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"La interculturalidad enriquece a todos, nos hace mejores personas"
Por Mauricio Montiel / Azkintuwe - Monday, Nov. 20, 2006 at 1:04 PM
azkintuwe@yahoo.es

ESTEBAN RÍOS, DIRECTOR DE ESCUELA Nº115, NEUQUÉN

¿Cómo se puede describir el aroma de una flor? ¿cómo se puede explicar a un no vidente de nacimiento el color de un atardecer de verano? o bien ¿con qué gestos se enseña a un sordo el canto de los pájaros al amanecer? Una situación parecida se vive al no ser suficientes las letras para intentar transmitir la pequeña gran construcción que realizan los educadores de la Escuela Nº 115 de Neuquén.


NEUQUÉN / Al llegar a la Escuela Nº 115 no se percibe nada que la diferencie a otras escuelas primarias de la zona oeste de Neuquén capital. La violencia lamentablemente es el común denominador en los barrios de esta zona y San Lorenzo Norte -sector donde se ubica la escuela que dirige Esteban Ríos- no es la excepción a esta característica. Un par de cuadras antes de llegar al establecimiento se ve retratada en una pared la aparente violencia institucional que ejercería la comisaría del sector; un graffiti firmado por “los menores del barrio San Lorenzo” busca ser una especie de denuncia pública.

Pero la presente entrevista no busca culpables ni víctimas en temas de los cuales todos hablamos y son pocos los que hacen. No, este trabajo quiere compartir la acción colectiva que están sembrando los docentes de la Escuela N° 115 junto con los padres, alumnos y el centro de salud local. En resumidas cuentas, la sociedad toda para quienes las puertas de esta institución, comprometida con su entorno sociocultural, están abiertas de par en par.

¿Cómo se puede describir el aroma de una flor?, ¿cómo se puede explicar a un no vidente de nacimiento el color de un atardecer de verano? ¿con qué gestos se enseña a un sordo el canto de los pájaros al amanecer? Una situación parecida se vive al no ser suficientes las letras para intentar transmitir la pequeña gran construcción que realizan los educadores (con y sin títulos) de la Escuela Nº 115. Con errores y todo, ellos se animan a trabajar con los ojos puestos en un futuro donde los valores humanos sean factores decisivos para romper las cadenas de la violencia.

Esteban Ríos es de Lanus y estudió para maestro en Avellaneda. Dejó la Provincia de Buenos Aires junto con su señora que también es docente, con la clara idea de irse a zonas rurales de Argentina y realizar en forma familiar una experiencia de vida. Por distintos motivos llegó a la provincia, tierra donde -según sus palabras- “hablar de Neuquén en general es hablar siempre de la cuestión Mapuche”. A lo largo de su experiencia como docente rural la temática mapuche fue brotando de distintas maneras. “Hay cosas en la vida que dejan marcas muy profundas”, señala. En su caso, la problemática del Pueblo Mapuche fue una de ellas, al punto que al involucrarse como docente en este tema su identidad se terminó transformando.

Sus últimos años como docente rural los vivió en la comunidad Mapuche Namuncura ubicada en la zona de Junín de los Andes. Cuando regresó a la ciudad de Neuquén a ejercer como director de la Escuela N°115, lo aprendido en la comunidad no le permitió dejar olvidada ni relegada la diversidad cultural de esta provincia. “Cuando uno llega a este tipo de barriada de la zona del oeste de Neuquén capital, se encuentra con una alta población mapuche que forma parte del alumnado. Esto me puso en la disyuntiva de considerar o no la cuestión mapuche en una escuela de contexto urbano”, señala. “Uno llega a pensar que porque está en un medio urbano, la cuestión mapuche no tenia porque estar presente”.

Planteada la disyuntiva, Ríos no dudó en que era sumamente necesario considerar el contexto multicultural y las relaciones interculturales que se entablan a diario en la escuela y en el barrio. Por ese motivo, junto a Fresia Mellico y Pedro Cariman, ambos del Centro de Estudio Mapuche Pewma de Neuquén, inició la experiencia de validar conocimientos mapuches que hasta ahora no son reconocidos por el Estado Argentino y mucho menos por sus políticas educacionales. No están solos. A esta iniciativa se les han sumado este año el trabajo de dos maestros talleristas, Pedro Puel y Eduardo Montiel, del Área Educativa Mapuche de la Municipalidad de Neuquén.

