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Ijlá Ijliete, una comunidad Chorote contaminada por Aguas de Salta
Por Norte del Bermejo -
Wednesday, Aug. 09, 2006 at 5:40 PM
04.08.2006
La Comunidad Chorote, Misión Lapacho Uno situada a tres kilómetros de Tartagal, al norte de la provincia de Salta, está habitada por más de 300 personas, de los cuales 102 son niños. Funciona en la misma un anexo de la Escuela Mariano Echazú con el ciclo primario completo.
A finales del año 2001 esta comunidad seleccionada por la Oficina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) en la Republica de Argentina para poner en marcha allí un Proyecto Piloto que tenía por objetivo mejorar la calidad de vida de las comunidades indígenas de la región del Chaco.
¿Por qué fue elegida esta comunidad entre tantas que existen en Tartagal y en el norte de la provincia de Salta?
Cinco años atrás esta comunidad ya presentaba tal como dice un informe de la Organización Panamericana de la Salud “una alta prevalencia de enfermedades gastrointestinales, respiratorias, y alto riesgo de exposición a enfermedades transmitidas por vectores tales como chagas, malaria, dengue y hanta virosis”. Una de las actividades del proyecto que allí desarrollaron a finales del año 2001, comprendió un curso de 4 meses en el cual se capacitó en tecnologías de saneamiento básico.
Al final de la cerca, el punto blanco que se observa es el Cartel con el nombre de la Comunidad de Chorote. Todas las autoridades de todos los niveles, incluido el IPIS (Instituto Pcial Indígena de Salta) conocen el problema pero nadie hace nada. Mientras tanto los niños siguen enfemándose y aumentan los nacimientos prematuros. Y el ENRES ¿POR QUÉ MIRA A OTRO LADO?, POR QUÉ?...
La historia de esta comunidad es el arquetipo de lo que ha pasado con todas las comunidades indígenas del norte de Salta y en general de América. A medida que avanzó “la civilización” con sus poblados y el crecimiento de sus actividades económicas fue surgiendo la necesidad de más y más tierras, y a la par iban surgiendo los “nuevos dueños de estas tierras”, aparecían amparados en la LEY que convalidó el saqueo y que ni solapadamente mencionaba a sus verdaderos DUEÑOS, LOS PROPIETARIOS AUTÉNTICOS.
Los nuevos dueños amparados por la letra de los papeles de los títulos de propiedad que un indígena JAMÁS podría gestionar porque básicamente desconocía los mecanismos de la sociedad invasora, desconocía su idioma y por sobre todo no sabía leer y escribir. Pero la LEY estaba hecha para eso, para convalidar la usurpación, fue el instrumento con el cual el estado naciente se fue apropiando de los territorios pertenecientes a sus dueños originarios.
Pero esa USURPACIÓN NO ES HISTORIA PASADA, ES HISTORIA PRESENTE porque se sigue llevando a cabo hoy en día, y día a día.
Este fue el caso de la Comunidad de Los Chorotes, llamada Lapacho 1. Ellos vivieron ancestralmente aún antes que se escribiera “la historia” en estos territorios hasta que un día llegó el hombre blanco y su “CIVILIZACIÓN”.
Hace 13 años alguien apareció en el lugar que ellos habitaban que quedó con el desarrollo del pueblo de Tartagal muy cerca del radio urbano con “títulos de propiedad”. Apoyados por el poder político, la justicia y todo el aparato social fueron desalojados prometiéndoles ante la resistencia ofrecida que esta vez se les darían los papeles definitivos de las tierras donde ahora los llevarían y que los haría sus dueños “legítimos” ante las leyes del estado argentino. El lugar donde vivían entonces había adquirido un valor económico importante, quedó justo a la vera de la naciente Ruta 86 que uniría Tartagal, el norte del Salta con el chaco salteño y el país limítrofe de Bolivia y Paraguay. Eso urgió para que fueran desalojados.
Ante el peso del poder económico y político se rindieron a la evidencia que jamás podrían ganarles, entonces aceptaron y se trasladaron tres kilómetros hacia lo que por entonces era monte.
Jamás pensaron a los pocos años la empresa Aguas de Salta le instalara a la par de su Comunidad la PLANTA DEPURADORA DE LÍQUIDOS CLOACALES sin ningún tipo de tecnología que evite los malos olores nauseabundos que hoy está enfermando a toda la población, particularmente a mujeres embarazadas y niños. Hoy las plantas depuradoras incorporan modernas tecnologías como aquella que cuenta con un sistema de aporte de “microburbujas de aire con oxígeno” en el seno del líquido a depurar que permite múltiples ventajas como ser que “el líquido a oxigenar esté en recipientes cerrados sin contacto con la atmósfera” salvo un mínimo respirador para equilibrar la presión interna del recipiente con la atmósfera, gracias a lo cual se evitan olores y toda clase de polución ambiental con lo que se asegura una mayor salubridad y la posibilidad de instalarlas en lugares densamente poblados.
AGUAS DE SALTA NO PUEDE IGNORAR QUE ESOS SISTEMAS EXISTEN Y QUE CON ELLO SE EVITARÍA LAS ENFERMEDADES QUE ESTÁN ASOLANDO A LA COMUNIDAD DE LOS CHOROTES.
Pero claro, ¿QUIÉN SE VA EXIGIR EL CUMPLIMIENTO DE ESTAS NORMAS BÁSICAS PARA PRESERVAR LA SALUD DE LA POBLACIÓN EN PARTICULAR DE LOS MÁS VULNERABLES, LOS NIÑOS?
¿EL ENTE REGULADOR DE SALTA QUE FUE CREADO PARA CONTROLAR LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO POR CUALES RAZONES NO CUMPLE SUS FUNCIONES, POR QUÉ NO OBLIGA A LA EMPRESA A SOLUCIONAR ESTE PROBLEMA QUE AFECTA DESDE HACE AÑOS A TODA UNA COMUNIDAD?