Julio López
está desaparecido
hace 6423 días

No sabe lo que es la identidad judía, dice que “se es ciudadano israelí de primera clase por nacer de madre judía y/o practicar el judaísmo”. Confunde israelí con judío, y con eso disfraza de conflicto religioso a una lucha político-militar, a una guerra. En todo el escrito acusa a los judíos, no al sionismo, del rol agresivo del estado fascista de Israel, rol político desplegado por cuenta del imperialismo norteamericano, que codicia el petróleo y la posición geoestratégica de la región. Como “lo que abunda no daña”, más abajo insiste en que “los hombres y mujeres maduros del Pueblo Palestino se organizan según las directivas de su fé y le ponen el pecho a las balas judías”..., vale decir la guerra –según el escriba- no tiene que ver con la geoestrategia, la economía y la política, sino que es una competencia entre “directivas de la fe”.

No sabe –o no quiere saber- qué es un Estado. Para él Israel es “una colonia extranjera sin constitución escrita”. O sea que se puede ser la junta que representa políticamente y defiende los intereses de la gran burguesía, sólo que si no se tiene constitución escrita no se es Estado. Lástima que Lenin no haya podido conocer semejante aporte, de semejante lumbrera, a la teoría del Estado antes de escribir su célebre obra sobre el tema. En realidad, Israel es un Estado teocrático, al igual que Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos Arabes Unidos, todos ellos bastiones ultra-reaccionarios del capitalismo árabe; igual que el fundamentalismo musulmán de derecha que pretende instalar la “shariá” y las “fatwas” religiosas, no una “constitución escrita”, como juridicidad que rija a las masas árabes.

También ignora –o encubre- que el Estado de Israel ha sido reconocido por la comunidad mundial y por la OLP y todas sus organizaciones integrantes, no por los partidos comunistas; y que la Resolución 242 de la ONU, dictada luego de la guerra de los “Seis Días”, en 1967, exige el retiro de Israel de las alturas del Golán, en Siria, y establece límites geográficos bien precisos para ambos estados.

Desconoce la realidad política de la región. No existe un tal “Partido Comunista Arabe que exige disolver el artificial estado judío”. Hay partidos comunistas en Palestina –éste integra la OLP y el FDLP-, en Siria, en Irak, en el Líbano y en Israel. Todos son fuerzas internacionalistas y ninguno de ellos exige la disolución de Israel ni de Palestina. El Partido Comunista de Israel, el “Toufik Toubí”, no solo que es internacionalista y anti-racista, sino que despliega, junto a otras fuerzas pacifistas, una lucha heroica, absolutamente difícil y desigual, al interior de un estado fundamentalista, fascista y agresor.

La mala fe, junto a la ignorancia, se hacen evidentes en su ataque al Partido Comunista de la Argentina, que según él “en nada se diferencia de una sinagoga”. Además de la alusión despectiva a la sinagoga, que –como la iglesia, la mezquita o la pagoda-, es una casa de los sentimientos religiosos de un pueblo, no una guarida sionista, dá la impresión que su lectura de diferentes números de PROPUESTA la debe haber hecho en un espejo: exactamente al revés. Incluso llega a la tontería de reclamarnos a nosotros, a los comunistas argentinos, que “dentro y fuera del parlamento judío exijamos la destrucción del gobierno judío”.

No solo que exigimos el retiro del gobierno y el ejército de los invasores sionistas de los territorios ocupados, sino que denunciamos las agresiones y el sitio al gobierno de Hamas en la Autoridad Nacional Palestina, exigimos el desmantelamiento del muro de la vergüenza, el juzgamiento por crímenes de guerra al carnicero Ariel Sharon, al premier Ehud Olmert y a todos los generales del ejército israelí. Asimismo exigimos que el suelo libanés sea devuelto a sus dueños y no a una pretendida “fuerza de paz”, cuyo único objetivo es desarmar a la resistencia del Hizbollah y otras fuerzas populares, incluido el Partido Comunista del Líbano.

Al respecto me remito a todos los números del periódico en los últimos meses, a los volantes y comunicados emitidos en Córdoba y al número 14 de INFOIZQUIERDA, actualmente vigente. De paso, informo que en estos días está en nuestro país, invitado por el PCA, el camarada Jehad Suleiman Rashid, miembro del Comité Central del Frente Democrático para la Liberación de Palestina, realizando diversos actos políticos de solidaridad para con su pueblo y de denuncia de los agresores sionistas.

Lo más revelador es que pese a hablar desde aparentes posiciones de izquierda y revolucionarias, todo su panfleto rezuma nacionalismo derechista, racista y xenófobo. No otra cosa es el planteo constante de destruir a los judíos, no al sionismo, igual que el provocador de la explanada de la Mezquita de Omar, Ariel Sharon, y la ultraderecha del rabino Meir Kahane, que reclaman aplicar la “solución final” hitleriana a las masas árabes.

Sería bueno que se documente y piense antes de hablar. Por ahora su pluma, junto a abrevar en el anticomunismo más ramplón, muy flaco favor le hace a los compañeros palestinos y a los pueblos árabes.

Como este “ideólogo” utilizó Indymedia –a quien no hago responsable de sus dichos- para difundir sus “ideas”, pido que este comentario se publique en el mismo lugar. Gracias.

Rogelio Roldán
“INFOIZQUIERDA”
Córdoba

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