La siguiente entrevista versa sobre los pilares del proyecto intercultural que desarrolla en la escuela, a saber, la revisión e interpretación de prácticas pedagógicas didácticas, contextualizar la escuela incluyendo a los “mundos” que la rodean y dejar de lidiar con el “cáncer” de la violencia cotidiana con la que conviven los chicos de San Lorenzo Norte. Conversamos con Esteben en la oficina de la dirección escolar y sus paredes muestran con orgullo imágenes de lo realizado. Colgados están los pequeños telares que han trabajado los pibes con sus manitos entusiastas. El ritmo del kultrun, seguido por el ñorkin, la pifilka y la kaskawija, nos acompaña durante la charla con este docente que ejerce su profesión mas allá de la mera vocación laboral.

- ¿Tu primer acercamiento con la cultura mapuche fue en la comunidad Namuncurá?

Esteban Ríos (E.R): No, fueron varios años de trabajo como docente rural. Hablar de ruralidad en Neuquén, como hablar de Neuquén en general es hablar siempre de la cuestión mapuche, porque esta provincia es un espacio geográfico histórico mapuche. Entonces, en mayor o menor medida, la cuestión mapuche ha estado siempre presente. Recuerdo que el primer paraje que trabaje (Santo Tomás cerca de Piedra del Águila) es un paraje criollo con presencia mapuche. Ya en aquel momento habíamos hecho consideraciones sobre la cuestión mapuche en la formación de los maestros que trabajábamos en esa escuela, haciendo algunos cursos, lecturas y abordajes pedagógicos.

Trabajé tres años en la comunidad Namuncura, fueron de muchísima intensidad, de laburo con respecto al tema de la identidad y todo lo que tiene que ver con la problemática del Pueblo Mapuche. Fue un trabajo muy rico, grupal, donde mucha gente entregó cosas. Te hablo de la misma gente de la comunidad, los docentes y los criollos. Todos hicieron aportes muy valiosos para los proyectos que nosotros trabajamos en ese tiempo. Fue cuando como docente me empecé a involucrar con esto, además de ir reformulando mi propia identidad como parte de un continente americano que se lo han apropiado los criollos, dejando a los pueblos originarios de lado.

- Tus principios y tus vivencias entraron en conflicto...

E.R: Exactamente, entraron a conflictuarse y a resignificarse, comenzaron a tomar valor algunas cuestiones que hasta ese momento no había notado. Al abordar toda la problemática de los mapuches, me permitió resignificar esas lecturas teóricas, me permitió re-conversar esas cuestiones con amigos y compañeros de trabajo. Esto me produjo un sacudón muy grande desde el pensamiento y el corazón. Yo esto lo quiero remarcar fuertemente, porque me parece que son las dos cuestiones fundamentales que marcan el camino de las personas. El pensamiento y las emociones del corazón son las dos cosas que permanentemente se nos presentan en nuestra vida y si no van bien acompañadas puede ser hasta complicado manejarlo.

- ¿Podrías compartir con los lectores de Azkintuwe algún recuerdo especial de tu paso por Namuncura?

E.R: Recuerdos hay muchos, recuerdos añorados y muy queridos. Me acuerdo cuando empezamos a trabajar con la bandera Mapuche, yo fui a pedir consejo a la pijankuse de la comunidad que vive en un lugar muy, muy bonito pero muy alejado de la escuela. Entonces estuvimos conversando, yo le explique de mis dudas como director, como docente, de cómo abordar esta cuestión desde la escuela, si era o no conveniente hacerlo. Entonces doña Teresa me dice que yo me quedara tranquilo, que ella me iba a mandar la contesta a este pedido de consejo que le estaba haciendo. A la otra semana vino Luis, su hijo y quien era casualmente el maestro de idioma mapuche en la comunidad. Entonces yo le pregunté qué le había dicho su mamá, que cosa mandaba a decir sobre el tema de la bandera. Entonces Luis me decía: “usted quédese tranquilo, que la mamá no manda a decir nada, pero ya le va a mandar a decir”. A la semana siguiente volvía Luis y yo volvía a preguntar. Así pasaron no sé cuantas semanas y yo estaba con la angustia de mis tiempos porteños, de mi ritmo de vida bonaerense y con la preocupación de que supuestamente el acto escolar donde se tenia que hacer la ceremonia y usar la bandera, se acercaba. Y yo no tenia una respuesta. Finalmente, después de un tiempo, vino doña Teresa con su respuesta.

