se pronunciaron por el respeto y el cuidado de la integridad física y moral de los vecinos, y sobre su trabajo para alejar a los niños de las armas y evitar el nivel de violencia a los que muchos chicos se han visto expuestos.

“Las huellas que quedan en la infancia no se pueden erradicar de la vida de las personas”, sintetizaba el comunicado leído, a la vez que declaraba su apoyo al Colectivo de Derechos Humanos que se formó en el barrio. Asimismo, la directora de la Escuela 97 del barrio 34 hectáreas manifestó que la policía suele esperar a los chicos a la entrada de sus clases de gimnasia y que la provocación es constante. La respuesta fue que de parte la Junta Vecinal hubo un pedido para que se los palpe de armas.

Por último, frente a las quejas por la permanencia en funciones de policías denunciados, los jefes de la fuerza fueron claros: “Si no hay orden de detención, no se suspende a los empleados: la ley no permite la suspensión. También cuando la sentencia está firme se puede suspender al policía condenado. Pero no durante el proceso judicial en trámite”.

Consultado acerca de su opinión sobre la reunión, Roberto Molina, Director de Seguridad municipal, descartó que hubiera una decisión política en cuanto al tema, en cuanto a la implementación del aparato de seguridad que se acentuó desde finales del año pasado.
Los vecinos seguirán en estado de alerta y ya se están planificando reuniones con diversos funcionarios para seguir exponiendo los casos que, lamentablemente, se siguen sucediendo.

Luego del encuentro, y mientras los vecinos comenzaban a debatir sobre acciones a seguir, a muchos aún les resonaba una sentencia, contundente, que minutos antes había salido de la boca de una mujer que contenía el llanto:
“Soportamos nosotros pero ustedes no se abstienen de matarnos a nosotros ni a nuestros familiares. Deberían cambiar la insignia.” dijo en referencia al lema policial “Soporta y abstente”.
Nadie se atrevió a quebrar los instantes de silencio que le siguieron a esa frase.
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Fuente Diario Digital Bariloche 2000: http://www.bariloche2000.com/article.php?story=20060803015701711

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También protestaron por dos recientes casos de la alcaidía: Vera y Vasquez Jara
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