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Suicidarse, alternativa infantil contra la pobreza
Por reenvío red eco alternativo - Wednesday, Sep. 27, 2006 at 9:20 AM

Cansados de padecer tanta pobreza, alejados de los estudios y obligados a trabajar desde edades tempranas, cientos de niñas y niños latinoamericanos optan por poner fin a sus vidas



(Isabel Soto Mayedo Prensa Latina) Latinoamérica- El terror de larga data en estos países rinde sus frutos: un creciente segmento de la sociedad ve la violencia como rutina y las escenas resultantes de la fatídica decisión de los menores con alarmante apatía.
Esto quizás obedece a que organismos internacionales consideran bajas las tasas de suicidios infantiles en esta región, al compararlas con las de los países más ricos.
En lo que va de año, sólo en Colombia sumaron 64 los menores de edad que lograron culminar con "éxito" una tentativa de suicidio, lo cual se sumó a los 95 que se quitaron la vida en 2005.
Una encuesta realizada en colegios capitalinos de esa nación sudamericana reveló además que 41 por ciento de dos mil estudiantes pensaron en algún método para forzar su muerte y un 16 por ciento de estos intentaron hacerlo.
Costa Rica, país criticado por constituir una suerte de paraíso centroamericano para pedófilos y traficantes de menores con fines sexuales, contabilizó entre 1996 a 1998 mil doscientos diez suicidios, de los cuales 11,2 % fueron de jóvenes. Un estudio realizado por galenos ticos demostró que de 6.996 estudiantes de 84 colegios públicos, privados y técnicos, 11,78 % estaba desesperanzado, por lo cual era propenso a la autoeliminación.
En Brasil, los suicidios de menores son considerados un grave problema de salud pública porque algunos estados y capitales regionales presentan tasas comparables a las de los países de mayor incidencia.
Sólo entre 1994 y 2004, en Río Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, se constató la mayor tasa de suicidios masculinos del país: 16,6 casos por cada 100 mil hombres.
Estos datos suelen ser incompletos y en el caso de algunas naciones, prácticamente inexistentes, por la escasez de estudios sobre el tema y la desatención de las autoridades a su evidente acrecentamiento.
Casi siempre, estos casos son calificados de "accidentes" y las causas poco o nada esclarecidas: la ingestión de psicofármacos, la utilización de armas de fuego y otros están motivados por una cadena de situaciones que van más allá del hecho en sí.
La agresividad, violencia y suicidio pueden ser distintas facetas de un aspecto: la disconformidad, depresión, infelicidad o la desesperanza por la ausencia de perspectivas de futuro.
Las cifras sobre población bajo la línea de pobreza, la desocupación de los padres, la falta de un proyecto de vida, entre otros factores, deben considerarse al tratar de hacer un amplio diagnóstico, sugirieren los expertos.
Tampoco los medios de comunicación abordan esta problemática social, que guarda relación también con las elevadas tasas de menores trabajadores, prostitución infantil o renuncia obligada a la educación.
La Organización Mundial de la Salud asegura que las tasas internacionales de suicidios varían desde 15 muertes por cada 100 mil habitantes en países de Europa del Este y a menos de 10 en España, Italia, Egipto y Holanda.

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