Hasta el día de hoy todas las personas que hemos participado en esto y demás consideramos que fue una respuesta, un consejo, absolutamente sabio de como abordar el tema, porque no generó ningún tipo de conflicto; fue respetuoso y se instaló el tema de la bandera como una simbología que genera una profunda identidad en los chicos y en la familia, en una comunidad que hasta ese momento no había incorporado la bandera mapuche en la escuela ni por fuera de la escuela. Ese es uno de los recuerdos que se me viene a la memoria y que tiene que ver con el tema del “tiempo” y de la actitud de los maestros cuando venimos de otros lugares con nuestras cargas culturales. Poder entender que hay otros usos del “tiempo” y que uno debe ser respetuoso del “tiempo” del otro, es vital. Uno no puede imponer sus ritmos sobre los “tiempos” de la gente y la comunidad. Fue mi primer aprendizaje.

-¿Cómo surge el proyecto intercultural?

E.R: Cuando llego a la escuela una de las cosas que a mí me marcan mucho es pararme frente al alumnado y ver que sea un alumnado de un color de piel indicativo. Era mayoría de piel oscura y muy pocos de piel blanca. En la escuela la mayoría de los chicos abanderados eran de piel blanca y la minoría de piel morocha. Entonces ahí me surge una de las primeras dudas; si esto correspondía efectivamente a un criterio de selección que tuviese que ver con lo aprendido y demás, o entraban en juego otras cuestiones. Entonces la necesidad fue la cuestión cualitativa, de ver el color de la piel a poderla cuantificar. Ahí hicimos una especie de barrido por los apellidos paternos para ver cual era el porcentaje mapuche en la escuela y ese año salió que era entre el 16% y el 20% del total de la matrícula. En ese momento no consideramos ni el apellido materno ni los apellidos criollos que a través de distintas historias y explicaciones esconden también, muchas veces, un mapuche. Esto nos permitió tener un fundamento para la argumentación del proyecto.

Otro elemento que nos ayudó fue un trabajo de la Universidad de Buenos Aires a lo largo de toda la población de argentina que lo denominó “mapa genético”. Los resultados de esa investigación dan aproximadamente que el 56% de la población argentina tiene rasgos genéticos de algún Pueblo Indígena. Esto rompe el mito de que los argentinos bajamos de los barcos. La mayoría del Pueblo Argentino tiene algún grado de vinculación con los Pueblos Originarios. Esto también nos empezó a hacer ruido a todos los maestros porque muchas veces cuando hablamos de los Pueblos Originarios tendríamos que hablar de nosotros como Pueblo Originario y no tan de “los pueblos...”, como si fuera un otro fuera de uno. Estas fueron cosas que nos sirvieron de mucho en las consideraciones teóricas previas al trabajar lo didáctico.

- ¿Han actualizado este “censo” a partir de los apellidos que vos contás?

E.R: Nosotros lo hemos actualizado este año y el índice bajó porque casualmente hubo chicos egresados y varios que se fueron para una escuela que se construyó mas al oeste. Ahora, la cuantificación yo la entiendo como que fue oportuna al momento del inicio del proyecto en cuanto hacer visible aquello que estaba invisible. Después que haya 1%, 20% o 50% la cuestión de que la escuela considere los contextos multiculturales, que considere la cuestión del Pueblo Mapuche, tiene que ser independiente a los porcentajes, porque sino estaríamos haciendo algo absolutamente mercantilista. Digamos ajustar una oferta en cuanto al porcentaje de clientela que la consume.

