NEOCOLONIALISMO (16)
Por j.fernandez - Friday, Aug. 04, 2006 at 6:31 PM

¡Devuélvannos nuestras tierras!. Esta es hoy en día la determinación manifiesta que fluye de nuestros cuerpos y que acarrea ansiedad en los verdugos neocoloniales que buscan afianzar sus derechos de propiedad en doctrinas foráneas defendidas por los turistas conservadores. Estos se niegan a reconocer la potestad ancestral que tenemos sobre nuestros territorios, ya que según ellos no existen títulos en derechos "reales", arguyendo los realistas tener una legitimidad jurídica que se inicia con la promoción de una República que ahora odian y que ocuparon violentamente para saquearla.

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¡QUE NOS DEVUELVAN LAS TIERRAS!
Nosotros fuimos tratados como si fuéramos inmigrantes llegados a territorios europeos, obligados a respetar disposiciones llegadas de Europa, para beneficio extranjero, nuestros ancestros recibieron castigos bestiales por contravenir códigos que apenas si podíamos entender. Y es que la insensatez sanguinaria colonial, tiene un solo fin: Facilitar el genocidio de nuestra raza, por el delito de ser los dueños de casa.
La insurgencia frente al oprobio sin embargo, debilitó y expulsó de nuestras comarcas el control invasor que vedó nuestros derechos políticos, y fuimos recuperando tramo a tramo nuestra dignidad, logrando una limitada libertad, que aplacaba el permanente NO discriminador y se fue desplegando la incontrovertible superación de nuestra sangre. Todo esto en medio el sabotaje de los “papeles” de la burocracia agringada, del servidor público poseedor de un “legalismo” corruptible y que solo provoca indignación.
Los latifundistas que no vacilaron en despojarnos de nuestros territorios, acosándonos y matándonos en las regiones de caza junto a las vertientes del agua, destruyendo la flora y la fauna, alegan ahora sin escrúpulos, muy “ecologistas y preservadores” que nuestras tradiciones culturales contaminan y destruyen el medio ambiente, preparando a la opinión pública, para que esta admita que los indios, para sobrevivir, debemos acatar sus normas y dejar de lado nuestra cultura pregonando lo imponderable de la gnosis descolorida.
Para los blancólatras, los originarios somos una permanente amenaza en le campo económico y social. Esto, mientras uno no se pinte de blanco el cerebro para proclamarse “mestizo” y “nacional SOCIALISTA” haciendo uso como ellos de la cruz y el arcabuz, diferenciándose de los “collas”, oponiéndose al proceso político de liberación nacional, para mantenerse radiantes en las filas de la servidumbre que hace de todo para sus productivos patrones, alejando a los hijos del peligro “andino, comunitario, ateo”. Y esto nos costó por muchos años, que los nietos no sepan ni siquiera el nombre de sus abuelos.

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Amenaza
Por j.fernandez - Friday, Aug. 04, 2006 at 6:31 PM

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Es conocido por quien se toma la molestia de leer, que la esencia nacional recién tuvo derecho a la educación hace poco mas de 50 años, por entonces el leer, el escribir y los sindicatos, fue para nosotros un hecho clandestino. Hasta ese entonces nuestros abuelos sufrían cárcel y tortura por pedir junto a las reivindicaciones económicas y sociales, las posibilidades de asistir a una escuela. El no tomar en cuenta esta realidad impulsada desde las comunidades, hubiera hecho de las nacionalizaciones, del derecho al voto universal y a la tierra, tan solo una estéril ceremonia.
El transfugio, la traición y la tergiversación de los principios, nada de esto nos destruyó, ni siquiera la famosa “integración”, porque tenemos a una cultura propia y el precio que debíamos pagar para pertenecerles, pasaba por nuestra desaparición. Los “adaptados”, fueron subyugados a tal grado que debían mostrar su blancura lograda con talcos, cremas y sombreros, para no “quemarse” y poder ser aceptados en la “blanca vida”, ya que lo demás era, es aún, ser primitivo.
¡Devuélvannos nuestras tierras!. Esta es hoy en día la determinación manifiesta que fluye de nuestros cuerpos y que acarrea ansiedad en los verdugos neocoloniales que buscan afianzar sus derechos de propiedad en doctrinas foráneas defendidas por los turistas conservadores. Estos se niegan a reconocer la potestad ancestral que tenemos sobre nuestros territorios, ya que según ellos no existen títulos en derechos "reales", arguyendo los realistas tener una legitimidad jurídica que se inicia con la promoción de una República que ahora odian y que ocuparon violentamente para saquearla.
Nosotros estamos completamente convencidos que el contexto histórico y sus evidencias, vencerán la legalidad ideológica que enceguece a las élites de poder oligárquico que como oposición política alta, blanca y europarlante, quiere seguir disfrutando de control en las regiones donde las transnacionales tienen intereses económicos, convirtiéndose en una amenaza contra los réditos nacionales.
¡NACIONALIZACIÓN e INDUSTRIALIZACIÓN!

¡JALLALLA TAWANTINSUYO!

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