La interculturalidad enriquece a todos los sujetos sociales, a toda la sociedad mapuche y no mapuche, con un tipo de ascendiente o con otro, por lo tanto yo como no integrante de ningún Pueblo Originario, el haber vivido en contextos multiculturales, me ha enriquecido como persona y soy feliz de que mis hijos también lo hayan vivenciado porque creo les permite ser mejores personas. Entonces, el proyecto no depende, por lo menos en esta escuela, de los índices de población mapuche que tengamos dentro del alumnado. Podrá ser un dato interesante en cuanto a querer demostrar otras cuestiones para aquellos que dudan que el Pueblo Mapuche todavía está presente y que está extendido tanto en la zona rural como urbana, pero a los efectos de la necesidad de hacer un trabajo de pedagogía intercultural el índice no toma peso.

- ¿Cómo se origina este proyecto?

E.R: En principio arrancamos con algunas experiencias aisladas de contactos con los alumnos, con los profesores y ya el segundo año decidimos realizar un proyecto mas formal que fue presentado al Ministerio de Educación de Nación y fue aprobado. El tema era cómo, cuándo y con quién. Me tome un cierto tiempo para, por un lado, ir indagando un poquito que pasaba en la escuela con respecto a este tema. Sabia que indefectiblemente iba abrir una puerta que iba a llevar a un cierto grado de conflicto, porque a los docentes no se nos prepara para esto, así que tenia que asumir y poder manejar el conflicto para que no se fuera de las manos.

Después, por otro lado, algo también sumamente importante, era saber con quién hacerlo, porque evidentemente si hablamos de un conflicto multicultural, donde la cuestión del Pueblo Mapuche era un tanto lo importante, era indefectiblemente necesario que este proyecto o trabajo se hiciera con algún mapuche. Entonces no era poca cosa pensar quién iba a ser ese mapuche sabiendo toda la problemática institucional y demás. Finalmente nos fuimos conociendo con el grupo Pewma y en particular con dos de sus integrantes, Pedro Cariman y Fresia Mellico. Ese primer año hicimos algunas aproximaciones institucionales sobre temas puntuales para ir conociéndonos y a su vez que nos conozcan los demás integrantes de la institución.

- ¿Cuál es el nombre del proyecto?

E.R: Un Intento de Abordaje a la Educación Intercultural en una Escuela de Contexto Urbano. Un tanto largo el nombre del proyecto, pero nos pareció importante porque resume la idea. El espíritu de esto es que no consideramos que estamos haciendo Educación Intercultural, estamos intentando transitar por ese camino a su vez remarcar fuertemente que la experiencia se da un contexto urbano, donde generalmente se invisibiliza la cuestión mapuche. Este proyecto fue presentado el año 2005. Trabajamos durante todo el año 2005 con los docentes en una reflexión critica de la práctica ,así que tuvimos que recurrir a distinta bibliografía. Tuvimos muy buen entendimiento con los coordinadores mapuches, lo que nos permitió hacer un abordaje teórico donde la cuestión multicultural y toda la disputa que hay en el campo cultural y político incluyera lo mapuche, pero también la excediera.

Esto nos permitió acceder a autores muy diversos y sumamente interesantes como Paulo Freire y Jauretche, entre tantos otros, que nos dieron elementos de ir repensando que la cuestión cultural en donde se manejaba la escuela no era neutra. Hay intereses de por medio, imposiciones culturales. Estas arbitrariedades a su vez generan violencia. La interculturalidad entre otras cuestiones, es lo que aporta la sociedad. Una de las cosas que aporta la escuela es un camino, entre otros, que hay que buscar justamente para alejarse de ciertas violencias. No siempre violencias explicitas sino violencias simbólicas ¿no? Entonces la validación y selección de los contenidos escolares que hace la escuela no es neutra y la negación y no-validación de ciertos saberes, en este caso del Pueblo Mapuche, es también una fuente generadora de violencia.

Si un pibe en la casa mama una cultura y unos saberes, y en la escuela esos saberes no solo se los desconoce sino que se los niega, se los vapulea y se los trata como manifestaciones de la barbarie, es violencia. Esa contradicción en ese chico y en esa familia es generadora de violencia. Entonces es un tema sumamente interesante que en la escuela lo tenemos que considerar. El haberlo trabajado como lo trabajamos, desde un contexto inclusivo y mas amplio que la cuestión estrictamente mapuche, permitió también que los docentes, aquellos que no son mapuche, también empezaran a repreguntarse algunas cuestiones de ellos como sujetos sociales en el medio de todo este conflicto, en medio de la disputa cultural. De la colonización pedagógica, a decir de Jauretche, o de la imposición cultural, a decir de Freire.

Todo esto permitió reflexionar profundamente a los maestros, lo que a su vez dio paso a ir instalando muy lentamente este tema en la escuela lo que generó algunas propuestas pedagógicas didácticas. Junto con Fresia, Pedro y la vice-directora (Sonia Gómez) lo que fuimos haciendo fue tomarla fortalecerla y acompañarla para garantizar por lo menos que se pudiesen desarrollar. Así fue que el año pasado se trabajo, en una forma muy interesante el tema de todo lo que es el Arte Textil Mapuche desde la llegada -en conjunto con la conquista- de la oveja, todo el proceso del hilado, del teñido natural, del tejido. Esta actividad se hizo con tres grados en forma simultanea.

- ¿Quién dictaba dicho curso?

E.R: Estaba a cargo de Doña Rosario Flores que es una señora mapuche que tiene mucho conocimiento sobre el tema textil y otras cuestiones culturales. Yo la conocí trabajando en la comunidad Namuncura donde habíamos realizado algunos talleres en los que doña Rosario no solo demostró sus conocimientos, sino su compromiso y dedicación que me parece que son tres condiciones fundamentales para poder trabajar en una escuela. Saber lo que quiero transmitir, tener una alta dedicación y un compromiso sincero sobre lo que queremos transmitir. Y lo que yo había pensado de doña Rosario trabajando en el campo no hizo mas que confirmarlo, realmente trabajó muy bien con un grupo de chicos muy complejos.

Se trabajó en forma simultanea con 70 chicos aproximadamente. Chicos que tenían problemas de disciplina en estos talleres se minimizó su comportamiento violento. Alguno que otro chico que decía que eso era una huevada al decir de ellos, pero que mas tarde, mas temprano, se terminaban enganchando aunque sea desde un lado tangencial; tal vez no hacían el taller de tejido pero por ahí se enganchaban con los trabajos informativos donde la maestra trabajaba el desarrollo de la conquista, la introducción del lanar y demás. También hubieron chicos que demostraron que ya tenían saberes sobre estas prácticas culturales, entonces se pusieron al frente de grupos de alumnos que sabían menos.

- Encontraron su espacio...

E.R: Exactamente. Todo esto se preparó de las distintas áreas porque se hizo todo un trabajo utilizando los mapas por la cuestión de los espacios geográficos, de cómo fue el periplo que hizo la introducción del lanar en forma simultanea con la conquista. Así que entraron en juego un montón de contenidos de las distintas áreas escolares, todos estos saberes y aprendizajes se llevaron a una feria de ciencias naturales que se realizó en la zona del oeste con muchas escuelas. Fuimos la única escuela que nos animamos a presentar en la feria saberes de un Pueblo distinto, como es el Mapuche, al Pueblo que digamos hegemoniza la educación que es el Pueblo criollo a través del Estado y demás. Estuvo la televisión, la radio y el periódico; fue impresionante la participación de los pibes.

Aquellos que muchas veces en el grado son tímidos, introvertidos le pusieron un micrófono adelante y se largaron a conversar de todo lo que habían aprendido en el transcurso del taller. Fue altamente significativo desde el punto de vista educativo por un lado, del fortalecimiento de las identidades dañadas, la vinculación familia-hijo y escuela fue importante al punto que esto nos permitió entender que a pesar de los errores que habíamos cometido de parte de la dirección y del grupo Pewma, en cuanto a la implementación del proyecto, entendíamos que estábamos transitando un camino apropiado, adecuado así que decidimos darle continuidad.

Estamos en este segundo año trabajando, que ha sido muy complejo por distintas razones ajenas a la cuestión institucional. Sin embargo así y todo, a los tumbos, hemos seguido trabajando y tenemos varias cosas que han ido sucediendo a lo largo del año. En este momento tenemos tres propuestas en firme de tipo pedagógico didáctica. Una es el tema de creencias particularmente, los mitos de origen. Que la escuela se anime a validar los mitos de origen, tanto aquellos que trajeron los conquistadores a través de la fe católica, como también los mitos de origen de por lo menos dos Pueblos Originarios que tienen directa vinculación con el espacio territorial que se conoce hoy como el Estado Argentino, como son los Aymara, Quechuas y Mapuche, en eso estamos trabajando desde el Área de Ciencias Sociales.

En el Área de Ciencias Naturales el tema de vegetales y plantas contextualizado dentro de las practicas culturales del Pueblo Mapuche. Otro grupo de docentes está trabajando el tema de lo estético-expresivo, el tema de música (instrumentos mapuche) en donde para poderlo desarrollar estamos trabajando junto con Cariman, pero también se han sumado desde el municipio de Neuquén, Pedro Puel y Eduardo Montiel. Justamente hoy iniciaron una charla para todo el alumnado y después van a trabajar con algunos de los grupos de los dos turnos la construcción de instrumentos mapuche.

- ¿Cómo fue el recibimiento del proyecto en un primer momento por parte de los docentes? ¿Supongo que debe existir conflicto?

E.R: Te imaginas bien, este tema en el ámbito del grupo docente costo muchísimo, primero fue conocido como una imposición de parte de la Dirección de la escuela. Como yo había trabajado en el campo, era como la tierra que te queda debajo de la uña, entonces este además de traer las orejas y uñas sucias del campo, trae la mente sucia. Y bueno, uno tiene que apechugar, hacerse cargo de esto. En muchos casos no es por –y nosotros en la fundamentación del proyecto lo ponemos- una actitud jodida, de una actitud concientemente negadora del derecho del otro, en este caso el Mapuche, sino que tiene que ver con la conformación de sujetos sociales que responden a todo un proceso histórico, donde no somos ajenos ni como ciudadanos ni como docentes. Hemos sido formados en Institutos de Formación Docente o en universidades donde esta cuestión no esta debidamente desarrollada o directamente no existe.

Entonces, bueno, había que aguantar los golpes al hígado y plantear una estrategia lo suficientemente inteligente en el funcionamiento del proyecto que permitiera ir sorteando todas estas dificultades y ser muy respetuoso del proceso que va haciendo el otro. Donde ese otro puede hacer un proceso rápido y que conforme las expectativas que uno tenia, un proceso mas lento o un proceso que lo lleve al mismo punto de inicio: la negación de reconocer que hay otro Pueblo y que vivimos en un Estado Multicultural. En el marco de la escuela pública uno tiene que ser de alguna forma tolerante con distintas cuestiones, pero que de parte de la Dirección en este caso claramente hubo una posición tomada. Recién este año uno puede entender que se fue como extendiendo mas naturalmente el proyecto en el cuerpo docente. El año pasado fue muy difícil.

- ¿Los padres han venido a reclamar porque no quieren que se les enseñe este tipo de cosas a sus hijos o por el contrario han venido a colaborar con las actividades que organiza la escuela?

E.R: A diferencia de lo que paso con los maestros, que muchas familias de los alumnos supieran que yo venia de trabajar en el campo y particularmente de una comunidad mapuche fue un facilitador en la comunicación. En el marco de todo esto hubo familias que abiertamente desde un primer momento se presentaron como familias mapuche con una clara identidad. Fue fantástica la repercusión en las cuestiones familiares. Cuando empezamos con el proyecto, la reacción de los padres en su mayoría fue positiva tanto de familias mapuche como criollas. Tuvimos algunas familias que se acercaron como es el caso de doña Carmen Antilef que se acercó, nos acompañó y participó de las actividades de la escuela y así por nombrar a un familiar de los chicos. Con respecto a las familias criollas, en su mayoría por lo menos los comentarios que nosotros pudimos registrar y tomar en cuenta fueron positivos.

Cuando se hizo el taller de telar, los padres se arrimaron y lo que pasó después es que los familiares tuvieron que hacer el huso y el telar. Fue impresionante el acompañamiento que hizo la familia con respecto a esto. Cuando la escuela se animó a validar saberes que no están escolarizados, como es todo el procedimiento cultural y técnico del hilado, del teñido y el tejido, la gente que hasta ese momento había considerado que estos saberes estaban excluidos, cuando los vio incluidos, se sintió parte educadora. ¡Fue impresionante, impresionante! De todas maneras uno tiene que ser consciente que existen obstáculos esperables. Uno no puede pretender desarrollar ningún tipo de proyecto y mucho menos uno tan complejo como es un proyecto educativo que intenta abordar la cuestión intercultural, sin saber que no se van a presentar distintos escollos y que no se van a presentar conflictos; en algunos casos se pueden presentar conflictos muy serios. Nosotros por ejemplo con todo este tema de las creencias, de los mitos de origen, nos estamos metiendo en un terreno sumamente complejo porque tenemos muchas familias que son evangélicas, católicas, no católicas y meterse en este tema es complicado.

A mi me parece que históricamente la escuela como institución del Estado fuertemente estuvo vinculada a un solo mensaje religioso. La iglesia católica y la escuela en este país fueron socios durante muchas épocas históricas ¿No? Cuando la escuela se metió en el terreno religioso siempre lo hizo parcialmente y en claro apoyo a la iglesia católica. Nosotros creemos que como escuela pública y laica no podemos meternos en ninguna cuestión religiosa, pero si validar el tema de las creencias, los conceptos, las construcciones espirituales y la religiosidad de los distintos Pueblos. Que los chicos entiendan que cada Pueblo tiene su forma de dar cuenta de su espiritualidad y de sus creencias a la par del europeo de los Pueblos conquistadores de América. De alguna forma es poner a la par un Pueblo de otro en un aspecto que no es menor, como son las explicaciones que construimos las personas para explicar nuestros orígenes. Entonces de ahí la importancia del mito de origen que también en la escuela lo vamos a trabajar desde las explicaciones de la ciencia. Digamos las hipótesis que tiene la ciencia actualmente para explicar el origen del hombre en América.

- Te cedo el micrófono para que cierres la nota...

E.R: Primero un saludo a todos los integrantes y a todos los que colaboran en Azkintuwe que me parece un periódico de primer nivel. El esfuerzo que seguramente hay detrás para sostener una publicación como esta debe ser enorme, así que bueno felicitarlos mandarles toda la fuerza para que lo puedan seguir haciendo. Creo que es importante y puede ser aun mas importante. Bueno lo otro es que hay caminos que podemos ir transitando que debemos optar decididamente por esos caminos a pesar de que están sembrados de dudas, de temores, de cosas que nos hacen ruidos, que nos ponen en tensión, pero que indefectiblemente tenemos que transitar. Es un camino de grandes incertidumbres, pero es el camino que entiendo necesariamente debemos recorrer por lo menos los latinoamericanos / Azkintuwe

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excelente nota
Por waia - Monday, Nov. 20, 2006 at 10:28 PM

un pasito adelante... y seguimos caminando.
grande el profe!

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Educación Intercultural,Pcia Buenos Aires
Por Mirta - Tuesday, Nov. 21, 2006 at 6:52 PM
peumadelamanecer@yahoo.com.ar

Interesante el reportaje realizado, que bueno que se conozcan éste tipo de experiencia educativa ya que nos permite conocer, interpelar y socializar sobre la de educacion intercultural.
Aqui en Provincia de Buenos Aires hemos comenzado a transitar y a realizar un trabajo parecido con escuelas de Bolivar y Olavarria, basicamente con el 2 ciclo de EPB y con del area de sociales, que a su vez se trabaja tambien con otras disciplinas como por ejemplo, artistica , lengua, educacion fisica,entre otras.
No ha sido facil ,pero logros han sido muy significativos y nos alienta a continuar a revertir nuestra historia para pararnos con dignidad en relación a nuestros saberes ancestrales y propiciar un espacio de construcción de la interculturalidad y de revalorización de la diversidad cultural.
Marici weu!!! Marici Weu!!!!.

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